Capítulo Seis

Capítulo Seis – El Peor Error

Los monstruos son reales, los fantasmas también, viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan.

Stephen King

—Oye ¿Sabes que es esto?—le pregunté a Amber señalándole la bebida que pidió Steve.

—¿Me la pasas?—asentí y se la entregué, ella la olfateó, ok, eso era muy extraño.—Vaya—dijo satisfecha—Es O negativa, tu novio me cae muy bien, ¿te gusta? Digo, la bebida, es obvio que te gusta tu novio—rió nerviosa, y yo no pude evitar carcajearme después de todo lo que dijo.

—¿Que novio dices?—pregunté con gracia.

—Ese, claro—señaló el chico a mi otro costado, Steve.

—¿Él? Ya quisiera ser mi novio—respondí sarcásticamente.

—Pues mira que parecen más que amigos, además, estaba en la entrada cuando llegaron.

—Espera... Viste lo que él... —ella asintió con cierta picardía y me torné nerviosa— No es lo que piensas, él no me gusta, eso solo fue para transformarme—aclaré enseguida.

—¡Oh vamos! Si él me hiciera eso me derretiría como un bombón en pleno mediodía, pero no se puede.

—Epa, por mi no es, te lo puedo envolver en papel del regalo, con lazo y todo si quieres.

Rió —No es eso, es... bueno que no soy hetero, me gustan las chicas, aunque por él me volvería bisexual.—hizo un guiño y por un momento quedamos en silencio— Jules, si ya no quieres hablar conmigo después de saber esto, voy a entender, tú...

—Hey, —la interrumpí enseguida— Claro que no tonta, me caes muy bien y no soy homofóbica ni nada como eso, además, eres la única que conozco por aquí, no te dejaré ir muy fácil—volvimos a reír.

—¿Te tomarás esto?—señaló el vaso con la famosa O negativa.

Negué —Ni aunque fuera vampiro. —dije sin pensarlo, y luego caí en la estupidez que fue haberlo dicho —Joder, soy vampiro—reímos nuevamente.

Pasar el rato con ella era agradable, a pesar de la diferencia de edad, ella tenía 15 años, mientras yo 21, fácilmente podía convertirme en una adolescente de nuevo si me lo proponía, pero no fue necesario, Amber era una chica bastante madura para su edad, más que yo en su tiempo.

Estuvo platicandome de ella por un rato, sobre sus padres, su vida en general, yo preferí mantenerme callada, hablar sobre mi era algo que detestaba.

Tras tanta plática nos llevó a nuevamente tocar el tema de Transilvania, me surgieron más preguntas y no dude un segundo en hacerlas.

—¿Hace cuanto pasó?

—Seguramente menos de lo que te debes estar imaginando, fue bastante reciente, hace solo 15 años.

—Vaya, fue hace muy poco—quedé impactada, pero entonces se me vino otra incógnita a la cabeza.— Tú... ¿acaso no naciste en aquel tiempo?

—Nop, mis padres me dijeron que nací después de aquello, y ellos no estaban en Transilvania, por suerte se mudaron antes, además, yo tampoco soy legítima, mi papa es humano.

—Wow, cada cosa que dices me sigue sorprendiendo más que la anterior.

—Ya te irás acostumbrando a estas locuras.—nos quedamos en silencio— Oye, cuéntame de ti, llevo hablando como una cotorra todo el rato y no se más que tu nombre y edad.

—Bueno... Yo... —joder, ¿que hago? ¡La hora! —¡Ya es muy tarde!

—¿Que horas son?—preguntó confundida.

—Las 5:15am y supuestamente debo despertar a las 7:00 para prepararme.

—¿Pero hoy no es sábado?—asentí.

—En la universidad hay becados, como yo por ejemplo, y tenemos clases una semana hasta el sábado, descansamos el domingo, volvemos el lunes, hasta el viernes y luego tenemos de sábado a martes los días libres, para ver a la familia, entre otras cosas.—expliqué.

—Wow, ¿y que estás estudiando?

—Medicina Legal.

—Suena interesante, pero no va conmigo—rió.

—Me sorprende que no tenga sueño—comenté de repente.

—¿Desde cuando no comes?

—Pues, desde hoy al mediodía.—recordé que utilicé la vieja confiable, mi vino, ya que Steve no se apareció hasta que fuese él quien me necesitara.

—¿De quien te alimentas?—preguntó y me ruboricé al instante—No quiero incomodarte—habló después de ver mi reacción—Pero teniendo en cuenta que es la primera vez que vienes aquí y te rehúsas a tomar tu bebida, supongo que te alimentas de alguien, y con ello llego a la conclusión de que es la persona que te mordió, ¿quién fue?

—Vaya, ahora no se quien es la que estudia Medicina Legal—bromee—Bueno, tú has respondido todas mis preguntas sin protestar así que, yo también debería confesar, y es lo que haré, espero no salgas corriendo.

—Hey, no te preocupes, me aceptas, te acepto, somos amigas ¿no?—asentí— Bueno, pues puedes comenzar.

Suspiré profundamente — Yo... tuve un pasado un poco... trágico, y no me gusta hablar sobre eso, ni siquiera pensarlo se me hace saludable, así que a partir de allí quise buscar algún método de desahogo, y entonces perdí mi virginidad a los 14, y me di cuenta de que eso era lo único que hacía que me olvidara por unas horas de los malos recuerdos y a la vez podría disfrutarlo sin amanecer con jaqueca el día siguiente, entonces digamos que me convertí en una ¿puta? Sí, para que dudarlo, es la verdad.

A partir de allí me desenvolví mucho más, comencé a ir fiestas, a ligar, ya sabes. Y bueno eso duró hasta mi último día de primer año en la universidad, me acosté con Steve y aquello fue un grave error.

—¿Steve es el chico que te trajo?—asentí—Vaya, ahora entiendo.

—Amber, el que me mordiera no fue lo peor, él... yo... —me puse nerviosa.

—Jules—sostuvo mi mano en una acción para tranquilizarme—Me acabas de conocer, pero te aseguro que puedes confiar en mi.

—Llevo guardando esto desde entonces, y la verdad, es que sí necesito soltarlo, nadie lo sabe Amber, necesito que guardes el secreto.—dije desesperada.

—Lo haré Jules.

—Bien.—solté todo el aire que tenía acumulado para acabar de soltarlo todo.— Después de estar con Steve, y que me mordiera, quedé inconsciente por un rato, o así lo recuerdo yo, cuando logré volver a la realidad, me sentí demasiado confundida, había otro chico a mi lado, semidesnudo, pero no era Steve, no tengo idea de quien era, lo único que se es que lo mordí, y yo... creo que—trague en seco para mirarla a los ojos—lo maté.—culminé.

—Oh—dijo casi inaudible notablemente sorprendida, mientras cubría su boca con la mano sobrante.

Ver su expresión solo hizo que mi desesperación aumentara.— Te juro que no fue mi intención, no supe por qué ese deseo, no supe como detenerme, yo no quería, yo...

Me detuvo al darse cuenta de mi nerviosismo —No fue tu culpa ¿está bien? Steve te mordió y te dejó sola, era su responsabilidad.

Suspiré nuevamente para hablar —Lo sé, tal vez lo dos tenemos parte de la culpa. Desde ese día no tengo vida, mis noches solo son recuerdos perturbadores de ese día, ese chico no sale de mi cabeza, es como un fantasma que me ronda todo el tiempo.—expliqué—Hace dos días fue que volvió Steve, me dejó sola por dos meses, sin saber lo que me pasaba, yo sola tuve que descubrir como sobrevivir, y ahora, ¡ahora es que el aparece diciendo que todo fue parte de un castigo que ni entiendo, complicandolo todo de nuevo! Viene usando a mi amiga, ¡solo llegó para hacer de mi vida un infierno!—exclamé adolorida, por todo en general.

—Lamento no haber estado ahí, pero prometo que ahora siempre que me necesites lo estaré.

—Gracias Amber, muchas gracias, de verdad.

—No es nada. —me brindó una dulce sonrisa— Jules... ¿cómo es que sobreviviste dos meses sin sangre?

—Bueno, viví a base de vino.

—¿Me estás jodiendo? —preguntó asombrada.

—Pues no.

—Tengo que probar eso.

—Vale.—reí.

—Jules... Te voy ayudar a descubrir el secreto de Steve detrás de convertirte, por lo que dijiste fue como un castigo ¿no?

—Pues sí, y es raro, porque creo que comentó algo como... —intenté recordar— Como que en realidad me había hecho un favor.

—Pues listo, si hay algo detrás de todo esto, lo más pronto que pueda te llevaré con Manu.

—Gracias Amber, se siente bien haber soltado todo, y tener una ayuda.

—Y no te faltaré.

Le sonreí —Vaya, ahora si estoy sintiendo el cansancio.

—Debes comer algo pronto, dile a tu novio que te compre algo.

—¡Te dije que ese imbécil no es mi novio!—rió por mi reacción—Además ¿que tiene que ver la comida con el sueño? Ni siquiera tengo hambre.

—Bueno, nosotros somos parecidos a los camellos...—le puse cara de "wtf" por lo que ella rió y continuó explicando. — Mientras más comemos más duramos despiertos, la comida que se almacena nos ayuda a mantenernos con energía más tiempo, y ayuda que nuestra digestión es lenta, por lo que no nos cansamos rápidamente, ahora todo eso explica porque te cansas recién, lo que comiste al mediodía comenzando a digerirse.

—Wow, eso es increíble.

—¿Lo ves? Ser vampiro no es tan malo.

—No lo fuera si no hubiera sido obligada a serlo—refuté mientras soltaba un bostezo— Amber, creo que es mejor que ya me vaya.

—Claro, entiendo.—se levantó de su silla— Espera—sacó su celular—intercambiemos números.

—Por supuesto.—cada una escribió su respectivo número para luego volver a tomar su teléfono— Te hablo después.—Me despedí.

—Está bien, adiós.—dijo para marcharse.

Me giré para el lado dónde se encontraba Steve y le hablé —Hey, Steve.

—¿Qué?—respondió aún tecleando en su celular.

—Tengo sueño—respondí.

—¿No te tomaste lo que pedí para ti?—bloqueó su celular para mirarme y yo negué.

—Se lo di a mi amiga—aclaré a lo que él suspiró.

—Bien Jules, me alegra que estés haciendo amigas de por aquí, pero si pedí eso para ti, por algo fue, no para que vayas por ahí regalandolo—regañó como si tuviera 500 años, o bueno, quien sabe.

—Eso no me gusta—bufé.

—Estoy seguro de que ni siquiera lo probaste, esa sangre es mucho mejor que la mía, ¿o es que prefieres hacer lo del otro día en el baño? Traviesa.—cambió repentinamente su tono de hablar a uno pícaro.

—Pídela—hablé decidida. 

Él se giró al chico y pidió un vaso, en cuanto me lo ofreció, cerré los ojos con fuerza y lo tomé sin respirar, luego de haber terminado, gracias al sabor que había quedado en mi boca descubrí que no era tan mala.

Le pedí a Steve que ya nos fuéramos, lo que menos quería era faltar de nuevo a otras materias, eso no ayudaría con mi petición de una habitación personal, así que sorprendentemente él asintió y nos fuimos.

Saliendo del lugar, comencé a tropezarme con todo, la digestión lenta no ayudaba del todo en estos casos. Contra toda mi voluntad Steve me cargó sobre su espalda y así fue como único pudimos llegar, él me dejó en la habitación de James ya recostada en la cama, él aún dormía profundamente. Steve me arropó y rápidamente me quede dormida mientras le veía irse y pensaba en lo bipolar que llegaba a ser ese estúpido chico.

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