18
En una pequeña casa, lejos de la ciudad y de cualquier población, conocida por ser el hogar del héroe de mobius. El chacal y el erizo se encontraban sentados en el pequeño sofá. Comiendo los chilidog que Sonic tanto ama. Aunque el chacal no le encuentra lo especial, le agradan y come, los menos picantes.
Miraban algo en televisión, realmente ninguno de los dos le prestaba tanta atención. Solo lo miraban por ver.
Todo ha sido muy silencioso desde que el azul rompió en llanto en el pecho del chacal. Tardó mucho en poder calmarse, puesto que soltó todo lo que su corazón había guardado en todos esos años. Cuando lo logró, los dos llegaron a la casa del azul, prepararon la comida y se sentaron en donde están.
A pesar de que todo esté en silencio absoluto, ninguno de los dos está incómodo. Realmente están tranquilos disfrutando de la presencia del otro.
El azul, se siente tan ligero como una pluma, al lograr deshacerse de muchos pesos de encima, mientras que el chacal está más seguro de lo que siente. Que ama al azul.
A pesar de eso, el bicolor no tiene el valor de confesarse abiertamente, por lo que escuchó del azabache. Había una semana, antes que lo apartase del azul. Y, separarse de él será muy doloroso para ambos. Con eso en mente, prefiere dejar la relación abierta, así podrá curar su corazón más rápido y, conseguir el amor en otro lado.
Sin el problema de ahora.
Mira al azul y sonríe leve, quizás deba aprovechar la semana, compartir ese sentimiento que ha vuelto a nacer en su pecho. Después de mucho tiempo.
Con eso en mente, toma al azul y lo abraza.
-hey!- se queja un poco el azul por el repentino abrazo
-calla- sonríe leve y se acomoda en su cuello, abrazándolo mejor
-zero, haces cosquillas- dice entre leve risa, evitando que vea el gran sonrojo que su acción provoca –aras que tire mi chilidog-
-después hacemos más-
-disculpa? es un chilidog, es algo delicioso, inigualable, hecho por los dioses para el deleite de los mortales, es algo tan sagrado que no se debe desperdiciar- se lo come de un bocado –listo- ahora es el que se acomoda completamente
Después de todo ya se había confesado. Sabe lo que siente, sabe lo que quiere, y le encanta tener esa descarga de oxitocina recorrer todo su cuerpo, más que la adrenalina que normalmente experimenta.
-oye zero-
-que?-
-no te resulta raro todo esto? O alguna vez pensaste que llegaría a pasar?-
-mmm... realmente, no, nunca imagine tener en mis brazos al erizo más molesto del planeta-
-si... oye! Yo no soy molesto-
-si tú lo dices-
-hablo enserio! Soy agradable, todo mundo me ama-
-claro, con los chistes malos que dices lo dudo-
-yo no digo chistes malos-
-aja, no es lo que opino-
-es porque eres un aguafiestas-
-yo no soy un aguafiestas, shadow es un aguafiestas-
-jejeje sí, eso es cierto, no sé cuántas fiestas arruinó solo porque no quería estar allí y nosotros lo obligamos-
-eso no me lo has contado, quiero oírlo-
-jajajajaja ok, ok, una vez...-
Y comenzaron a hablar, como ya se les había hecho costumbre.
Mientras tanto
-ese es nuestro informe general- dice la blanca frente al general del GUN
-así que el chacal está bajo el cuidado de Sonic- dice mirando el reporte en sus manos
-si general- dice la murciélago –al no tener la phantom ruby, es alguien inofensivo y eso hizo que Sonic lograra tener contacto-
-me parece un poco increíble- dice leyendo –pero no es la primera vez que lo hace, no, hedgehog- dice viendo al moreno cruzado de brazos en la pared
-hmp- es lo único que responde
-como sea, a pesar de eso, debemos arrestarlo por su crimen- suspira –hasta estar completamente seguros de que ya no es una completa amenaza-
-lo entiendo comandante, pero por ahora no podemos- la murciélago mira a otro lado
-como?-
-eggman le inyectó algo a Sonic que hace que se vuelva loco- explica con calma –y solo el chacal logra controlar que ese suero o lo que sea se mantenga a raya- dice mientras el general se pone en pose pensativo
-comprendo, bien- baja el informe –quiero que los vigilen, 24/7, y que me informen de algo fuera de lo normal, si el chacal se comporta raro, o llega a hacer alguna maldad, hasta la mas mínima, arréstenlo-
-si general- dice la albina y el robot mientras que shadow sonríe leve
Volviendo con la pareja.
Esta seguía en el sillón, pero ahora, besándose. Realmente fue sin querer, ambos siguieron sus instintos al estar tan cerca, y se dejaron llevar.
Disfrutaban ese beso, era lento y suave, lindo a la vista de cualquiera. No podían evitar sentirse en el paraíso. Ambos lo disfrutaban, mientras el corazón se les aceleraba. Su cuerpo recibía una calma muy extraña y nerviosismo a la vez.
Las famosas mariposas paseaban por sus estómagos. Era un poco extraño, pero agradable.
Al separarse por la falta de aire ambos estaban súper sonrojados, mirando de vez en cuando a otro lado por la vergüenza, pero sin borrar esa sonrisa.
No podían evitar quererse.
-que quieres hacer?- pregunta el chacal
-no sé, quizás quedarme aquí, hablando contigo, de cualquier cosa, o quizás comer un helado, o más chilidog-
-acabamos de comer y piensas en mas chilidog?-
-no lo puedo evitar, es la comida de los dioses-
-eres un barril sin fondo-
-claro que lo soy, cuando se trata de chilidog-
-explica por que corres tanto, tienes que quemar la grasa del chilidog-
-ja, en eso fallas mi querido chacal, yo corro por que me gusta ser libre como el viento-
-ya me lo has dicho, hedgehog-
-aunque ahora me gusta otra cosa- susurra sonrojándose, pero el chacal lo escucha
-a si? Que?-
-... tú- esas dos letras logran que el chacal se sonroje cual tomante y se esconda entre las puas del azul mientras este también se sonroja
Los dos no están acostumbrados a ser tan...... románticos. Logrando que cada detalle cursi, los ponga tan rojos como manzanas.
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