(Omnisciente)

-E-edd~ d-detente – Gimió por lo bajo el omega.

-Amor ¿Qué sucede?

La pareja estaba en el departamento del menor, el de ojos azules; el celo del omega ya llevaba dos días y el alfa, susceptible ante al aroma de su pareja, comenzó a complacer su necesidad sexual. Pero intentando conservar la cordura ya que este era muy delicado y respetoso con su omega.

En este momento se habían trasladado a la habitación del peli naranja y tenían pocas prendas, puesto que estas estorbaban el contacto con su piel.

-S-si hacemos e-esto... t-tendríamos un cachorro...

El alfa exhaló un suspiro y, para sorpresa del omega, sonrió con ternura a su pareja.

-Matthew... te amo. Siempre te voy a cuidar, lo sabes ¿verdad? – El menor asintió, con un rubor tiñendo sus mejillas – Puedes confiar en que siempre estaré para ti... y esa confianza es mutua... yo quisiera tener una familia contigo

Los ojos del chico de pecas adoptaron un brillo especial, colocó sus brazos alrededor del cuello contrario y besó los cálidos labios de su alfa.

-Te amo, Edd

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La dedicatoria se debe a que sin esa personita esta historia nunca hubiese sido continuada.