🖤 El orfanato 🖤

Una mujer joven terminaba de limpiar unos platos y los estaba guardando en la alacena, cuando escuchó que el timbre sonaba insistentemente.

-¡Ya voy! ¡Ya voy!-

La señora se secó las manos y corrió hacia la puerta.

Hacía un frío que helaba las manos y los dedos de los pies, la señora tembló luego de abrir la puerta.

No había nadie.

-¡Malditos adolescentes bromistas! ¡Siempre molestando a estas horas!-

Ella estaba por cerrar fuerte la puerta, cuando oyó un sollozo proveniente de cerca suyo.

Miró abajo con sorpresa para encontrarse con una canasta.

Había un bebé ahí dentro.

Ella, apurada agarró la canasta y se metió adentro.

-¿Quien te habrá dejado aquí solo, con este frío?- Dijo al aire.

El bebé era adorable, tenía unos ojos verdes penetrantes, y estaba cubierto hasta el cuello por mantas gruesas.

Además tenía una nota pegada en la canasta.

La mujer tomó la carta y la abrió con cuidado de no dañarla.

A cualquiera que encuentre a esta niña, por favor llevela a un lugar donde le den mucho amor.

No la puedo cuidar yo, ni aunque quisiera, lamentamos dejarte ir Ruby, pero tu padre y yo tenemos muchos problemas, algún día nos perdonarás y entenderás todo.

-Emily y Oliver Harper.

-¿Conque te dejaron aquí verdad Ruby?-

La pequeña bebé la miraba con curiosidad.

-Si pequeña, ese es tu nombre, tu eres Ruby Harper...-

                                                ...     

-¡¡RUBY!! ¡¡VUELVE AQUI JOVENCITA!!-

Una niña de pelo castaño claro corría por un pasillo y tenía un puñado de caramelos en una mano, tenía una cara de determinación tremenda.

-¡Alcánzame si puedes!- Gritó por sobre su hombro.

La castaña corrió hacia unas largas escaleras mientras una jovencita algo mayor que ella la seguía.

Ruby saltó desde las escaleras, Con una fuerza y agilidad impresionantes se tomó de una larga cuerda que estaba suspendida en el aire.

Llegó al suelo sana y salva dejando a su perseguidora atrás.

-¡Intenta imitar eso Julia!-

Sin embargo la chica realizó exactamente el mismo movimiento que ella, incluso con mejor destreza.

Se abalanzó sobre la pequeña haciéndole cosquillas.

-¡AYY! ¡No es justo! ¡Tu me enseñaste eso, no lo uses en mí contra!- Reclamó la joven de pelo castaño.

La chica más mayor, rubia y de ojos grises profundos se reía a carcajadas.

-Al parecer está vez el maestro superó otra vez a la alumna.. ¡Ahora devuelveme esos caramelos pequeña ladrona!-

La chiquilla salió corriendo otra vez riéndose ruidosamente mientras la mayor la volvía a perseguir.

    ...

Muchos niños y niñas de todas las edades se reunieron en la enorme mesa, para comer un "banquete" que no era para nada especial.

Solo comida sobrante, y arroz seco o demasiado húmedo.

Ruby miraba esta comida con una expresión de disgusto.

Junto a su lado su amiga, Julia estaba sentada, hablando con un chico de pelo negro y ojos marrones.

Julia lo miraba con una sonrisa boba.

Ruby golpeó su codo en broma por debajo de la mesa, haciéndole burla.

Ruby nunca había experimentado algo de amor, nada sobre chicos ni chicas, nada, no le interesaba, le parecía una pérdida de tiempo.. Era una chica muy lista y bonita, ágil e inteligente, astuta.. Sin embargo , no tenía muchos amigos a excepción de Julia, a quien consideraba una hermana mayor.
Todo lo que sabía, lo sabía gracias a ella, había sido su tutora, en diferentes cosas, matemáticas, lengua, autodefensa, ser sigilosa, astuta, saber sus precios y prioridades.

Aunque todo esto, lo tenía por naturaleza, Julia solo había logrado aumentar más, cada una de sus virtudes, hasta el punto de formar a la jovencita como una casi-adulta, a nivel mental.

>>Aún tienes mucho que aprender Ruby<<

Le decía Julia repetidamente.

Y era verdad, no sabía socializar, hablar bien, negociar, ni relacionarse con las personas con facilidad.

"Aprender a usar un cuchillo y autodefensa, no te ayudará a conseguir amigos"

Julia era muy sabia para su corta edad, y Ruby la adoraba, respetaba y quería mucho.

Ruby... sin embargo, no pensaba que eso fuera cambiar pronto..

Que equivocada estaba..

...

Era una tarde lluviosa y fría. Julia en ese momento tenía 14 años y ella 7, pronto cumpliría 8 y estaba entusiasmada.

-¿Para tu cumple quieres "tomar prestada" una rebanada de la torta de la cocina?- Preguntó Julia.

-Si... pero no sé si deberíamos.. ya tenemos muchas advertencias pendientes..- Respondió Ruby.

-No te preocupes, no nos atraparan- Contestó Julia con una gran sonrisa, sus ojos grises irradiaban felicidad y orgullo.

...

Esa noche ambas se escabulleron sigilosamente a la cocina, evitando a las señoras que hacía turno nocturno, para asegurarse de que no hubiese nadie merodeando de noche. Claramente no hacían bien su trabajo.  -_-''

Luego de muchas escaleras, puertas y de ser casi atrapadas, ambas lograron entrar a la cocina.

-¡Wojoo! ¡Siiii! ¡Lo logramos!-

-¡Shh! Nos van a descubrir Ruby.- Susurró Julia

-Ups, lo siento-

Ambas miraron aterradas hacía la puerta, esperando que en cualquier momento viniese alguien y las castigará por andar vagando de noche.

Por suerte nadie las había escuchado.

O eso creían.

Ruby y Julia comían un trozo de pastel que había dejado del cumpleaños de una de las cuidadoras.

-Me gusta, es de chocolate - Dijo Ruby.

-Oye... Ruby, sabías que?- Julia parecía emocionada.

-¿Que?- Preguntó la pequeña alzando una ceja sospechosamente.

-Michael...¡Me ha pedido una cita!- Exclamó Julia emocionada.

-Ya me parecía-  Respondió Ruby.

-¿Me ayudarás a vestirme bien cierto?- Le preguntó Julia.

-Claro- Contestó con una sonrisa Ruby.

-¡¡Señorita Gladmir!-

Un portazo se escuchó, ambas se dieron la vuelta. Ruby, al instante se escondió bajo la mesa.

Pero Julia se quedó paralizada del susto.

La señora no alcanzó a ver a Ruby, venía acompañada de un niño regordete y de cabello marrón oscuro, que señalaba a Julia acusadoramente.

-¡Es ella patrona! ¡Ella se escabulló a la cocina!-

El chico tenía la edad de Julia más o menos, la había estado acosando antes y cuando ella lo rechazó le empezó a hacer la vida imposible.

Ese maldito bastardo...

Ruby se lamentaba haberse emocionado de más, pensaba que la habían escuchado y que el asqueroso de Hugo las hubiera ido a delatar.

Pero era Hugo el que en realidad, ya sabía todo de antemano, y planeaba hacer que la castigaran a Julia, no a Ruby.

     
...

-¿Cuántas veces le hemos pedido que respete las reglas de este lugar señorita?-

La patrona estaba sermoneando a Julia por haberse escabullido junto con Ruby anoche, lo que los demás no sabían era que Julia estaba encubriendo a la pequeña.

-¿Cuál sera mi castigo?, ¿Limpiar las ventanas? ¿Un día sin comida que?- Preguntó directamente Julia.

-No señorita Gladmir... Ya no habrá más oportunidades para usted, se nota que con esos castigos usted no aprende nada...-

-¿Que quiere decir con eso?- Preguntó asustada Julia.

 .....             

-¿T-te vas a ir?- Ruby estaba muy pálida y tenía una cara que expresaba varias emociones a la vez.

-Esto es mí culpa..-

-No es cierto Ruby..-


-No te preocupes..-

-Estare bien..-

...


A la mañana siguiente Julia partió en un coche que llevaba a unas cuantas niñas más.

Se las llevaban a un internado para señoritas, donde probablemente pasarían el resto de sus días como niñas.

Ruby veía con una mirada desconsolada, como Julia la saludaba sonriente desde el carruaje pero con algunas lágrimas en sus ojos...

Ire a buscarte... Lo prometo Juli..

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