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En un lugar ubicado en la lejania de la ciudad, escondido entre el bosque, lleno de vegetacion que subia y se enrollaba en su infraestructura, se podian hallar unas ruinas de lo que parecia ser, una base perteneciente al doctor huevo cuando aun existia su amado imperio.
En un sitio escondido de la destrida fortaleza, despertaba de su desmallo un erizo azul de manera lenta, se sentia muy débil y algo adolorido, lo que evitaba que actuara de forma rapida, como siempre lo ha hecho.
Al lograr abrir sus ojos y aclarar su vista borrosa, divisó que ya no se encontraba en aquel parque donde fue a parar para descansar, aunque suene raro para el esa palabra. Ahora se encontraba en el suelo de una fria celda de metal.
Con esfuerzo levanto su cabeza logrando mirar una silueta que se escondia en la sombra de una de las esquinas de esa pequeña habitacion.
-quien eres? y por que me has traido aqui?- dijo levantandose un poco, usando de apoyo sus brazos, los cuales temblaban al no aguantar mucho su peso.
La silueta salió de su escondite dandose a conocer una figura familiar para el ojos esmeraldas, un viejo enemigo que pensó, habia desaparecido de la faz de mobius
- infinite- susurro de manera sorprendida, mas como un jadeo
De cierta forma se sentia aliviado, ya que en la batalla final pensó que lo habia matado, y eso lo hacía sentir culpable. Aunque nadie lo creyera. Pero tambien sentia algo de miedo por lo que le aría el chacal ya que se encuentra debil como para batallar, incluso para estar de pie. Y eso le daba nervios.
-hola, rata de alcantarilla- el chacal se acerca a él con paso lento pero fuerte, al estar frente a el levanta la barbilla con sus garras a la luz -tu sabes a que te he traido, tu pregunta esta de mas-
-si, me trajiste para una cita sorpresa, no te hubieras molestado- mostro su tipica sonrisa, esa arrogante y blanca sonrisa que lo caractarizaba, para ocultar todo lo que en su interior sentia
El chacal, algo irritado por la idiotes que aparentaba su enemigo, lo tomo del cuello presionandolo un poco.
-no te hagas el gracioso conmigo, erizo. Estas aqui para pagar lo que me hiciste- gruñe
-hacerte? a si, debe ser la vez que no llegue a la tu fiesta de cumpleaños, mi error, lo siento- sigue con sus bromas, pero en su mirada se podia notar lo vulnerable que se sentia, claro que el no le presto atencion en ese momento
-eres estupido o te haces?!- esta vez si apreto su agarre -pagaras muy caro. Nadie me vence, nadie, soy el chacal mas fuerte de mi manada, el lider, el alfa- su agarre es cada vez mas fuerte.
El erizo perdía el aire y con esfuerzo tomo las garras del chacal tratando de apartarlas, lo que era inutil gracias a la perdida de sangre.
-pagaras por haberme derrotado y hacerme ver como una simple plaga. NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE VENCE A ZERO THE CHACAL!!- sus manos estrujan el cuello del erizo el cual solo lo ve
Infinite se queda viendo sus ojos con odio, esos ojos color esmeralda le comenzaban a cautivar, ese brillo lo atrajo, pero este se iba perdiendo poco a poco. No solo por la falta de aire en los pulmones que el provocaba sino por el miedo y la vulneravilidad que reflejaban. En un mini lapso, las garras del atacante perdieron fuerza, como si se hubiera debilitado de la nada, soltando al cobalto quien cayó al suelo tosiendo como podía.
El chacal, confundido salió de inmediato dejando encerrado al azul, el cual recuperaba el aire pero, perdia fuerzas por el pequeño pero persistente hilo rojo que sale de entre sus puas traceras.
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Del otro lado de esa puerta que se cerró con fuerza, el chacal daba vueltas como loco. Gruñendo entre dientes miles de maldiciones para si mismo. Estaba molesto consigo mismo, queria golpearse a si mismo, si fue capaz de matar, ultrajar, incluso torturar a cientos de mobians, no sabe como pudo no hacerlo con aquel que lo vencio como si fuera una simple hormiga.
Cuando ya se sentía decidido a acabar con lo que juró hacer, despues de convenserce de que solo era lastima, entro de golpe listo para matarlo. Pero se detubo al verlo derrotado antes de empezar, tirado y palido, respirando con dificultad y un manto carmin que cubria sus mejillas melocoton. Esto lo molestó aún más.
-despierta pedazo de rata!- lo levanta sacudiendolo -he dicho que despiertes! tienes que estar despierto para ver tu final! Maldita sea, despierta!!- lo sacude con fuerza pero sonic no responde
El chacal gruñe cargandolo estilo princesa, al ver en donde se encontraba el azul con anteridad divisó un charco de sangre que había. Chasqueo su lengua y se lo lleva sin pensar en lo que esta haciendo o el por que.
Llega a lo que parece ser su habitacion y lo recuesta en la cama improvisada que construyó. Mueve y tira cada cosa en el lugar buscando algo, hasta que al fin encuentra un botiquin de primeros auxilios que dejo alguien por allí, para no decir que lo tomo sin preguntar de quien era. Saca todo dejandolo en el suelo. Con las puntas de sus garras retira otro pedazo de metal que tenía insertado en su espalda, bajo sus puas, el cual era el causante de que saliera mas sangre ya que no permitia que esta se cuavulara como debia.
Con cuidado pasó a desinfectar con alcohol. Con ayuda de hilo grueso que desinfectó y una aguja, cose la herida, que era mas grande de lo que parecia. Por ultimo lo venda bien y lo deja descansar allí
-no te atrevas a morir, rata azul- le dice cerca de su rostro -si has de morir será por mis garras en tu cuello no por una estupida herida, me escuchaste!-
El azul no responde y el chacal se queda sentado frente a él, mirando su rostro. La imagen de esas dos gemas pasan por su mente como un ciclo sin final y, algo muy en el fondo le decia, que necesitaba verlas de nuevo
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