EL DOLOROSO PASO DEL TIEMPO P2
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO MAAM
Tal como dijo previamente, me colocó el hechizo y por fortuna no tuve ningún sueño, (ni doloroso, ni de recuerdos). Dormí más allá del medio día y cuando desperté, Stein estaba regresando del quiosco.
-¡Te traje una sorpresa! -dijo contenta y de su espalda sacó una caja mediana que tenía escondida -¡ojalá te guste!, ¡lo hice con mucho cariño!
Ver la caja hizo regresar el recuerdo de lo que sucedió el último día que estuve aquí junto con Popp, y nuevamente la ansiedad me atacó.
-¿Qué te pasa Maam? -Stein quitó su cara de alegría al verme temblar.
-¡Él me dio un regalo aquella vez! -me alejé varios pasos de la caja -ese día fue el último en el que fui verdaderamente feliz.
-¡Perdón, Maam! -Stein corrió a su cuarto llevándose la caja lejos de mí -no era mi intención provocarte un malestar -me abrazó y me ayudó a sentarme en el sillón.
Stein trató de devolverme la tranquilidad durante mucho tiempo, pero estuve sumida en un remolino de recuerdos casi una hora.
Jank llegó y al verme se puso a decir que esto no podía continuar así y que Popp seguramente estaría enojado con ellos por desobedecer sus deseos.
-¡Lo siento! -pronuncié cuando vi que iba a discutir con Stein -no es culpa de ella que yo siga aferrada a mi tristeza -miré hacia la ventana y noté que el sol brillaba con fuerza -¿ya están los invitados en la plaza?
-Sí -Jank respondió serio -venía justamente a avisarte que acaban de llegar algunos de tus amigos.
Ya un poco más tranquila, salí de la casa para ir a saludarlos.
Mientras recorría las calles bellamente adornadas con listones rojos y verdes, recordé otro duro evento.
En todos los reinos tienen la creencia de que me casé con el Guerrero inmortal, y en la aldea de Popp fue lo mismo los primeros dos años, sin embargo, eso se acabó un día en el que una de las jóvenes comentó que era una lástima que él hubiera muerto antes de casarse con ella. Oír semejante afirmación me hizo enfurecer y grité con todas mis fuerzas que yo soy su prometida y que su tonto deseo jamás se habría cumplido. Los aldeanos debieron pensar que me había vuelto loca, pero Jank confirmó mis palabras y además les dejó en claro que en realidad nunca me casé con Hyunckel. Les explicó a detalle la situación que me obliga a mantener la idea de ese falso matrimonio y por último les pidió que guardaran el secreto a cualquier persona ajena a la aldea por el bien de Hyun. Afortunadamente Skadi nos envió a todos al plano astral en cuanto tuve mi ataque de histeria. De no haberlo hecho, el pequeño hubiera sido el afectado por culpa de mi estupidez.
Luego de lo sucedido, los aldeanos empezaron a tener un trato cordial y amigable hacia mí, (aunque a veces exageran su respeto). Este es el único lugar en toda la superficie en el que puedo hablar de mi amor hacia Popp, sin el temor de que alguien malvado vaya a contar la verdad en los reinos importantes que están más a la vista de los dioses celestiales.
-¡Hola, Maam! -Merle me sacó de mis recuerdos con su efusivo abrazo -¿cómo has estado? -antes de responderle la observé con atención.
Merle sigue usando vestidos de adivina. El que lleva ahora es de un color azul celeste que va acorde con el traje de su esposo Nova, (el cual me saludó moviendo su mano y la pequeña en sus brazos hizo lo mismo).
Ver a su hermosa familia siempre despierta dos sentimientos; alegría y dolor.
A Nova le costó mucho enamorarla, (bueno, en realidad fueron ocho meses después de lo sucedido), pero lo más tardado fue casarse, y no por culpa de Merle, si no de él.
El amor de Merle hacia Popp era sincero, no obstante, ella lo superó completamente incluso antes de que se llevara a cabo la tercera prueba. El problema fue que Nova la vio llorar con mucho dolor en el regazo de su abuela, la noche en que perdimos a Popp. Para Merle no fue fácil convencerlo de que su tristeza se debió a la desaparición de su mejor amigo. Su hija Seren vino a este mundo primero y después de un año finalmente se casaron, (la pequeña tiene tres años).
-¡Hola, tía Maam! -Seren jaló mi estola trayéndome de nuevo al presente.
-¡Hola, Seren! -me agaché para cargarla -¿cómo estás?
-¡Bien! -su sonrojo y el bonito trajecito de mini adivina acentuaban su ternura -iba a traerte un regalo, pero mi mami dijo que no te gustan y que te pones malita si ves cajas de obsequios... ¿por qué te pones mal, tía?
-¡Deja a tu tía en paz! -Nova me pidió a la pequeña al ver que mi rostro se descompuso con la pregunta -¡Maam, es un gusto verte!, mientras Merle y tú se ponen al día, voy a llevar a Seren a que juegue con los niños de la aldea.
Nova y la pequeña se fueron rápidamente y Merle puso su mano en mi hombro.
-¡Perdónanos, Maam! -dijo apenada -Seren insistía en traerte un regalo, por eso tuve que decirle que no era buena idea.
-No te preocupes, Merle -retiré una lágrima que se había escapado de mi ojo -el problema siempre soy yo. Ustedes han padecido mis arranques de histeria y me imagino lo difícil que es tener que soportar a una mujer que siempre está llorando.
-Todos te comprendemos. Ninguno de nuestros amigos, Nova o yo, te vamos a exigir que olvides o que no llores. Sería peor que intentaras ocultar lo que sientes. Las energías negativas encontrarían una manera de regresar y eso sí traería muchos problemas.
-Ya no tengo ninguna energía negativa dentro de mí -toqué mi pecho y la miré -Popp purificó mi alma. Su magia celestial era limitada y prefirió usarla en mí... su sacrificio fue lo que me liberó de toda la maldad de esa bruja.
Merle sólo alcanzó a sonreír porque Chiu saltó desde las alturas y de no ser porque ella me avisó, el pobre habría caído de cabeza al no medir bien.
-¡Señorita Maam! -me abrazó después de que lo salvé -hace mucho tiempo que no la veía y... -se me quedó viendo asombrado.
-Y supongo que me veo fatal ¿no? -intenté sonar graciosa, pero no tengo el carisma de Popp y pareció que lo dije molesta.
-Se ve diferente, pero sigue siendo bonita.
Una luz y un fuerte golpe nos asustó, pero enseguida sonreí al ver al maestro Aván, la reina Flora, (con un niño y una niña al lado de ella), el maestro Brokina, (sin su disfraz), el tío Matriv junto el grupo de héroes falsos, Leona, la señorita Amy y Lon Beruk.
A la mayoría dejé de verlos desde hace tanto tiempo, que aunque mi corazón carga una enorme tristeza, la felicidad que estaba sintiendo fue mucho más grande y corrí a abrazarlos.
Cada uno me contó lo que estuvo haciendo y quedé realmente sorprendida porque todos han avanzado. Yo soy la única de nuestro grupo que se mantuvo anclada en el pasado y el dolor.
El maestro Aván y la reina Flora tienen dos hermosos hijos gemelos; Tara y Aram. A los dos los conocí de bebés. La reina Flora no sabía que estaba de cuatro meses durante la tercera prueba, y al enterarme, le supliqué que me perdonara porque de no ser por Eira, yo habría sido la causante de la muerte de sus hijos. Ella simplemente me sonrió y respondió que los únicos culpables eran los dioses al imponer crueles pruebas y hacer apuestas con seres malignos.
Ahora que los veía sanos y llenos de energía, al fin pude liberarme de la culpa.
De acuerdo con sus padres, la pequeña es la que parece que heredará las habilidades de nuestro maestro, aunque su personalidad es igual a la de su madre y es la que regaña a su padre y hermano cuando se escapan del palacio para ir a pasear. Aram es muy noble y simpático, pero odia las armas y los combates, por lo que únicamente quiere aprender hechizos de curación.
El maestro Brokina tiene una nueva enfermedad y juró que esta si es la definitiva. La llamó, "vejez", algo que sigue sin notársele porque puso a prueba su fuerza en un juego en el que había que partir sandías, y el que partiera más, sería el ganador, (obviamente él ganó).
El tío Matriv sigue viéndose igual, aunque extrañamente mucho más lozano y ágil que la vez en la que fui a anunciarle mi compromiso con Popp. Lo único diferente es la melancolía que reflejan sus ojos. Ya no es sarcástico y después de recibir sus felicitaciones en nombre de "mi prometido", se retiró a un sitio muy alejado de nosotros.
La señorita Amy me saludó efusivamente. El saber que lo de Hyunckel y yo, no es más que una mentira, me ayudó a que dejara de mirarme con odio. Además, con el tiempo que ha pasado, la resignación también comenzó a llegar a su corazón y me contó que había conocido a un atractivo guerrero en Ringaia que la visita tres veces al mes, (el rey es muy estricto y no les da más descansos).
Lon Beruk aportó poca información sobre su vida, pero cuando nos preguntó si todo estaba tranquilo, lo hizo con mucha insistencia, aunque no quiso decir la razón de su excesivo interés.
Leona fue la última en saludarme, pero como ambas sí hemos estado manteniendo contacto casi a diario, quedamos en platicar después de comer para que no desatendiera la celebración.
En el quiosco di las acostumbradas palabras de agradecimiento a las personas de la aldea por el hermoso decorado de las calles y los platillos que prepararon para la fiesta de cumpleaños de Popp.
Pronunciar su nombre y saber que no está aquí, fue muy duro y otra vez mis ojos se llenaron de lágrimas.
Jank me salvó al tomar la palabra para pedirles que tomen asiento porque servirían la comida.
Stein me acompañó a la mesa central y para mi alegría sentó a Leona a un lado mío.
-¡Toma! -mi amiga me ofreció un pañuelo que acepté de inmediato -Maam, ¿por qué no eres capaz de cumplir tus promesas?
-Sé que te dije por milésima vez que ya no volvería a llorar, pero por más que lo intento, no consigo olvidar. El dolor no desaparecerá mientras siga recordando lo que perdí -estrujé el pañuelo -nunca debí ver el segundo futuro... ansiaba vivirlo a pesar de la muerte de mis amigos... soy de lo peor ¿verdad? -agaché la cabeza ante la culpa.
-Desear tu felicidad no es malo -alzó mi mentón con su mano -incluso yo me he recriminado mi egoísmo cuando la soledad en la que me dejó Dai me supera... También he llegado a desear tener a Popp frente a mí para darle una paliza porque sus decisiones fueron las que provocaron el dolor que ambas sentimos, pero al recordar que Dai está vivo y que mi amigo quizás no lo está, me odio como persona -ahora fue ella la que agachó su cabeza -¡perdóname, Maam!, de las dos, eres la que peor la está pasando, sobre todo con lo de Hyun.
-¡Tú sufres igual! -dudé en hacer la siguiente pregunta, pero necesitaba saber -¿Dai te ha contactado estos días?
-¡Ese desconsiderado jamás ha tratado de contactarme! -su enojo se podía percibir claramente -Larhart no usa magia, ni nada que se le parezca, pero cada que Crocodine está con Skadi, que por cierto, es de todas las noches, le pide que lo ayude a comunicarse, ya sea con el maestro o conmigo. Gracias a él, al menos sé que Dai sigue con vida.
Leona se puso a gritar incontables apodos despectivos que definieron a Dai como un insensible, cruel y egoísta.
Estaba tan molesta, que nada la tranquilizaría y aunque no tiene mucha fuerza, sí es buena con las palabras y nadie le ganaría si nos convertimos en el nuevo objeto de su ira.
-¡Voy por algo más fuerte! -se tomó toda el agua de su vaso y luego se fue a la mesa de bebidas.
"¿Así me veo yo, cada que me enojo?".
-¡Mi hija dice que sí! -la voz de la mujer que sigo detestando despertó mi propia ira, aunque no alcancé a decir nada porque la muy maldita me estampó la cara en el plato de espagueti.
-¡Eres una... -me levanté con los puños cerrados para darle un buen golpe, pero me arrepentí al sentir que me quebré los nudillos cuando chocaron con el duro cuerpo de Him.
-¡Maam!, ¡no vayas a decir una grosería enfrente de mi hija! -el pobre tenía la cara angustiada y de no ser porque vi a la miserable de Astrid riéndose como loca, también me hubiera reído por lo gracioso de su comportamiento.
-¡Sigues siendo una irracional! -dijo la muy desgraciada con lágrimas en los ojos debido a su exagerada risa.
-¿Estás bien, tía? -una preciosa niña de pelo negro largo, de ojos grises y un vestido de corte similar al de las diosas, emitió un poder curativo que sanó mis manos -¡disculpa a mi mami!, si no le hubiera contado lo que escuché que dijiste en tu mente, ella no habría venido a hacerte esa broma.
-Tú no tienes qué pedir disculpas Frigg -la tomé en mis brazos -¡tú madre es la que me debe la disculpa!
-¿Por qué? -su sonrisa cínica no iba a ayudar a calmarme -según he aprendido, el mal humor se quita si haces sonreír a las personas, y Him me dijo que una manera es hacer bromas.
-¡Me refería a chistes blancos! -Him se apresuró a aclarar cuando lo miré acusadoramente -¡perdónala, Maam!, sabes que Astrid tiene más de seiscientos años y no es fácil enseñarle conceptos humanos que yo tampoco entiendo bien.
-¡Tienes toda tu carita llena de espagueti! -Frigg empezó a limpiarme con su pañuelo naranja e increíblemente su tierna voz y su aura bondadosa, redujo un poco mi molestia.
Him se llevó a Astrid a otro lado para regañarla, (lo noté por los gestos de niña que le ponía mientras él parecía desesperado en que entendiera lo que hizo mal).
La amabilidad de la pequeña de tres años y la imagen del extraño, aunque amoroso matrimonio que mantienen sus padres me permitió recordar que los sacrificios existen hasta en seres que antes tuvieron poderes divinos, pero que al enamorarse, fueron capaces de renunciar a todo. Frigg es la prueba de lo que digo, pues Astrid le ofreció al dios de los humanos su fuerza con tal de que le permitiera a Him convertirse en un verdadero humano tan solo un día para que pudieran engendrar a su hija. El dios cumplió su deseo, pero Astrid ahora es mucho más débil que Chiu y su vestimenta de ex diosa es más recatada.
"¿Cómo haré para hacerme una pregunta importante, si tengo cerca una niña muy curiosa que lee mi mente?".
-Puedes hacer tu pregunta -la aludida me miró con atención -leer la mente es algo que llega por unos segundos, pero dice mi papi que es porque el dios de los humanos está probando que don me va a otorgar y todavía no se decide.
-¿Sabes que no hablas como una niña de tres años? -acaricié su rostro -el dios de los humanos debió otorgarte madurez porque tu mamá va en retroceso.
-¿Cómo adivinaste, tía?... el dios me dijo que era necesario darme un coeficiente muy alto, porque el carácter de mi mami me puede convertir en una rebelde como ella.
-No adiviné -dije en un susurro -era lógico que lo haría. Tu mamá es algo especial.
-¡Frigg! -el pequeño Aram llegó corriendo -¿quieres jugar?, mi hermana y Seren quieren que juguemos a la pelota con los niños de la aldea, pero nos falta uno para completar.
-¡Claro que sí, Aram! -saltó de mis brazos con una agilidad que una niña de esa edad no tiene y se fue corriendo junto con Aram sin siquiera despedirse de mí.
"¡Cómo me hubiera gustado ver a mi pequeño Popp, jugando con ellos!"
Era triste pensar que jamás tendré la dicha de ver a mis hijos. La esperanza del segundo futuro desapareció junto con Popp.
Si ese pensamiento me ocasionó dolor, mirar el apasionado beso que Astrid le estaba dando a Him, lo agudizó.
"Parece que mantiene la habilidad de cambiar la consistencia de los objetos", parte de la cara de Him, tenía piel humana.
Les di la espalda para no continuar atormentándome con sus muestras de amor, y luego me retiré a seguir saludando a las personas que iban llegando.
Las siguientes horas estuve compartiendo el tiempo con mis amigos y los vecinos de Popp.
Platicar era lo único que se me daba. Bailar, jugar, o cualquier otra clase de actividades, traían recuerdos que prefería olvidar.
La fiesta estaba siendo amena. Me sentía tan bien al lado de las personas que me importan, que el dolor de mi alma no era tan intenso, sin embargo, ya debería estar acostumbrada a mi mala suerte.
-¡Hola, Hyun! -los hijos de mis amigos y el maestro gritaron contentos de ver a su querido primo y se echaron a correr para ir a abrazarlo.
Todos los que estaban en la mesa se quedaron atentos a mi reacción.
Como estaba de espaldas, no veía lo que sucedía, sólo escuchaba las risas de los niños y luego de que saludaron a Hyun, hicieron lo mismo con su padre, pero fue ahí cuando supe que escapar ya no era una opción.
Mis amigos me dedicaron una mirada de lástima al verme ponerme de pie.
Giré y observé primero al pequeño de cabello lila, con rasgos similares a los de su padre, y de ojos brillantes como el agua cristalina del mar. Apenas tiene cuatro años, pero al igual que Frigg, es un poco maduro para su edad, aunque su carácter es amable y cariñoso, (muy distinto al de su padre).
Hyunckel no se entretuvo con los niños. Vino directo hacia mí.
-¡Lo lamento! -dijo apenado -no iba a venir a arruinar la fiesta de cumpleaños de Popp, pero en Celesta hay mucho movimiento y Eira me pidió que viniera con Hyun porque presiente que algo va a pasar aquí.
-Está bien -le respondí lo más tranquila que pude -el hecho de que sea una amargada que se la vive quejándose de la mentira que tuvimos que inventar, no significa que le niegue a Hyun la alegría de ver a sus primos.
-Lo sé, pero... -alcé la mano y guardó silencio.
-¡Voy a saludar a Hyun!, tú puedes sentarte a comer. Me imagino que tienen hambre porque seguramente vinieron caminando o los trajeron en carreta y eso les dificulta alimentarse como se debe.
-En realidad, Hyun nos teletransportó -miró al niño con orgullo -tiene una semana de haber descubierto que puede hacerlo.
-Entonces, ¿no será solamente un guerrero? -eso en verdad me sorprendió.
-Su madre tiene magia celestial. Es lógico pensar que a pesar de que son poderes celestiales, los hijos pueden heredarlos.
-O tal vez, fue precisamente el dios de los humanos, el que decidió permitir que eso pasara -sujeté su brazo -si así fuera, podríamos dejar de mentir porque los dioses...
Una fuerte explosión iluminó el cielo que apenas estaba oscureciéndose.
La tierra se sacudió violentamente. Hyunckel y yo corrimos hacia los niños, y nos dejamos caer en el piso junto con ellos, cuando otras explosiones más pequeñas se dieron repetidamente.
A todos nos apareció una expresión de incredulidad, al ver que varias casas que se encontraban a las afueras de la aldea se estaban quemando.
El maestro Aván, Him y Nova, quisieron correr hacia allá para ayudar, sin embargo, se detuvieron al momento en que unas llamas gigantescas se alzaron muy cerca de donde estábamos y formaron una figura que pensé que jamás volvería a ver, porque quien la usaba está muerto.
El elegante Fénix de fuego emitió un chillido, y con una gran velocidad se vino sobre nosotros.
Huir era imposible. Con ese tamaño, toda la plaza sería calcinada, y lo peor es que ninguno de los presentes, tenía el poder suficiente para detenerla o crear una barrera que cubriera el área necesaria para protegernos a todos.
Yo cerré los ojos por un segundo, pero volví a abrirlos al pensar que esto no era tan malo.
"Si muero, ¿mi alma podrá llegar al sitio donde esa bruja se llevó el alma de Popp?".
Pensar en él, incluso en mis últimos momentos, me confirmó que ni viviendo todos los años que me restaban, hubiera conseguido olvidarlo.
El miedo me había abandonado y ahora únicamente esperaba a que esa ave de fuego terminara con mi sufrimiento, pero de nuevo, las cosas que deseo nunca se cumplen.
Una luz azul apareció frente al ave y se extendió lo suficiente para crear una barrera que no sólo nos salvaría, también evitaría que las demás zonas de la aldea fueran alcanzadas.
El ave chocó con la cúpula de protección, y unas ondas rojas, junto con un ataque de remolino que conozco muy bien, disiparon las llamas, incluidas las de las casas que habían sido quemadas antes.
De un salto, dos figuras se pusieron detrás de la que creó la barrera, que seguía viendo al frente, pero a nosotros nos daba la espalda.
Cuando disminuyó el brillo de la luz que me deslumbró, sonreí al descubrir el rostro de Crocodine y el de Larhart.
Merle, Astrid y la reina Flora, corrieron hacia sus hijos. Los demás se acercaron a nuestros salvadores, sin embargo, Leona fue la que lo hizo con demasiada lentitud, y al mirarla, me di cuenta de que su rostro reflejaba desconcierto y su cuerpo se notaba rígido.
En un instante no comprendí su actitud, pero luego recordé que el líder del grupo de Crocodine y Larhart, es Dai, y por lógica, esa persona alta y un poco robusta, tenía que ser precisamente aquel niño que partió hace cinco años para buscar a su mejor amigo.
Leona lo llamó. Él dio la vuelta lentamente. Sus ropas seguían siendo de color azul, aunque ahora le quedaban más pegadas a su cuerpo musculoso. El emblema que llevaba en su atuendo y que pertenecía a Papunika, también estaba idéntico. Lo diferente eran las hombreras, que esta vez las llevaba más largas y en punta. El adorno de la tiara en su frente ya no era un rubie, sino una esmeralda. Sus facciones eran maduras a pesar de que apenas debe tener dieciocho años, pero con todo y su increíble crecimiento, sus ojos dorados mantuvieron la pureza de siempre y es lo que lo hacían ser el Dai que todos queremos.
Leona lloró con fuerza y corrió hacia él, (que abrió los brazos para recibirla).
Ambos se abrazaron con fuerza. Ella besó su cara y después sus labios. Dai no fue efusivo, pero aún así le devolvió el beso con ternura.
El reencuentro estaba siendo demasiado amoroso para mi salud mental y mejor desvié la mirada.
Sé que esto se considera como envidia, pero lo cierto es que esa emoción negativa, es la única que mantengo y está dirigida con mayor fuerza a Dai, (o a Leona, porque ella tuvo la suerte de volver a ver a la persona que ama).
Los enamorados se separaron e íbamos a aprovechar para acercarnos a saludar a nuestro amigo, pero una bruma oscura cambió nuestros planes y esta vez, adoptamos una pose de ataque porque sabíamos perfectamente quien aparecería y no nos equivocamos.
La malvada bruja o demonio, Koré, estaba idéntica, al igual que esa maldita sonrisa cínica en su boca.
-¡Es un placer volver a verlos, héroes de la superficie! -declamó exagerada -cinco años han pasado en su dimensión, pero en dónde estuve han sido diez... un largo tiempo si soy honesta. Habría tardado menos en venir, de no ser porque mi verdugo quiso volverse más fuerte.
En cuanto guardó silencio, mi insignia empezó a brillar.
-Pero ¿qué está pasando? -la saqué de mis ropas y la apreté para que dejara de hacerlo, pero en vez de eso, brilló con más intensidad.
-¡Maam, vete por favor! -la voz adulta de Dai me desconcertó y no presté atención a lo que dijo -¡hazlo rápido! -gritó desesperado.
-¡No lo hagas, jovencita! -la bruja puso una cara seria -¡Caballero Dragón!, sabes que de nada va a servir que intentes ocultar la identidad de mi verdugo. Desde que me lo llevé, tus amigos y esa joven, fueron conscientes de que este día llegaría, y negarlo no va a cambiar nada... En lo único en lo que no acertaste, es en que su alma pura sobrevivió... El alma que tiene ahora está llena de maldad y la muerte de los aldeanos a los que atacó primero, confirma que se ha convertido en el asesino que necesitaba.
-¿Los aldeanos están muertos? -el maestro Aván se le acercó a Dai, quien optó por desviar la mirada.
-Había unos pocos aldeanos en ese sitio -Dai habló con voz temblorosa -venían a la fiesta cuando fueron alcanzados por la primera explosión.
-Les advierto que sean cuidadosos. Cualquiera que muera a manos de mi verdugo, no sólo morirá en cuerpo, sino también en alma y ni siquiera los dioses podrán resucitarlos -la maldita se cruzó de brazos -todos los ataques de mi verdugo matan el alma sin importar que parezcan ataques normales.
-Dijiste que conocemos a tu verdugo, pero eso no es verdad -Hyunckel se colocó al lado de Dai, (que había agachado la cabeza) -apenas en este momento estamos enterándonos de que regresaste a nuestro mundo, y nos hablas como si supiéramos todo lo que has estado haciendo.
-¡Caballero Dragón!, te di la oportunidad de avisarles a tus amigos que pronto vendría a visitarlos junto con mi verdugo. Fui caritativa para que a nadie le tomara por sorpresa este ataque, pero si tuviste la estúpida idea de ocultarles lo que pasa, entonces eres culpable de la muerte de esos humanos.
Ni Dai, Crocodine o Larhart, dijeron algo. Lo único que hacían era mirar atentos a la bruja.
No entendía nada de lo que esa mujer decía, aunque pensé que si descubría el significado de sus palabras, tal vez se aclararía el motivo de que el brillo de mi insignia no se redujera, al contrario, estaba aumentando, y lo más desconcertante es que mi corazón también comenzó a palpitar con fuerza.
Unas leves pisadas nos obligaron a callarnos. Sea quien sea la persona que se acercaba, producía una energía negativa demasiado intensa que a todos nos mantuvo quietos y en silencio.
Una siniestra figura alta, cubierta por una capucha oscura, se puso a un lado de la bruja.
El aire se hizo pesado. La oscuridad se intensificó, pero el ser encapuchado alzó su mano y de las cenizas esparcidas en el suelo, se elevaron algunas llamas que iluminaron tenebrosamente el lugar.
La luz me ayudó a detallar la figura del encapuchado, y aunque no se le veía el rostro, la forma de su cuerpo, la túnica negra debajo de su capa, los dedos medios de sus manos adornados con unos anillos dorados, y el aroma que se abrió paso entre el olor a quemado, hicieron vibrar a todo mi ser como hace años nada lo hacía.
La energía magnética que emanaba el cuerpo del encapuchado empezó a atraer al mío poderosamente, y mis piernas se movieron solas.
Una sonrisa apareció en mi rostro conforme avanzaba hacia la figura, y entre más cerca lo tenía, más brillaba mi insignia y mi corazón quería salirse de mi cuerpo.
-¡Eres tú, mi amor! -mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría -¡de nuevo puedo sentir tu presencia! -estiré mi mano a un metro de llegar con él -es cierto que tu alma no transmite bondad, pero es lo que menos me importa, ¡regresaste y es eso lo que siempre pedí a los cielos!
Repentinamente fui detenida por unos brazos que me apretaron fuerte.
-¡No, Maam! -Dai fue quien me detuvo -ese de ahí, únicamente es el cuerpo de Popp. Su alma no es la que está adentro, pero mientras la diosa del tiempo esté a su lado, te hará creer que sí es él.
-¡Es Popp!, ¿acaso no puedes sentirlo? -me removí para que me soltara, pero es demasiado fuerte -¿qué no reconoces su presencia?, ¿tampoco puedes percibir su alma valerosa?
La risa del encapuchado también era la de Popp, aunque la sentí carente de emociones.
-¡Retirémonos por hoy, Koré! -su voz era más gruesa, pero no había duda de que era la suya -el Caballero Dragón es tan cobarde, que sigue negándose a pelear contra nosotros.
-¡Te dije que no me niego a luchar! -Dai alzó la voz, pero habló con dolor -lo único que te pedí, es que no atacaras a gente inocente. Si cumplieras mi petición, te permitiría matarme si es lo que en verdad quieres.
-La aniquilación de los humanos y la de tus amigos, es mi único objetivo... Koré es quien te quiere muerto, pero te dijo que primero me mates si deseas tener el derecho a enfrentarla, así que te repetiré las dos opciones que tienes; o te deshaces de mí para que nadie más muera, o matas a tu amiguita y luego te suicidas para que nos entregues la esencia de sus corazones... ¡tú decides!, aunque hazlo rápido. Mi siguiente objetivo es romper el sello del dios demonio de la otra dimensión y para eso la diosa que lo colocó, debe morir.
La bruja y el encapuchado Popp, empezaron a diluirse. Verlo desapareciendo me desesperó y le grité que por favor no se fuera.
-¡Sigues siendo una tonta! -él dijo eso con un tono molesto -cinco años tuviste la oportunidad de hacer que tu corazón se hiciera fuerte, y sigo sintiéndolo débil... ¡Koré!, así no va a servir para tus planes.
-Tal vez -fue lo poco que dijo la bruja y lo hizo sin revelar alguna emoción.
-¡Espera, te lo ruego! -no pude zafarme del agarre de Dai, aunque volví a estirar mi mano hacia a él.
-Las opciones no son exclusivas de Dai -Popp detuvo por un momento su desvanecimiento -si el Caballero Dragón no es capaz de matarme, lo puede hacer cualquiera.
Con esas palabras se desvaneció completamente junto con esa maligna mujer.
Mi débil cuerpo no soportó más la carga de emociones y al desmayarme demostré que las hirientes palabras de Popp no eran una mentira.
"¡Soy tan débil, que ni siquiera conseguiré que me veas con admiración, en caso de que ya no me ames!".
«Lo que te hará invisible para él, será tu forma patética de pensar», de nuevo la maldita demonio, habló en mi mente, «la fuerza no se mide en la potencia de tus golpes, sino en el valor de no rendirse, aunque tu alma se destroce»
"¿Pretendes darme otra de tus absurdas lecciones?".
«Yo ya te gané en todos los sentidos, pero si has de enfrentarte a mi verdugo, quiero que entiendas el por qué debes hacerlo... tus opciones son distintas a las de los demás; o fortaleces tu corazón, o lo pierdes para siempre»
"¿Por qué?... ¿por qué sigues jugando con nosotros?... ¿por qué siempre pides lo mismo?... ¿por qué necesitas obligarme a acabar con la persona que amo?... para ti es de vital importancia destruir a Popp, pero quieres que sea por mi mano y no entiendo la razón".
Obviamente ninguna respuesta fue contestada por esa demonio.
Una densa neblina cubrió mi mente y caí en un profundo sueño.
*****
Hola!!
Estoy de regreso con los capítulos extra que darán fin a la historia que inicio con "El viaje en busca del héroe y el descubrimiento del amor".
Según yo, no los estoy haciendo largos y tal vez sientan que las cosas sucederán muy aprisa, (excepto este capítulo porque me detuve a explicar la vida de los personajes en los cinco años que pasaron en la trama).
Siendo únicamente extras, es lógico que estén más resumidos, pero pienso que así serán menos tediosos.
Gracias BetheDiaz, Tessito05 y Estefania Montero, por su apoyo y comentarios en el final de la historia anterior, (los cuales respondí en su apartado).
Espero que les guste esta continuación, y la longitud corta.
Mi idea es actualizar semanalmente, sin embargo, no puedo prometer que lo podré hacer, aunque me voy a esforzar mucho, para terminarla pronto.
Cualquier comentario es bien recibido.
Gracias de nuevo, y nos leemos en otro momento.
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