✿ Capítulo 28: Arrepentido

HoSeok

Ya había pasado semanas desde que TaeHyung se fue de mi lado, nunca traté de buscarlo o de contactarlo, pues aún estaba avergonzado por lo que había pasado y seguía siendo un cobarde.

El día de mañana se cumpliría un mes sin Tae, sí, había contado los días sin él y creo que se me hicieron una eternidad no tenerlo a mi lado, aunque debería ir acostumbrándome, pues no creo que regrese.

Desde el día que él se fue solo me dediqué a la empresa y a coordinar algunos de los planes que tenía con la empresa de YoonGi, aunque en sí, lo único que coordinábamos era en qué pose lo haríamos.

—  Y entonces... ¿Le quitarás a tu hijo, cierto?

— ¿Eh? — fije mi vista en el cuerpo de YoonGi, quien solo traía puesto mi camisa después de una buena ronda de sexo.

— Hobi, no me has estado escuchando. — hizo un puchero y se sentó en mis piernas.

— Lo siento amor... es que estaba pensando.— tomé su rostro entre mis manos y plante un beso en sus labios.

— Pensando en él ¿cierto?

Por más que lo negara, dentro mío estaba esa sensación que me decía que saliera de aquel departamento y corriera a buscar a TaeHyung, extrañaba su sonrisa rectangular, el brillo de sus ojos al momento de ver las ecografías de nuestro bebé, los constantes cambios de humor que tenía e incluso llegué a extrañar esos labios que una vez me besaron.

— No... Estaba pensando en el trabajo.— mentí. Esa era la mejor opción, pues a YoonGi no le gustaba que hablara de él.

— ¡Mientes! — dijo rápidamente.— deja de pensar en él... Me tienes a mí y con eso basta. — sonó algo molesto.

—YoonGi, yo... creo que necesito descansar.— aparté sus brazos, que estaban enredados en mi cuello.

— Hobi y si yo tuviera un bebé, ¿Me amarías al igual que a él?

Sus palabras sonaron algo melancólicas, en ese momento sentí pena, él tenia razón. Estaba pensando mucho en TaeHyung y lo único que hacía era acostarme con YoonGi para tratar de olvidar aquella culpa que me carcomía, pero por más que lo intentaba, no lo lograba. Lo extrañaba y mucho.

— ¿Tú me sigues amando Hobi? — suspiré y tomé sus manos para luego plantar un beso en sus labios, el cual comenzó a intensificarse poco a poco hasta que lo tuve debajo de mí nuevamente.

Tal vez no podía decirlo, pero estaba arrepentido, muy arrepentido, y aunque no pudiera admitirlo, le había tomado un gran cariño a TaeHyung.

— ¿Tú que crees? — entre abrió su boca para decir algo, pero lo callé rápidamente con mis labios.

Después de una gran sesión de besos, me liberé de YoonGi y me levanté del sillón para ir a la oficina, lo que menos quería era quedarme en casa. Tomé una ducha muy larga y me coloque el primer traje que encontré en mi armario; en estos momentos no me importaba mi apariencia. Salí de mi habitación y me dirigí nuevamente a mi novio, pero lo que vi no fue muy bonito, YoonGi tenía las ecografías de mi bebé en sus manos y se podría decir que la manera de como agarraba algo tan preciado para mí, como lo eran esas ecografías, no era la correcta: las tenía arrugadas y hasta un punto parecía que las quería romper.

— Min YoonGi ¿¡Qué se supone que estás haciendo!? — grité.

Al parecer se asustó, pues soltó rápidamente las ecografías y me miró con unos ojos sorprendidos.

— Ho-hobi yo...yo — bajó su mirada

— Tú qué... ¿Qué pensabas hacer? — tomé las fotos, que estaban en el suelo y mire a mi bebé, a mi pequeño frijol. Sonreí y guardé las fotos en mi bolsillo delantero.

— Y-yo lo siento, Hobi... enserio lo siento.

Miré a YoonGi con algo de desaprobación.

— YoonGi, sabes que estas fotos son las únicas que tengo de mi hijo y tú... tú las querías ¿romper? — casi grité.

— Ho-hobi enserio... lo siento, es que... Yo... Yo

— No, YoonGi, creo que...

— ¡¡No me dejes por favor!! — dijo rápidamente.

Me sorprendió escuchar aquello, YoonGi pensaba que lo dejaría y claro que ganas no me faltaban de hacerlo, pero al ver a mi bebé en esa ecografía toda ira y rencor se fue de mi sistema. No dije nada más y salí del departamento; en estos momentos solo necesitaba distraerme en otra cosa que no sea en la persona que casi rompe el único contacto que me quedaba con mi único hijo.

Llegué a la empresa y lo primero que hice fue encerrarme en mi oficina, no quería escuchar, ni ver a nadie por un buen rato. 

Después de estar algunas horas sentado frente al ordenador, organizando y aprobando algunos documentos, decidí que era hora de ir por una merienda. Camine hasta llegar la cafetería que se encontraba al frente de la empresa, entré y lo primero que pude visualizar fue a JungKook con su hija y esposo sentados en una mesa. Traté de pasar desapercibido y desvíe la mirada para que ninguno de los dos me reconociera, pero al parecer ese día no era tan bueno para mí.

— ¡Tío HoSeok! — gritó la pequeña Sandeul, que ya se encontraba corriendo hacia donde yo me encontraba.

La tomé en brazos y la cargué para luego dirigirme donde sus padres. JiMin me sonrió levemente mientras JungKook tambien me sonreía, pero de la manera mas cínica que podía existir.

— Tío HoSeok comerá junto a nosotros ¿cierto? — habló nuevamente la pequeña. La miré y negué lentamente. Lo que menos quería en esos momentos era incomodar a esa linda familia y a JungKook.

— Claro que no pequeña, creo que tus padres no querrán...

— Claro que puedes merendar junto a nosotros — me interrumpió JiMin. No podía negarme ante un embarazado, así que como pude bajé a Sandeul de mis brazos y se la entregué a JungKook para luego sentarme en medio de ambos esposos.

Todo era incómodo, lo único que se escuchaba eran las risas de Sandeul y el sonido que hacíamos los tres adultos la masticar la comida.

— HoSeok, quería saber ¿Dónde se encuentra TaeHyung? — las palabras de JiMin interrumpieron el incómodo silencio.

En ese momento no sabía qué responder, si les decía la verdad no solo me ganaría el odio de JiMin, también estaría cavando mi propia tumba, sin embargo si mentía podría salvarme de los regaños y del espectáculo que podría hacer JungKook en aquella cafetería.

— ¿Y? ¿dónde esta TaeHyung? hace tiempo que no hablo con él y no sé nada de mi amigo.— hizo un leve puchero, en estos momentos JiMin se parecía mucho a TaeHyung. — ¿Puedo pasar por tu departamento hoy para verlo?

Al escuchar departamento y TaeHyung me alteré un poco, pero tuvo que disimularlo.

— Puedo, ¿cierto? — volvió a preguntar JiMin. Negué con un movimiento de cabeza y me dediqué a saborear mi sándwich que anteriormente había pedido.

— Pero... — lo miré de reojo y pude observar que seguía teniendo ese puchero, el cual se parecía mucho al de TaeHyung. — Por favor déjame verlo ¿sí?— Volvió a suplicar, en cierta parte no podía negarme ante él, pero la verdad es que yo ya no tenía contacto alguno con TaeHyung. Pensar en aquello me causó un extraño vacío en todo mi ser.

— JungKook, dile algo, es tu amigo — esta vez comenzó a rogar a su esposo que ya no era mi "amigo".

— ¡JiMin, ya basta! — medio gritó JungKook, lanzando un golpe en la mesa, que no solo me asustó a mí, si no también a Sandeul, quien comenzó a llorar.

De inmediato pude ver que mi ex amigo se arrepentía de su actuar. Tomó a su hija en brazos y comenzó a mimarla para que ella se calmara, mientras tanto JiMin solo mantenía su ceño fruncido y lo miraba con mucha desaprobación.

Me levanté del asiento con la intención de irme, pero nuevamente JiMin me interrumpió.

— HoSeok, aún no hemos terminado — su tono de voz era demandante y algo frío, eso me dio a entender que estaba en problemas, muchos problemas. — Aún no has contestado a mis preguntas. —  este era mi fin.

JungKook logro calmar a Sandeul para ese momento y ahora lo único que se podía sentir era la incomodidad de nuestras miradas y el carraspeo que hacían las demás personas al ver que no nos sentábamos.

— TaeHyung... Él ahora no se siente bien, pero te prometo que cuando esté bien te llamaré y lo podrás ver — mentí. Dejé dinero en la mesa por él sándwich y estuve a punto de marcharme cuando...

— ¿Donde está TaeHyung? — interrumpió esta vez JungKook con un tono muy frío en su voz. Lo miré con mala cara y me dispuse a salir de la cafetería sin contestar pregunta alguna.

Al estar nuevamente en mi oficina, saqué las ecografías de mi bebé, aún no lograba distinguir a mi hijo, pero aun así me gustaba admirar aquellas fotos. Estuve pensando en TaeHyung y en los posibles lugares en dónde se podía encontrar pero... nada de nada. No conocía casi nada de él y creo que todo fue mi culpa, pues jamás me di un solo tiempo para hablar con él o preguntarle cómo se sentía ante los cambios que estaba viviendo en su embarazo.

De pronto unas manos recorrieron mi cuello y se detuvieron en mi abdomen. Ya sabia de quién se trataba.

— ¡YoonGi! Ahora no estoy para juegos — me aparté de su agarre y tal como lo predije ahí estaba él con esa sonrisa gatuna que antes me encantaba, pero que ahora no me atraía en nada a comparación de la sonrisa rectangular de TaeHyung.

Él hizo un puchero y giro él sillón en donde me encontraba para quedar frente a frente.

— Hobi, lo siento... Yo no quise hacer eso, pero es que — comenzó a jugar con él cuello de mi camisa — te necesito y tú lo único que haces es pensar en ese estúpido.

Iba a decir que TaeHyung no era ningún estúpido, pero sus labios tocaron los mios y por acto reflejo mis manos fueron a parar en su delgada cintura.

— Creo que si quieren hacer sus cochinadas deberían ir a un hotel.

Esa voz nos sacó de nuestra burbuja. Me separé de inmediato de YoonGi y lo aparte un poco. Él solo sonreía mientras miraba a JungKook.

— JungKook ¿Qué haces aquí?

— No es obvio, Trabajo aquí... Contigo — Dijo sin más, apartando su mirada de mi novio. Suspiró pesadamente — Yo solo vine aquí para volver a preguntarte ¿Dónde está TaeHyung?

— Creo que ya se los dije... él está...

— Él esta fuera de la vida de HoSeok — interrumpió YoonGi. En esos momentos maldije el hecho que YoonGi esté a mi lado.

— ¿QUÉ? — gritó JungKook, esto estaba yendo por un mal camino. No me gustaba.

— JungKook creo que esta no es la oportunidad de ha-

— ¿Hablar?, HoSeok estoy cansado de ti y tu estúpido comportamiento... Estoy cansado de ambos — dirigió su mirada a mi novio. YoonGi solo rio y tomó mi rostro en sus manos para besarme nuevamente; por más que quería apartarme, él ejercía fuerza para que no lo haga.

— ¡Ya basta! — nuevamente el grito de JungKook nos exaltó, aproveché ese momento y aparte a YoonGi de mi lado.

— JungKook, yo me-

— Lo mejor seria que te vayas Kookie — interrumpió YoonGi.

Me sorprendí al escuchar ese apodo, pues por lo que recuerdo yo era él único que lo llamaba de esa manera cuando eramos niños. JungKook solo se quedó con los ojos bien abiertos al igual que la boca. Al parecer él también se había quedado sorprendido.

— ¿Acaso no escuchaste, Kookie? — volvió a repetirlo — quiero que te vayas de esta oficina o... ¿Acaso estás esperando que te rechace al igual que cuando niños? — Eso hizo que JungKook pestañara y cerrara la boca ligeramente.

— JungKook, creo que no es el momento para hablar de TaeHyung.. — dije, percatándome de las miradas que se lanzaban esos dos.

— Sa-sabes algo HoSeok... — dijo sin apartar su mirada de YoonGi — tú y tu puta no valen la pena... Yo mismo averiguare qué ocurrió con TaeHyung, pues estoy más que seguro de que él no permitiría que te estés revolcando con... — me miró — Adiós, señor Jung.

Aún no sabía qué era lo que más me sorprendía, si la forma de cómo le habló YoonGi a JungKook, o la verdad en las palabras de mi ex amigo.

Después de aquel incidente traté de evadir cualquier mirada que nos dirigía JungKook. Sí, nos dirigía, pues YoonGi insistió en quedarse conmigo el resto del día.

[🐯]

El día había terminado. Las calles estaban oscuras, a excepción de los postes de luz que irradiaban algo de claridad en esa noche. Podía ver la ciudad entera desde la azotea de mi edificio.

Estaba bebiendo algo de cerveza, no era de hacerlo, pero en estos momentos lo único que me hacía olvidar mis problemas emocionales era esa botella de cristal que reposaba en mi mano derecha, seguí observando y  pensando en algún lugar en el que TaeHyung podía estar pero no... Nada. Estaba a punto de tomar otro sorbo, cuando sentí unos brazos rodearme desde atrás.

— TaeHyung~ — susurré, tratando de pensar o comparar esos brazos con las del padre de mi hijo. De inmediato deje de sentí ese tacto.

— ¡HoSeok! — el grito feroz de YoonGi inundó mis oídos y supe de inmediato que esos brazos no eran de TaeHyung y que estaba en problemas.

Me volteé y pude ver a YoonGi solamente con una de mis camisas mientras su rostro reflejaba furia.

— ¿¡Qué coño te sucede hoy!? No has dejado de pensar en ese Tehun. — vociferó.

— Es TaeHyung — grité de igual forma. — Y creo que no eres nadie para decirme en quién pensar o no.

— Claro que sí puedo, soy tu novio y merezco una explicación.

— Yo diría lo mismo, pero creo que no serías capaz de contarme qué pasó entre tú y JungKook. — él abrió su boca ligeramente y luego la volvió a cerrar. — Lo imaginé.

Dejé la cerveza a un lado y caminé hasta llegar a la puerta que daba con la escaleras.

— HoSeok — susurro lo suficiente como para que lo oyera. — Yo te amo y no quiero perderte pero... Yo-

— Y-yo . — suspiré — ya no sé qué siento por ti, creo que jamas debí de alejarme de TaeHyung.

Sin mas abrí la puerta y bajé las escaleras.

Al entrar a mi departamento, lo primero que hice fue agarrar algunas de mis prendas y dirigirme directamente a la habitación de TaeHyung, que ahora estaba vacía. Esa noche no quería dormir, ni estar al lado de YoonGi, no hasta que supiera qué es lo que estoy sintiendo verdaderamente.

Al día siguiente llegué temprano a la empresa, no quería ver, ni hablar con nadie nuevamente. Ahora la única meta que tenía era hacer todas las cosas bien y ya sabía por dónde empezar...

— ¿Ahora qué quieres? — JungKook estaba impaciente, lo podía ver por la expresión que llevaba y por los dedos que movía constantemente en mi mesa.

— Quiero que me disculpes — dije sin más.

— No, ahora si eso es todo, me voy — Se levantó de su asiento.

— JungKook — casi supliqué. — solo quiero tu amistad nuevamente.— bajé la mirada —  Quiero que alguien esté ahí para que me haga entender cuando estoy haciendo algo mal. Quiero de nuevo a mi mejor amigo.

Hubo un silencio prolongado hasta que...

— Al parecer ya recapacitaste ¿cierto? — alcé mi mirada y JungKook estaba sonriendo. Le sonreí de igual forma y me levanté para abrazarlo.

— Entonces ¿me perdonas?

— Claro que sí, mi lindo amigo estúpido.

Reí ante su comentario. JungKook siempre fue un gran chico y yo, un estúpido al no darme cuenta del gran amigo que tenia.

Aquella tarde estuve con el celular en mano pensando si llamar o no a TaeHyung. Aunque tenia el riesgo de que ignorara mi llamada, pero tenía que arriesgarme si quería recuperar a mi familia. Después de tanto pensarlo y escribir las palabras correctas, le mandé un mensaje:

“TaeHyung, te extraño, los extraño ¿Podemos vernos? enserio necesito de ustedes, perdóname por favor.”

Atte. HoSeok.


Regresé por un breve momento. Lxs amo y gracias por seguir esperando mis actualizaciones.♥

Nota actual:

Espero que les haya gustado estos cuatro capítulos y rueguen para que pueda actualizar más seguido, aunque lo dudo. Lo siento, bebés.

Les deseo un buen comienzo de semana y un grandioso día.

Gracias nuevamente por acompañarme en esta historia.

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