Me despierto agotada. Ganas cero de empezar el curso. Me desperezo y me visto con el uniforme. Solo tengo que pensar en que es el último año de instituto.

Voy al baño a peinarme y suelto un grito. ¿Qué le ha pasado a mi pelo largo? Mato a Dani. Ha sido él, seguro.

Se ha pasado todas las vacaciones en mi casa, principalmente para enseñarme a montar en moto, de la que por cierto tengo carnet. Ah, y anoche se quedó a dormir, así que ese rubio de bote me ha cortado el pelo. Lo va a pagar.

Le tiro un cojín en toda la cara, está en el sofá, tan a gusto.

-¿Qué haces?-murmura.

-Imbécil.

-Estás muy guapa, Em... Tu peluquero es un maestro.

-¡Te mato! ¡Lo juro!

-En el fondo me amas.

Se levanta. El muy tonto ha dormido con el uniforme puesto, aunque eso nos acortará el proceso. Cojo una tostada que ha dejado Blas y bajo las escaleras a toda prisa. Si Dani quiere venir, que se apure.

-¿Te importaría esperarme?

-No-le grito desde abajo.

Salgo a la calle, me pongo el casco de la moto y le quito el seguro. Dani aparece y me apoyo en la moto de al lado.

-Me decepcionas, te creía más rápido.

La moto en la que me apoyo se cae, haciendo que se caiga la de al lado, y luego la otra, y la otra...

-¡Eh, vosotros!

Arranco la moto y me marcho. Lo siento por Dani, pero me gusta mi pellejo. Me dirijo al parking del instituto y aparco.

Le mando un WhatsApp a Álvaro para que venga a salvarme, porque Dani me va a matar.

-¿Qué te ha pasado en el pelo?-es lo primero que me suelta.

-Buenos días a ti también... Ah, y ha sido Dani, que se aburre mucho.

-"S.O.S." ¿Algún motivo especial?

-Dani está enfadado conmigo porque lo he dejado solo con unos moteros cabreados.

-Y ha sido culpa tuya.

-Me conoces demasiado bien. ¿Me salvas?-extiendo los brazos para que me abrace.

Me da un largo abrazo. Da mucho gusto estar entre sus brazos, sentirle tan cerca y tan querida...

-Anda, ven, que entraremos por la puerta de atrás.

Me encanta que Álvaro sea el Presidente de los Estudiantes durante dos años. Según parece, entre sus privilegios está poder tener las llaves del instituto.

-Yo me voy con los chicos. Portate bien-le doy un tierno beso y se va.

Voy al salón de actos. Tengo la actuación, pero no estoy nerviosa. ¿Cuántas veces habré hecho algo así? Una ya está curada de sustos.

Cuando la gente va entrando, veo a mis amigos. Todos parecen sorprenderse al ver mi pelo recortado, pero en fin...

Tras la actuación, me pongo de nuevo el uniforme. ¿Adivinad quien llega tarde a clase el primer día? Yo, como no.

-Siento llegar tarde, señor Martínez.

Parte buena, conozco al profesor. Parte mala, el profesor me conoce a mí.

-Señorita Cantó, tome asiento. Espero que sea cosa del primer día, nada más-ni levanta la cabeza de su hoja.

Asiento levemente y me siento con María.

-¿Dónde está tu pelo largo?

-Tu novio me lo ha cortado. Estoy pensando técnicas para matarle. ¿Se te ocurre algo?

-No, es mi novio. Si lo matas, te mato.

-¿Habéis terminando de hablar ya?-susurra el profesor, inclinado sobre nuestra mesa.

María se pone roja y asiente. A veces olvido que no le gusta que le llamen la atención.

-Bien, si no hay más interrupciones... ¡Bienvenidos a todos, otro año más! Quiero que sepáis que ya casi lo tenéis. Estáis en segundo de Bachillerato, un paso más y entrareis en la universidad, haréis lo que siempre habéis querido... Pero hay que trabajar. La gandulería ya no se admite, está en juego mucho, señores. Os recuerdo, además, que estáis en Ciencias de la Salud, así que espero grandes resultados de vosotros. A la gran mayoría los tuve el año pasado, así que ya sabéis...

Todos tiemblan. El año pasado fue nuestro profesor de Matemáticas y este año, además, es nuestro tutor.

Comenta un par de cosas sin importancia y nos deja salir. El lunes empiezan las verdaderas clases.

-¿Qué os parece si nos vamos por ahí, como el año pasado?-sugiere David, de la mano de Alba.

-Vale, pero a la Warner no. No me apetece repetir-protesta Dani.

-Pues vamos a Domino's y encargamos un par de pizzas.

Eso lo sugiere una chica a la que no he visto en mi vida. La debo de mirar demasiado rato, porque se me acerca y se presenta.

-Hola, soy More. Tú debes ser Emma.

-Así es...

-Bueno, pues al Domino's que vamos.

Nos dirigimos allí. María me coge el brazo para hablar al final. No hemos podido ni saludarnos, después de todo el verano sin vernos.

-Tengo que contarte algo.

-Vale, hija, pero tranquila.

-¿Recuerdas la boda?

-Sí, afortunadamente no tengo alzheimer.

-Pues resulta que bebí, y no poco. Y por la mañana...-bajó la mirada.

-¿Qué?

-Me acosté con Dani.

-¿Y? Por tu cara, creía que le habías puesto los cuernos.

-A lo que le he puesto los cuernos es a mi ideología. Yo no quería hacerlo hasta al menos tener dieciocho años. Y lo peor es que discutí con Dani y llevamos sin hablar desde que me fui del hotel.

-Mira, lo mejor es que hables con él cuanto antes. Sois una pareja preciosa, y no merecéis estar peleados por esa tontería.