La vida sigue. Para todos, sin excepción
Me gustaría aclarar esto antes de iniciar la historia.
Está historia está basada en otra que cree, es una secuela de "Juntos".
Si no leíste la anterior, no vas a entender NADA.
Sin nada que agregar, disfruta =)
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Era ya de noche, V estaba dormida, tranquila, sintiendo el calor de quién ella abrazaba en su cama. Esos momentos eran en los pocos en que la dron podría disfrutar de un poco de tranquilidad.
Se despertó de la nada, desde hace tiempo había estado teniendo sueños bastante... Familiares, por así decirlo.
Abraza a lo que sea que esté a su lado con toda su fuerza como si fuera lo que más amara en el mundo... Pero solo era su almohada, desde que él partió a otro mundo, es la única forma que tiene para no sentirse sola en las noches.
-Mentiroso... -dice V mientras suelta esa almohada-. ¿Por qué?... Juraste estar conmigo... Por siempre.
A pesar de no haber podido cumplir su promesa, no podía odiarlo, el intentó todo por ella. Dió su vida por ella y su bienestar, él la amaba y ella nunca dejó de hacerlo también.
-Como te extraño, N... -piensa V al borde del llanto. ¿Quien lo diría? Una dron tan dura y sería como había demostrado hace mucho tiempo, ahora no podía pensar en aquel dron sin que se le quisieran salir lágrimas en su visor.
Se puso un abrigo y un gorro y salió al exterior. Como siempre, ese exoplaneta estaba nevando con muchísima intensidad.
Camina por las calles de la naciente y próspera ciudad que los drones obreros habían construido después de todo el caos.
V se sienta en una banca y empieza a ver el cielo estrellado, contemplando cada una de las luminosas estrellas.
-¿Cuál de todas esas serás tú, N? -dice en voz baja V mientras las sigue observando con una sonrisa.
V no puede evitar recordar a N al ver el cielo, le llega tanta nostalgia... Esas noches en que salían a cazar drones obreros con la luna sobre ellos, cuando en la oscuridad de la noche ahí estaban ellos, en un rincón, apoyados uno en el otro dándose el calor y cariño que siempre necesitaron.
Yéndose mucho más lejos, cuando eran niños también habían recuerdos preciosos, tantas horas tocando al piano o quizá esas horas tan tediosas de estar limpiando aquella mansión, momentos que en su tiempo ellos odiaban, pero ahora, ella daría todo por siquiera vivirlo dos minutos.
V sonríe, pues ademas de esos momentos hermosos, siempre estaba N para sacarle risas, quizás también enojos, pero siempre con esa amabilidad que lo caracterizaba.
-v...
-V
-V...
-¡V!
V, quien estaba tan metida entre sus pensamientos, no notó que ya había amanecido, además, que tenía a su lado a un pequeño dron obrero.
-Demonios V... ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
-No lo sé... Unas horas, creo.
-Mmh... -Robbie voltea a ver la ropa que estaba usando la dron-. ¿Es el abrigo de N?
-Si... También su gorra de piloto jaja -dice V acomodándose la gorra.
-Ya veo... V, ¿Qué hacías aquí?
-Nada, estaba viendo el cielo.
-Estabas pensando en él ¿Verdad? -pregunta Robbie mientras toma asiento.
-Si... Lo extraño mucho...
-Lo sé, todos lo extrañamos, tú más que nadie, pero tienes que continuar tu vida. Te estás haciendo demasiado daño al no superar esto...
-¿Cómo superarlo?... ¿Cómo superas a quien fue lo único que tenías en tu vida?
-A él no le gustaría verte así.
-Y a mí me gustaría siquiera poder verlo... De cualquier forma.
-Hay muchas razones para seguir adelante.
-Él era mi razón... ¿Ahora qué me queda?
El ambiente se torna en un pesado silencio, ninguno de los dos sabe qué decir o qué hacer. Tras varios minutos de no pronunciar ninguna palabra V se levanta de su asiento.
-Ya me voy, Robbie...
-De acuerdo, V... Igualmente tenía que irme, hace poco descubrimos nuevos minerales en este exoplaneta. -dice Robbie mientras se prepara para seguir trabajando.
-Minerales... -V se queda quieta mientras tarta de recordar algo-. Robbie...
-¿Qué pasa? -pregunta Robbie quien nota a V algo extraña.
-No, no es nada...
-¿Estás segura? Te ves un poco... -Robbie es interrumpido.
-Estoy bien... Ya me tengo que ir. Cuídate, nos vemos luego...
-Bien... Cuídate, no hagas locuras... -dice Robbie un poco intrigado por lo que V le estaba por preguntar.
V llega a su "Casa", un cuartito con lo esencial. Rápidamente se acuesta y trata de buscar entre sus recuerdos aquellas palabras que le dijo esa persona que tanto daño le hizo.
–¿Qué tantas cosas me dijo? Algo de... Una tal Veronica... Luego... Un mineral... Mineral de... –V es interrumpida por ruidos afuera de su hogar–. Tan temprano y jodiendo...
V se levantó y revisó por la ventana a ver qué provocaba tanto ruido. Eran simplemente unos niños jugando en la calle, algo tan normal para cualquiera, pero a V le dolía, le dolía pensar en que N y ella quizá hubieran podido tener una linda familia.
No puede evitar "derramar" una lágrima, que realmente simplemente es una lágrima dibujada en su visor, pero dolía, y dolía mucho.
–Te traería de vuelta de cualquier forma, N... De cualquier forma –dice V mientras se acuesta en una esquina. Tristemente esta vez no tendría a nadie en quien acurrucarse.
Con el rato se durmió...
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V se despierta encadenada a una camilla en lo que pareciera ser una habitación de hospital, a su lado había una chica, era tan parecida que incluso parecía ser su versión humana.
V trata de romper las cadenas con las que estaba atada en la camilla con su cañón de plasma pero no le funcionaba.
–Por fin despiertas...
–¿¡Donde demonios estoy!? –dice V mientras intenta escapar de sus ataduras.
–La que estás viendo en la camilla es mi hija... Quedó en coma hace varios años tras un accidente, la hemos podido mantener con vida con la maquina... Pero no siente... No ve... No escucha –dice aquel hombre–. Pasé mucho tiempo pensando en una manera de traerla de vuelta, hasta que se me ocurrió ¿Que pasaría si la trajera de vuelta como un robot?
–¿Eh? –pregunta desconcertada V.
–Ustedes claro que no son normales, tienen conciencia, piensan, aman, odian, cosas que una maquina normal nunca podría hacer ¿Sabes por qué?
V solo lo ignora pero el sigue hablando
–Hace años descubrimos un material al que llamamos el mineral de la vida... Con el se pudieron hacer biomáquinas, maquinas vivas, basicamente un ser vivo pero de metal –esto último llama la atención de V–. Al descubrirlo, simplemente me vino a mi la idea de recuperar lo más importante en mi vida, mi hija.
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V se despierta bastante nerviosa de aquel sueño
–¡Mineral de la vida! Esa estúpida empresa tiene que saber cómo regresar a N... Si estaban planeando hacerlo con una humana, tienen que saber hacerlo con un dron...
V empieza a tener esperanzas. Formar una familia, tener una vida al lado de el, parece más posible que nunca, tristemente, había un problema.
–Pero... Destruimos la empresa... –las esperanzas de V desaparecen en un solo instante–. ¡Robbie! Él estuvo prácticamente toda su vida ahí, debe saber algo...
V rápidamente salió de su casa. No sabía dónde encontrar a Robbie, sus encuentros siempre eran casuales, no sabía dónde vivía ni donde trabajaba, eso provocado por su falta de atención a todo lo que ocurría en su vida. Empezó a caminar por las calles, normalmente sería tan sencillo como volar hacia su destino, pero últimamente se sentía tan agotada...
–¿Donde estaba trabajando Robbie? Ay, eso me pasa por no ponerle atención a nada... –Mientras V caminaba, por las calles nevadas y frías alcanza a ver un letrero, un poco cubierto de nieve–. Se busca personal en una mina... Seguro Robbie trabaja ahí.
Se dirigió a aquella mina. En el camino, aproximadamente a dos cuadras de aquella mina se encontró a un dron un poco familiar.
–Hola V ¿Cómo has estado?
–Hola Thad... Bien, supongo, ¿Y tú?
–Pues, también. Desde que Uzi ya no está las cosas ya no son iguales.
–Te entiendo... Más de lo que me gustaría.
–Y... –Thad es interrumpido por gritos y ruidos provenientes de la mina.
–¡Se derrumba! –Se empezaron a oír gritos de drones que salían de aquella mina.
–¡Thad! ¿Robbie está adentro?
–Aahh, sí. Dijo que hoy doblaría turno.
–Mierda... –V empezó a correr adentro de la mina buscando a Robbie–. ¡Robbie, dónde estás! –Mientras se seguía adentrando en la mina la estaba invadiendo una sensación bastante familiar.
Caminaba por lo que parecían ser pasillos, un poco desgastados, pero entre más se adentraba más recordaba.
–El búnker... Aquí peleamos con J y K. Pareciera que usaron el primer lugar que encontraron para hacer una mina... Idiotas –los pensamientos de V son interrumpidos por una roca que cae sobre ella, dañando severamente su visor–. ¡Mierda!
Volvió a su misión de encontrar a Robbie, corría por los pasillos desesperada con fuertes mareos. Robbie era su única y última esperanza de recuperar a su preciado N.
–¿¡V!? –dice Robbie quien alcanza a ver a V.
–¡Robbie, tenemos que irnos!
–¡Casi todas las salidas están
tapadas! –advierte Robbie bastante desesperado.
–Hay una que todavía está abierta
¡Ven! –V agarra a Robbie y empiezan a correr.
–V... ¿Qué le pasó a tu visor? –dice Robbie quien apenas nota el visor destrozado de V.
–¿Qué? ¿Todavía no se ha regenerado?
–V... ¿Desde hace cuánto no consumes aceite? –pregunta Robbie mientras sigue corriendo.
–No sé... ¿Días? –responde V todavía con dolores.
–Maldita sea... –mientras Robbie dice eso una roca casi les cae encima, el impacto hizo que V, quien apenas podía controlar su equilibrio, cayera al suelo.
Robbie ayudo a levantarse a la dañada V. Corrieron hasta que ya estaban a una distancia no tan grande de la salida. A los minutos logran salir.
V, empieza a escupir aceite, que sería lo equivalente a escupir sangre. No aguanta más los dolores y mareos, cae inconsciente en el suelo...
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Era una lluviosa noche en aquella mansión tan familiar, habitada de drones sirvientes y una familia.
V despierta ahí, empieza a caminar por los pasillos. Durante su camino se encuentra a varias caras familiares, Jenson, K, J... Incluso se llegó a encontrar a sí misma de niña.
–¡V! –decía una voz tan familiar y tan amada por V.
V voltea a ver rápido, si... Era N, de niño pero era N.
–V... ¡Te extrañé mucho!–dice N con una sonrisa.
–¡N! Yo también... No sabes cuánto –dice V con lágrimas en su visor. Se lanza a abrazar a N... Pero lo atraviesa, como si ella fuese un fantasma–. ¿N?...
Ahí se dió cuenta de que el no la podía ver, realmente a quien saludó fue a la V versión niña...
–Nunca creí tenerme envidia a mí misma jajaja –dice con una ligera risa V, quien se ríe para no llorar...
–Que horrible es extrañar tanto a alguien que amas ¿No? –dice una voz familiar detrás de ella.
–¡Jenson! Pedazo de mierda– dice V poniéndose a la defensiva.
–Tranquila... Verónica.
–Vuelve a decirme así y te voy a apuñalar otra vez.
–Igual de carismática que siempre. Ahora entiendes todo lo que hice ¿No?
–¿De qué demonios hablas? Tú provocaste todo esto... Si no fuera por tu maldita culpa N estaría conmigo.
–Gracias a mí lo conociste, yo los creé, malagradecida.
V, producto del enojo, intenta golpear a Jenson, pero justamente se despierta, agotada y nerviosa en su habitación, con Robbie a su lado.
–Robbie...
–Maldita sea V ¡Casi te mueres!
–Yo...– V es interrumpida por Robbie
–¿Tú qué?, V, entiendo que lo extrañes, entiendo que lo amabas... ¡Pero ya no está!
–Tú no entiendes nada– responde V quien empieza a molestarse.
–¡Lo único que no entiendo es por qué te interesas tan poco tú misma! Pasaste días sin ingerir aceite, si no fuera porque me di cuenta podrías haber muerto... Lo peor es que posiblemente hubiera Sido encerrada en tu maldito cuarto, ¡Porque no sales en todo el maldito día!
–No tengo ganas de nada...
–¡Lo entiendo! Pero ¿De qué sirve que el se haya sacrificado si te quieres morir? Maldita sea V.
–El debería estar vivo...
–¡Pero está muerto! Y no puedes hacer nada al respecto...
Esto último fue lo que más dolió, lo que terminó haciéndola llorar.
–En serio... Lo extraño tanto. Más de lo que te imaginas...–dice V a quién casi no se le entienden las palabras–. Solo... Quiero traerlo de vuelta.
–Todos queremos que vuelva... Pero no podemos.
–Tal vez si...–responde V en voz baja.
–¿Cómo?–pregunta Robbie
–De hecho... Tú podrías ser de ayuda.
V empezó a platicarle a Robbie sobre lo que se acordó.
–Sabes V... Yo solo era un dron obrero. Nunca tuve acceso a información del mineral de la vida ni nada parecido.
–Lo sé... Pero si lo encontramos... Podríamos traerlo de vuelta.
–Mmh... Bien, te ayudaré. ¿Con esto te sentirás mejor?
–Si–responde V con una ligera sonrisa.
–Solo quiero que me prometas algo.
–Dime
–Si todo esto llega a significar un peligro grave para ti... Nos retiraremos.
–Pero... –V es interrumpida.
–N se sacrificó por ti, no puedo permitir que ahora seas tú quien muera por intentar traerlo de vuelta.
–de acuerdo, lo prometo, Robbie...
Algunos minutos después, Robbie se retira de la casa de V, pues ya era de noche. V se preparó para dormir, luego se acostó y como siempre abrazaba su almohada, intentando conseguir aquel calor que solo N le podía dar.
–Me encargaré de que podamos cumplir nuestra promesa, N...
Estaremos...
Juntos
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Ya extrañaba poner esa palabra al final de algún capítulo jaja...
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