AMOR CONSOLIDADO P3

Nota

Texto entre " ", pensamientos de los personajes.

Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.

ADVERTENCIA: Capítulo para mayores de 18 años. Si eres adulto y no te gustan los temas de este tipo, igualmente puedes saltarlo.

PVO MAAM

El sol desprendía un agradable calor, pero para mí, el calor más revitalizante es el de Popp, y desee con todas las fuerzas de mi alma ir a su lado y el milagro se presentó en el instante en que el brazalete me llevó con él.

-¡Maam! -no me dio tiempo ni de saludarlo porque enseguida me envolvió en sus brazos y se dedicó a darme varios besos en la cara -pensé que no querías verme debido a las acciones de mi contraparte.

-No fue por eso -pronuncié riéndome contenta por la manera tan amorosa con la que seguía repartiendo besos en mi rostro -no te imaginas cuánto deseaba verte, pero el brazalete no quiso traerme a pesar de que mi deseo de venir era muy grande.

-Creo entender, pero no es importante -dejó de besarme y recargó su frente en la mía -lo que importa es que estás aquí.

-Yo sí quiero saber la razón -paseé mis brazos por su espalda, pero me detuve al oír que se quejó levemente -¿qué te sucede?, ¿te abracé muy fuerte?

-¡No, tranquila! -me separó un poco y me sonrió -es que me hiciste cosquillas.

-De haber sido eso, te habrías reído -fruncí el ceño porque era una mentira en toda regla.

-Te dije una vez que no pienses tanto -puso su dedo en mi frente para que quitara mi ceño, (igual que lo hizo en la villa de Nayle cuando me dijo que teníamos que ocultar que éramos novios) -por cierto, ¡feliz cumpleaños! -amplió su sonrisa y era tan hermosa que me quedé embobada -¿qué quieres hacer?, el día de hoy cumpliré todos tus deseos sin restricciones.

-¿En verdad lo harás? -mi voz fue sensual y juro que no tenía la intención de descararme tan rápido, pero no pude evitarlo. Afortunadamente Popp no lo notó, (o tal vez prefirió ignorarla).

-¡Por supuesto!, este día seré como un genio de la lámpara y tú serás mi ama -me soltó para hacer una exagerada reverencia -¿en dónde deseas celebrar tu fiesta?... si quieres puedo traer a tu mamá y a los chicos, aunque con ellos voy a tener que crear una ilusión para que no se den cuenta de que soy yo.

-¡Sólo quiero celebrarlo contigo! -me arrojé a sus brazos y recargué mi cabeza en su hombro -aunque sí quiero que me lleves a dos lugares que son especiales para mí.

-Te llevaré al mismo paraíso si me lo pides -besó tiernamente mi cabeza, pero lo que hizo que mis mejillas se enrojecieran, fue esa promesa -¿a qué lugar quieres ir primero?

-A... a nuestra casa en Nayle -lo dije bajito porque temía que se negara.

Cerré los ojos cuando liberó el brillo de su aura y luego de abrirlos, lo solté para caminar por el jardín de la casa que construimos.

Tenía poco de haberla visto, pero no es lo mismo hacerlo con una amiga, que verla con la persona con la que deseabas convertirla en un hogar.

Mis lágrimas volvieron a aparecer al mirar las flores plateadas y con mis manos temblorosas, acaricié sus pétalos.

-¡Siguen floreciendo! -su voz de asombro me hizo mirarlo y lo encontré tocándolas con sus dedos -pensé que morirían en el instante en que desapareciera de este espacio/tiempo, porque eso sería lo equivalente a morir -no pude responderle. Lo que hice fue abrazarlo y lloré como una niña -¡lo siento tanto, mi amor! -me apretó fuerte -soy peor que el verdugo. Él destruye porque así tiene qué hacerlo, pero yo lo hice por estúpido -alcé mi cara y vi que en sus ojos aparecieron unas lágrimas.

-¡Olvida el pasado! -limpié mi rostro e hice lo mismo con el suyo -no quería hacerte sentir mal. Recuerda que hoy vas a cumplir mis deseos y otro que tengo en mente, es probar tu deliciosa comida.

-¿Qué quieres que aparezca de comer? -cerró los ojos y liberó su aura mágica.

-¡Así no quiero la comida! -me crucé de brazos y le dediqué un intento de mirada molesta -si vas a usar magia, que sea para aparecer los ingredientes que vas a necesitar para prepararme un suculento platillo y tu delicioso pastel de fresas con el decorado de corazón.

-¡¿Qué?! -gritó muy fuerte -¿quieres que yo los cocine? -asentí divertida -tengo diez años de no hacer ningún platillo. Si lo intento, es muy probable que te haga daño.

El dato de los años me generó curiosidad, pero preferí reservar la pregunta para después.

-¡No me importa!, ¡quiero comer algo que lleve tu sazón!... Si me enfermo, ya me cuidarás hasta que me recupere.

Con un suspiro de resignación, tomó mi mano para llevarme dentro de la casa, (la cuál era iluminada por los rayos del sol que entraban por las ventanas).

La casa no tenía muebles, pero Popp apareció una pequeña mesa, dos sillas, un calentador, ollas, platos, vasos, cubiertos, y todo lo necesario para la preparación de la comida.

Observó atento las cosas que iba a usar, y recordé que hizo lo mismo un día antes del primer cumpleaños que pasó conmigo.

Frunció varias veces el ceño, se tocó el mentón, rascó su cabeza, y al final se quitó los anillos para doblar las mangas de su traje.

Cuando se sintió en confianza, Popp se dedicó a cocinar, y yo me quedé con la mirada fija en una cicatriz en su brazo que parecía reciente.

"¿Por qué no usó su magia para desaparecer esa herida?... los poderes celestiales tienen una mejor sanación que cualquier otra magia".

Mientras cocinaba, me contó los avances de Dai respecto a su fuerza y magia. También me dijo que la dimensión del dios demonio es un sitio lleno de paz, porque los dioses celestiales consiguieron el corazón puro con el que lo derrotaron, y como se vio forzado a escapar, traspasó un agujero dimensional, que lo envió a nuestro mundo.

En verdad me interesaba esa historia, pero yo deseaba que me contara algo acerca de él, pero cuando intentaba dirigir la plática hacia ese tema, me sonreía y contaba otra cosa completamente diferente.

Dejé de insistir, en el momento en que la casa se llenó del rico aroma de la comida y el olor dulce del pastel.

-¡Se ve bien, pero no puedo asegurar que el sabor también lo sea! -se sentó a mi lado con un plato de guisado de carne y papas con queso, que provocó que mi estómago rugiera de hambre -¿no comiste nada en todo el día? -su cara asombrada me dio risa -¿por qué te ríes?

-Es que me miras como un niño, y no como el hombre que eres -me levanté de mi silla para sentarme en sus piernas -yo también quiero ser como una niña, así que, ¿me puedes dar de comer en la boca? -pasé mi brazo detrás de su cuello y Popp tragó saliva.

-¡Claro! -su voz nerviosa me divirtió -¡abre la boca! -me acercó la cuchara y con toda la intensión, ingerí la comida con mucha lentitud y hasta me atreví a chupar la cuchara al ver que quedó una borona -¡no hagas eso!

-¿Por qué no? -le pedí que me diera más e hice lo mismo -¿quieres probarlo?... sabe delicioso -Popp asintió, pero en lugar de ofrecerle la cuchara, puse un pedazo de carne entre mis dientes y la otra se la ofrecí.

Sabía que estaba comportándome como una loca lujuriosa, pero no estoy dispuesta a perder la oportunidad de vivir lo que se me negó en el pasado, y lo más increíble, es que no lo hacía por Junior, sino por mí. Después de todo, soy una mujer que vivió añorando ser amada.

Para mi alegría, Popp aceptó el gesto y luego de que ambos nos comimos nuestro pedazo de carne, fue él quien se puso a imitarme y me dio de comer el resto de la misma forma. Para cuando el plato quedó vacío, nos dimos un beso bastante largo.

-¿Qué... -estaba agitado -¿qué más quieres que haga? -y muy nervioso.

-¡Llévame al lago, por favor! -con esta petición, la que tembló fui yo.

-Este es el mundo real -eso no lo sabía y lo miré sorprendida -para venir sí usé magia, pero lo más recomendable es que no la utilice mientras esté en la superficie.

-Pero la usaste para los ingredientes de la comida.

-Hablo de magia que requiera el uso de un alto grado de energía. Aparecer cosas sencillas como los ingredientes u objetos pequeños, no me hace liberar mucha aura, pero teletransportarme sí necesita bastante.

-Bueno, no le veo ningún problema. El lago está cerca y estaré gustosa de caminar contigo de la mano.

Nos sonreímos por el acuerdo, y luego de que él insistiera en lavar sin ayuda los utensilios de la comida, nos dirigimos al lago.

La belleza del lugar sigue siendo la misma, (aunque sin las flores que creé para Popp). El sol de la tarde está desapareciendo, pero jamás ha necesitado nada para ser alumbrado, porque incluso la luna lo ilumina con su resplandor, (es como si tuviera su propia magia).

Al mirar la orilla en la que alguna vez estuve sentada revelando mis sentimientos de mujer, llenó mi mente del más triste momento de mi vida, y sin poder evitarlo, solté la mano de Popp para caminar hacia ese sitio.

Una lágrima descendió por mi mejilla e iba a quitármela antes de que se diera cuenta, pero fue Popp quien lo hizo con su dedo.

-No te rechacé a ti -al mirarlo, vi en sus ojos una gran tristeza -ansiaba tanto cumplir tu deseo, pero en ese momento pensaba que seguías enamorada de Hyunckel, y que lo hacías por él. Fue por eso que no tuve el valor de continuar... Yo sé bien lo que es estar con la persona equivocada, y no quería que tú pasaras por lo mismo.

Verlo mal no me gustó y me recriminé por estar arruinando un momento que debería ser hermoso y de un rápido movimiento, lo abracé con fuerza, pero en esta ocasión se quejó un poco más fuerte.

-¡Sí te pasa algo! -me alejé, pero enseguida volví a abrazarlo para tantear su espalda y al tocar una parte, se removió, aunque no se quejó -¡quítate la ropa!

-¿Tan pronto te quieres aprovechar de mí? -quiso bromear, pero su mueca de dolor desmentía su intento de aparentar que todo estaba bien.

-¡No me hagas repetirlo! -puse mis manos en mi cadera y lo miré enojada.

-¡Está bien! -suspiró y empezó a quitarse la toga y luego su camisa. Al dejar su pecho al descubierto, no se veía ninguna herida -¡ves!, ¡no tengo nada!

-¡Daté la vuelta! -pasé saliva porque a pesar de que era una situación delicada, no pude evitar admirar su pecho desnudo que ahora se veía más firme.

-No es necesario -bufé de coraje e inmediatamente giró.

Había esperado ver una herida pequeña, pero lo que tenía eran varios moretones oscuros, y algunas cortadas que seguían sangrando.

-¿Quién te hizo esto? -toqué una de las heridas y noté que era muy profunda.

-No lo sé -giró de nuevo y sostuvo mi mano -todos han logrado alcanzar al "verdugo" con sus ataques, pero en este caso, mantener el cuerpo astral permanentemente, tiene como consecuencia que cualquier herida que reciba, se envíe al cuerpo real.

-¡No puede ser!, pero ¿acaso tu magia celestial, no sirve con esas heridas?

-Si uso la magia celestial en mí, no quedaría mucha en las espadas de Dai y Nova, y con tantos heridos por ataques astrales, la necesitan más ustedes para curarlos.

-¿Por qué eres tan tonto? -se lo dije molesta, pero con lágrimas en los ojos -¡debiste decirme lo que te sucedía!, de haberlo sabido, no te hubiera obligado a sobre esforzarte y nos hubiéramos quedado en tu ilusión de la villa para que descansaras.

-¿Mi ilusión de la villa?

-¡Ven! -obvié su pregunta y tomé su mano para acercarnos a la orilla a sentarnos.

Como no tenía nada con qué limpiarlo, me quité la capa y la rompí para obtener algunos lienzos que mojé en el agua del lago.

-¡Acuéstate boca abajo! -palmeé mis piernas para indicarle que pusiera su cabeza en ellas -¿ahora qué te pasa? -se lo pregunté porque me miraba con los ojos muy abiertos.

En serio no entendí el motivo de que se quedara como piedra, pero al mirar hacia abajo, vi el escote del camisón, (que era mayor porque mis medidas se hicieron más generosas en estos cinco años).

Ruborizarme era la acción más lógica, o al menos sentirme avergonzada por estar orgullosa de ponerlo incómodo con mi indecencia, pero lo cierto es que me gustó darme cuenta de que no es inmune a mis encantos.

-¡No pierdas tiempo y recuéstate! -volví a palmear mis piernas y eso al fin lo sacó de su trance.

Me obedeció, y con movimientos rígidos acostó su cabeza en donde le indiqué.

Enseguida su calor se extendió por mis piernas y esta vez fui yo quien se puso nerviosa.

Mi mano temblaba cuando limpié sus heridas, pero conforme pasó el tiempo sin que dejaran de sangrar ni usando magia curativa, supe que esto no aliviaría su dolor.

-Es tu cumpleaños, pero para mí, estar así es como un regalo -dio otro suspiro que me pareció fue de alivio.

-¿Cómo?... ¿por qué es un regalo?

-Porque siempre quise recostar mi cabeza en tus piernas.

El decirlo con alegría, no evitó que me sintiera mal.

En el pasado, fue Hyunckel el primero al que le di ese privilegio y Popp tuvo que soportarlo.

-Popp, ¿tu alter ego te contó lo que pasó entre nosotros en el plano astral?

-No. Ese idiota no me tiene mucha estima -se rio -bueno, es lógico. Lo último que sentí cuando mi alma se contaminó por completo de energías negativas, fue odio hacia mí mismo. Al separar el alma, él se llevó todos esos sentimientos.

-¿Y no te interesa saber lo que descubrió al leerme la mente? -mis nervios se acrecentaron con esa pregunta.

-De haber sido algo muy importante, no se lo callaría, al menos a Koré se lo hubiera dicho, y ella a su vez, me lo habría contado.

-Probablemente no es importante como algo estratégico, pero sí tiene qué ver con Hyun -ese nombre lo sobresaltó -Popp, necesito contarte como es que...

-¡No lo hagas, por favor! -se incorporó para sentarse y dirigió su mirada al lago -lo que haya sucedido en el pasado, no me interesa... Si estás aquí a mi lado, significa que ustedes siguieron el consejo que le di a Hyunckel, después de que concibieron al niño.

-¿Qué consejo le diste, a parte de tu grandiosa orden de tener al salvador del futuro? -el tono de mi voz demostró el enojo y la decepción que aun siento por ese asunto.

-Le dije que no tenían que quedarse juntos si no lo deseaban, pero que era importante que le dieran a este mundo la esperanza que necesitamos para que ni Dai, ni nadie más, muera en el futuro.

-¿Cómo pudiste pedir una cosa tan aberrante? -mis lágrimas esta vez eran de dolor -yo sigo recordando que estuviste con Astrid, a pesar de que ella se casó con Him y tuvo una hija de él... ¿tú serás capaz de olvidar que fui de otro hombre para que pudiera nacer ese niño?

-¡No me importa! -se me acercó rápido al escucharme llorar e intentó abrazarme, pero puse mis manos en su pecho para impedirlo -Maam, sé que te lastimé de la peor manera. Al final terminé por colocarte en la misma situación en la que estuve yo, y es lo único que jamás voy a olvidar, pero soy sincero cuando te digo que no me interesa que tengas un hijo de Hyunckel... Mi amor por ti va más allá de la cuestión física... Te he esperado durante diez años, y te esperaría mil, solamente por un beso... ¡no necesito nada más para ser feliz si me concedes ese pequeño gesto!

-Pero a mí sí me importa que tengas esa idea en tu mente -acaricié su pecho y enseguida se tensó -una vez me dejaste el más humillante recuerdo para una mujer, y quiero que lo desaparezcas para siempre, aunque sé que hoy no podrá ser. Tienes muchas heridas y... -puso un dedo en mis labios para silenciarme.

-No hay herida que pueda impedirme amarte como siempre quise hacerlo -me acercó y mis pechos se aplastaron con el suyo -ese camisón es igual al que creé para mi propio deleite.

-¿Tu deleite? -mi respiración iba muy rápido a causa de la excitación que me provocaba el calor que desprendía su cuerpo.

-Siempre seré un pervertido si se trata de ti -empezó a besarme la frente -casi no podía dormir cuando estuvimos en mi aldea - luego le dio varios besos a mi rostro -admirar tu belleza era algo que hacía cada noche -alcé la cabeza cuando descendió a mi cuello para besarlo -me imaginaba muchas cosas nada decentes y mi cuerpo reaccionaba tan rápido, que tenía que usar mi magia para controlarme -usó sus manos para bajar los tirantes del camisón y no pude detener un gemido al recibir sus besos en mis hombros -sé que te lo dije hace cinco años, pero quería recordártelo -mi excitación se elevó y quise acariciar su pecho -¡no seas tramposa!

-¿Tra... tramposa? -la agitación no me dejaba hablar.

-Tú sí aprovechaste tu turno esa vez, y tocaste mi cuerpo desnudo sin restricciones -se había alejado un poco para que nos miráramos a los ojos -creo que tengo derecho de reclamar mi turno para conocerte de la misma manera -descendió lentamente uno de sus dedos, desde mi cuello hasta el inicio de mis pechos y estos empezaron a subir y bajar debido al descontrol en mi respiración -¡voy a reemplazar el dedo por mis labios!, ¿estás de acuerdo?

Había perdido la capacidad de hablar.

La manera delicada con la que Popp estuvo besándome, despertó un deseo demasiado grande de saltarme los preámbulos, para ir directo a la parte importante de este momento. Mi cerebro y mi corazón no iban a resistir mucho tiempo si continuaba explorando mi cuerpo de esa forma tan sensual que ya me tenía al borde del colapso.

Mi silencio debió ser una aceptación a su pregunta, y con suma delicadeza empujó mi cuerpo para acostarlo en una cama de flores.

"¿Cama de flores?", giré el rostro para ver si no estaba perdiendo la razón, y me sorprendió encontrar que a mi alrededor y debajo de mí, habían aparecido pequeñas flores blancas.

El cálido aliento de Popp golpeo suavemente mis pechos, (que ya no tenían la protección del camisón), y arqueé mi cuerpo al tiempo en que gemí más fuerte, al sentir como los recorría con sus labios.

"Sólo me está besando y ya siento que estoy llegando al paraíso", grité su nombre y me puse a acariciar su cabello para tratar de calmarme, pero es un hombre que se toma su tiempo en explorarme y si esto continúa, voy a morir antes de unirnos.

-¡Popp, por favor! -le supliqué después de unos desesperantes minutos en los que se dedicó a besar y acariciar mis pechos.

El muy malvado ni siquiera me respondió. Lo único que hizo fue bajar el camisón hasta que me lo quitó completamente y sin perder tiempo, fue besando mi abdomen y descendió hasta mi ombligo, pero ahí ya no pude más y con un grito bastante vergonzoso, dejé que la ola de placer se liberara al fin.

"Es bastante hábil", es lo que pensé mientras mi cuerpo seguía retorciéndose por las exquisitas sensaciones que había provocado sólo con su manera de besarme y de tocarme, "aquella vez debí parecerle una mujer torpe porque no pude conseguir que se liberara, como él acababa de hacerlo conmigo".

-¿Te encuentras bien, Maam? -me alzó y mis pechos desnudos tocaron su piel que estaba increíblemente caliente -¡respóndeme, por favor!... ¡dime que no hice algo que te lastimara!

Esas palabras me obligaron a calmarme para poder mirarlo, y al hacerlo lo encontré observándome con preocupación.

"¿Acaso no entiende lo que acaba de pasar?... pero si él y Astrid tuvieron intimidad y ya debería saber lo que sucede con el cuerpo de una mujer que llega al clímax del placer".

-¡Estoy bien! -le respondí con mi cara totalmente roja de la vergüenza -Popp, ¿tú no...

-Yo, ¿qué? -preguntó al ver que no iba a completar la pregunta.

-¿Quieres saber lo que me pasó? -asintió enérgicamente -bien, entonces...

Estaba muerta de miedo, pero empiezo a creer que de los dos, yo soy la más pervertida, y lo comprobé al dejarme caer de nuevo en la cama de flores, sin importarme que me encontraba completamente desnuda.

-No seré capaz de resistir otra ronda de besos y no quiero desmayarme antes de ser tuya como siempre he querido -a pesar de la vergüenza, separé mis piernas y sin dejar de mirarlo, extendí mis brazos -¡ven y cumple el deseo que te pedí aquella noche!

Popp me recorrió con la mirada y me dio ternura ver que su cara adquirió el mismo color rojo que tengo yo en la mía, pero lo que más me gustó, fue ver que su pecho también subía y bajaba debido a su respiración inestable.

Tardó tanto en moverse, que me preocupó que hubiera caído en trance, pero al intentar levantarme, se puso de pie y fue mi turno de quedar estática, pues se quitó la ropa que le faltaba y de nuevo lo estaba viendo totalmente desnudo.

"¡A ti si se te nota lo mucho que me deseas!, además, los años realmente te favorecieron... si antes pensaba que eras hermoso, ahora siento que no hay una definición que se acerque a lo que en verdad eres... salvo el hombre de mis sueños".

Dejé de pensar nuevamente, al verlo ponerse de rodillas para irse acercando a mí como un felino al acecho.

Teníamos centímetros de separación, pero fui capaz de percibir el calor que estaba emanando su cuerpo, y en consecuencia, el mío también empezó a desprender un intenso calor.

-No tienes idea de lo mucho que te deseo -sus calientes manos sujetaron mi cintura, y tuve que colocar las mías en sus brazos para no caerme -bueno, quizás ya te diste cuenta porque no soy nada discreto -sonrió al momento en que se me ocurrió bajar la mirada -me gusta que admires todo de mí, pero le pones más atención a otra cosa y no sé si alegrarme, o enojarme.

-Tú... -inhalé aire porque esto me quitaba el aliento -...tú también te has dedicado a ponerle más atención a otras cosas de mi cuerpo, y no puedes negarlo porque desde que nos conocimos, siempre que tenías oportunidad, los tocabas descaradamente.

-Eso fue por accidente -se acercó más y me volvió a acostar en la cama de flores -no niego que no es fácil no notarlos cuando usas ropa ajustada, pero no es lo único que consigue despertar mis deseos de hombre -puso sus brazos al lado de mí y separó un poco más mis piernas para acomodarse en medio -son tus besos llenos de pasión, los que obran la magia de enloquecer mis sentidos.

Bajó su cuerpo y con timidez elevó mis piernas.

Los dos jadeamos con el contacto de nuestra intimidad y como lo abracé fuerte, su cuerpo aplastó el mío.

-¡Perdón, yo... -iba a quitarse, pero lo mantuve en esa posición gracias a mi fuerza.

-¡No sigas escapando!, si es verdad que me deseas, no me tortures más -atrapé su cadera con mis piernas.

-En este momento estoy demasiado excitado y no puedo prometerte que lograré controlar mis ansias.

-No quiero que te controles... ¡quiero que me ames hasta que ninguno pueda más!

-¡Maam! -me dio un beso muy breve y luego acarició mi rostro -antes quiero decirte lo mucho que te amo. Esto no es lujuria... es un gran amor que siguió haciéndose más fuerte a pesar de los años en los que no estuvimos juntos.

-¡Lo sé! -delineé su cara con mi dedo -mi amor por ti, también se hizo más fuerte, aunque no estabas conmigo.

-¡Te amo, Maam! -empezó a unirse poco a poco a mí -¡siempre voy a amarte! -puse mis manos en sus hombros cuando llegó al sitio que ya no podría evitar que me hiciera suya -¡eres el más precioso regalo que la vida pudo ofrecerme!

Empujó su cadera y finalmente nos hicimos un solo cuerpo.

Aunque el dolor fue tan grande que incluso me llevó a clavar mis uñas en su lastimada espalda, no logró disminuir mi felicidad de sentirlo por primera vez.

-¡Maam! -todos sus músculos se tensaron, y al abrir mis ojos, lo vi mirándome con una mezcla de miedo e incredulidad.

-¿Qué... qué pasa? -le pregunté con mi voz entrecortada, y me pareció que su mano estaba temblando al retirar lágrimas en mi rostro, que no sentí que había derramado.

-¿Cómo es posible?... ¡tú eras... -sus ojos se cristalizaron y ahí entendí lo que pasaba.

-¡Sí lo era! -ahora fue mi turno de limpiar sus lágrimas -el futuro no me importa si tú no estás conmigo, por eso no acepté pertenecerle a un hombre que no amo... el mundo podría destruirse hoy mismo, pero jamás traicionaría mi deseo de ser sólo tuya.

-¡Maam! -dejó caer su cabeza en mi hombro y sus lágrimas lo mojaron porque estaba desconsolado -¿por qué no me lo dijiste?... ¡habría sido más tierno para que no sintieras dolor!

-No me dejaste hacerlo, y ¿cómo es eso de ser más tierno? -masajeé su cabello para reducir su pena -Popp, tú podrías haber sido todo lo tierno que quieras, pero este es un dolor por el que todas las mujeres tenemos que pasar.

-¡Eres una mujer maravillosa!... yo no merezco todo lo que haces por mí -se incorporó para mirarme y me dolió más verlo tan devastado -te he hecho sufrir incontables veces. Siempre antepongo el bienestar del mundo, sobre el amor que me ofreces, pero tú sigues perdonándome y tratas de minimizar mis errores.

-Tú hiciste lo mismo por mí... te maltrataba por miedo a mis sentimientos y soportaste el dolor de verme caer en la ilusión de un falso enamoramiento -esa verdad me hizo llorar.

-¡No mi amor!, ¡no llores más! -puso su frente en la mía -no sé cómo voy a compensar cada lágrima que has derramado por mí, pero esta vez nada me detendrá para cumplirte esta promesa.

-Podrás empezar a compensarme, continuando en lo que estábamos -le dediqué una sonrisa sensual, y aunque sus lágrimas seguían saliendo de sus ojos, me devolvió la sonrisa.

-¡Está bien!, pero seré muy cuidadoso y será una sola vez.

-Lo de cuidadoso te lo acepto, pero no creo que sea una sola vez -besé sus labios y lo apreté para motivarlo.

-Será una sola, señorita -también me besó y empezó a moverse con suavidad -siendo tu primera vez, no es recomendable excederse.

-Ya no soy señorita, y si eres igual de bueno en hacerme el amor, como lo eres con tus besos, sé que esto durará muchas horas.

-Tienes la habilidad de mantenerme deseoso todo el tiempo, pero aunque ansíe hacerte mía hasta la saciedad, no lo haré por tu bienestar.

-¡Eso quiero verlo, amor mío!

Con un beso que demostraba el inmenso amor que nos tenemos, comenzó el más hermoso momento de toda mi vida.

Popp es un hombre con una gran pasión, pero tiene también una hermosa alma llena de ternura, que es capaz de provocarme una vorágine de distintas emociones; lujuria, placer, dulzura y amor puro.

Ambos parecíamos bailar un vals sensual, que aumentó de intensidad entre más veces llegábamos al paraíso.

Los dos nos tocábamos ya sin ningún tipo de vergüenza y cuando fue mi turno de besar su cuerpo, la luz de mi aura nos cubrió, pero ni eso me distrajo de mi propio deleite y seguí besándolo hasta que llegué a su espalda.

"No sólo quiero curar las heridas de tu cuerpo. También quiero curar las heridas de tu alma", me puse a besarle amorosamente su espalda e increíblemente las heridas fueron desapareciendo.

Popp no se dio cuenta de lo que pasaba, porque se encontraba sumido en las sensaciones placenteras que le estaba proporcionando.

"En verdad eres tú quien detona mi poder celestial", lo giré para besarle su pecho, "si lo hubieras aceptado, tal vez habrías ideado otro plan para enfrentar a ese enemigo que quieres vencer, sin la necesidad de separarnos", el miedo a que le suceda algo malo hizo que volviera a llorar, "¡por favor, dios de los humanos!, ¡no permitas que lo pierda de nuevo!... es mi felicidad, y ahora que conozco la manera tan hermosa que tiene de amar mi cuerpo y mi alma, sé que no lograré sobre ponerme si lo alejan de mi lado".

Popp me escuchó llorar y cambió la posición para que de nuevo quedara sobre mi cuerpo.

-¿Por qué sigues triste? -masajeó tiernamente mi cabello.

-Es que cada que pienso que seré feliz, algo sucede y te alejas de mí -escondí mi cara en su pecho -me haces conocer la inmensidad de la felicidad, pero luego me dejas sola y tengo qué conformarme a vivir de los recuerdos.

-¡Nunca más volveré a dejarte, lo... -lo callé al colocar mi dedo en sus labios.

-¡No quiero promesas, quiero hechos!

-¡Los tendrás!, porque después de este momento tan hermoso, ni siquiera yo seré capaz de vivir sin ti.

-¡Ámame! -supliqué con desesperación -¡ámame hasta que no pueda más!, y ¡por favor!, ¡no te vayas, aunque me veas dormida! -me aferré a su cuerpo y me mordí el labio para no gemir al sentir la fricción de nuestros pechos -quiero que me despiertes con un beso para que me devuelva la energía y así continuar amándonos.

-¡Tendrás todo lo que me pidas! -empujó delicadamente su cadera y esta vez no pude callar mi gemido por las olas de placer que envió en mi interior, pero él también gimió y los dos nos miramos sonrientes -¿sabes por qué estoy muy seguro que esto durará toda la noche? -negué porque en serio, no lo sabía -porque el aura celestial que estás liberando me devuelve la fuerza, y al combinarse con el deseo que siento por ti, soy capaz de amarte sin descanso.

-Es bueno saberlo -pensé que no se dio cuenta de mi aura, pero fue lo mejor, así que capturé su boca con la mía y aunque fue difícil hablar porque no quería dejar de besarlo, dije las últimas palabras que pude articular antes de perderme en el mar de la pasión -¡te amo, Popp!, ¡te amo más que a mí misma!

-¡También yo te amo, Maam! -su tierno beso fue un contraste muy grande, con el movimiento ansioso de su pelvis -¡te amo más que a mí mismo!

Popp me hizo el amor con una maravillosa dulzura combinada con la pasión. Nunca dejó de decirme lo feliz que estaba por haberlo elegido, y que soy su más grande amor.

Gracias a eso, poco a poco todos mis miedos fueron desapareciendo.

Siempre digo que tengo determinación, pero esta vez no se tratan de promesas vanas.

La luz de mi aura nos envolvía sólo a nosotros, pero era tanta la dicha que sentía al ser amada por el hombre que adoro, que mi felicidad la hizo crecer hasta que se expandió más allá del lago.

"¡Eres la fuerza y la esperanza de mi corazón!, por eso voy a protegerte porque sin ti, no hay nada que valga la pena".

Esa noche no dormí, pero ¿quién necesita hacerlo, cuando estás viviendo el sueño más hermoso de tu vida?

*****

Hola de nuevo!!

Como habrán leído, no es un capítulo fuerte, (es cursi, pero tranquilo).

Esta aclaración la hice en la otra historia, pero los comentarios del escritor casi nunca son leídos, así que les reitero lo que dije.

Siendo un fanfic de una serie para adolescentes y adultos, suavizo los momentos y es ahí que me paso de cursi. Lamento si lo sienten exagerado, pero es una falla que siempre tengo y que he ido corrigiendo de a poco, (antes era peor).

Pasado mi momento explicativo, dejo los siguientes agradecimientos.

BetheDiaz, me agrada mucho leer tus comentarios y me alegra más saber que te sigue gustando la historia, pero también puedes decirme lo que no te llegue a gustar. Eso ayuda mucho a no cometer los mismos errores en los siguientes capítulos o corregir lo que se pueda.

No te presiones con la lectura. Soy la primera en entender lo que es contar con poco tiempo debido a tantas responsabilidades, por eso siempre les agradezco que a pesar de todos sus pendientes, me dediquen unos minutos para expresarme lo que piensan de este trabajo que sigue adelante por ustedes, los lectores.

De corazón espero que te guste este capítulo. No tiene muchos momentos relevantes y tal vez le faltó más romanticismo, pero puse toda mi imaginación para poder darles algo bonito.

Muchas gracias por tu tiempo y comentarios.

Estefania, qué bueno que te gustó Junior, (como no te iba a gustar, si como bien dices, es igual a su padre).

Es raro que no te llegara el aviso del capítulo anterior, pero me alegra que aun así pudieras leerlo.

Ya di una pequeña explicación de este capítulo y sé que cuando lo leas, tendré de ti una felicitación o un regaño porque le "faltó más pasión", (no me enoja que me lo digas, te lo juro).

Tú sí has leído las historias en las que trabajo en conjunto con Damq Roma, y si quieres le digo que me ayude a hacer un capítulo con su manera de narrar esos momentos, pero tendría que subirle la restricción de edad porque ese hombre sí se salta las normas del decoro.

Gracias por tu apoyo y disfruta tu viaje de vacaciones.

También les agradezco a los demás lectores que siguen leyendo la historia.

Nos leemos si se puede en una semana, o si no, en dos, (ese será mi límite de retraso).

Hasta luego!!


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