LA ESPERANZA DE MI FUTURO P1
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO MAAM
Miré a mi alrededor y cuando conseguí salir de mi aturdimiento, descubrí que me encontraba en el lago escondido del bosque oscuro.
Ese lugar tampoco lo he vuelto a visitar, así que me imaginé que esto era un sueño.
Una pequeña silueta captó mi atención y caminé hacia la roca donde estaba sentada.
Conforme me acercaba, me di cuenta de que es un niño de aproximadamente cuatro o cinco años, pero detuve mis pasos al observarlo mejor.
-¡Popp! -susurré su nombre al tiempo en que caminé más aprisa.
Él seguía dándome la espalda, no obstante, pude detallar claramente su ropa; la cual es la típica de mi aldea.
Llevaba un chalequito verde, camisa blanca, pantaloncitos cafés, (un poco más arriba de sus tobillos), zapatitos verdes, y unas muñequeras del mismo color.
-¡Popp! -esta vez grité y el pequeño volteó a mirarme.
En definitiva, era mi Popp en su versión infantil. Su rostro era idéntico, aunque le faltaba la cinta amarilla alrededor de su cabeza.
-¡Mami! -gritó antes de echarse a correr hacia mí.
Esa palabra me dejó estática y no fui capaz de corresponderle cuando abrazó mi cintura.
-¡He estado esperando mucho tiempo a que vinieras! -su voz infantil era ligeramente distinta a la de Popp -¡por fin conseguiste entrar aquí!... la amable mujer me dijo que tenía que esperar a que vinieras para que se asegurara mi nacimiento.
-¿Amable mujer? -eso me devolvió momentáneamente la cordura -¿esa mujer se llama Skadi? -lo aparté con un poco de brusquedad porque negó con la cabeza -¿cómo te llamas?, ¿por qué dices que soy tu madre?
-Me llamo Popp, y te digo mamá porque lo eres -ladeó su cabeza y sus ojos marrón reflejaron confusión -la mujer que me trajo me dio esto para observarte a ti y a mi papá -me mostró un espejo con un hermoso decorado de flores doradas -los dos han sufrido mucho, pero tú lo has hecho más... He llorado algunas veces junto contigo porque quería consolarte, pero aunque te gritaba, no me escuchabas... También lo hago cuando de los ojos de mi papá caen lágrimas, pero él las retira rápido porque necesita mantenerse concentrado o si no el demonio al que quiere derrotar se dará cuenta de su presencia.
No entendía nada, (algo común en mí), pero el aura cálida que desprendía el pequeño era casi idéntica a la de Popp, y estaba combinada con la mía, además, al tenerlo cerca, pude ver que se trataba del Popp Junior del segundo futuro que visité con la ayuda de la demonio Koré.
-¿Esa mujer te dijo que yo soy tu madre? -me agaché y lo sostuve de los hombros -¿quién es tu padre?, ¿puedes describirlo?
-No me crees, ¿verdad? -la mirada triste que me dedicó produjo un fuerte dolor en mi pecho -no me preguntarías quién es mi papá si lo hicieras... Yo me parezco a mi papi -alzó el espejo para ponerlo a la altura de mi cara -¡espejo mágico, muéstrame a mi papá!
El espejo brilló levemente y la imagen que apareció me hizo arrebatárselo.
El lugar que mostró estaba cubierto por varias formaciones rocosas increíblemente altas. El destello de las llamas que ascendían de los cráteres y los hoyos en el suelo que tenían una gran acumulación de magma, era lo que impedía que la oscuridad fuera completa.
"El Inframundo", fue lo que pensé al recordar que ya lo había visto en dos ocasiones, (en el sueño de la primera prueba, y la vez en que la bruja me envió al segundo futuro).
En una de las rocas se encontraba un hombre. El espejo acercó su imagen para permitirme ver de quién se trataba, y al reconocerlo me dejé caer en el suelo. Mis lágrimas salieron de mis ojos y con un dedo delineé su figura.
Mi amado Popp estaba de pie en la punta de una roca, vestido con el traje que le hice con magia el día de su supuesto cumpleaños, (y que pensé que había destruido como lo hizo con mi camisón).
Su cuerpo estaba emitiendo su aura mágica, los brazos los tenía ligeramente extendidos a los lados y sus manos estaban en puño. Los ojos los mantenía cerrados, y por la expresión en su rostro, supuse que debía estar concentrado en algún tipo de hechizo.
-Mi papi debe mantener su concentración para que el señor malo no detecte su aura de bondad -inmediatamente lo miré al escucharlo -si se da cuenta, podría destruirlo y la otra parte de su alma que tiene maldad, sería la que domine su cuerpo.
-¿Cómo es que sabes todo eso? -me estaba comportando muy mal con él, pero esas cosas no las debería entender un niño tan pequeño.
-No lo sé... Yo sólo repito lo que me dijo la mujer que me trajo a este lugar.
Quería preguntarle de qué mujer hablaba, pero mi atención regresó a la imagen de Popp.
Al parecer en ese sitio no había corrientes de aire. Ni su cabello, ni nada en su atuendo se movía. Eso significaba que el pobre debía estar soportando un ambiente con una temperatura terriblemente asfixiante, (es que tenía algunas gotas de sudor en su frente).
"¿Desde cuándo un alma transpira?".
-Él no siempre está haciendo eso -de nuevo miré al pequeño -cuando aquí es de noche, lo veo sentado mirando a la nada. Su cuerpo no brilla en esas ocasiones, pero lo más raro es que nunca lo he visto alejarse de esa roca -puso un dedo en su mentón -¿no se aburrirá?... yo tengo unos juguetes que me dejó la amable mujer y así me entretengo -corrió hacia una roca en la que buscó algo y al regresar traía un osito de felpa muy lindo -¿crees que a mi papi le guste Teo?... es bonito ¿verdad?
Eso consiguió hacerme reír porque lo dijo con una tierna inocencia que llenó mi corazón de alegría.
-¡Te estás riendo! -exclamó asombrado y mi risa se detuvo -¡soy un tonto! -se dio un coscorrón en la cabeza -¡no debí decir nada!, ¡perdón mami!
La imagen del espejo desapareció, sin embargo, no tuve tiempo de lamentarme por haber dejado de admirar al hombre de mi vida, pues enfrente de mí se encontraba el otro hombrecito que ocupaba mi corazón desde el día que lo conocí en aquella visión del futuro.
-¡No te disculpes! -sobé suavemente el lugar dónde se había golpeado -soy yo quien debe pedirte perdón. Lo único que he estado haciendo es maltratarte -tomé sus manos entre las mías y también las acaricié -¿me perdonas?
-Eres mi mami y te quiero desde que supe que lo eras... Hace mucho te he observado a través de ese espejo. Casi siempre intentas ocultar tu dolor, pero en las noches, te escucho llamar a mi papá. Aunque tus ojos están cerrados, tus lágrimas no dejan de salir y algunas veces le reclamas que te haya abandonado porque te negó la dicha de tener a tu pequeño Popp en tus brazos -sus mejillas se colorearon -¿yo... yo soy tu pequeño Popp?
-¡Claro que sí! -lo abracé fuerte y esa calidez que desprende empezó a desvanecer la tristeza con la que he estado viviendo -¡mi pequeño!, verte me ha regresado la esperanza, aunque... -lo separé un poco para mirarnos de nuevo -aún hay cosas que no entiendo y me gustaría preguntártelas.
-Bueno, tampoco entiendo bien lo que pasa. Fue la amable mujer la primera persona que vi. Ella me enseñó a comprender las palabras y me contó acerca de ti y mi papá, para que tuviera más claras las imágenes que me muestra el espejo.
-Esa mujer ¿mencionó que es alguna amiga nuestra o algo similar?
-No. Solamente me pidió memorizar una cosa que quería que te dijera cuando consiguieras llegar aquí -cerró sus párpados con fuerza -"El futuro que anhelas no ha desaparecido, pero si quieres hacerlo realidad, tienes que luchar por conseguirlo. Encuentra el significado de la batalla que se inició hace seiscientos años para que tú, tu amado, y tus amigos, obtengan el tesoro más ansiado, que les traerá la paz que necesitan para cumplir todos sus sueños... Dos poderes son los que les faltan para completarlo; la fuerza de un amor eterno que sigue latente aún después de un gran dolor, y la amistad que no muere a pesar del odio" -abrió sus ojos y enseguida retiró con sus deditos unas lágrimas que no me di cuenta que estaba derramando -¿por qué lloras, mami?... ¿es malo lo que te dije?
-No es que sea malo -lo atraje hacia mí para volver a abrazarlo -es sólo que me acabo de dar cuenta de que tal vez soy la culpable de lo que ha estado pasando.
-No mami... la amable mujer dijo que ella es la que tiene la culpa por haber sido débil, y que mi papá cometió el mismo error, pero juró que ambos están luchando para corregir lo que hicieron mal y lo hacen por ti, y por mi tío Dai.
-¿Tío Dai? -asintió enérgicamente -¿sabes quién es Dai?
-¡Sí!... mi tío Dai es el único que visita a mi papá en ese lugar en el que se encuentra... Mi papi casi siempre está triste, pero cuando mi tío aparece, lo veo contento.
"Dai siempre estuvo en contacto con Popp!", apreté mis puños, "¿por qué nunca dijo nada?, y lo más importante, ¿por qué permitió que atacaran la aldea Lankirks?... ¡ya estoy cansada de tantos secretos!".
-¿Estás molesta, mami? -el pequeño sujetó mi rostro con sus manitas.
-Un poco, pero no es contigo -tomé sus manos y les di un beso -¿has escuchado lo que tu papá le cuenta a tu tío?, ¿alguna vez ha preguntado por mí?
-El espejo sólo me enseña a mi papi, pero no hay sonido.
-¡Muy conveniente! -no pude evitar decirlo sarcástica -la amable mujer de la que hablas, ¿viene a verte seguido?
-Lo hizo hasta hace un tiempo, pero de repente dejó de venir.
De pronto una luz dorada nos cubrió.
Por instinto abracé a mi hijo, pero alguna fuerza empezó a jalarme.
Los dos nos resistimos a separarnos, sin embargo, mi fuerza no se comparaba a la que nos quería alejar.
-¡No quiero que te vayas, mami! -mi pequeño me miró con sus ojitos llenos de lágrimas -¡he estado mucho tiempo solo y tengo miedo de ya no verte ni a ti, ni a mi papá!
-¡No me voy a ir!, ¡no hay nada que consiga que me aparte de ti! -mi cuerpo brilló con el color de mi aura y mi fuerza aumentó de golpe.
La intensa luz de mi aura fue mayor a la dorada, al menos por un breve momento. Desafortunadamente volví a perder fuerza después de luchar varios minutos contra ella.
Mi pequeño Popp se aferraba a mi cintura, y me sorprendió que a pesar de que es un niño, era su fuerza la que estaba evitando que esa luz dorada lo llevara lejos.
Un aire helado me hizo castañear los dientes y un resplandor blanco fue el que superó al dorado.
Mi hijo y yo caímos de una gran altura, pero antes de golpearnos en el piso, logré usar mi habilidad de arte marcial para dar unos giros que me permitieron caer de pie.
-¿Te encuentras bien, Maam? -la voz de Crocodine se escuchó detrás de nosotros y asentí con la cabeza. Luego volteé hacia arriba y sonreí de alivio al ver a Skadi descendiendo lentamente.
-Supongo que sabes quién era la miserable que estaba en este sitio, ¿verdad?
-Sí -le conteste mientras acariciaba la espalda de mi hijo para tranquilizarlo -esa aura dorada es inconfundible, pero lo extraño es que no desprendía energía maligna.
-¡Ella no es mala, mami! -mi hijo había dejado de llorar y se puso de pie rápidamente -esa luz es de la amable mujer que me trajo.
-¿Cómo es que consiguió traerlo? -le pregunté a Skadi -pensaba que esa mujer no puede usar magia astral.
-No estamos en ningún plano astral -eso me sorprendió -este lugar es una especie de limbo en el que las almas que van a nacer esperan a ser concebidas -posó sus ojos en el pequeño -por la apariencia del niño, puedo deducir que iba a ser tu hijo y el de Popp.
Una duda amenazó con destruir la esperanza que había regresado al encontrar a mi hijo.
-Skadi, ¿hay alguna posibilidad de que esto sea una mentira creada por esa bruja? -mi cuerpo tembló debido a al miedo de haber caído nuevamente en la trampa de esa demonio.
-Esto no es ninguna creación de esa traidora -inmediatamente expulsé el aire que había contenido -y aunque solamente estamos viendo al niño, la realidad es que nos encontramos en un lugar inmensamente grande y sin límites... Aquí habitan miles de almas que nacerán por primera vez, o reencarnarán. Únicamente los dioses celestiales pueden dar acceso a las almas. Es su dominio exclusivo, al igual que lo que ustedes conocen como el paraíso... Ni los demonios más poderosos conseguirían entrar aquí... Si Crocodine y yo, pudimos venir, fue gracias a que Eira nos envió.
-¿Eira? -asintió -¿ella siempre supo que aquí estaba mi hijo?
-No... Después del ataque a la aldea de Lankirks, los dioses se reunieron. Eira los estaba espiando y logró escuchar que fueron ellos quienes le permitieron a Koré, traer al hijo del "hechicero" y la "sacerdotisa celestial", al limbo.
-¿Qué le quieren hacer a mi hijo? -una gran ira despertó en mi corazón, al pensar que ahora también querían lastimarlo.
-¡Tranquilízate, Maam! -Crocodine sujetó mis hombros -¡estás asustando al niño!
Miré a mi pequeño y en efecto, sus ojitos demostraban incredulidad ante mi reacción.
-¡Perdóname! -extendí mis brazos y para mi alivio, el pequeño Popp me devolvió el gesto -¿por qué dejaron que esa mujer tuviera contacto con mi hijo? -seguí haciéndole preguntas a Skadi, aunque modulé mi voz para no volver a asustarlo.
-No lo precisaron. Sólo dijeron que Koré les pidió que la dejaran traerlo al limbo y tal vez esto no vas a creerlo, pero considero que al menos en esta ocasión, no lo hizo por maldad -fruncí el ceño porque obviamente no lo creí -¡escucha, Maam!, si tu hijo no estaba aquí, significa que su alma regresó a manos de los dioses. Cuando eso pasa, es porque el alma ya no va a tener un cuerpo y su único destino es desvanecerse para siempre.
-¿Estás diciendo que mi hijo ya no iba a nacer?
-Es lo que temo -le dedicó al niño una mirada melancólica -Eira me contó que Koré les aseguró a los dioses, que si dejaban que su alma regresara a este lugar, definitivamente ella obtendrá lo que tanto ansían.
-Los dioses quieren que esa mujer les dé algo, por eso la dejan hacer lo que se le venga en gana.
Skadi guardó silencio, (supongo porque no supo qué responderme).
Las cosas seguían siendo incomprensibles.
Los dioses desde el principio han estado apoyando las maldades de la bruja.
Popp también lo hizo y terminó siendo traicionado por ella, pero entonces, ¿por qué hay un Popp en el Inframundo, y otro Popp es el verdugo que siempre quiso esa mujer?
Tenía muchas preguntas, pero el silencio de mi hijo me pareció extraño y al observarlo lo encontré muy atento a Skadi.
-¿Qué pasa, Junior? -como no me respondió, giré su rostro hacía mí con un dedo.
Sus ojos marrones reflejaron algo que siempre me disgustó de su padre y las mejillas coloreadas no fueron una buena señal.
-Es que la señorita es muy bonita -dijo justamente lo que no quería que pronunciara y mi carácter enojón amenazó con volver.
-¡No se te ocurra heredar lo pervertido de tu padre! -alcé la voz y mi aura roja me cubrió. Inmediatamente mi hijo quitó su cara de embobado para cambiarla por una de miedo.
-¡Maam, recuerda que no es Popp, sino tu futuro hijo! -Crocodine se apresuró a abrazarme, no obstante, fue el viento helado de Skadi, lo que consiguió que mi enojo desapareciera.
-¿Qué no eres capaz de controlar tus celos, niña? -la ex diosa cruzó sus brazos y opté por calmarme, pues esa pose significa que se está conteniendo de darme una paliza.
-Hay que ser comprensivos, querida -Crocodine me soltó para correr hacia su esposa -aunque yo jamás vi a Popp babear por alguna mujer, la princesa Leona nos aseguró que era una de sus debilidades que incluso a ella le molestaba, ahora imagina lo que sentía Maam, cada que la ignoraba para admirar a otra belleza.
-¿Me estás defendiendo, o me estás criticando? -esta vez fui yo la que cruzó sus brazos.
-¿Están molestos conmigo? -la tierna voz de mi hijo atrajo la atención de los tres -¿por qué es malo que diga que la señorita es bonita?
-No es malo, Junior -me hinqué para estar a su altura -lo que sucede es que esas palabras sólo debes decírselas a la chica que te guste.
-¿Y cómo sé que esa chica me va a gustar? -su mirada inocente me hizo sonreír de nuevo.
-Algún día te lo voy a explicar, o lo hará tu padre cuando lo libere de esa bruja.
Afirmar eso me dejó sin habla.
Ésta era la primera vez en años que todo mi ser estaba dispuesto a luchar contra lo que sea, sobre todo contra mis debilidades. De nuevo había regresado la esperanza a mi corazón, aquella que perdí el día en que Popp desapareció.
-¿Qué tienes, mami? -movió su manita frente a mi cara.
-No te inquietes, me encuentro bien -lo tomé en mis brazos y me puse de pie -gracias a ti, recuperé las fuerzas que necesito para luchar. Te prometo que traeré a tu padre de vuelta a mi lado para que juntos te ayudemos a venir al mundo en el que vivimos.
-¿Cómo me van a llevar allá?
-Pues... -esa pregunta no me la esperaba y mis mejillas se tiñeron de rojo.
-El proceso no es importante, ¿Junior? -Skadi frunció el ceño -¿se llama así?
-Se llama Popp, pero para no confundirnos al momento de referirnos a su padre, le diremos Junior -pasé un dedo por la suave mejilla de mi hijo -¿te gusta ese apodo, o prefieres que te llame por tu nombre?
-Cualquier nombre que me pongas tú, me gusta, mami -su sonrisa es contagiosa y amplié la mía.
-En verdad eres la más hermosa razón que tendré para pelear con todas mis fuerzas -lo abracé y él me correspondió.
-Si es cierto que lo harás, tendrás que iniciar por despedirte de Junior -Skadi fue cautelosa con sus palabras -las almas de los que ya tienen un cuerpo, no pueden estar aquí más de una hora del tiempo humano.
-¿Te irás mami? -sus ojos empezaron a derramar lágrimas, pero ¿qué podía decirle?
Si Skadi dijo que tengo que irme, no veo una manera de evitar esta separación, menos si mi intención es luchar junto con mis amigos contra la maldad de esa mujer demonio que tiene a Popp en sus manos.
-Pequeño -Skadi se acercó y despeinó un poco su cabello -tu mamá tiene que ir a salvar a tu papá. Lo necesita para que nazcas -mi hijo iba a hablar, pero ella puso un dedo en sus labios -¡no me preguntes cómo, porque no es tiempo de que se te enseñen esas cosas! -había endurecido la voz, aunque luego suspiró y continuó hablando más amable -volviendo al tema importante, no te preocupes, ella puede venir a visitarte de vez en cuando... El héroe Dai, trajo consigo un objeto que le permitirá venir.
-¿En serio? -pregunté ansiosa de saber lo que era, pero Skadi simplemente asintió.
-Lo entenderás cuando Dai nos cuente más a detalle lo que está sucediendo -Crocodine mencionó porque debió ver que el secreto iba a volverme loca.
-¡Despídete de tu hijo!, Crocodine y yo, iremos a esperarte en aquella roca -señaló una bastante alejada -¡no tiembles, Junior! -en esta ocasión fue más delicada al acariciar su cabello -soy algo gruñona, pero a los niños que se portan bien, trato de no encerrarlos en una cúpula de hielo -mi hijo abrió los ojos asustado y ella se rio -¡sí que eres igualito a tu padre!, lo bueno es que también le heredaste su esencia valerosa, pero esa la irás descubriendo por ti mismo.
Crocodine le ofreció caballerosamente su brazo a su esposa, y Skadi correspondió el gesto con una sonrisa enamorada.
-¡Vaya! -mi hijo no apartó la mirada de la pareja -a ese señor lo mira bonito.
-Es porque lo ama más que a nadie -le respondí con un tono de ensoñación que me avergonzó.
-¿Tú también amas a mi papi más que a nadie? -no lo preguntó con envidia y eso me alivió porque no es como yo.
-El amor que le tengo a tu padre tiene dos definiciones que por el momento no puedo explicarte... A ti te amo con un amor de madre que no es menor al que siento por tu padre... es diferente, pero al mismo tiempo es igual de inmenso.
-¿Lo salvarás de ese lugar feo para que yo nazca? -su inocencia me encanta.
-¡Por supuesto!, nada impedirá que Popp regrese conmigo y nos apresuraremos a sacarte del limbo para que estés con nosotros -increíblemente lo decía de corazón y con una confianza que hace mucho no tenía.
-¡Entonces ve con él!, yo esperaré aquí hasta que puedas venir a verme. Ojalá también mi papi viniera. Me gustaría escuchar su voz.
-Yo vendré todos los días y encontraré una forma para que puedas escuchar a tu padre... tiene una voz hermosa, y sus palabras siempre consiguen darle valor a cualquiera que lo escuche.
-¡Ya quiero oírlo! -me abrazó y se puso a llorar.
Su llanto casi me partió el corazón, pero si quería cumplir todas las promesas que le hice, tenía que ser fuerte y aun con el dolor de tener que dejarlo, lo senté en la misma roca donde lo encontré y con un beso en su cabecita, me eché a correr hacia donde me esperaban Crocodine y Skadi, (quien sacó de sus ropas un medallón que al brillar me cegó).
Al parecer todo el tiempo estuve dormida, pues cuando desperté, estaba acostada en la cama de los padres de Popp.
Los dos habían cuidado de mí porque no despertaba y pensaron que quería dejarme morir a causa de lo que pasó.
-¿Y los demás? -desde la cama traté de observar hacia afuera para ver si estaban en el comedor o en la sala.
-Tus amigos estuvieron toda la noche curando a los sobrevivientes del ataque de ese maligno verdugo -Jank respondió con un tono de odio que no me gustó.
-Seguramente Popp no es consciente de lo que hizo, así que por favor, no lo juzguen.
-El que lo niegues, no va a cambiar el hecho de que mató a quince aldeanos a sangre fría -el cuerpo de Jank tembló y su voz se quebró. -Los que sobrevivieron nos contaron que el maligno Hechicero invocó a esa ave de fuego, y se mantuvo observándolos mientras se quemaban sin demostrar siquiera un poco de arrepentimiento.
-¡Sé que hay una explicación para lo que pasó! -me levanté tan rápido que me mareé -¿en dónde está Dai?
-Se fue -Stein me respondió desde el marco de su ventana.
-Primero tenemos que escuchar a Dai, antes de hacer conjeturas -la pobre se veía muy triste y me acerqué a abrazarla -Popp jamás lastimaría a nadie y menos a gente inocente.
Stein únicamente movió su cabeza afirmativamente, no obstante, continuó sin moverse.
Quería quedarme con ella para consolarla, pero también necesitaba respuestas y sólo Dai me las daría.
Con una mirada de disculpa a Jank, salí del cuarto para buscar a mi amigo.
-Dai huyó antes de que le pudiéramos preguntar algo -fue la respuesta de una conmocionada Leona, que aunque no estaba llorando, se notaba distraída y hablaba sin ánimo -los cuerpos estaban tan calcinados, que cuando tratamos de envolverlos en mantas, se desintegraron... lo único que les entregamos a sus familias, fueron cenizas.
-Dai dijo que no era el alma de Popp.
-Sabes que eso no es cierto -al mirarme lo hizo molesta -tú misma te pusiste a suplicarle que no se fuera porque sentiste su presencia... Ni la capucha que nos impidió verle el rostro, fue capaz de ocultar la esencia de su alma, pero si quieres más pruebas, tienes una colgando de tu cuello -señaló mi insignia -brilló igual que la vez en la que no tenías recuerdos... la insignia reconoce el alma del dueño de tu corazón.
En esta parte tiene razón.
Aunque quiera negarlo, el alma que tenía el cuerpo de Popp era la suya y ni la intensa maldad que emanaba, va a cambiar las cosas.
Sin nada con qué defender lo sucedido, me quedé en silencio junto a Leona en la mesa que los padres de Popp pusieron en el patio. Más tarde ella se fue a la casa que les asignaron a mis amigas y a sus hijos y después de un rato empezaron a llegar el maestro Aván, el maestro Brokina, el tío Matriv, Lon Beruk, Nova, Him, Hyunckel, Larhart, Crocodine y Chiu.
Ninguno dijo absolutamente nada.
El ambiente era idéntico al que tuvimos los días posteriores a la desaparición de Popp.
Todos evitaron hablar de lo acontecido y sólo sus rostros evidenciaban lo mal que se sentían porque en ese momento pensábamos que el alma de Popp había muerto y que el intento de Dai por encontrarla era inútil.
Increíblemente Chiu fue el que tardó más en recuperarse, y era notorio que le faltaba la presencia de Popp, pues no cualquiera aguanta sus bromas pesadas.
El escandaloso ruido de Ruura nos advirtió que Dai había llegado.
Nuestro querido amigo suspiró al vernos en la mesa. Sea lo que sea que tenga que contarnos, parece que le cuesta trabajo.
-Siento mucho haberlos dejado solos en una situación difícil, pero tenía que consultar algo con una persona -la mirada que me dedicó demostraba culpabilidad, sin embargo, presentí que no debía preguntarle nada por ahora -Crocodine, no quisiera pedirte esto, pero necesito que tu esposa nos ayude con su magia.
No hubo necesidad de que Crocodine la llamara.
Enseguida nos vimos cubiertos por una barrera demasiado helada para mi gusto, en la que todos nos pusimos a frotarnos los brazos en busca de calor.
-¿Lo que vas a decirnos, va a tardar mucho? -Chiu le preguntó a Dai mientras se estaba quitando el hielo de su nariz.
-Le diré a Skadi que reduzca su poder de hielo -Crocodine se concentró para contactarla mentalmente y por fortuna el frío se hizo menos intenso -es que ya no es capaz de enviar más de dos almas al plano astral, por eso únicamente nos encerró en esta cúpula que evita que los dioses u otros seres poderosos nos escuchen.
-Dile que no hay problema y que gracias por la ayuda -la amabilidad de Dai también es una de las cosas que sigue manteniendo -bien, me apresuraré a contarles lo que pasa... antes quiero aclarar que tampoco me rebelaron demasiado, pero es suficiente para que comprendan la situación.
De nuevo Dai tomó una gran bocanada de aire y luego empezó con su relato.
*****
Hola!!
Mi intención era actualizar sábado o domingo, pero el viernes tuve mucho trabajo y apenas ayer finalicé el capítulo, aunque ya era muy noche y opté por publicarlo hasta hoy.
Espero les guste!!
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