AMOR CONSOLIDADO P2
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO MAAM
La luz dorada me envió al claro de la villa de Nayle.
En ese momento estaba dominada por la desesperación de haber abandonado el lugar en donde se encuentra el amor de mi vida, y estúpidamente corrí para tratar de encontrar algún portal que me llevara de nuevo a su lado, pero choqué con algo y caí al piso.
-¿Siempre eres así de descuidada?, recuerdo que antes eras bastante hábil -la voz que ansiaba escuchar me habló con un poco de burla, no obstante, me levanté con una sonrisa, pero mis mejillas se enrojecieron al ver que se trataba de la parte maligna de Popp -¡vaya!, ¿te apenas frente a mí, pero te descaras con el idiota?
-También me descaré contigo y no puedes negarlo -su burla tocó mi orgullo y me le acerqué hasta que casi no quedó un centímetro de espacio entre nosotros -fue bueno practicar contigo para mejorar los besos que le di al Popp bondadoso. Al menos de esa manera, conseguí despertar en él, la pasión que supuestamente te llevaste tú.
-Tienes talento -acarició mi rostro y mi cuerpo sufrió un aumento de temperatura -si fuiste capaz de despertar la pasión del serio de Hyunckel, es lógico que enloquecer al idiota te sea más sencillo... es tan ingenuo, que sigue cayendo ante tus juramentos de amor.
-¿Por qué quieres herirme? -alcancé a tomar su mano cuando quiso alejarla -si leíste mi mente, ya deberías saber la verdad... sólo tú eres el hombre de mi vida, ya sea en tu versión buena o maligna.
-Lo hago porque no lo creo. Ese niño no apareció de la nada. Hay un proceso, y aunque la parte idiota de mi alma me cae muy mal, tiene mi cuerpo base y cuando regrese a él, no voy a tolerar seguir siendo un imbécil que acepta que siempre corras a los brazos de tu antiguo amor.
-Te llevaste todas sus dudas que se acrecentaron con las energías negativas -aproveché el pequeño espacio entre nosotros para abrazarlo de la cintura -podría demostrarte aquí mismo que estás equivocado, pero tendrás qué conformarte con descubrirlo cuando el Popp bueno me conceda el deseo que dejó pendiente hace cinco años... Sus ojos, son tus ojos, tus labios, son sus labios, el tacto de sus manos también son las tuyas -para reafirmar mis palabras, coloqué su mano en mi mejilla -ves, escuchas y sientes lo mismo, por eso serás testigo de que nadie ha podido arrebatarte lo que te pertenece sólo a ti, y que te ofrezco porque así lo quiero.
-¿Desde cuándo te volviste tan desinhibida? -no era un reclamo, sino una expresión de sorpresa y admiración.
-Desde la noche en que me rechazaste. Además, mi etapa de inmadurez ya pasó... Ahora soy capaz de pedir lo que deseo sin ningún tipo de vergüenza.
-¡Vaya que sí!, pero ¿serás capaz de olvidar que he asesinado a inocentes y que lo seguiré haciendo hasta que no quede ninguno de tus amigos?... la decepción mata el amor.
-Mi respuesta es muy sencilla -besé la palma de su mano y sonreí al sentir su tensión -si te condenan al infierno, con gusto iré contigo.
-Ni él, ni yo, te lo permitiríamos -en esta ocasión usó el mismo tono melancólico que el Popp bueno -todo lo que hacemos, lo hacemos más por ti, que por cualquier otra persona... Estar en el infierno jamás nos asustará porque es un precio muy pequeño si tú estás bien -acarició tan delicadamente mi mejilla, que casi me pongo a llorar por la ternura que me transmitió -pero aun así, no te quiero cerca -sus energías malignas regresaron con fuerza y se soltó de mí con brusquedad -verás que ese gran amor que quieres seguir defendiendo, no servirá de nada porque no me voy a detener para conseguir lo que se me ordenó... liberaré al dios demonio y pondré a tus pies los cuerpos inertes de tus amigos... quiero ver qué tanto me amas después de eso.
Se desvaneció tan rápido que no me dio tiempo a responderle.
"Te amaré todavía más", es la única cosa de la que estoy segura, sobre todo por ese breve momento en que me demostró su bondad.
Al regresar con mis amigos, decidí mantener en secreto lo sucedido con los dos Popp y ni la insistencia de Chiu para que le contara lo que pasó cuando desaparecí, me hizo desistir de no compartir algo que consideré sólo mío. Dai lo aceptó y les pidió a los demás que respetaran mis deseos.
A partir de ese día, los ataques del verdugo se intensificaron y nuestro grupo se trasladó al castillo de Papunika porque es un sitio protegido por una barrera celestial que Eira le colocó después de que nació Hyun.
El alter ego maligno de Popp, atacaba con fiereza las aldeas de los reinos donde viven nuestros amigos.
Las casas del reino de Terán fueron quemadas en su totalidad.
Merle estaba muy angustiada porque no sabía si su abuela había sobrevivido y como lo temíamos, nos llegó el informe de que murió junto a un grupo que no quiso salir de su hogar.
Esto avivó el coraje de Nova y los demás.
Identificar los objetivos era complicado. La demonio Koré desviaba nuestra atención para que no pudiéramos llegar al lugar exacto que sería reducido a cenizas.
Ella aparecía cerca de nosotros, pero era un señuelo que nos distraía con ataques de menor intensidad, mientras que su verdugo se trasladaba a otro lado.
Con tantos ataques, me fue imposible ir con el Popp bondadoso. El brazalete no quería funcionar y pasé días muy difíciles porque me aterraba el pensar que no lo vería más. Lo único que me ayudaba a no caer en la desesperación, era la presencia del verdugo, porque significaba que el Popp bueno también estaba vivo.
Era consciente de que no soy empática con el dolor de mis amigos, pero por una vez quiero pensar en mí, por eso me sentía feliz y sonreía cada que veía al verdugo. Los demás se dieron cuenta y me reclamaron mi falta de comprensión ante esta difícil situación.
Dai se mantiene callado, (lo ha hecho desde que inició todo). Él simplemente combate a los monstruos que nos atacan con magia astral, (que el verdugo les proporciona), y protege a todos los que puede con su barrera. Son raras las ocasiones en que acepta enfrentar a la versión maligna de su mejor amigo, pues la mayoría de las veces, son Larhart, Him y Nova, quienes hacen hasta lo imposible para al menos herirlo, sin embargo, jamás se le ha visto sangrar a pesar de que sí han llegado a asestarle varios golpes.
El odio hacia el verdugo está creciendo en el corazón de mis amigos, y temo que también en el de Dai, pero es que no quieren ver más allá de las cosas y pasan por alto las acciones de su enemigo. Yo en cambio lo he observado con detenimiento, y me di cuenta de que mi teoría de que esa alma contaminada por la maldad también tiene bondad, no es solamente un engaño que quiero creer.
Es fácil verlo porque cuando aparezco en el sitio de los combates, siempre reduce la fuerza de su magia y opta por irse, dándonos la oportunidad de salvar a los heridos de una muerte segura. Además, la espada de Dai y la de Nova, tienen la cualidad de liberar magia curativa celestial, (que es bien sabido que la envía el Popp bondadoso).
"Tengo qué encontrar una forma de ir a verte para que se confirme mi teoría", era mi pensamiento diario.
Un día en especial me levanté muy animada y después de desayunar, fui a arreglarme.
Al mirarme en el espejo, sonreí porque a unas semanas de estar luchando constantemente en contra de cientos de monstruos que la bruja y su verdugo nos envían, mi cuerpo empezó a recuperar musculatura y mis ojos dejaron de tener ojeras porque el cansancio me hace caer rendida y duermo entre seis y ocho horas todas las noches.
-¿Cómo puedes sonreír con tantas fosas que tenemos que cavar diariamente? -la voz de Leona sonó enojada y decepcionada -¡no!, no me respondas... Chiu ya nos contó que cada que aparece el verdugo, sonríes y tus ojos brillan como hace años no lo hacían -se me acercó y sujetó mi brazo con fuerza -¡es un maldito asesino!, ¿crees que es justo que te sientas feliz, cuando otros lloran por la muerte de sus seres queridos?... incluso Dai no quiere usar su espada para ir con la supuesta alma bondadosa de... de Popp -le costó bastante pronunciar su nombre porque ahora todos le llaman "verdugo" -mi querido Dai al fin está entendiendo que es necesario aniquilarlo... si esa alma muere, el verdugo también morirá.
-¡Si lo mata estaría cometiendo una injusticia! -me solté sin nada de delicadeza y Leona me miró acusadoramente.
-¿Y las muertes que ha ocasionado no son injustas?
-¿Cuántos cuerpos completos has enterrado?... ¡ninguno!, ¿verdad? -Leona se desconcertó y caminó hacia atrás -lo único que has recogido son cenizas de personas que se desintegran sin que alcancemos a ver quiénes eran, y son esas las que colocas en las fosas.
-¿Qué intentas decir?
-¡Dame este día libre y sé que podré confirmar lo que sospecho!
-El verdugo no descansa ni un día y si tú no estás cerca, no nos daría tiempo a... -se quedó callada al entender sus propias palabras.
-¿Por qué un asesino se detiene al ver a una persona?... el amor que le tienes a Dai es grande, ¿no? -asintió con la cabeza -tan grande como para no querer lastimarlo o permitir que te vea haciendo algo que sabes que lo decepcionaría, ¿no es así? -volvió a asentir -pues es lo mismo con el verdugo... Él me ama tanto, que no quiere herirme con sus acciones y si estoy en lo correcto, ¿me puedes decir en dónde encuentras la maldad, si lo único que tus ojos han visto son casas arrasadas por el fuego y unas pocas personas con heridas que no ponen en riesgo sus vidas?
-Pero ¿y los que no encontramos?... es lógico pensar que están muertos.
-Quizás sí, o quizás no... Popp jamás reveló ni uno sólo de sus planes y pienso que está pagando su egoísmo consigo mismo.
-¿De qué hablas?, ¿cómo qué consigo mismo?
-Ahora es él al que le ocultan las cosas y se lo merece -pasé a un lado de ella para ir a buscar algo en el ropero -¡oye!, ¿crees que este vestido me quede bien? -le mostré uno que es para una fiesta, pero de un color rosa un poco llamativo.
-¿Es enserio? -su cara se puso roja por el enojo -¿me estás preguntando algo tonto, en un momento tan delicado?
-Hoy es un día importante para mí -aventé el vestido dentro del ropero -¡es mi cumpleaños! -lo dije contenta.
-¿Tu cumpleaños? -se tapó la boca -¡es cierto!, ¡discúlpame Maam!, con tantos problemas no me acordé.
-No importa. En realidad, sólo quiero saber si la persona que amo sí lo recuerda -seguí buscando un vestido aceptable.
-Te estás volviendo más directa que yo -se cruzó de brazos y negó cuando le mostré otro vestido -si nos ataca el verdugo, espero que no te pongas a llorar porque querrá decir que te equivocaste.
-No nos atacará, ¡ya lo verás!
No debería tener tanta confianza, pero quería creer en lo que dije.
Como no encontré nada bonito, decidí buscar más tarde y mejor salí al patio para despejar mi mente, (es que Leona no dejaba de regañarme y ya estaba harta de sus reclamos).
En la soledad del bosque de Papunika, me permití llorar porque no sólo no he visto al hombre que amo, tampoco he ido a visitar a mi pequeño Junior.
Skadi había dicho que Dai trajo consigo un objeto que me dejaría ir a su lado, pero su espada no ha logrado enviarme por más que lo he intentado y en mi desesperación, también traté de usar la espada de Nova, la cual tampoco funcionó.
-¡Quiero verte, hijo mío! -una de mis lágrimas cayó en mi brazalete y una luz dorada me deslumbró.
Al abrir los ojos, sonreí porque me encontraba en la ilusión del lago, (creo que estoy aprendiendo a diferenciar el mundo real, de las ilusiones o el plano astral).
-¡Mami! -el grito de mi hijo alegró mi corazón y me dejé caer en el piso con los brazos abiertos -¡te extrañé mucho! -me dio un sonoro beso en la mejilla cuando nos abrazamos.
-¡También yo te extrañé! -le di un beso en su frente -¿cómo has estado?
-¡Bien, mami!, aunque algo triste porque no he podido verte a ti... por cierto, mi papi ha estado raro.
-¿Cómo que raro? -caminé a una roca para sentarme con él sobre mis piernas.
-Tiene días caminando alrededor de la roca, como uno de esos animalitos enjaulados que me enseñó en una pintura la amable mujer.
-Mi pobre Popp -exclamé con pena -ese lugar en donde está es horrible, y debe sentirse muy solo.
-Sí. Mi papi está muy solito porque el tío Dai ha dejado de visitarlo... A veces desaparece por completo y el espejo no me muestra a donde va.
-Tu padre hace viajes astrales. Supongo que por eso no lo vez en algunas ocasiones, pero... -una duda nueva apareció -¿es algo común que haga eso?
-Sí... lo hace seguido.
-¿Sólo Dai y yo hemos visitado a tu papá?
-A ti tampoco te vi -su mirada demostró confusión -¿tú has ido con él?
-Una vez... ¿en serio no me viste?
-No... el espejo no me muestra todo lo que hacen, pero en el caso de mi papá, si he llegado a verlo desaparecer de la roca y tarda mucho en regresar.
-Bueno, ya se lo preguntaré cuando lo vea.
-Mami -de pronto se puso muy rojo -¿po... podrías decirle a mi papi que quiero verlo?... es que la amable mujer me dijo que no me quedaré mucho aquí y que cuando desaparezca, olvidaré todo lo que pasó en este lugar.
-¿Qué dices? -le hablé con desesperación y el pequeño se asustó -¿cuándo te dijo eso?
-Poco antes de que tú llegaras.
-¡Esa maldita bruja! -me puse de pie y bajé a mi hijo de mis brazos -¡escucha Junior!, no le hagas caso a esa mujer. Tú no desaparecerás porque ni tu padre, ni yo, lo vamos a permitir.
-Ella dijo que era necesario porque es la única manera de estar con ustedes.
-¿De estar con nosotros?, ¿será posible que... -ahora fueron mis mejillas las que se colorearon.
-Quiero estar con ustedes y no me da miedo desaparecer, pero me gustaría ver a mi papi antes... ella dijo que si me ve, luchará por vivir para quedarse con nosotros... ¡yo quiero que mi papi esté contigo y conmigo!
-¡Lo estará!... no sé cómo podré traerlo, pero te juro que lo verás -le di otro beso en su frente y el brazalete resplandeció -creo que debo irme, cariño mío -mi voz se cortó debido a la tristeza de volver a dejarlo
-¡Está bien, mami!
Ambos nos abrazamos por un largo tiempo y con un último beso en su mejilla, el brillo dorado me regresó al bosque de Papunika.
-¿Luchar por vivir? -repetí esas palabras con miedo -ella quiere que vea a Junior para que luche por mantenerse vivo, pero si es así, entonces él... -apreté los puños -¿por qué siempre piensas en morir para protegernos, en lugar de aferrarte a la vida para vivirla con nosotros?
Ponerme a llorar hubiera sido algo común, pero decidí no hacerlo porque eso no resuelve nada.
Popp será muy valiente, sin embargo, su valentía está orientada en salvar a los demás, así que yo tengo que ser valiente para salvarlo a él, y no voy a aceptar perderlo para siempre.
Con esa decisión anclada en mi mente, suspiré y me obligué a olvidar el problema, (al menos por el momento).
Miré hacia el cielo y deduje que ya era mediodía, así que pensé en ir a visitar a mis suegros para saber cómo estaban.
En esta ocasión usé la pluma para trasladarme y al llegar a su casa, percibí un ambiente triste.
Jank no se encontraba y Stein lloró en mis brazos durante casi una hora.
La pobre estaba muy decepcionada por todo lo que ha estado haciendo el alter ego maligno de su hijo, pero se tranquilizó un poco cuando le conté mis sospechas, (con ella fui más clara que con Leona).
Stein limpió sus lágrimas y me abrazó para felicitarme por mi cumpleaños.
-No sé si lo que afirmas es correcto, pero al verte repuesta y con la misma sonrisa que tenías antes, quiero creer que es verdad.
-Confío en Popp con todo mi corazón -puse una mano en mi pecho -hasta su alma llena de energías negativas, tiene la capacidad de no dejarse manipular por la maldad -Stein me agradeció y por fin la vi sonreír nuevamente.
-Mencionaste que sólo viniste por un rato porque tenías que ir a celebrar tu cumpleaños -asentí contenta -¿tus amigos te harán una fiesta? -negué con la cabeza -¿tu mamá y tus vecinos te prepararon una comida? -volví a negar -entonces ¿en dónde vas a celebrar tu cumpleaños?
-En realidad, tengo la esperanza de que esto me conceda el deseo de llevarme junto al único regalo que quiero en mi vida -le mostré el brazalete y Stein abrió los ojos al ver que tiene el anillo de compromiso.
-Espero que si se cumple tu deseo, ese ingrato se esfuerce en compensarte todo tu dolor -tomó mi mano entre las suyas -aprovechando tu cambio de ánimo, quisiera preguntarte si no tienes inconveniente de que te entregue el regalo que iba a darte en la fiesta de cumpleaños de Popp.
-Desde que él regresó a mi vida, llenó a mi corazón de valor para enfrentarme a lo que sea, así que, ¡sí puedes darme ese regalo!
Stein se apresuró a ir por la caja que estaba en su cuarto.
Al abrirla me quedé sin aliento y con mis manos temblorosas saqué el regalo para admirarlo.
Un hermoso camisón color rosa pálido, de suave tela similar a la seda, adornado con distintas piedras preciosas, fue el hermoso regalo que Stein hizo con sus propias manos y que era idéntico al que Popp destruyó.
-Tardé mucho tiempo en hacerlo porque esas piedras no las encuentras fácilmente -sus dedos recogieron unas lágrimas que se derramaron por mi mejilla -una peregrina que apareció de repente en la aldea me ofreció vendérmelas y junté los cinco tipos, gracias a que venía cada año a entregarme una pequeña bolsa con una piedra diferente.
No puse mucha atención a la identidad de la mujer que le dio las piedras, porque me dediqué a admirar el camisón y enseguida supe en qué momento deseaba usarlo.
-¡Gracias Stein! -ambas nos levantamos del sillón y nos abrazamos -me disculpo de nuevo por no quedarme con ustedes a celebrar este día.
-No tengas cuidado, sólo espero que él se esfuerce en hacerte muy feliz.
-¡Lo hará!, él prometió que cumpliría todos mis deseos.
Stein sonrió con la misma esperanza y yo salí corriendo para trasladarme a mi casa.
Mi madre no preguntó nada al verme arreglándome con esmero.
Al ponerme el camisón, me sentí como en los tiempos en que dormía abrazada a Popp y anhelé que sí pudiera ir con él.
-¡Pareces una princesa! -por el espejo vi a mi madre detrás de mí -tengo emociones encontradas... Por un lado, estoy contenta de verte tan feliz, pero por el otro, me preocupa que la razón de esa felicidad te vuelva a lastimar.
-Yo ya no tengo miedo -le respondí mientras sujetaba mi cabello en una cola de caballo y luego le coloqué un bonito prendedor de flores blancas con rosa -Popp jamás será un ser malvado, ni siquiera por obligación... Su alma es tan pura, que es incapaz de herir a nadie, a menos que sea estrictamente necesario, y como soy consciente de eso, no volveré a dejar que me engañe -me levanté de la silla y giré para verla de frente -aunque quiera alejarme de su lado, yo siempre lo estaré esperando.
-Tus palabras podrían hacerme pensar que eres muy ingenua, pero te miro y siento que eres una mujer mucho más fuerte que antes, y no lo digo porque recuperaras tu fuerza física... La fuerza que transmites ahora proviene de tu corazón.
-Es porque fue mi corazón el que recuperó su esperanza -le di un beso en la mejilla y fui a mi armario a sacar una capa blanca -¡debo irme!, esta noche voy junto al dueño de esa esperanza.
-Si logras ese milagro, ¡dile qué su suegra está muy molesta con él y que cuando lo vea, lo golpearé con mi bastón de sacerdotisa!
-Mejor no lo prevengo... Sé merece cientos de golpes por haberse ido sin mí.
Mi madre asintió a mis palabras y con un último abrazo entre las dos, salí de mi casa para dirigirme al claro.
*****
ADVERTENCIA: El capítulo que sigue es para mayores de 18 años. Si eres adulto y no te gustan los temas de este tipo, igualmente puedes saltarlo.
Comentarios al finalizar la tercera parte.
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