✿ Capítulo 22: ¡No me dejes!
HoSeok
— ¿Qué?
— ¿Qué no oyes? me voy, me largo de tu vida para siempre.
— Tú no te puedes ir. — dije casi en un grito.
Esta situación me estaba alterando de algún modo.
— Claro que puedo y ¡Lo haré!
Tomó sus dos maletas con la intención de marcharse, pero lo sujeté firmemente de la muñeca.
— TaeHyung ¡Tú no te puedes ir! Tienes a mi hijo y tenemos que cuidarlo juntos.
— ¡Ay! ¡Hazme el favor, Hoseok! Si de verdad quisieras a tu hijo, hubieras estado presente ayer.— bajó su mirada al igual que su tono de voz.
— T-tae... Yo... — no sabía qué decir. Él tenía la razón en estos momentos y yo solo estaba quedando como el malo de la película.
— Tú, nada, HoSeok, solo olvídalo y déjame ir.
Observó nuestras manos sujetas, como queriendo separarlas con la mirada.
— TaeHyung, por favor, yo...
Yo nunca había suplicado a nadie, pero se trataba de mi hijo y haría hasta lo imposible por no perderlo.
— Yo... yo educaré a mi hijo solo.
Su tono de voz fue igual de frío que su expresión y eso en gran parte me incomodaba.
— ¿Qué? TaeHyung, es nuestro hijo, nosotros debemos...
— No digas que debemos estar juntos cuando faltaste a tu promesa y a tu hijo.
— Pe-pero Tae... Nosotros.
— No HoSeok, ya no hay un nosotros.
Me dolió mucho escuchar aquellas palabras, pero creo que el que ocasionó más dolor aquí fui yo.
— TaeHyung, podemos aunque sea hablarlo. — le supliqué nuevamente.
No quería que TaeHyung se quedara con mi hijo, eso sí que no, jamás se lo permitiría.
— HoSeok, yo... yo no tengo nada que hablar contigo.— suspiró — solo te quiero dar esto.
Me entregó una pequeña foto, la que mostraba a una pequeña cosita en forma de frijol, estaba más que seguro que ese era mi bebé; en esos momentos me arrepentí mucho el no haber ido a la primera cita de TaeHyung.
— Tae, es nuestro bebé. — sentí una gran emoción en mi pecho y las lágrimas no tardaron en aparecer.
— Sí. — dijo cortante.
— Tae, es hermoso.— susurré.
No tenía más palabras, estaba muy sorprendido, muy en el fondo me preguntaba cómo yo pude haber creado algo tan hermoso como lo vendría a ser mi bebé.
— ¡Ya suéltame! — Sus palabras me sacaron de mis pensamientos.
— HoSeok déjame, por favor.— suplicó nuevamente.
Dirigí mi vista a TaeHyung, quien al parecer estaba aguantándose las ganas de llorar.
— Tae, yo, yo... por favor no me dejes, podemos solucionar esto, sé que no me he comportado como un buen padre, pero no te vayas, dame otra oportunidad.
— HoSeok, solo dame mi espacio por favor.
— TaeHyung, yo sé que para ti solo soy el padre de tu hijo, pero te pido por favor que no te vayas, yo quiero que nuestro bebé crezca con...
— Ambos padres, lo sé, HoSeok. — suspiró.— pero tú me fallaste a mí y a nuestro bebé, e incluso me mentiste
— TaeHyung, por favor no lo hagas más difícil, eres un gran chico y estoy más que seguro de que también serás un buen padre, pero te suplico que por favor me incluyas nuevamente en esta pequeña familia que estamos formando.
[🐯]
TaeHyung
Las palabras de HoSeok eran muy tiernas, pero aún no estaba seguro de si darle otra oportunidad.
Había algo dentro de mí que me decía que él solo estaba mintiendo, pero al mismo tiempo había algo que me decía que lo disculpara.
— Yo... HoSeok, n-no lo sé.— no aguanté las lágrimas y las dejé salir.
Me sentía impotente al no poder decidirme.
— Tae, perdóname, prometo que estaré presente en las siguientes citas. — sentí sus brazos rodearme.— ¿Me puedes perdonar Tae?
— Yo... sí, sí te perdono, HoSeok.
Al fin al cabo, solo fue una cita, habrán más a las que Hoseok podrá acompañarme.
— Gracias, Tae, poometo que mejoraré cada día más para ser un gran padre.
Aún había algo dentro de mí diciéndome que estaba haciendo mal al perdonarlo, pero no le tome mucha importancia, pues HoSeok se comportó muy bien conmigo e incluso me preparó el desayuno.
— Ya no estas enojado ¿cierto?— preguntó HoSeok mientras se acomodaba la corbata
— Creo que es la quinta vez que me preguntas lo mismo y te contestaré lo mismo que antes: NO.— dije tranquilamente mientras bebía de mi zumo de naranja.
— TaeHyung no quiero que cometas una locura por favor, no los quiero perder
— Hoseok, no me iré, por ahora no.— susurré lo ultimo mientras reía.
— ¡Te escuché, TaeHyung! — gritó mientras caminaba hacia la entrada principal para irse.
— ¡Lo sé! — grité al igual que él mientras le daba una rápida mirada a la ensalada que HoSeok me había preparado.
La puerta se cerró y miré nuevamente con algo de desagrado la ensalada y claro cómo no hacerlo, si en estos momentos lo único que quería "desayunar" era un buen café con algunos panqueques, pero tendría que quedarme con las ganas, pues no había nada parecido a lo que quería en la cocina. Lo mejor que pude hacer fue guardar la ensalada en la nevera y sentarme a ver TV.
Canal por canal y seguía sin haber nada, a veces me preguntaba por qué HoSeok tenía que pagar un cable satelital cuando no había nada que ver en sus canales; apagué la TV de mala gana, no sin antes fijarme en la hora: 9:00 a.m y aún tenía hambre, y por supuesto que no comería de la ensalada de vegetales.
Me dirigí a la cocina en busca de algo para comer, pero nuevamente no encontraba nada apetitoso. Esta vez me dirigí al dormitorio de HoSeok, tal vez él tendría algunos caramelos o algo que sí sea delicioso y no como aquellos vegetales que estaban en la nevera. La habitación de HoSeok era muy limpia y ordenada, todo era tan diferente desde nuestro "primer encuentro sexual", observé minuciosamente todo el dormitorio, hasta que di con otra puerta dentro. No soy de aquellas personas chismosas, pero mi curiosidad era muy grande. Me dirigí hacia aquella puerta y la abrí para encontrarme con un pequeño cuarto lleno de muchas prendas y diferentes tipos de calzados, observé y toque cada prenda que tenia el mismo olor que HoSeok, enserio me gustaba su aroma. Era tan diferente al de todos los chicos que he conocido.
Observé una pequeña caja entre los tantísimos pares de zapatos que tenía, sabía que estaba mal estar hurgando entre sus cosas, pero mientras él no se enterara no le haría daño a nadie.
Me arrodillé y la abrí lentamente para encontrarme con... con muchas fotos de HoSeok de pequeño, todas eran muy tiernas y dulces, pero la que me sorprendió de sobre manera fue aquella foto en la que HoSeok salía con otro chico un tanto pálido, ambos tomados de la mano; eso me pareció muy extraño pues a pesar de no saber casi nada de él, estaba muy seguro de que no tenía hermanos, ni familiares, o eso pensaba yo. Tomé aquella foto y la observé minuciosamente, tratando de encontrar alguna pista que me dijera si aquel chico era algún conocido de HoSeok.
Guardé todas las fotos en la caja nuevamente, tratando de olvidar aquellas manos entrelazadas y la felicidad que emanaban esas miradas en la foto.
Cerré la caja y la guardé en su lugar, para luego salir de su dormitorio. No podía seguir viendo esa foto, tenía un gran temor al solo pensar que HoSeok estuvo con alguien anteriormente.
Me senté en el sofá a pensar sobre todo lo que sentía en ese momento, al ver a HoSeok tan cerca de un chico que no era yo. Se me hacía raro sentir aquello, pues la ultima vez que sentí eso fue cuando...
Tomé mi móvil y marqué el número de JiMin, solo él podía entenderme en esos momentos.
— JiMin, necesitamos hablar ya. Es urgente, nos vemos en la cafetería que esta a unas cuadras de tu casa ¿ok?
Traté de hablar lo más rápido posible, necesitaba saber si de nuevo estaba pasando.
— Tae, son las nueve y media de la mañana y me pides que vaya a una cafetería, cuando ya desayune... Lo que tengas que decir dilo por aquí ¿ok?
— No... Jimin, es urgente, necesito verte, esto no puedo hablarlo por teléfono, por favor...
— ¡Aish! está bien, solo dejame llamar a la niñera de Sandeul y voy para la cafetería.
— La cafetería que solo esta a unas cuadras de tu casa.
— La cafetería "coffeshots", estás loco, aquel lugar es malísimo. La ultima vez me dieron un café frío.
— ¡Jimin! Por favor...
— Está bien, en unos minutos te veo ahí.
Colgué rápidamente y me coloqué la primera casaca que vi a mi alcance. Sabía lo que me estaba sucediendo y pensar que todo lo descubrí gracias a una estúpida foto.
En menos de quince minutos, llegué a la cafetería que tanto odiaba mi amigo. Y ahí estaba él, esperándome.
— TaeHyung, te demoraste mucho.
— Y tú no tardaste nada. — dije en mi defensa
— La niñera de Sandeul es muy eficiente... Ahora sí me dirás lo que te sucede, como para sacarme a esta hora de mi casa.
— Lo siento, es que necesitaba hablar contigo.
— ¿Sobre qué?
— No te parece que mejor lo hablamos mientras tomamos café, además tengo hambre.
— ¡Ay, TaeHyung, tú no tienes remedio!
Y claro que no lo había, pues aunque me costara aceptarlo, me estaba enamorando rápidamente del padre de mi hijo.
Nota actual:
Maratón 4/4
Espero que les haya gustado, bebés. ♥
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