III

Presente

Atsushi camino nervioso entre las personas que bailaban en la pista de baile, a pesar de ser solo las 14:00 pm, a dentro pareciera que ya era de noche, quizás así eran los bares.

Al final termino por desorientarse, no logrando dar con la puerta que Dazai le había dicho que abriera.

Terminando finalmente por quedar sentado en el bar del lugar, no sabía cómo preguntar donde estaba la puerta trasera. Se mordió el labio nervioso, realmente debería dejar de apoyar a su superior en estas cosas

Miro hacia la pista de baile, sonrojándose al observar como una pareja no dejaba de tocarse en la oscuridad del bar. En momentos como esto desearía que sus ojos de tigre lo dejaran tranquilo para no ver en la oscuridad.

Se miro las manos en cambio, queriendo salir corriendo del lugar. Decidido busco con la mirada a alguien a quien preguntar donde estaba la puerta que le solicitaron.

Aunque un golpe a su espalda lo sobresalto, miro hacia atrás encontrándose con la mirara del que había visto sirviendo alcohol

- Me llamo Jean, soy el cantinero de esta noche ¿Qué te gustaría pedir?

Atsushi lo miro aterrado, ¿Pedir que? ¿Tenía que pedir algo? No tenía dinero

- ¿Agua? – pregunto/dijo, nadie le había explicado lo que tenía que hacer en estos casos

Jean alzo una ceja ante la petición, este chico se veía realmente joven

- ¿Me das tu identificación, por favor? – Extendió la mano, sospechando que este chico no tenía la edad suficiente

Atsushi fue a buscarla en su bolsillo, recordando que había dejado todo en la agencia. Miro aterrado al cantinero, antes levantarse y salir corriendo, era su único método de lucha últimamente.

- ¡Alguien deténgalo! – Jean apunto a Atsushi mientras decía eso

El tigre era muy rápido como para que seguridad lo atrapara, aunque finalmente fue agarrado por la camisa antes de que lograra llegar a la salida.

Atsushi tropezó cayendo al suelo, sorprendido de que alguien lo pudiera detener. Seguro era uno de esos guardias robustos de la entrada

Aunque para su sorpresa se encontró con un chico pelirrojo que tenía el ceño fruncido

- ¿Qué haces aquí? – pregunto el pelirrojo extrañado

Atsushi suspiro al ver que ya no estaba en peligro

- Yo…estoy…- ¿Qué estaba haciendo? No podía de decir que se coló por la ventana – Estoy buscando a ¿Chuuya-san?

El pelirrojo levanto solo una ceja

- Aquí estoy – contesto este con simpleza

Atsushi se paralizó por completo levantándose del suelo.

- ¡Pero eres un chico! – el tigre no salía de su sorpresa

- Se nota que eres un buen detective – comento este girando los ojos, claro que era un chico, no había dudas de eso

Atsushi se sonrojo ante esa observación, mirando la mano del chico, notando que este efectivamente tenía una alianza en su dedo igual a la de Dazai

No era como se lo imagino, además de que pensó que era una chica, parecía bastante inofensivo, grandes ojos azules, más pequeño que él y aparentemente no fuerte, si no fuera por el hecho de que lo detuvo con solo una mano

Espera un segundo, ¿Cómo Chuuya sabía que él era un detective? Se paralizó, recordando lo que le había dicho Dazai

- ¡No me golpee! – grito tratando de salir corriendo de nuevo, siendo nuevamente detenido por Chuuya

- Cálmate, ¿Quién mierda dice que te voy a golpear? – Chuuya parecía realmente confundido

- Dazai-san – contesto Atsushi aterrado

El pelirrojo apretó la mandíbula enfadado

- Ese bastardo…- gruño molesto, soltando al tigre

En ese punto los guardias de seguridad ya lo habían alcanzado, aunque se detuvieron al ver Chuuya controlando la situación

- Nakahara-san, él es un menor de edad en el recinto – dijo uno de los guardias como explicación – Hay que expulsarlo

El pelirrojo lo despidió con un gesto de la mano

- Cálmense, es el subordinado de Dazai, seguro cayo en una de sus malditas bromas – comento Chuuya con una mueca

Extrañamente los guardias parecieron comprender, casi como si no fuera la primera vez, sin más, se alejaron resignados

- Niño – Atsushi miro a Chuuya ante eso, ¿No era el pelirrojo menor que él? – Tengo 24 años, tigre – espeto este molesto

Al darse cuenta de que lo había dicho en voz alta se sonrojo

- ¡Lo siento! Yo no quería decir eso ¡Lo siento!

- Cálmate – Chuuya alzo una ceja ante la palabrería de Atsushi- ¿Cómo llegaste aquí?

- Dazai-san me dijo que entrara por la ventana y le abriera la puerta trasera – contesto este de inmediato, retorciéndose en su lugar. Chuuya-san tenía mucha presencia

El pelirrojo rodeo los ojos

- No tienes que caer en sus bromas, niño – comento este con un suspiro agotado

- ¿Broma?

- El bastardo de Dazai tiene las llaves para entrar por esa puerta – explico Chuuya molesto – y de todas las malditas puertas de este lugar

Atsushi iba a comenzar a llorar de la vergüenza, nunca más en la vida iba a volver a confiar en su superior.

- ¿Dónde está el bastardo? – pregunto finalmente Chuuya tronando sus puños

El tigre miro el acto nervioso

- Dijo que me esperaría en la puerta del callejón

Chuuya parpadeo ante eso.

 - Es un idiota – contesto este con un suspiro – Ven… Te llamabas Atsushi ¿Verdad?

- Si

- Entonces, sígueme Atsushi, no puedes estar en estos lugares

Chuuya comenzó a caminar siendo seguido de inmediato por el tigre, que lo miraba curioso.

- ¿Chuuya-san? – pregunto entre el ruido del lugar - ¿Puedo preguntarle algo? - El pelirrojo lo miro confundido, pero asintió, sin detenerse en ningún momento de caminar - ¿Cómo es que termino saliendo con Dazai-san?

- ¿O? ¿Hablas de ese maldito error? – contesto este con una sonrisa molesta, mientras abría la puerta con un empujón que daba al callejón donde todo este lío había comenzado, luego con un suspiro anuncio – Por culpa de este maldito callejón

Gracias por leer ❤️❤️❤️

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