capitulo 4
Después Leiftan vertió un frasco sobre la herida del joven lobo, enseguida cerro, parecía el mismo efecto de la pócima que utilizo Ashkore.
Enseguida Chrome se puso de pie, Valarian se cercioró de que estuviese bien para continuar la misión.
Camine hacia donde estaba Chrome. – ¿como te encuentras? Estaba muy preocupada por ti. Le abrace un tanto fuerte.
– ya estoy mejor gracias. Me contesto con una sonrisa para tranquilizarme.
– gracias por la ayuda de hace rato, me alegro de que estés bien. Lo apreté mas a mi, casi a ahogándolo.
–Midori si lo sigues abrazando de esa forma no lo estará. Expreso Leiftan divertido. Me aparte de Chrome.
– lo siento –. me ha dado un golpecito en la cabeza.
Continuamos nuestro camino. Aunque la misión en si se había cumplido, tenía la mala sensación en el estómago.
Me aproxime a Leiftan. – Leif, tengo que contarte algo, es sobre el sujeto que me disparo, él tenía un cristal en el cuello, como collar, antes de que me disparara, yo lo había dejado inconsciente y él solo se paro como si no hubiese tenido daño alguno, lo mismo paso cuando la bala reboto en la armadura de Ashkore.
– debió ser por el cristal, debiste decírmelo antes Midori, debo volver y recuperar el cristal. – este se detuvo y llamo a Valkion.
– Ustedes sigan y reúnan se con Nevra, nos veremos en el pueblo, debo ocuparme de algo primero.
– crees que sea buena idea separarnos. Cuestiono Valkion a Leiftan.
– si, ya no queda mucho de camino, esta vez no dejes que cometa una locura esta pequeña granuja. Puso su mano en mi cabeza revolviendo mi cabello.
-¡Oye! N-No hagas eso… tome su mano para detenerlo, él también tomo la mía para hacerme un besamanos.
– se prudente y cuida a tus compañeros ¿quieres?. Con esa tierna mirada, no podia protestar realmente lo habia preocupado.
– tranquilo esta vez seré mas cuidadosa. Acaricie su mano en mi mejilla.
– mrn... mrn… tenemos que continuar dejen de coquetear. Interrumpió bruscamente Chrome.
– N-nadie coquetea lobito tranquilo. Mi cara estaba ardiendo.
– bueno pues me marcho nos veremos en el pueblo. Leiftan soltó mi mano, se despidió y se fue.
Caminamos por el bosque un par de horas, conforme avanzábamos sentí como la atmosfera se sentía pesada, llegamos al punto donde nos encontraríamos a Nevra.
Habia grandes arboles alrededor y pequeños arbustos, miramos a Nevra que salía de su escondite habían huellas de humanos que pasado por allí.
– Oigan tardaron mucho ¿Dónde esta Leiftan?. Pregunto el vampiro exasperado, habia estado esperándonos por mucho tiempo.
– Nos alcanzara en el pueblo, debemos irnos no tardaran en pasar guardia otra vez. Respondió Chrome olfateando el lugar.
Seguimos caminando por un par de horas más, cuando empezó amanecer, sentía que mi cuerpo colapsaría en cualquier momento por el sueño y cansancio acumulado.
Cuando note techos de casas a lo lejos, mire a los demás también estaban aliviados de haber llegado, un poco de comida y una buena ducha nos caería genial.
Mire a Ezarel, estaba afuera de una casa, corrí hasta él y brinque a su cuello.
– ¡Ezarel! ¡Me alegro de verte! Elfo gruñón. Sabia que no le gustaba el contacto físico, por eso estaba molestándole un poco, pero este respondió el abrazo.(pero quien es este elfo y que ha hecho con el gruñon Ezarel)
– Me alegro de que no te hayan matado, ¡tonta humana!. – quiso hacer una broma pero su rostro estaba lleno de preocupación.
– Ez. ¿Que pasa?
– Leiftan, llego hace un rato y nos contó lo que pasó, te arriesgaste mucho.
Ezarel me contó que las cosas estaban muy delicadas con los aldeanos habían muchos infectados con el veneno, gracias a que habían conseguido un antídoto con la muestra que les habían dado las miconidas, pudieron salvar a muchos.
Ahora debíamos ocuparnos de los mercenarios que habían llegado a las minas, todos despues de descansar un poco nos reagrupamos y planeamos un contraataque.
Ya que Nevra habia descubierto la ubicación exacta de los cristales. Los humanos querían los cristales que habían en las minas, debiamos impedir que los tomaran antes, visto que lo podían usarlos para su beneficio y dañar a mas habitantes del pueblo decidimos frenarles.
Nos pusimos en marcha en equipos de ocho en las tres guardias.
Inspeccionamos directamente dentro de la cueva, mientras que Nevra y Valkion revisaban los alrededores.
Entramos a la cueva con las mascaras que habíamos diseñado para evitar el veneno, llegamos a una parte donde parecía no estaba la bruma venenosa, llegando a un cruce se sintió un movimiento de tierra que provoco que unas rocas se deprendieran de la parte alta de esta, dejando al equipo dividido.
– Midori ¿estas bien? Pregunto con desesperación mi jefe de guardia.
Respondí indicándole que estaba bien, pero no hubo respuesta de nuestro compañero.
– ¡Ezarel! ¿Que Hacemos? ¡Deberíamos de tratar de mover estas rocas rápido!.
– espera no podemos mover esto podríamos ocasionar mas derrumbes, esperemos que haya logrado salir ileso de esto, debemos seguir avanzando estos túneles mas adelante se cruzan sigue el mapa que te di.
Tome el mapa, revisándolo avance por el largo túnel. – Esto esta un poco diferente según aquí, muestra el mapa que debería subir no bajar. Perdida en mis pensamientos, choque con alguien por el camino, en un principio creí que era Ez, pero al sentir el frio de una armadura negra con mi cara me di cuenta de que era Ashkore.
– ¿por que tan solita? ¿acaso te perdiste? Con un tono burlón, tomo mi muñeca para evitar que callera al suelo.
¿Que haces en este lugar? Sin responderle le cuestione separándome de su agarre.
– si ¡gracias Ashkore! ¡por evitar que callera de culo al suelo! ¡De nada fue todo un placer!.
Hiso un pequeño monologo imitando mi voz. – no tengo tiempo para bromas, asta luego.
Comencé a caminar comencé a irme cuando note que este me seguía. – ¿Por qué me sigues?
No estoy obligado a contestar así que solo camina. Despues de decirme esas dulces palabras continuo caminando.
Seguimos por un largo rato, llegamos lo que parecía un pasaje muy estrecho, mientras mas nos adentrábamos sentía como mi corazón se aceleraba, esta sensación me recuerda a la ocasión que el oráculo nos ayudo, pero esta vez era diferente sentía como si me estuviera llamando. Sin entender lo que ella quería de mi, mi mano toco una de las paredes de la cueva sentí como una energía recorrer mi cuerpo.
Sentí como mi corazón dolía por aquella descarga. Caí al suelo, llevando una mano a mi pecho para tratar de a aminorar un poco el dolor. Ashkore al ver mi estado se precipito hacia mi para ver que me ocurría.
– Oye ¿Qué te pasa? ¡Midori!
Al ver que no podia articular palabra, me tomo en brazos y comenzó a salir de ese corredor.
Mientras avanzábamos sentía como me faltaba el aire y mi corazón latía con violencia, sentí como mi compañero me abrazaba con fuerza contra él.
– Tranquila todo estará bien, solo aguanta un poco. Sentí un poco de alivio, los latidos de mi corazón se calmaron poco a poco. No entendía el por que actuaba tan dulce conmigo y a veces era tan chocante.
Por fin llegamos aun especie de cruce donde se podia ver unos rayos de sol, aire fresco al fin.
Pero ¿Cómo era posible si estábamos dentro de la cueva? Ashkore me bajo y se cercioró de que pudiera sostenerme por mi sola, aun no estaba completamente en el suelo cuando mire una silueta con cabello azul sabia perfectamente de quien se trataba.
– ¡Ezarel!.
Corrí en su dirección y lo abrace, era la segunda vez que lo hacia de esta manera pero realmente me alegro de verlo.
– Lo siento me perdí, parece que lo túneles dentro de la cueva están cambiando. Le explique.
– Lo se, también por donde pase se sentían raras la cosas, como aquella vez con Ivony.
– Tal vez sea por eso. Señalo Ashkore asía donde se observaban cristales que desprendían una energía maléfica.
Esto era tal vez lo que el oráculo trataba de decirme, con algo de aprensión camine asta donde estaban incrustados los cristales, trate de tocar uno para sacarlo pero al momento que mi mano hiso contacto, sentí como si me quemara.
– ¡Espera! están contaminados no los toques, debemos purificarlos primero. Ezarel me detuvo y se volvió hacia Ashkore para preguntarle si sabia algún hechizo de purificación a lo que este contesto con arrogancia.
– ¿Que te hace pensar que te ayudare, a alguien que es de la guardia brillante de Eel?.
– Esta bien no se por que si quiera te pregunte. Rodo los ojos y le dio la espalda.
Ezarel me llamo para qué le ayudara con el ritual. Preparo varios frascos que llevaba en su cinturón de viaje.
Estábamos con los preparativos, cuando llegaron un grupo de los mercenarios que nos habíamos topado en las afueras del pueblo.
Él hombre que llevaba el cristal en el cuello en esa ocasión lideraba al grupo y aun llevaba lo consigo, pero esta vez el cristal estaba incrustado en su pecho. Emanaba una aura maligna de él.
Su vista se centró en nosotros, vernos cerca de los cristales pareció molestarlo e hizo una señal a sus hombres, estos nos apuntaron con los rifles que llevaban.
Ashkore se coloco de enfrente mío. – Sera mejor retirarnos por ahora Ezarel, y avisar a los demás sobre esto debemos evitar que salgan de las cuevas con los cristales…
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