Emma aparca en el parking del instituto. Yo suspiro y me bajo de su moto.

-Gracias, Em...

-No ha sido nada.

-Lo digo en serio. Gracias por cuidar de mí.

Pone un intento de sonrisa. Me doy la vuelta y me dirijo al instituto. Quedan menos de cinco minutos para que empiecen las clases.

Las dos primeras horas pasan rápido, parece que los profesores no tienen ganas de nada y suavizan la clase.

Antes del recreo toca Baile con Clarabel. Hoy sí me siento con ganas de bailar, gracias a ella.

-A ver chicos... -Clarabel da una palmada-. Hoy no vamos a dar clase, así que sentaros, que tengo que hablar con todos vosotros.

Para una vez que tengo ganas, no toca bailar. Viva...

-Veréis, el mes que viene se va a celebrar una competición de canto y baile entre institutos. -Todos nos miramos, emocionados-. La idea fue de una antigua compañera vuestra... ¿Os acordais de Paula?

Me tenso al oír su nombre y sé que Emma está en la misma posición.

-Bueno, ella representará a su instituto junto a otro compañero. La competición es de duetos, y yo esperaba que de mi clase de Segundo de Bachillerato salieran los participantes de la competición.

Clarabel nos mira, expectante, pero yo no puedo pensar en otra cosa. Paula. La chica que hackeó nuestras cuentas para que sus amigas se metieran en ellas y casi consigue que rompamos. Acabamos rompiendo al final, pero lo que hizo ella fue increíble.

-Yo me presento. -Escucho a alguien decir.

Es Emma. Para hacer eso debe de tenerle muchas ganas a esa tía.

-¡Bien! Ya tenemos a una chica, pero son duetos. ¿Alguien interesado en presentarse?

Todo está en silencio. Por detrás, Carlos no para de darme codazos, como si tuviera la respuesta a todo detrás de mí y no la viera.

-¿Qué? -le suelto de sopetón.

-Preséntate.

-No me voy a presentar.

-Hazlo. Yo soy el falso novio, y te doy permiso. ¿No quieres vengarte de Paula?

-La verdad es que no.

-Entonces hazlo por pasar tiempo con Emma.

-¡No!

-Tú lo has querido. -Levanta la mano-. ¡Profesora!

-¿Sí, Carlos?

-Álvaro dice que se presenta, pero le da vergüenza decirlo él mismo.

Yo. Lo. Mato. No le queda mucho tiempo de vida. ¿Cómo se le ocurre?

-¡Genial! Ya tenemos a la pareja. Tendréis que quedar para elegir música y canción. Del baile me encargaré yo cuando vengáis aquí. Podéis iros.

-¿Ves lo fácil que era?

-Sabes que no quería hacerlo. ¿Por qué lo haces?

-Porque sois mis amigos. Escucha, Emma me ha contado lo que pasó de verdad con vuestra ruptura, y no te juzgo. Solo quiero que sepas que está cada vez más insegura con su decisión de romper contigo, porque te quiere muchísimo.

-Pues esta competición lo único que va a conseguir es que estudiemos menos para los exámenes del segundo trimestre.

-Siempre se puede sacar tiempo. Lo difícil es sacar tiempo para el amor.

-Deja de leer cosas raras, rubio, y dedícate a estudiar más, que te hace falta.

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Tres semanas después...

-¡Bien, chicos! Eso ha estado genial. Dos minutos y seguimos.

Vemos a Clarabel salir por la puerta. Estamos los dos solos. Desde que empezó la preparación para la competición, todos tienen esta hora libre, salvo nosotros, que tenemos que ensayar.

Emma se sienta en el suelo y cruza las piernas. Parece cansada.

-¿Cómo vas?

-Bien, este baile es genial. ¿Crees que ganaremos?

-Estoy con la gran Emma Cantó. Por supuesto que vamos a ganar.

Sonríe. Le doy la mano para que se levante de nuevo, quedando a dos centímetros. Se pone colorada y agacha la cabeza.

Poco a poco he aprendido a vivir con Carlos y ella liándose por los rincones. Saber que todo es falso me da esa alegría que perdí cuando me enteré.

Rocío volvió a Alicante y fingimos una ruptura. ¿Qué sentido tiene seguir si Emma ya lo sabe todo?

-Vale, continuamos. -Clarabel viene masticando una galleta-. Emma tienes que corregir ese giro, te tuerces hacia la izquierda.

Emma asiente.

Me concentro durante los siguientes minutos. Todo está más que preparado, solo hay que ultimar los pequeños detalles que salen peor. Al fin y al cabo, queda una semana y media para la competición.

Cuando salimos hacia el recreo, vamos charlando. Nuestra relación vuelve a ser cordial, aunque no sé por cuanto tiempo.

Emma saluda a Carlos a lo lejos y se besan. Yo sonrío levemente. Nos vamos a nuestra mesa de la cafetería.

He tomado una decisión. Puede que yo sepa que no están juntos, pero de todas maneras odio verles tan supuestamente enamorados. Lo he estado pensando y he decidido que voy a destapar lo que ocurre.

¿Cómo lo haré? Con el mismo vídeo que me mandaron anónimamente. Poniéndoselo a todo el instituto para que vean de qué pasta está hecho el reality. Y me da igual que puedan expulsarme.