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-¿Quieres escuchar música?

¿Escuchar música? ¿Es en serio?

-No.- conteste, no tenía ganas de nada.

-Quieras o no... Tú... Vas a... ¡Escuchar música!.- exclamó el tailandés tan animado como siempre y colocando unos auriculares en mis oídos. La acción me tomó por sorpresa que me levante de la silla para encontrarme con la cara sonriente de Chulanont.

-¿Qué estás...- una voz comenzó a sonar en mis oído y después le siguió música que tenía un ritmo bastante animado y también el volumen muy alto que no supe que pronunciaba el tailandés. Solo lo veía mover la boca y me hizo sonreír el hecho de que él creyera que lo estaba escuchando.

Parece que se dio cuenta de eso y me retiro un auricular.

-disculpa.- dijo riendo.

-No es nada, acababas de decir algo...

-Oh sí!-dijo sonriendo.- la canción se llama Shall we skate? Es de la primer película que vi.

-¿Qué película es?.- pregunté curioso.

-The King and The Skater.- Contestó con una sonrisa y ligero rubor.

Me coloco el auricular de nuevo y se sentó en la orilla de la cama, le seguí y me encontraba a su lado.

La canción era pegajosa y curiosa... Es como si gritara "Phichit Chulanont" en cada estrofa. Esa idea me hacía sonreír. Sin duda me comenzaba a sentir mejor y todo gracias a este chico tailandés.

La canción termino.

-¿Te gustó?.- preguntó Phichit con un brillo de esperanza en sus ojos.

-Sí.- me limité a decir. Él sonrió más.

El silencio volvió pero esta vez no por mucho tiempo ya que Chulanont me sorprendió con una pregunta:

-¿Cuál es tu número de teléfono?

-¿Mi numero?.- pregunté extrañado.

-Sí.- dijo con el celular ya listo para regístralo.

-Oh.. Es +82 xxx xxx

-Bien- dijo mientas ingresaba el número en su celular.- este es el mío +66 xxx xxx.

-Espera.- dije sacando mi celular para registrar su numero como "Phichit".

De alguna forma terminamos compartiendo nuestras redes sociales también, dijo que pasaba más tiempo en Instagram que en cualquier otra.

Mientras Phichit revisaba la hora parecía que se daba cuenta de algo.

-¡Se me hace tarde!.- exclamó alterado.

-¿Tarde para que?.- pregunté incrédulo.

-Ven conmigo.- dicho esto tomo mi mano y me llevó a la puerta y después se detuvo de golpe.- casi lo olvido- soltó mi mano y volvió a entrar al cuarto para después salir con Dae.- Listo ¡Vámonos!

No tenía idea de a dónde íbamos o el porque lo estoy acompañando pero estaba bien con ambas dudas.

-Lo siento, Seung, fue un impulso.- se disculpó mientras estábamos en el transporte.

-No hay problema.- decía la verdad.

-Aquí es.- dijo levantándose y dirigiéndose a la salida. Lo seguí.

-¿Dónde estamos?.- pregunté.

-En mi casa- dijo sonriendo.- tenemos que pasar por Yuuri antes de partir otra vez.

-¿Partir? ¿A donde?.- no comprendía nada.

Phichit no contesto, tal vez porque no me escuchó, de igual manera entre a su casa. Era muy ordenada y amplia que resultaba ser linda.

-Siéntate donde gustes, iré por Yuuri.- dicho eso se introdujo en un pasillo.

Me senté en un sofá de colores caqui y Dae se acostó a mi lado. Pase la vista por la casa y me detuve en unas fotografías colocadas en un mueble bastante hogareño. Me levante para verlas más de cerca; eran de él cuando era pequeño (lo supuse ya que no había cambiado mucho que no sea de tamaño). Parecía que las fotografías enmarcadas estaban colocadas como si fuera una evolución, en todas salía Phichit en una pista de hielo.

Primero siendo ayudado a mantener el equilibrio.

Después, él andando solo pero sosteniéndose con la mano en el muro de la pista.

Luego le seguía una donde se veía más seguro de sí mismo y posando.

Me adelanté a las más recientes pero parecía que fueron hace más de dos años. En esta no sonreía tanto como en las otras y no estaba siendo acompañado por las dos personas que aparecieron en las demás fotos.

¿Esas personas serán sus padres? ¿Por qué ya no están en esta foto y en las que siguen?

Escuche voces que venían. Me incorporé y casi corriendo me volví a sentar en el sofá junto a Dae.

-¿Ya te sientes mejor?.- preguntó el tailandés a su amigo japonés.

-S-sí.- respondía su amigo distraído parecía que se acababa de despertar.

-Perfecto- dijo sonriendo.- oh! Por cierto, Seung nos va a acompañar.

-¿Seung?- dijo su amigo con una cara de no comprender hasta que me vio.- Ah! Seung-Gil! Hola.

Asentí en forma de respuesta. Por alguna razón no me quería mostrar amigable hacia otras personas... Pero ¿por qué con Phichit sí?

Chulanont pareció notar mi recelo pero no dijo nada.

-Ya es hora.

Salimos los cuatro de la casa del tailandés para ir a un lugar del cual no tenía idea.



Estábamos en el mismo aeropuerto donde llegue aquella vez y donde conocí a Phichit. Me puse a pensar en las razones por la cual estaríamos aquí mientras los chicos fueron a revisar los vuelos de llegada. Al parecer, uno de los dos va a recibir a alguien.

Bien podría irme pero algo me lo impedía, estaba nervioso, ansioso y sin saber porque. Solo me tranquilice cuando vi a Phichit llegar sonriéndome.

-Al parecer falta como una hora, llegamos muy temprano.- dijo riendo.

Eran las 11:20 pm y el tiempo pasaba muy lento.

11:25pm

11:45pm

11:56pm

El reloj ya marcaba las 12:00am y el japonés pego un brinco del asiento al darse cuenta.

-Ya es hora, vamos.- dijo él sin si quiera esperar, creo que ya sé quién es el que recibirá a alguien.

-Jaja vamos, Seung, se puede perder.

Los dos junto a Dae nos dirigimos a donde se reciben a los pasajeros. El amigo de Phichit se veía emocionado viendo entre la gente... Esperando... Entonces sus ojos se iluminaron. Es la primera vez que miro ese brillo en aquellos ojos detrás de las gafas, debe tratarse de alguien muy importante.

-¡Yuuri!.- se oyó una voz que no reconocí llamando al chico.

-¡Víctor!.- Él respondió.

La escena se veía tan memorable al ver como un hombre alto de cabello color plateado corría hacia Yuuri hasta que por fin lograron encontrarse con un gran abrazo. Un perro seguía al nuevo sujeto.

Phichit y yo los mirábamos a lo lejos mientras que los otros dos intercambiaban palabras y abrazos. No comprendía porque tantas demostraciones de cariño hasta que Phichit dijo lo siguiente:

-Víctor Nikiforov es la pareja de mi amigo Yuuri.

¿Víctor Nikiforv? Juro haber escuchado ese nombre antes, pero, ¿dónde?

-Vino desde Rusia para verlo.

Cuando Chulanont mencionó a Rusia pude recordar de dónde conocía ese nombre.

-¿Que no Víctor Nikiforov es la leyenda Rusa del patinaje?.- o algo así creo recordar.

Phichit me miró asombrado y después me sonrió de una forma dulce,

-¿Entonces sabes de patinaje.- preguntó.

-No mucho, solo lo que cualquiera sabe.

-Ya veo...

¿Fue decepción lo que se escuchó en esas palabras?

La pareja se acercaba a nosotros tomados de la mano. Su perro los seguía igual.

-Víctor, él es Phichit Chulanont, mi mejor amigo al que vine a visitar- dijo Yuuri una vez estando en frente nuestro.

-Es un gusto al fin conocerte.- dijo el ruso extendiendo una mano enfundada.

-El gusto es mío.- respondió Phichit con su famosa sonrisa.

-Él es Seung-Gil Lee, él es... amm...

yo tampoco sabría decir que soy para ellos.

-Él es mi amigo, viene desde Corea del Sur.- dijo Phichit.

-Wow, amazing!-exclamó Víctor también extendiendo una mano y yo la tome.- ¿también viniste a visitar a tu persona especial?.- dijo eso agregando un guiño. No pude evitar sonrojarme.

-Vic- Víctor- exclamó su pareja.- ellos se acaban de conocer hace unos días.

-¿ En serio?, no me lo creería. Se ven tan lindos juntos.

Ahora no era yo el único con las mejillas rosadas sino que también el tailandés no pudo ocultarlo.

-¿Quién es este pequeño?.- preguntó el visitante al ver a Dae.

-Su nombre es Dae Sung.- contestó por mí el tailandés.

Víctor se agachó para acariciarlo, Dae no respondió de forma agresiva pero tampoco tan alegre como lo hace con Phichit.

-Este es mi perro, se llama Makkachin.- dijo presentando a Dae su perro.

Que sujeto tan extraño, pero creo que nos podemos llegar a llevar bien sin necesidad de convivir.


Ya estábamos en el hotel, Phichit se despedía y deseaba buenas noches a la pareja pero dándole un fuerte abrazo a Yuuri como si quisiera tranquilizarlo, parece que funcionó ya que la expresión del japonés ya no era tan pálida como hace unos segundos.

La puerta se cerró dejándonos a los tres solos. Dae tenía sueño, se le veía en la cara.

-Supongo que ya es hora de despedirse.- dijo el tailandés algo desanimado.

-Sí... Pero antes de que te vayas ¿me puedes ayudar con Dae?

cargue a mi perro entre mis brazos y Phichit abrió la puerta, nos dirigimos a la cama y recosté a Dae en ella, no parecía percatarse de nada, como siempre.

-Entonces...

Creo que este chico no se quiere ir.

-Buenas noches.- dije serio pero no con la intención de espantarlo, aunque creo que así lo interpretó.

-Buenas noches.- dijo al pie de la puerta.

La cerré cuando él se fue pero no pasaron ni dos minutos cuando alguien tocó la puerta.

-Seung ¿Quieres salir ahorita?.- dijo el tailandés cuando abrí la puerta.

Sin esperar mi respuesta el chico tomo mi mano y me jaló fuera de la habitación. Claro que la cerré antes de irme, mi perro seguía ahí y no quería despertarlo.

¿Ahora a donde iremos?

No lo sabia pero por lo menos solo seremos él y yo.

=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=

1613 palabras cx
El más largo... Pude continuarlo pero prefirió sepáralos cx

Ahhh que cosas...

Fue un fin de semana activo para este fic y aún sigo con más ideas para escribir~

Todavía no estoy segura si publicar esto ahorita que son las 9:51 pm del día domingo ó mañana en la tarde después de la escuela... Ya veré cx

~~~~~~~~
Al final lo publique después de la escuela.
Por cierto, hay una sorpresa en el siguiente capítulo que no sé cómo la tomarán... Pero bueno cx

Gracias por leer, votar y comentar<3

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