6|Pídeme una cita.
MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO Y COMENTARIOS.
H
a sido una fortuna que mi cumpleaños pueda celebrarlo este fin de semana y para manifestar mi alegría por cumplir dieciocho, enchufo mi celular con las bocinas que hay en la sala y las enciendo, de inmediato rebusco en mi lista de canciones donde tengo a Guns N'Roses, Queen y AC/DC. Soy pésima cantando en inglés, la emoción nadie me lo quita.
Al instante, las bocinas estallan inundando la casa de Rock intenso, es una fortuna que mi familia haya salido a comprar, ellos no me dejaron acompañarlos, así que ahora mismo bailo sobre los sillones descalza sin importar que esté usando mi pijama favorita de extraterrestres bailando cumbia.
Back in black suena y yo muevo el trasero imaginando que estoy en un concierto, agito la cabeza de un lado a otro dejando que mi cabello me golpee en el rostro.
Hoy es mi día y con esto ya la estoy pasando increíble.
Ahora salto del sillón y finjo estar tocando una guitarra imaginaria al mismo tiempo que suena el estribillo.
—¡Quiero escuchar esa bulla!
Cuando la música finaliza y le sigue Welcome to the Jungle.
Parece que me está dando un ataque de nervios o estoy siendo poseída, porque el ritmo se apodera de mi cuerpo y bailo sin cesar. Uso las ollas de cocina como batería y las espátulas como baquetas. ¡Ahora mismo debo estar volviendo loco a todo el barrio!
¡TOMA ESO BAD BUNNY Y CARTEL DE SANTA!
Que no sé por qué se llama así, si no aparece Santa Claus cantando hip hop y rap.
¡Me han estafado!
Mi concierto salvaje se ve interrumpido por varios golpes proviniendo de la puerta principal, así que de inmediato bajo el volumen y me persigno en dado caso que sea algún vecino furioso. Cuando giro la perilla y asomo la cabeza en el umbral, abro los ojos de sorpresa, ya que frente a mis narices está Elliot Salas, al principio está distraído y puedo apreciar lo guapísimo que es estando de perfil, reprimo una sonrisa embobada que tiene ganas de plasmarse en mi rostro y carraspeo para sacarle de su trance.
—¿A qué se debe su agradable presencia? —Comienzo a decir en un tono de diversión.
—¡Vengo a unirme a la diversión, Leti! ¡Feliz cumpleaños!
—Facebook te notificó, ¿verdad? No importa, muchas gracias, Elliot.
—Sí, de nada—admite rascándose la nuca —pero la verdad, Nadia fue quien me informó y me ha invitado a hacerte compañía. Así que, me ofrezco como regalo de cumpleaños, puedes hacer conmigo lo que quieras por hoy —realiza un baile ridículo con las cejas como de costumbre y blanqueo los ojos.
Sin embargo, lo invito a pasar.
—Que bueno que te ofreces, porque necesito que alguien lave el baño, ordene mi habitación y limpie el patio de atrás ya que está repleto de hojas secas, lo cual es molestoso porque las hojas son del árbol del vecino.
Él se ríe pensando que estoy bromeando, pero cuando se da cuenta que no le estoy siguiendo, deja de reír y traga saliva.
—¿Estás de coña?
—Nop. Así que, gracias por ofrecerte, iré por los productos de limpieza —reprimo una carcajada, porque es obvio que le ando tomando el pelo.
—Ah, no se vale, y yo que quería bailar contigo.
—¿Qué? —Me detengo en seco y giro sobre mis talones para verle el rostro.
—Estoy aquí desde hace veinte minutos viéndote desde la ventana como bailabas, iba hablar, pero fue entretenido —comienza a reír y frunzo las cejas a pesar de que siento como las mejillas me arden de la vergüenza —por cierto, bonito pijama, ¿es edición ilimitada?
—Oh, cierra el pico.
—Sabes que no puedo, Leti. Así soy yo y te encanta —me regala una sonrisa coqueta.
¡Claro que me encanta, pero no sigas que me sonrojo!
—Ahora si voy en serio con lo de limpiar el baño —recalco colocando ambas manos a los costados de mi cintura.
—Mejor me bailo un flamenco para ti, ¿qué te parece?
¡Sabe bailar flamenco! ¡¿Hay algo qué este hombre no pueda hacer?!
Sin esperar respuesta, corre en dirección a las bocinas, donde todavía suena la música, pero él le pone pausa y formo un puchero con los labios, de inmediato enchufa el suyo.
—Tengo el móvil repleto de música tradicional, venga ya. Soy buenísimo en esto —deja el celular en la mesita y comienza a zapatear al mismo tiempo que aplaude, mierda, pero que coordinación tan perfecta. —¿Qué te ha parecido?
—Creo que voy a necesitar clases de danza, ya.
—Vale, doy clases los jueves no cobro mucho —infla su pecho orgulloso. —¿Y qué se siente cumplir dieciocho ya?
Mientras me pregunta se va a la sala y se sienta en un sillón.
—Hasta ahora se siente bien.
—Ya eres legal —canturrea —así que puedes ir a la cárcel.
—Ya lo sé —me cruzo de brazos —pero no pretendo realizar actos vandálicos, genio.
—Yo solo comento, por si acaso —alza una ceja de manera dubitativo —pero también puedes hacer otras cosas siendo legal.
El tonito con el que lo ha dicho me da mala espina. Tuerzo el cuello sin saber que decir.
—¿Cómo qué?
—¡Ir a los clubes a bailar! Claro, siempre y cuando tengas tu identificación, porque con esa carita, parece que tienes quince y no dieciocho.
—Vaya, pero que gran alago.
—No hay de qué, bonita.
...
La fiesta empieza a las ocho, los invitados, que es nada más el resto de la familia y los vecinos comienzan a llegar, entre ellos la familia de Elliot.
Quedo anonadada al ver a sus padres, parecen salidos de una agencia de modelos, sobre todo su madre. Me quedo de piedra.
Él me saluda y me presenta su familia, no había tenido el honor de conocerlos hasta ahora, sin embargo, cuando llega el turno de Samuel, mi hermana se abre paso y blanqueo los ojos. Quiero que me trague la tierra y me escupa en la playita.
—Al parecer Nadia ha quedado flechada por Samuel —comenta Elliot —sería lindo organizarles una cita, ¿no crees?
—Ha estas alturas, creo que mi hermana se lo va a pedir —bromeo —ella no tiene vergüenza en mostrar sus sentimientos.
—¡Tú tampoco!, me has demostrado ser una tía bastante ingeniosa e inteligente, te mereces ese mérito.
—Gracias, Elliot
—No es nada, Leti.
—Hablo en serio —apoyo una mano sobre su hombro y le miro. A pesar de que el bullicio nos rodea, no es impedimento para agradecérselo —en verdad quiero agradecerte por lo bueno que has sido conmigo, tú has estado conmigo durante todo este medio año y en verdad lo aprecio, he aprendido muchas cosas estando contigo, eres la onda.
—Me vas hacer llorar —finge limpiarse una lágrima —sé que soy la onda, tía, mis padres se han encargado de que sea un chaval generoso —me guiña un ojo —gracias. Ahora, ¿ya puedo darte tu regalo?
—¡¿Tienes un regalo para mí?!, creí que eras tú el regalo.
—Es doble regalo —ríe.
—Wow, creo que yo tendré que esforzarme para darte uno en tu próximo cumpleaños.
—Ya estoy ansioso, pero ven conmigo —me tiende su mano y no dudo en aceptarla. Caminamos hasta llegar al patio de atrás enseguida quedo estupefacta por lo que veo frente a mis narices —¡Sorpresa! ¡Son danzantes de fuego!
No puedo más y comienzo a reírme a carcajadas, ha contratado un espectáculo de danzantes que juegan con aros y antorchas encendidas, le doy un fuerte abrazo porque en serio me ha gustado, aunque mi mente pensaba que él iba a besarme o pedirme una cita. Wow, tengo unas expectativas bastante altas.
—Me encanta, me encanta —le digo.
Mis padres no tardan en llegar a mi lado como el resto de los invitados.
—Creo que papá ya le puede dar la bendición a Elliot —me comenta Nadia y le miro asustada.
—¿Estás loca, Nadia?, no pretendo casarme a esta edad —acuso.
—Solo digo, porque parece cautivado por el morrito de tu novio.
—No es mi novio.
—Ajá, lo que digas.
—Eres un dolor de cabeza —me rio y ambas volteamos a ver el espectáculo. Elliot se ha unido y a pesar de que no sabe hacer malabares, él sujeta un palo en el que los extremos está encendido el fuego. —Creo que eso no es una buena idea.
—¡Mira Leti!
—Eh, Elliot estás que ardes —le digo.
—¡Gracias!
—No, Elliot, tu camisa se está incendiando.
Lo que viene después es Samuel corriendo detrás de su hermano menor cargando un cubo de agua.
Por fortuna ninguno de los dos sale herido.
Sin embargo, ha sido una fiesta bastante alocante. El mundo se tranquiliza cuando comienzan a cantarme el feliz, feliz cumpleaños.
—Ha sido una locura lo que has hecho —le recrimino a Elliot, su camiseta está despedazada, pero no parece importarle.
—No me lo recuerdes, en serio que lo tenía dominado —suelta un suspiro de decepción.
—Sin embargo, me encantado la sorpresa, si que sabes animar a uno. Eres un encanto.
Él me sonríe. Me siento a su lado y sigo disfrutando del pastel de galletas sabor chocolate que hizo mi madre.
—¿Sabes?, he querido hablar sobre un asunto en particular contigo, es una situación que ha estado rondando en mi cabeza desde hace tiempo y no estaba segura, pero ahora lo tengo claro.
—Pídeme una cita —me dice interrumpiéndome y voltea su torso para estar cara a cara y me rio —vamos, Leti, no andes con rodeos y pídemelo, voy a decir que sí.
Aprieto los labios, porque en verdad está pasando, no me molesta que yo se lo pida, es una buena oportunidad, además, acaba de dar su respuesta, pero a mí me encanta complicarme la vida.
—¿Ahora? ¿Aquí?
—¡Sí!
Le doy una última probada al pastel y lo dejo asentado a mi lado, me paso las palmas sobre el regazo porque estoy empezando a sentirlas sudorosas.
—Bien, Elliot, quisiera preguntarte si a ti te gustaría salir conmigo, podría invitarte a comer unas ricas maruchans o macarrones hechas en microondas.
—¿Hablas en serio? ¿Macarrones hechas en microondas? —Alza las cejas de manera divertida. —Me encanta la idea, solo déjame pensarlo.
Frunzo el ceño.
—¿Qué? ¿Hablas en serio?
—¿Cuándo saldríamos? Y lo más importante, ¿a qué hora irías a recogerme a mi casa?
Abro la boca anonadada.
—Que exigente, además quieres que vaya a buscarte.
—Pues tú me estás invitando —dice de manera burlona.
No le llevo la contraria.
—De acuerdo, sería mañana a las..., ¿cinco de la tarde?
—Vale, me encantaría salir contigo, entonces, tenemos una cita.
—Tenemos una cita —confirmo.
¡TENEMOS UNA CITAAA! ¡QUÉ ALG
UIEN LLAME A UNA AMBULANCIA PORQUE SIENTO QUE VOY A DESMAYARME!
MUCHAS GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ Y DEJARTE LLEVAR POR LA DIVERSIÓN.
La verdad ésta historia la cree con el fin de destrezarme un poco y reír junto a ustedes. ❤
Quiero agradecer a todos ustedes por tomarse la molestia de leerla, votar y comentar mucho. Ha sido una historia corta llena de situaciones lindas y súper locas.
Quiero agradecer de nuevo a CarlaSl04 por guiarme y enseñarme las expresiones que usan en España 🇪🇸, he aprendido mucho durante estos seis capítulos. ¡MUCHAS GRACIAS, BELLA! Te mando un abrazo enorme desde México. 🇲🇽
Gracias por darle la oportunidad a Leticia y a Elliot por hacerles un espacio en su coranzoncito. Son la neta del planeta. 💜
Gracias por sus comentarios. 💜
Han sido mi motivación en esta corta historia.
Les mando saludos y muchos abrazos.
¡Fuerzas!
Que el aislamiento (confinamiento) no les ponga de malas.❤ ¡Explotemos nuestra imaginación!
📒KHYL.
Hasta próxima. Tengo muchas historias en mi perfil por se animan a pasar! 😍
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top