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Capítulo: La Espada de Dos Filos

La Ciudad Subterránea siempre había sido un lugar peligroso, pero para Levi, las sombras de las calles estrechas eran un refugio familiar. A sus diez años, había aprendido a moverse entre ellas con agilidad, pero no había nadie en quien confiar más que en su "hermana mayor". Ella era su luz en medio de la oscuridad, y ella a su lado donde se sentía más seguro.

Aquella tarde, el aire estaba cargado de tensión, y Levi sabía que algo estaba por cambiar. Estaba sentado en un rincón de la cocina del bar, observando a su "hermana mayor" mientras discutía con Kenny. Él era un hombre enigmático, de mirada penetrante y un aura intimidante. Aunque no siempre estaba presente, sus enseñanzas eran vitales para Levi.

-Levi, ven aquí.- llamó Kenny, haciendo un gesto con la mano. -Hoy te enseñaré a manejar el cuchillo de una mejor manera. Es crucial que aprendas a defenderte de una manera más profesional.-

Levi sintió que su corazón se aceleraba ante la expectativa. -¿De verdad? Sí- corrió hacia él, con una mezcla de nerviosismo y emoción. Nunca había tenido la oportunidad de entrenar con Kenny de forma directa, y sabía que su tío era un maestro en el uso de armas.

Kenny le mostró un cuchillo que brillaba con una luz inquietante. -Este no es solo un arma; es una extensión de ti mismo. Debes aprender a moverlo con precisión y agilidad. Recuerda, no se trata solo de fuerza, sino de control.-

La voz de Kenny era firme, y Levi escuchaba con atención mientras él le enseñaba las posiciones básicas y cómo sostener el cuchillo correctamente. Tamara los observaba desde la distancia, sonriendo con orgullo. A Levi le gustaba que ella estuviera allí, se había vuelto su mayor apoyo.

-Ahora, intenta un movimiento simple.- dijo Kenny, guiando la mano de Levi mientras este practicaba los cortes. -Concéntrate. No dejes que tus emociones te dominen. Usa tu mente.-

Mientras entrenaba, Levi sintió una mezcla de emociones. La admiración que sentía por Kenny era innegable, pero había algo más. Era el deseo de impresionar a su "hermana mayor", de demostrar que podía ser fuerte y protegerla. Se preguntó si alguna vez podría ser tan formidable como su tío.

-Está bien, Levi. Ahora, intenta hacerlo solo- dijo Kenny, dándole un pequeño empujón hacia adelante. -Recuerda lo que te he enseñado.-

Levi asintió, tratando de concentrarse. Cerró los ojos por un momento, respiró hondo y se lanzó hacia el movimiento. El cuchillo se movió como una extensión de su propio brazo, y por un instante, sintió una euforia que nunca había experimentado. Abrió los ojos y vio a Tamara aplaudiendo suavemente.

-¡Bien hecho, Levi! ¡Eres genial!- exclamó ella, y el corazón de Levi se llenó de orgullo.

Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar rápidamente. Unos meses después, Kenny desapareció sin dejar rastro. Fue como si se hubiera desvanecido en el aire, dejando a Levi y a Tamara sumidos en la incertidumbre. La ausencia de este se sintió como un agujero en el corazón de él, y a pesar de los intentos de Tamara por mantener el espíritu en alto, Levi podía ver la preocupación en su mirada.

Pasaron meses sin noticias de Kenny, y la vida en la Ciudad Subterránea continuó su curso. Levi se volvió más protector de su "hermana mayor", y la enseñanza del uso de los cuchillos se convirtió en su único consuelo.

Un día, mientras caminaban por unas calles, Levi y Tamara se encontraron con un grupo de hombres ruidosos. Uno de ellos, un tipo más grande, comenzó a acercarse a su hermana mayor con intenciones poco amistosas. La rabia se encendió en el interior de Levi.

-¡Déjala en paz!- gritó, interponiéndose entre ella y el hombre. La confianza que había ganado en las lecciones de Kenny se desbordó mientras se preparaba para pelear.

El hombre se rió, ignorando la advertencia de Levi. -¿Y qué vas a hacer, enano? ¿Crees que puedes detenerme? Eres solo un mocoso.-

-Soy más fuerte de lo que parezco,- replicó Levi, sintiendo el fuego del desafío correr por sus venas. Sabía que tenía que defender a su hermana mayor, a toda costa.

La pelea estalló, y mientras Levi se defendía con el cuchillo en mano, recordó las lecciones de Kenny. Cada corte y cada movimiento eran una danza, una forma de expresar su determinación. Pero su mente estaba llena de pensamientos de su hermana. La vio al borde, preocupada por su bienestar, y eso lo impulsó aún más.

-¡Levi!- gritó ella, tratando de apartarse del conflicto. -¡No, no! ¡No te metas en esto!- Pero sus palabras se perdieron en el bullicio.

El hombre finalmente la empujó, y Levi se volvió loco. Lanzó un golpe directo y, aunque logró herir a su oponente, se sintió abrumado por la rabia y el miedo. -¡No te atrevas a tocarla!- exclamó, y en ese momento, la adrenalina lo consumió.

Finalmente, el hombre se dio cuenta de que había cometido un error y se retiró, pero el incidente dejó a Levi temblando. Su hermana se acercó rápidamente, preocupada y asustada.

-¿Estás bien?- le preguntó, su voz temblorosa. -No debiste hacer eso. Podrías haberte lastimado.-

Levi asintió, tratando de calmar sus propios nervios. -Solo quería protegerte. No podía dejar que ese tipo se saliera con la suya.- Su voz sonó más firme de lo que se sentía.

En ese instante, un figura apareció de la nada. Era Kenny, que había regresado repentinamente. Se acercó con una expresión de sorpresa y satisfacción. -Parece que te estás convirtiendo en un verdadero guerrero, Levi.- dijo, observando la escena. -Y también has tenido una buena profesora.-

-¿Kenny?- La voz de Tamara se llenó de alivio, y en sus ojos brillaba una mezcla de alegría y reproche. -¿Dónde has estado? Nos preocupamos mucho por ti.-

-Lo sé. Tenía cosas que atender. Pero estoy aquí ahora, y eso es lo que importa,- respondió Kenny, mirando a Levi y luego a Tamara.

Mientras Levi aún trataba de recuperar el aliento, se sintió confuso por la repentina aparición de su tío. -¿Por qué no nos dijiste nada? Solo desapareciste.- Su voz era desafiante, y en su interior había una mezcla de preocupación y rencor.

-Las cosas no son tan simples, chico. Pero no quiero entrar en detalles ahora,- respondió Kenny, evitando sus ojos. Luego, se dirigió a Tamara, entregándole una pequeña bolsa llena de monedas. -Esto es para agradecerte. Por todo lo que has hecho por él y por mí.-

Ella aceptó el dinero confundida, pero sus ojos no dejaron de mirar a Kenny con un descontento silencioso. -¿No puedes quedarte un poco más? Necesitamos hablar.- dijo, la tristeza evidente en su voz.

Kenny solo sacudió la cabeza. -No puedo. Debo irme otra vez. Pero siempre estaré aquí cuando me necesiten.- dijo, dándose la vuelta y comenzando a alejarse.

Levi sintió que su corazón se hundía al ver a Kenny marcharse una vez más. Era un hombre misterioso, pero representaba una figura paterna en su vida. Su regreso había sido breve, y ya se sentía como si lo perdiera nuevamente.

-¿Por qué siempre se va?- preguntó, sintiendo la frustración burbujeando en su interior. -No entiendo por qué no puede quedarnos un poco más.-

-Levi, a veces las personas tienen sus propios demonios que enfrentar.- le respondió su hermana mayor con suavidad. -No podemos obligarlo a quedarse, aunque lo deseemos. Pero tú has sido fuerte hoy. Has demostrado que puedes protegerte.-

Levi miró al suelo, sintiendo el peso de la situación. La pelea lo había llenado de energía, pero ahora solo se sentía vacío. -No sé si puedo hacer esto sin él.- admitió, su voz más baja.

-Siempre estaré a tu lado, Levi. No importa lo que pase. Prometemos cuidarnos mutuamente.- dijo ella, poniendo una mano en su hombro. -Y si Kenny no está, eso no significa que no puedas ser fuerte. Te he visto crecer y aprender, y estoy orgullosa de ti.-

Las palabras de su hermana mayor le dieron un poco de consuelo, pero no podían llenar el vacío que había dejado la ausencia de Kenny. Aun así, en su interior, Levi comprendió que debía seguir adelante, que debía convertirse en el hombre que Kenny esperaba que fuera.

Y mientras las sombras de la Ciudad Subterránea se alargaban a su alrededor, Levi decidió que no dejaría que la incertidumbre lo detenga.

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Creo que pasaron años en los que no actualice este libro...
Pido disculpas
Pero aquí estamos y espero poder actualizar pronto el siguiente capítulo saludos.

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