✿ Final: Te amo

TaeHyung

Todo estaba yendo de maravilla, HoSeok ya había sido dado de alta hace dos semanas atrás y ahora solo se dedicaba a mimar a MinHo y a Taehee, nuestros más grandes tesoros.

Por otro lado la "luna de miel" que había planeado junto a mi esposo, cuando apenas salió de la clínica, se acercaba, dándonos así solo un día para empacar y ordenar todo.

Ambos decidimos ir a las islas Jejú para disfrutar de una cómoda estadía de cinco días junto a nuestros bebés.

[🐯]

HoSeok no dejaba de caminar de un lado a otro, mientras hablaba por teléfono con JungKook, a quien le estaba dejando a cargo la empresa. Yo, en cambio, estaba jugando con MinHo y Taehee en la cama matrimonial que compartía con mi esposo; ambos me sonreían manteniendo su chupón en boca y tomando algunos peluches o juguetes. Eran realmente tiernos, mientras no gritaban o lloraban.

Seguí admirando a mis hijos hasta que sentí unas fuertes manos apoderarse de mi cintura por atrás y de inmediato sonreí. Sabía que era mi esposo.

— Tae... — susurró cerca de mi oído. — Llevemos a los bebés a su cuna... y así tal vez... — deslizó sus manos hacia mis caderas y se detuvo ahí para esparcir caricias con sus dedos. — podemos jugar un rato...

Solté una risa y empujé a HoSeok, cesando de esa manera las relajantes caricias.

— ¡TaeHyung! — se quejó. Me devolví hacia él y dirigí rapidamente mis brazos hacia sus hombros. Él volvió a sonreír.

— No quiero tener más hijos, HoSeok — le dije con el tono más serio que alguna vez pude haber usado.

Su sonrisa se desvaneció y ahora solo una mueca de confusión era la que me dedicaba. Solté otra carcajada al ver su ceño fruncido y golpeé levemente su hombro.

— Era una simple broma, amor. — le confesé después de un rato.

Soltó un suspiro y volvió a sonreírme.

— No te juegues de esa manera, Tae.— susurró, acercándose cada vez más. Sus labios rozaron los míos y pensaba sumergirme en el placer hasta que...— Yo quiero tener cuatro hijos. — una de sus manos tomó mi mejilla y sin darme tiempo de reclamar, me besó.

Quería corresponderle pero «los cuatro hijos» seguía deambulando en mi mente.

— ¿Qué sucede bebé? — dijo alejándose de mis labios y rompiendo nuestro beso.

Seguía tratando de procesar lo escuchado, pero no podía. Claro que no era malo tener tantos hijos, pero tampoco queria quedar "deforme", por así decirlo, y lo digo porque los mellizos me dejaron con tres kilos demás.

— TaeHyung ¿Estás bien?

Sacudí levemente mi cabeza, saliendo de mis pensamientos, y miré a mi esposo con un semblante algo preocupado.

— Y-yo... yo... sí, sí estoy bien...— Afirmé.— solo que... ¡Cuatro hijos!

Él también comenzó a reír y volvió a tomar posesión de mi cintura.

— Tae, aún tenemos demasiado tiempo para pensar y hacer bebés.

Asentí no muy convencido y me liberé de sus brazos para volver a donde mis bebés, pero antes de siquiera dar un paso, me veía nuevamente en los brazos de mi esposo.

— ¡Hoseok! — me quejé.

No recibí respuesta, solo un par de besos y alguna que otra mordida en mi cuello.

— Los... bebés — susurré, tratando de no caer ante sus caricias.

— Los... llevamos a... su cuna — su cálido aliento chocaba con mi piel y sus manos ya recorrían mis caderas y gran parte de mi trasero.

Vi a mis pequeños, quienes jugaban inocentemente sin saber qué ocurría a su alrededor.

— Hay que llevarlos — solté con algo de desespero al sentir la mano de HoSeok dentro de mis pantalones.

Él solo rio y se alejo de mí, para cargar con mucho cuidado a Taehee. Por mi parte me dirigí hacia MinHo y lo tomé en brazos.

Los llevamos hasta su habitacion y con mucho cuidado los dejamos en la cuna. MinHo logró dormirse de manera rápida, en cambio, Taehee trataba de luchar contra el sueño, pues sus ojitos se encontraban semiabiertos.

—  Se tardará en dormir — susurré al ver que mi hija no tenía ni una pizca de sueño. Miré a mi esposo, quien se mordía internamente el labio inferior. — Mejor ve a dormir, HoSeok. Hoy no podrá ser — dije con desánimo. La calentura se me había bajado de repente.

Él negó y de un momento a otro me abrazo por atrás. Sentí su gran erección a través de los pantalones y sabía que necesitaba de mí.

— HoSeok podemos con...

Dejé de hablar al momento que él se movió, restregando su dureza con mi trasero.

— Ho... HoSeok, Taehee.. nos esta mirando. — traté de empujar a mi esposo con las pocas fuerzas que me quedaban, pero dejé de ejercer fuerza al sentir las lamidas en el lóbulo de mi oreja.

Sin esperar mucho, me devolví hacia él y coloqué mis brazos alrededor de su cuello. Él me sonrió y colocó sus manos en mi trasero. Lo empujé levemente hasta estar fuera de la vista de mi hija y comencé a besarlo con desesperación. HoSeok correspondió de la misma manera, mordiendo de vez en cuando mi labio inferior.

Mis manos comenzaron a jugar con su cabello por inercia, al igual que los constantes masajes que él ejercía en mis muslos y trasero. Los chasquidos y sonidos eroticos que hacían nuestras lenguas al chocar era lo único que se escuchaba en ese momento.

De repente sus labios abandonaron los míos y se dirigieron, nuevamente, a mi cuello en donde empezó a succionar y morder, dejando posibles marcas para el día siguiente.

Esta vez no me esforcé por tratar de callar mis gemidos y sin más preámbulos, grité el nombre de mi esposo. Él me sonrió y terminó de jugar con mis muslos, para luego dirigirse a mi entrepierna, donde también comenzó a masajear a su gusto.

Los jadeos y gemidos llenaban la habitación de mis hijos cuando el llanto de TaeHee nos interrumpió. Aleje rápidamente a mi esposo y corrí con mucha preocupación hacia mi bebé, que ya tenía los ojitos llenos de lágrimas. La tomé en brazos mientras pensaba que aquella noche tampoco haria el amor con HoSeok.

[🐯]

— ¿No volverás con él? — volvió a preguntar Yang Mi.

Negué de inmediato y me sumergí por tercera vez en mi botella de cerveza.

— Él me engañó, no merece mi amor. — susurré al borde de las lágrimas. Odiaba recordar ese horrible momento.

— Pero tienes hijos.— volvió a hablar mi acompañante.

La miré con burla y volví a darle otro sorbo a mi cerveza.

_ Tú también los tienes y mira... estás aquí conmigo tratando de vengar la infidelidad de tu esposo.

Ella me miró mal, por lo que supuse que le dolió demasiado que dijera aquello.

— Deberías regresar con HoSeok, él te ama.

Reí sin humor y traté de seguir tomando mi cerveza, pero la mano de Yang Mi me detuvo.

— TaeHyung no sufras más, tú no mereces estar aquí, rodeado de idiotas que solo ahogan sus penas en alcohol.

— Entonces... Tú tambien eres una idiota — solté con cierto odio.

Yang Mi asintió con un movimiento de cabeza.

— Pero tú no tienes que ser como ellos. — habló algo dolida. — Sal de aquí y corre a recuperar a tu hombre y a tus hijos.

Noté una pizca de pena en sus lindos ojos marrones, iguales a los de Hoseok, y sin más me eché a llorar al frente de todos esos tipos que no dejaban de comerse con la mirada a mi acompañante.

Ella acarició mi espalda hasta que logré calmar mis sollozos.

— Tae, habla con HoSeok... él te ama y no merece lo que le estás haciendo.

Negué con la cabeza y seguí soltando mas lágrimas. Las personas de ese bar no dejaban de mirarme con lástima y otras con odio al notar que interrumpía su pacífico silencio.

—  Él... me enga-engañó — susurré entrecortado, mientras más lágrimas salían de mis ojitos.

— ¡Claro que no! — un grito, aun más fuerte que mis sollozos, logró irrumpir en el bar.

Levanté la cabeza, que minutos atrás había bajado, y me di directo con la mirada furiosa y apenada de mi esposo.

— ¡Yo no te engañe TaeHyung! — gritó, avanzando a grandes pasos hasta quedar cerca de la mesa en donde me encontraba.

— ¡Claro que sí! — grité, llamando aun más la atención.

Él miro a todos lados, al notar las miradas puestas en nosotros.

— Tae, hablemos fuera de aquí. — dijo con cierta calma, que no inspiraba confianza.

Negué con la cabeza baja y quise coger la botella de cerveza que se encontraba en la mesa, pero como hace unos minutos, se me fue arrebatada.

HoSeok me miraba con cierto recelo y sin pedirme permiso, tomó mi mano y a jalones me sacó de ese asqueroso lugar. No quería que soltara mi mano por lo que le permití que me llevara a su gusto. Pero eso no duró mucho, pues al estar cerca del hotel me solté bruscamente de su agarre.

— ¡Ya basta! — grité.

Él se detuvo a la par que yo y me miró con más enojo.

— ¿Ya basta? — rió sin humor y desvió su mirada hacia el mar para luego devolverla hacia mí. — ¡Yo debería decir eso, TaeHyung! ¡Ya basta! ¡Ya para de una maldita vez! — gritó tan fuerte que las personas de nuestros alrededores nos miraron. — ¡Haces una escena de celos en pleno hotel y luego te largas a uno de esos bares para ahogar tus estúpidas penas, dejando a nuestros bebés a su suerte! — para ese entonces ya había comenzado a llorar de nuevo. — ¿¡Sabes que Taehee no ha dejado de llorar desde que te fuiste!? ¿¡Aunque sea te preocupaste por nuestros hijos al momento de beber como un maldito imbécil!? ¿¡Aun-aunque sea te importó tu seguridad al exponerte de esa manera en ese asqueroso lugar!? ¿¡A-aunque sea... — tragué grueso y seguí mirando y soportando al enojado de mi esposo. — ¿Aunque sea pensaste en mí..? — susurró los último en voz baja.

Negué, pues no había pensado en nada al momento de ver como HoSeok le sonreía a esa linda rubia que no dejaba de tocar ligeramente la mano de mi esposo, ni tampoco había pensado en nada al momento de haber salido corriendo del hotel y tampoco había pensado en mis hijos o familia al momento de emborracharme. Más lágrimas corrían por mis mejillas y sin esperarlo, los brazos de HoSeok me envolvieron en un fuerte abrazo.

Lloré con más ahínco en el pecho de mi esposo y correspondi lentamente a su abrazo.

— Lo siento — susurró lo suficiente bajo como para que solo los dos escuchemos. — Enserio siento que esta luna de miel haya terminado de esta manera. — su voz calmada y su aliento fresco y cálido a la vez chocaban con mi piel. — Yo.. yo no te engañé mi amor. — sus manos se deslizaron hasta llegar a mi cintura y se mantuvieron ahí hasta que HoSeok se alejó un poco para ver mi rostro. — Yo silo le estaba dando algunas indicaciones...

— Pe-pero ella... Ella trató de besarte — mi voz sonaba rota e incluso me daba lástima hablar.

— Lo sé. — HoSeok me miró directamente a los ojos y tomó mi rostro en sus manos. — Pero, yo le dije que tenía un hermoso esposo y unos maravillosos hijos que necesitaban de mí al igual que yo de ellos. — Traté de sonreír ante su declaración, pero las lágrimas me lo impedían. — Yo enserio necesito de ustedes, mi familia.

Esta vez sí no aguanté más y me lancé a sus labios. Él me correspondió el beso de inmediato y comenzamos a saborear el uno del otro. Enredé mis brazos en su cuello para atraerlo más hacía mí. El sabor salado de mis labios, por las lágrimas, y el sabor tan único de los labios de mi esposo se mezclaban tan bien, creando una dulce unión.

Estuvimos de esa manera hasta que la falta de aire nos obligó a salir de nuestra burbuja de felicidad. HoSeok mantenía sus ojos cerrados y tratando de regular su respiración mientras que yo solo pensaba en la arruinada luna de miel que habíamos vivido y en mis...

— ¡Mis pequeños! — grité al recordar que MinHo y Taehee no estaban con nosotros.

HoSeok abrió de golpe sus ojos y me miró con cierta preocupación.

— ¿Taehee? ¿MinHo? ¿Dónde están ellos? — dije algo alterado.

Escuché claramente la maldición que soltó HoSeok antes de tomar mi mano y salir corriendo, en dirección al hotel.

Seguí a HoSeok con mucha rápidez hasta que llegamos a nuestra habitación y encontramos a TaeHee ya dormida y a MinHo igual.

Suspiré con alivio al igual que mi esposo y nos dispusimos a observarlos con cierta admiración.

— Son muy hermosos.— dijo HoSeok, a la par que se situaba atrás de mí para abrazarme. Sonreí gustoso.

— Taehee tiene tus ojos — susurré.

— Y MinHo se parece mucho a ti.

Reí y lo empujé levemente.

— Solo dices eso porque MinHo tiene las orejas grandes al igual que yo.

HoSeok rio y asintió.

Volví a golpearlo. Él solo emitió una última carcajada antes de quedarnos en un relajante silencio.

Solo nos dedicábamos a observar a nuestros bebés.

— Lo siento — susurré, rompiendo el grato silencio. — enserio lo siento. Esta luna de miel se arruinó gracias a mis estúpidos celos. Tal vez la hubiéramos pasado bi...

— Shh — me calló HoSeok.

Giré lo más que pude mi rostro, mirando mal a mi esposo, pues habia interrumpido mi momento de reflexión.

— Ya no importa TaeHyung. Aún tenemos tres días para disfrutarlo al máximo con Taehee y MinHo.

Sonreí con mucho ánimo al notar que mi esposo había olvidado el horrible momento que le hice pasar.

— ¿Recuerdas cuándo nos conocimos? — volvió a hablar HoSeok.

Asentí con algo de vergüenza, pues la primera vez que nos vimos, todo fue odio.

— ¿Recuerdas cuándo lo hicimos en los baños? — volvió a susurrar, pero esta vez más cerca a mi oído.

Volví a asentír con más vergüenza.

— ¿Quién iba a pensar que aquel chico que golpeó mis bolas y que me dijo muchas veces cuanto que me odiaba terminara siendo mi hermoso esposo?

— Yo jamás lo pensé. — confesé.

— Yo tampoco. — sus manos se adueñaron de las mías. — Jamás pensé que un chico como tú me daría el más hermoso regalo de la vida, que es ser padre.

Sonreí, tratando de reprimir las lágrimas, pero no lo logré, dejándolas caer.

— Yo tampoco pensé que aquel idiota con el cual follé dos veces me daría la más hermosa experiencia de tener bebés en mi vientre y sentir aquello que cualquier hombre o mujer desearía. Jamás pensé que me enamoraria de ti, HoSeok. — alejé sus manos de las mías y me giré en mis talones hasta quedar cara a cara con mi esposo.

Él también estaba llorando.

— Te amo TaeHyung. Te amo por ser la casualidad más hermosa que me pudo haber pasado. Te amo porque me diste la oportunidad de conocerte. Te amo por haberme dado unos maravillosos hijos. Te amo por aceptar ser mi esposo y Te amo porque eres tú, simplemente tú, el que me hace feliz y con el que quiero despertar todos los días de mi vida.

Sus manos volvieron a situarse en mis mejillas y se quedaron ahí mientras limpiaba mis lágrimas.

— Yo tambien te amo HoSeok. Te amo porque fuiste el único hombre que logró llamar mi atención. Te amo porque me aguantaste todos los meses del embarazo en los cuales no dejaba de comportarme como un idiota. Te amo porque simplemente fuiste tú él que me embarazó y él que me dio esta maravillosa familia. Te amo y siempre te amaré.

Pronuncié aquellas palabras y nuestros labios volvieron a juntarse en un beso tierno, en donde demostrábamos que nuestro amor era verdadero.


Quiero decir que este final va dirigido a todas las chicas que votaron, comentaron y se tomaron la molestia de leer este intento de fic, lxs amo. Y también quiero decirles a aquellas personitas, que nunca logré dedicarles un capítulo, que aún así son importantes para mí y que con solo sus leídas me ayudaron mucho. Lxs amo, enserio lxs amo.

Maratón 9/?

Solo falta el epílogo.

Nota actual:

Solo falta el epílogo X2 y como dije anteriormente, este final está dedicado para todas esas personas que votaron, comentaron en incluso, simplemente leyeron o hicieron las tres cosas xd. Las amo. ♥

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