Tarde De Película
La película aún no llevaba ni 1 hora de avance y el ambiente en la sala ya se estaba desbordando por culpa de las únicas dos personas que fueron a "verla".
Lincoln agradeció al señor de que no hubiera nadie más en esa sala. Sus nervios y cada vez mayor excitación le comenzaban a nublar la mente.
Esas lascivas caricias subían de intensidad. Dejaron de ser juguetonas, ahora iban con toda la intención de dar el mayor y anhelado placer.
Aquel bote de palomitas que tanto disfruto Luna, ahora yacía en el piso. Las palomitas esparcidas por el suelo junto con una bebida que accidentalmente tiro la mima Luna y, aun lado de la comida también tirada no accidentalmente su camisa, empapandose con la pegajosa bebida azucarada.
Las paredes del cine retumbaban con majestuosidad cada vez que una brutal escena de acción o algo que provocara un sonido fuerte aparecía, opacando oportunamente los gemidos de la rockera que no desaprovechó ninguna escena así para soltar sus propios sonidos sin miedo a que la escucharan.
Lincoln: *sonrojado* Cuando dije que quería... - interrumpido por un beso - experimentar lo mismo que... - otro beso - *exhalando* Otras parejas *mirándola con mayor deseo* No me refería a esto.
Luna: *sonrojada* Jaja. - sintiendo las sublimes caricias en sus pechos - Podemos parar. - tomando los brazos de él - Si es lo que quieres. *sonrisa juguetona*
Lincoln: *sudando* No. - apretando más los suaves pechos de su pareja -
El candente momento los hizo cometer un error, y es que al intensificar esas sublimes caricias, Luna no pudo evitar dejar salir un fuerte gemido, más que los anteriores. Un gemido que no pudo ser opacado por un sonido en la película ya que justo en ese momento no había ninguna escena de acción.
Con dificultad por lo nublada que se encontraba su mente, la rockera tapo su boca por la vergüenza.
Lincoln: *nervioso* ¿No pudiste dejarlo salir en un peor momento?
Luna: *sonrojada y un poco molesta* ¿Ahora yo soy la culpable? Tú eres el que no deja de tocarme tan intensamente. *desviando la mirada*
Lincoln:... Touche.
Luna: *volteandose un poco para ver si no había moros en la costa* Eso estuvo cerca. *aliviada*
Luna: Si crees que esto se va a quedar así. Déjame decirte que no te dejaré salir fácilmente de esta. *sonrisa pícara*
Lincoln: *tragando saliva*
Inclinando ahora la balanza, la rockera sin dejar que su novio dijera algo más, ella metió su mano en el pantalón de él. El primer contacto fue...
Luna: *tragando saliva* - Esto es mejor de lo que me imaginaba -
Tímidamente ella tocaba la entrepierna del ahora más excitado conejito. Poco a poco aquella timidez se iba desapareciendo y dejaba paso una vez más al deseo.
Lincoln: Espera, Luna. - tomando el brazo de ella para detener la acción - Por favor. No lo hagas. *nervioso*
Luna: *risa nerviosa* Solo un poco. ¿Si? *mordiéndose el labio*
Lincoln: *temblando* Sss-si lo haces, no podré contenerme.
Luna: *más sonrojada* Genial.
Lincoln: No quiero terminar haciéndolo en un cine. *risa nerviosa*
Luna: - acercando sus labios - Eso no pasará.
Lincoln: - Tengo un mal presentimiento -
Sin esperar otra respuesta de su preocupado novio, Luna comenzó a frotar con cierta dificultad la entrepierna de él.
Luna: - Este pantalón hace las cosas más difíciles -
En un movimiento rápido la estrella fugaz logro bajarle el pantalón y ropa interior al albino, para ahora si poder continuar con su deseo.
Anticipando el gemido que dejaría salir su enamorado, ella se inclino para besarle con pasión. Todo era mejor de lo que ellos se lo habían imaginado en sus momentos a solas. Las sensaciones; múltiples caricias, el calor de ambos que no disminuía, el golpeteo intenso del corazón, las miradas. Y la mente en blanco.
Tan concentrados estaban en el acto que la pareja nunca se dio cuenta cuando un empleado iba en dirección hacia ellos para ver si necesitaban algo más de comida.
Aun con cierta complicación para ver que era lo que estaban haciendo esos dos, el joven empleado siguió subiendo las escaleras, hasta que en otros de esos momentos en que la película dejo de hacer tanto ruido, él pudo escuchar con claridad los sonidos lascivos que provenían de los únicos espectadores. Detuvo su paso, se quedó viéndolos un poco más para confirmar si en verdad estaban haciendo lo que él se imaginaba y, con un enorme temor, alumbró a la pareja con la linterna. Jamás, jamás se le olvidaría al sorprendido y sonrodajdo empleado aquella escena. Incluso cuando solo vio por un corto lapzo a una joven inclinada haciéndole a su pareja uno de los más conocidos actos, fue suficiente para que él ahora asustado chico espabilara de allí antes de que lo descubrieran espíandolos. Torpemente bajo las escaleras con rapidez, intentando hacer el menor ruido posible, lo cual fue inútil ya que sí hizo ruido, pero no el suficiente como apara romper el lascivo y pervertido acto de la pareja.
Empleado: *respiración acelerada* ¿Esto es lo que mis compañeros de trabajo llaman bautismo de fuego? *recordando la escena*
La película seguía avanzado, y la ropa en el suelo seguía aumentando.
El alborotado peliblanco ya estaba por llegar a su límite, y aún con las ideas nubladas, logró formular una coherente oración para advertir a su novia de que si continuaba, algo más que ropa y comida iba a caer al suelo.
Por unos segundos ambos se miraron, esas exaltadas, nerviosas y felices miradas se conectaron. Dejando espacio a que pudieran aclarar su mente, ahora más que deseo y pasión, felicidad y tranquilidad envolvían a los dos. Con un poco de disgusto, la joven estrella dejo de hacer lo que estaba haciendo y, le brindo un cariñoso abrazo a su alegre conejito, quien no dudo en devolver el afecto.
Enorme esfuerzo estaban haciendo ambos para contener a la bestia. Claro que querían seguir con el sublime sueño, pero no, no podían, no era el momento ni el lugar donde concluir con ello...
Jaja.
Pero tú y yo lector sabemos como son las cosas en realidad. Cuando todo llega a subir tanto la temperatura como para nublar la mente, ya es tarde.
Ese dulce e inocente abrazo solo fue para esperar el momento indicado en que ambos pudieran liberar a la bestia.
En cuanto la escena de la batalla final hizo acto de presencia y los ensordecedores sonidos bélicos seguieron uno tras otro, Luna se dispuso a concluir con ese enorme impulso de pasión.
Con una mano ella sujetaba la entrepierna, y con la otra mano abrazo el cuello de su novio, todo mientras lo besaba. Lincoln no queriendo dejar que él fuera el único en disfrutar, tomo suave y a la vez apasionadamente los pechos ya sensibles de su novia. Asegurándose de darle las mejores caricias para el gran final.
El temblor por el estremecimiento del placer volvía las cosas más deliciosas.
Volviendo a conectar sus miradas lascivas, Luna dejo reposar gentilmente su frente con la de Lincoln. Ambos exhalando y dejando escapar uno que otro gemido por la acción. Intuyendo por las expresiones que hacía su lindo conejito, Luna calculaba cuanto más tardaría en llegar al clímax. Mordió de manera traviesa el labio del él y comenzó a frotar más y más rápido. El conejito no se quedo atrás, también le dio un buen final a su novia, un más que estimulante masaje, que en cuanto sintió él que ya estaba a punto del nirvana, deslizo sus manos hasta llegar a la punta de los pechos y los estiro lo suficiente como para hacerla venir también con él.
Las expresiones de los dos no se contuvieron, ni tampoco los sonidos.
_________________________
🎧 The Neighbourhood - Daddy Issues
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top