✿ Capítulo 23: MinJae

TaeHyung

— Entonces... ¿Qué estamos haciendo aquí? — Preguntó mi amigo. JiMin era muy desesperado cuando de citas o conversaciones se trataba.

— Bueno, solo quería hablar contigo...— dije para poco despues probar mis panqueques.

— Y... ¿Qué era eso tan importante que tenias que contarme? — hizo comillas con sus dedos al mencionar lo importante.

— Y-yo...— dejé de lado mi comida.— ¿Cómo te diste cuenta de que estabas enamorado de JungKook?

— ¿A qué viene la pregunta? — mi amigo me miraba un tanto preocupado, mientras yo continuaba comiendo y fingiendo indiferencia.

— Solo quiero saber, me lo podrías decir ¿cierto? — Estaba nervioso. Jimin era un tanto chismoso y no me dejaría en paz hasta que le diga la verdadera razón de mi pregunta.

— TaeHyung ¿Te has enamorado de alguien...?

— Y-yo, no claro que no, solo que...

— ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿De dónde es? — al parecer esta emocionado por la idea de mi supuesto enamoramiento.

— No es nadie, solo quiero saber qué se siente estar enamorado.

— Vamos directo al grano ¿Te gusta alguie, cierto?

— E-eso no es cierto. — dije tan rápido como pude.— Solo es una pregunta.

— TaeHyung, te conozco muy bien y puedo decir que alguien ha logrado llamar tu atencion... ¿Quién es?

— NADIE ha llamado mi atención. — miré el vientre ya abultado de mi amigo y hallé la respuesta a mis problemas.—  ¿Cómo esta el bebé? ¿Ya sabes si es niña o niño ? ¿Cuántos meses tienes?

Traté de cambiar de tema, pues no era nada bueno decirle a mi amigo quién era el causante de esta pregunta.

— Prefiero que sea sorpresa, al igual que con Sandeul y ya entré a los tres meses.- dijo sonriente.

Me alegraba ver a JiMin hablando tan feliz de su bebé y claro que ahora no sentía tanta envidia, pues yo también tendria un hijo.

— Oh, eso me alegra.— miré el postre de mi amigo, que consistía en una rebanada de pastel que aun seguía intacto.-¿JiMinnie, te comerás tu pastel?

— No, en realidad iba a pedir otro postre - sonrió y miro la carta nuevamente.

— ¿Entonces me puedo comer tu rebanada?

Mi amigo me miró algo sorprendido.

— TaeHyung y tus panque... — se detuvo al observar mi plato vacío, pues durante toda la conversacion ya había terminado de comer. Le sonreí inocentemente, suplicando por aquel pastel con la mirada.— Está bien, puedes comerlo.— dijo algo confuso mientras aún seguía decidiendo qué ordenar. Tomé su plato y rápidamente probé un bocado, saboreando el delicioso sabor del chocolate.— Tae ¿Te puedo preguntar algo? — dijo a los dos minutos de haberse quedado callado. Solo me quedó asentir mientras seguía concentrado en aquel pastel tan delicioso.— ¿No has pensado que tal vez podrías estar esperando mellizos?

Me atraganté y traté de escupir los trozos de pastel con solo pensar en dos hijos en vez de uno.

— ¡Tae! ¿Estás bien?— sentí las suaves manos de mi amigo acariciando mi espalda.

— Yo... yo. — agarré la taza de café y me lo bebí todo de un sorbo.— ¿¡Cómo vas a pensar eso!?

Traté de sonar lo más tranquilo posible, aunque me muriera de ganas de masacrar a mi amigo por sus pensamientos que estaban tan fuera de lugar.

— Es que yo en los primeros meses de embarazo no tenía tanta hambre como tú y bueno como te veo un poco. — me examinó de pies a cabeza. — subidito de peso... — sonrió final.

— ¡¡Yo no estoy gordo!! — alcé tanto la voz, que todos los otros comensales se me quedaron viendo. — Además yo me hice una ecografía temprana. — bajé la voz al decir lo último.

— Ok, solo era una suposición y en ningún momento dije que estabas gordo...

JiMin regresó a su sitio, mientras miraba a las personas, tratando de disculparse con ellos por mi escándalo.

— Claro que lo dijiste ... — me quejé. Aunque muchas veces yo también suponía lo mismo, pero gracias a la ecografía pude descartar cualquier sospecha de mellizos o gemelos.

— Está bien, lo siento Tae, es que tú casi no me cuentas nada de tu bebé. — hizo un puchero.

— Sí, lo sé, pero es que no tengo mucho que decir sobre mi bebé, aún nisiquiera sé su sexo. — miré el pastel a medio comer y las náuseas invadieron mi sistema nuevamente.

— Tae ¿Estás bien? Estás más pálido de lo común y creo que eso no se debe al embarazo. — mi amigo tenía una expresión un tanto asustada.

Observé el pastel nuevamente y salí corriendo en dirección a los baños. Y ahí se estaba yendo mi desayuno y gran parte de la ensalada que HoSeok me había preparado. No pasó ni cinco minutos para que JiMin esté a mi lado acariciando nuevamente mi espalda.

— ¡Se puede saber cuando dejaré de vomitar todo lo que coma! —  las lágrimas amenazaban con salir y eso era lo que menos quería en estos momentos.

— Tae, esto es solo parte de los primeros meses, ya verás que al tercer mes se te pasará — JiMin parecía muy tranquilo, y claro, cómo no estarlo, si él ya no tenía que pasar por esto.

— Ahora no puedo ni comer un postre sin que lo vomite a los dos minutos.— las lágrimas ya estaban recorriendo mis mejillas. Enserio odiaba todas esas descargas hormonales que tenía mi cuerpo.

— Tae no llores, ya verás que pasará.— sus palabras me reconfortaron, pero aún así no calmaba mi llanto.

— Es que... primero... primero me dices... que... e-estoy gordo y... y — solté pequeños hipitos. — a-ahora estos... vómitos.

— ¡TaeHyung, cálmate! Esto es normal y ya pasará... Te lo aseguro.— se sentó a mi lado y me abrazó.

Pasaron otros cinco minutos más para que me tranquilizara y me levantara del suelo. Una vez de pie, me dirigí hacia el lavabo y enjuague todo mi rostro para que no quedara ningún solo rastro de que haya estado llorando o vomitando.

Salí tranquilamente detrás de JiMin, mientras pensaba en cómo deshacerme de las constantes náuseas y de las descargas hormonales. Sentí el firme pecho de alguien y algunas gotas calientes en mi mejilla.

— Yo, yo lo siento — traté de disculparme

Estuve tan sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta de aquel chico a quien le eché su propio café encima.

— No, no te preocupes, el descuidado aquí fui yo.— me sonrió. Esa sonrisa que se podría comparar con la de HoSeok.

— No, enserio, él que te ensució la camisa fui yo.— observé claramente la gran mancha de café en su pecho.

Tomé algunas servilletas de una mesa vacía y las coloqué en la mancha, tratando de minimizarla, pero claro que ya no se podía hacer nada.

— Yo lo lamento, prometo comprarte otra camisa... Yo enserio, dime cuánto...

— Y ¿Por qué no en vez de comprarme una camisa... aceptas salir conmigo? — me interrumpió

Este chico podría tener una gran sonrisa, pero enserio estaba loco si pensaba que saldría con él.

— Yo... yo no puedo, ni siquiera sé cuál es tu nombre y ya me estás pidiendo...

— MinJae... — dijo de inmediato, interrumpiéndome en el acto.

— ¿Qué? No entiendo.

— Mi nombre es Kim MinJae y yo creo que sería una gran oferta que salgas conmigo en vez de gastar dinero por una inservible camisa.— miré su camisa, que por cierto ya no servía.

— Yo... Yo creo que..

Observé a JiMin, quien estaba en la puerta, al parecer él camina más rápido que yo, haciéndome señas para que aceptara.

— Está bien, no me des una cita aún, pero al menos dame tu nombre o algo con lo que pueda contactarte ¿sí?

— Yo... — el chico no se veía malo y no creo que lo sea. — mi nombre es TaeHyung.

Tan pronto como mencioné mi nombre aquel chico sonrió.

— Tu nombre es igual de lindo que tú.

Sentí mis mejillas calientes. Aquel chico no podía ser más tierno y caballeroso.

— Así que él es chico que llamó tu atención.— JiMin ya se encontraba a mi lado, examinando a MinJae de pies a cabeza.

— ¿Chico? ¿atención? No entiendo.— la voz de MinJae sonaba confundida y algo risueña

— Lo mejor será que me vaya. Hasta pronto y enserio lo siento...

Comencé a empujar a JiMin hacia la puerta de la cafetería antes de que dijera otra cosa mas tonta.

— ¡Oye espera un momento, TaeHyung!

Me gire en mis talones, quedando frente a frente con MinJae.

— Aún no me has dado algo o algún numero telefónico para contactarte...— su sonrisa se amplió al finalizar.

— Yo... Bueno, y-yo

— ¡Aquí tienes! — JiMin extendió un pequeño papel que claramente tenía mi número telefónico.— mi amigo es algo tímido, pero aquí tienes su número, puedes llamarlo cuando quieras.

— ¡JIMIN! — lo reproche.

— No te preocupes, no te hostigare tanto.— la sonrisa de MinJae parecía intacta, pues no se borraba con nada.

— Yo, MinJae, yo enserio...

— No te preocupes, ya te dije que no te molestaré mucho y además me lo debías.— miró su camisa nuevamente, sonriendo.

— Ah.— me había ganado y era cierto, se lo debía. — está bien, hasta pronto.

— Hasta luego, TaeHyung. — alzó su mano en forma de despedida.

Salí empujando a mi amigo. Una vez que estuvimos dentro de su auto toda mi ira se desató.

— Park JiMin, ¿¡Se puede saber qué hiciste!?

— Yo no hice nada de lo que tú no estuvieras de acuerdo, TaeHyung.

— ¿Qué estas tratando de decir?

Estaba enojado y claro que tenía que estarlo, como se le ocurría a mi amigo entregar mi número telefónico a un extraño como él.

— Se te veía desde lejos que te gustó MinJae.— dijo en un tono coqueto.

— ¡¡Estás loco!! Ese chico puede ser un enfermo, pedófilo y tu aún así le entregaste mis datos.

— Ese chico era tierno, no creo que sea un "enfermo pedófilo" como tú dices.

— Las apariencias engañan, y ahora por tu culpa tendré que cambiar de móvil.

— ¡Ay, Tae qué aburrido eres! Solo es un chico, además a ti no te gusta nadie y al parecer a ese chico si le gustaste y mucho ¿Por qué no intentarlo?

— ¡Aish! ¿sabes qué? ¡¡Llévame a casa!!

— ¡Ay, pero qué gruñón! — hizo un puchero y puso en marcha el vehículo.

Todo el camino fue silencioso, pues quería demostrar mi molestia ante todo.

— Tae, perdón — dijo JiMin apenas estacionó el auto al frente del edificio de HoSeok.

— Lo mejor sería irme. — me retiré el cinturón de seguridad.

— TaeHyung, somos mejores amigos, por favor... Perdón.

La expresión de JiMin sí parecía arrepentida.

— ¡Ay! está bien...— sonreí. — pero como vayas a darle mi número a alguien más yo mismo te mato ¿ok?

— está bien.— sonrió.

Me despedí de JiMin y bajé de su auto lo mas feliz posible, aunque olvidé preguntarle quién era aquel chico pálido de la foto de HoSeok.

Abrí la puerta del departamento y la cerré rápidamente para luego tirarme a descansar en el sofá. Este medio día había sido muy largo y solo quería dormir.

Mire mi vientre unos minutos, deduciendo que JiMin tenía razón, comía mucho para tener solamente un mes, aunque tengo que admitir que comía más por mí, que por el bebé.

Sonreí al pensar en mi hijo, él o ella era mi motivo para seguir disculpando a HoSeok, pues en este poco tiempo había aclarado mi mente y sí quería que mi hijo creciera con su padre, incluso pensé en formar alguna relación con el otro padre de mi hijo. En esos momentos me vino a la mente MinJae, aquel chico era tierno, tal y como lo dijo mi amigo, pero no creo que quiera a un chico embarazado en su vida o ¿sí?




Tengo sueño

Nota actual:

Maratón 1/3

Ha pasado demasiado tiempo desde que publique algunos capítulos de esta historia, pero he regresado por un breve momento, así que disfruten de su pequeña maratón.♥

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