✿ Capítulo 39: Cuarto mes
Capítulo dedicado a: Belena_Jung ♡
TaeHyung
Después de aquel día, en el cual se suponía HoSeok arreglaría las cosas, todo cambió, se volvió un poco más frío conmigo, incluso dejamos de tener sexo, a lo poco nos dábamos besos y lo peor era que se desaparecía gran parte de la tarde y no regresaba hasta altas horas de la noche.
— Te está engañando — dijo Jin, mientras buscaba en las repisas de la cocina, aunque su inmesa barriga y digo inmesa, porque era más grande que la mía, se lo impedía.
— ¡Jin! — lo reproché. — creo que no fue correcto traerte aquí y peor aún, hablar de mis cosas personales contigo.
Bajé la mirada, pensando en todo lo que hacía HoSeok y en todo lo que estaba diciendo mi amigo. Tal vez sí tenía razón y él me estaba engañando, pero por otro lado, HoSeok dijo que me quería y que no quería perdernos. No habría razón para engañarme ¿cierto?
— ¡Ay por dios!... Me ofendes — levanté mi mirada y me encontré con casi toda la comida fuera de su lugar y dentro de la boca de mi amigo.
— ¡Jin, no te invité para que asaltaras la cocina de HoSeok!
Él tragó todo y me sonrió.
— No se supone que esta también es tu cocina...— miró todo a su alrededor. — o ¿sigues sin confirmar tu relación con HoSeok?
— Eso me sonó a sarcasmo — fruncí mi ceño y salí de la cocina, dejando solo a mi amigo.
— ¡TaeHyung! ¡No me dejes solo! — gritó mi amigo. Ignoré su llamado y seguí caminando hasta llegar al sofá y lanzarme como un saco de papas.
Pero no duró mucho antes de que Jin se sentara en el otro sofá y comiera sus chocolates como si fuera una ardilla.
Llevé mis manos al gran vientre que traía y como cada día, me lo acaricié lentamente, tratando de sentir a mi bebé.
— ¿Entonces?... ¿Aún no te pide ser su esposo?
Dejé de lado mi faena y miré a mi amigo.
— ¿Esposo? ¿Quién?
Rodó los ojos.
— Hablo de HoSeok... ¿Aún no te pide matrimonio?
Abrí mi boca en forma de "o" y negué mientras desviaba mi mirada. No quería que mi amigo notara la tristeza que sentía al hablar de ese tema.
— Sinceramente te está engañando. — dijo una vez que terminó sus chocolates.
— ¿Quién está engañando a quién?
Me devolví hacia la puerta principal al escuchar aquella voz. HoSeok ya había llegado.
Me levanté tan rápido como pude y me dirigí a su encuentro. Él me abrazo.
— ¿Cómo están mis dos razones de existir? — sonrió, mostrando sus hermosos dientes, mientras dirigía su mirada a mi gran vientre.
Miré mi vientre al igual que él.
— Estamos bien — susurré, mientras entrelazaba mis manos a las suyas.
— Esta vez sí llegué a tiempo — murmuró mientras pegaba su frente a la mía. Solté una risita y asentí.
Ya había cumplido cuatro meses y HoSeok, días antes, había prometido acompañarme al control. No se lo negué, pero sí temía que no cumpliera su palabra como las veces anteriores y me dejara solo como la primera vez. Pero felizmente sí había llegado a la hora acordada.
— ¿Nos vamos? O ¿Tengo que aguantarlo a él? — dijo mirando por sobre mi hombro. Claramente lo había dicho refiriéndose a Jin.
Le di un leve golpe en su pecho y lo único que recibí como respuesta fue una risa.
— ¡Oigan! ¡Sigo aquí! — gritó Jin.
Me devolví hacia mi amigo.
— Jin, tengo... — miré a HoSeok. — tenemos que ir a mi control, por lo tanto la charla de hoy se terminó.
Me hizo una mueca y se levantó del sofá. Sus pasos eran lentos por el gran peso que llevaba en el vientre, pero aún así logró despedirse de mí y mirar mal a HoSeok. Aún no entendía el porqué mi amigo no pasaba ni en pintura a HoSeok.
[🐯]
— Creo que a la bola de tu amigo sigo sin caerle bien — se atrevió a hablar, mientras fijaba su mirada al frente y manejaba.
— Jin no es una bola — lo reproché — solo que el embarazo engorda a todos. — respondí, no solo defendiendo el cuerpo de mi amigo, tambien el mío, que por cierto estaba engordando y ensanchándose cada vez más.
Estar embarazado era una etapa muy bella, pero también era un tiempo en donde no solo tu cuerpo cambiaba, también tus ánimos.
— Pero tú no has engordado tanto como él — contraatacó, mientras ingresaba al estacionamiento de la clínica.
— Él esta esperando gemelos — dije con algo de obviedad. Era cierto, Jin me había confirmado aquella misma tarde, que la razón de su gran barriga era porque llevaba dos niños dentro suyo en vez de uno.
Me alegré mucho por mi amigo, hasta que luego comenzó a asaltar la cocina de HoSeok, con la excusa de que tenía que alimentar a sus hijos.
— Eso explica su voluminosa barriga — pude sentir el sarcasmo en sus palabras. Iba a defender a mi amigo, pero antes de abrir siquiera la boca, HoSeok ya se encontraba desabrochando mi cinturon de seguridad y posteriormente el suyo.
— Es hora de ver a nuestro bebé. — Bajé del auto y caminé al lado de HoSeok, hasta que llegamos a sala de maternidad.
Al llegar vi a muchas mujeres y hombres con diferentes tamaños de barriga y leyendo una que otra revista.
HoSeok tomó mi mano y me guió hasta uno de los sillones, donde estaba otra pareja de esposos. Me ayudó a sentarme, ya que el peso de la barriga me impedía hacer muchas cosas y una de esas era el poder encorvarme.
Agarré una de las revistas que se encontraba en la mesa central y comencé a leerla. Absolutamente todo trataba de bebés y más bebés. Estuve matando el tiempo de esa manera, hasta que una enferma salió del consultorio y pronunció mi nombre.
HoSeok volvió a ayudar a levantarme y caminamos nuevamente agarrados de la mano hacia el consultorio, donde la doctora de siempre nos esperaba.
— Hola TaeHyung — dijo apenas me vio entrar. Agradecía mucho en mi interior el que haya recordado mi nombre, pues la mayoría de doctores no lo hace. De la misma manera saludo a HoSeok. — Bueno ¡Empecemos! — dijo, mientras ojeaba unos papeles, que según yo, era míos. — aquí dice que estás iniciando el cuarto mes. — me miró y sonrió para luego bajar su mirada nuevamente a las hojas. — ahora que estás entrando en el cuarto mes de embarazo algunas de las molestias más típicas como náuseas y vómitos comenzarán a disminuir y con suerte, a desaparecer. — volvió a mirarme y colocó ambos brazos en la mesa — Quiero decirte que los sentidos de tu bebé están en pleno desarrollo. Reacciona ante la luz, puede comenzar a oír los sonidos provenientes del exterior como voces, música o ruidos muy fuertes y lo más importante es que escuché tu voz, ya que es uno de los primeros sonidos que reconoce por lo que puedes empezar a comunicarte con tu bebé hablándole suavemente y estimulándolo con música relajante. — me aconsejó — También comienza a distinguir diferentes sabores dentro del líquido amniótico que va tragando y reacciona ante estímulos táctiles. — ahora dirigió su mirada a HoSeok. — En este mes el bebé se hará notar con más frecuencia, especialmente en las noches, incluso es muy seguro que subas una o dos tallas.
Bajé mi mirada hacia el pantalon de chándal que traía puesto y asentí. Ninguno de mis anteriores pantalones, de chico soltero, me quedaba.
— En esta ocasión no habrá ecografía, pues creo que ninguno de ustedes quiere saber el sexo del bebé ¿Cierto?
Asentí y HoSeok negó.
Lo mire con desaprobación y él solo rio.
— Lo sé amor, nada de revelaciones hasta el día del parto.
Sentí mis mejillas arder, pues HoSeok jamás me había dicho "amor" y si alguna vez lo hizo, jamás fue delante de otra persona. Pero ahí estaba él, dándome un piropo delante de la doctora.
Llevé ambas manos a mis mejillas y me las cubrí, tratando de esconder mi sonrojo.
— ¿Entonces?... — interrumpió la doctora, quien parecía confundida ante tal situación.
— No habrá ecografía — sentenció por último HoSeok.
Mientras tanto, yo mantenía la cabeza baja y con mis manos en ambas mejillas.
— Bueno... Solo me queda recomendarte alguna dieta y otras vitaminas más — nos volvió a sonreír y se dispuso a escribir en otra hoja pequeña.
Al terminar la cita y recibir algunas indicaciones, regresamos al auto de HoSeok. Estuve leyendo todas las indicaciones y consejos de la doctora apenas entre al auto.
HoSeok comenzó a abrochar su cinturón e iba pasar al mío, cuando de repente su celular sonó.
Levanté la vista de aquella hoja y observé el celular de HoSeok. Pude notar algo de temor en sus ojos y lo único que hice fue tratar de tomar el objeto vibrante, pero antes de cumplir mi acometido, el padre de mi hijo me lo arrebató.
Por lo que noté, HoSeok no tenía la intención de atender la llamada, ni mucho menos de ignorarla.
Nuevamente extendí mi brazo para alcanzar el móvil, pero por segunda vez HoSeok me lo arrebató.
— HoSeok ¿Qué escondes? — dije firme. Él solo se quedó callado y justo en ese momento, pensé en las palabras de Jin y en las acciones de HoSeok. — ¡Contéstame! — medio grité tratando de controlar el enojo que aguardaba dentro de mí.
El teléfono dejó de sonar y en ese momento HoSeok pudo respirar tranquilo.
— N-no era nadie... — susurró, mientras trataba de poner en marcha el auto. En cambio, yo seguía observando el móvil, hasta que nuevamente la pantalla se encendió y el típico sonido y vibrador lo acompañó.
Intenté tomar el celular por tercera vez, pero él lo tomó y sin pensarlo dos veces, lo apagó completamente.
Maldije en voz baja y no dije nada más, queriendo creer que mi amigo estaba equivocado y que lo que estaba pensando en ese momento no era cierto.
Apenas llegamos a casa, HoSeok me convenció de bajar del auto con la excusa de que era la empresa la cual le estaba llamando, para luego irse.
No esperé ni dos minutos antes de tomar un taxi y ordenarle que siguiera el auto del padre de mi hijo.
El camino que tomaba HoSeok me parecía conocido y muy en el fondo sabía a donde nos dirigíamos, pero no estuve completamente seguro hasta que el taxi se detuvo tres minutos después del auto de HoSeok en el edificio que antes era su hogar.
Salí del taxi, no sin antes pagar, con algo de desconfianza y de la misma manera me adentré al ascensor.
Al salir del ascensor, en el piso correcto, no pude evitar sentirme engañado y usado.
HoSeok estaba besando a YoonGi, mientras le agarraba ligeramente el vientre. Sí estaba embarazado. YoonGi sí estaba embarazado.
Mis lágrimas cayeron y mi corazón se rompió.
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