Hermanos
Japón, verano del 2003.
Los dos hermanos jugaban en el patio de su hogar como lo hacían siempre.
Seijuro, el hermano mayor, anotaba como un experto el balón en el aro. En cambio tetsuya, el hermano pequeño estaba hecho de otra pasta. El niño era increíblemente malo encestando, pero al momento de recibir o pasar el balón era un maestro, se podía decir que sus sentido de la vista le hacia presentir ciertos sucesos, habitualmente lo que sucedía a su alrededor.
En seijuro esa habilidad le despertaba de improviso, avisándole que algo extraño le hiba a suceder al pequeño. Como cuando un animal percibe el peligro. Muchas veces la gente se asustaba por eso y empezaban los rumores. Pero ya se sabe, se dicen tantas tonterías por no estar callado.
Esa tarde seijuro no tenia ninguna duda, los sentidos de tetsuya le anticipaban todas sus jugadas. Pero el joven no estaba asustado tenia 14 años, le gustaba las emociones fuertes y cuanto mas fuerte mejor, como todo un adolescente.
Pero nada de emociones para tetsuya. El hermano menor preferiría la estabilidad y la calma a su edad de 13 años, se traducía en estudiar lo justo, ser amable con sus compañeros y leer cualquier libro de su agrado.
Tetsuya miro el balón malhumorado. Llevaba encestando una hora pero el balón parecía no querer entrar. En cambio a seijuro sus jugadas era perfectas que cada vez lo hacia mas intenso.
-sei-nii-san aun me cuesta agarrar el balón, no vayas tan rápido- decía el peliazul apoyando sus manos en su piernas y respirando con dificultad por falta de aire.
-lo siento, tetsuya, creo que fui demasiado brusco- decía el pelirojo limpiando el sudor de su cara con una toalla,regalándole una sonrisa al mas pequeño- pero hay que seguir practicando recuerda que tenemos que ser los mejores para impresionar a nuestro padre- decía agarrando el balón para continuar jugando otra partida
Después de haber practicado casi toda la tarde ambos hermanos estaban descansando acostados en el césped mirando el cielo, pero el menor estaba mas concentrado en sus pensamientos en vez de mirar la hermosa vista que había arriba , algo que no paso en desapercibido por el mayo y digamos que seijuro quería saber todo lo que le pasa por esa cabeza loca que tenia su pequeño hermano.
-En que piensas?- dijo seijuro prestándole toda la atención del mundo.
-de que aun no logro encestar, creo que este deporte no es para mi- decía el menor con aires de tristeza sin despegar su vista para no mirar a su hermano.
- No te preocupes, si entrenas a diario, seras el mejor de todos- decía el pelirojo acercándose para poder abrazar a su hermano- pero hay algo que me llama la atención- decía mirando la cara de tetsuya- me gustaría que Buscarás tu propio estilo.
Esta vez el peliceleste presto toda la atención a su hermano mirándolo a la cara con un poco de curiosidad- ¿a que te refieres?
-Esta tarde mientras jugabas te observe y me di cuenta de algo, para ser totalmente honesto tu manera de encestar el balón es horrible- al decir esto recibió un leve golpe de tetsuya- dejame terminar- reía- a lo que me refiero es que tal vez debas centrarte de otra manera ¿que tal en los pases? Tal vez seas bueno en eso.
Tesuya quedo pensando un leve momento-mmmmmm no lo se, digamos que los pases aveces no funcionan de vez en cuando.
-Tal vez seas muy bueno por la forma en la que agarras el balón- akashi decía mientras se sentaba haciendo gestos con las manos- solo es una sugerencia, si no quieres hacerlo puedes buscar otra manera.
-jm, esta bien voy a averiguar mi estilo- tetsuya le sonreía a su hermano rindiéndose hacia la insistencia de el- pero después no te quejes si te gano en un uno a uno- esta vez le dijo burlandose.
-Eso ya lo veremos- el pelirrojo aceptando el desafío del menor mientras se levanta del césped- es mejor entrar y cambiarnos antes de que nos resfriemos- le estira la mano para ayudar a levantar a tetsuya.
-si - el peliceleste le agarro la mano de seijuro y lo siguió.
Estaba anochesiendo cuando entraron a su hogar. El padre de ambos era un gran empresario con el tiempo justo, dando a entender que todavía no regresaba.
Ambos se dirijen a sus respectivas habitaciones. Tetsuya suspirndo por el cansancio se adentro en el baño para darse una ducha, al momento de salir con solo una toalla, no pudo evitar recordar las palabras de seijuro.
"Busca tu propio estilo".
No lo había pensado y que digamos su hermano jamas se equivocaba cuando decía algo, tal vez debería averiguar pero seria para otro día.
Sinceramente seijuro había sido un gran apoyo para el, sobre todo desde que su madre falleció.
Cuando estuvo con ropa limpia se dirigió a las escaleras para ir al comedor.
-Al fin llegas tetsuya- hablo apoyado en las murallas de las escaleras.
-Perdoname si me demore demasiado.
Seijuro lo miro un momento para después sonreirle.
-Mejor nos apuramos.
-Si.
Los dos bajaron por las escaleras hablando sobre cualquier cosa. Entraron al comedor, tetsuya se sentó a un lado de la mesa y seijuro del otro lado quedando de frente. Estuvieron esperando unos minutos antes de escuchar unos pasos: "El venia", miraron hacia la puerta y en un instante esta se abrio.
Entro un hombre, era alto y de un cuerpo bastante marcado a pesar de llevar un traje suelto que avanzaba con elegancia y supremasia. Era ni nada menos el gran akashi masaomi. Tetsuya no pudo evitar sentie un escalofrio subir por su espalda. Respiro profundamente e intento tranquilizarse, desde hace cierto tiempo que el menor se sentía demasiado inquieto cuando se trataba de su padre, tal vez sea por su distancia o por que de cierto modo cada día su mirada era cada vez mas amenazante. Por dios,era su padre, no podía juzgarlo ahora, el sujeto a sufrido demasiado aunque no lo demuestre.
-¿Como van sus estudios?- hablo mientras agarraba el cuchillo para empezar a picar la carne.
-Bastante bien, ambos estamos dentro de los mejores puntajes-seijuro de cierto modo se comunica bastante bien con su padre cosa que inquietaba a tetsuya.
-Me alegro, recuerden, los akashi deben estar en la cima de todo, si no ya saben las consecuencias- hablo sin mirarlos.
"Esas palabras".
Tetsuya deseaba con todas sus fuerzas decirle a su padre que ganar no lo es todo. Quería decirle que en vez de castigarlos de la peor manera era mejor apoyándolos y buscar una solución. Pero el aun era muy débil y hacerlo era involucrar a su hermano y no lo deseaba.
La cena continuó en un silencio bastante pesado paro nadie mas dijo nada. Al terminar, solo agradeciendo la cena y se retiraron a sus habitaciones. Tetsuya se encontraba en Su cama sentado, minutos antes se había despedido de su hermano, pero no podía estar tranquilo, cada día que pasaba, los cambios en su familia eran demasiado grandes. Sin pensarlo busco entre su armario una caja, la abrió y encontró unas cuantas fotos de su familia, incluso en las fotografías sentía ese alejamiento de parte de sus padres, dejo a un lado las cosas y vio un libro con las tapas oscurecidas y gastadas al igual que sus hojas que estaban amarillentas como si hubiera sido abierto hacia mucho Tiempo Y leído miles de veces. Ni siquiera se asemejaba a los libros que se vendían en las librerías ni a los que tomaban prestados en la biblioteca. Era único.
"Los seres humanos somos mas peores que los mismos demonios".
Con cierta nostalgia guardo el libro con las fotografías en su lugar para cerrar la caja y dejarlo de vuelta en el armario.
-Tonterías.
El era una persona civilizada, si algo le inquietaba debía hablarlo de frente, salio de su habitación, caminando en el oscuro pasillo si alguien lo viese pensarían que era un fantasma que no ha podido encontrar su descanso, pero esa ero lo de menos, ignorando cualquier otro suceso llego a la habitación de su hermano, no sabia si tocar o no.
-Vamos que esperas- se dijo así mismo, toco tres veces.
Espero unos minutos antes de que se abriera la puerta y se mostrara un pelirrojo Todo despeinado Y bostezando.
-¿Tetsuya?.
-Perdoname por molestarte pero no puedo dormir- explico.
-No te preocupes- dijo seijuro haciéndose a un lado.
Con mucho cuidado tetsuya entro a la habitación. Se acostó en la cama haciendo un lijero sonido. Tetsuya tuvo la absoluta certeza de marcharse pero el no era un cobarde. Cuando seijuro se acostó y se aseguro de que estuvieran bien tapadas, sin saber porque el menor lo abrazo.
-¿Ocurre algo?.
-Solo me preocupa algo.
-¿Algo? ¿Como que?.
-Pues......
-Tetsuya- seijuro tomo su rostro con ambas manos- debes hablarme bien si quieres que te entienda- exigió.
-Ok- suspiro- ¿no te preocupa un poco la actitud de nuestro padre?
-¿De nuestro padre?- pensó- ¿En que sentido?.
-En el sentido de que observa muy por encima del hombro a los demás, como si fueran un estorbo.
-¿Te refieres a que es engreído?.
-Se pudiera decir que si.
-La verdad es que no- lo abrazo- nuestro padre ha pasado por mucho y como es exitoso tiene mucha gente mala que lo rodea, si fuese alguien demasiado amable ellos se aprovecharían.
"Son codiciosos".
-Tienes razón- apoye mi cara en su pecho- aun así tengo miedo.
-¿Miedo?- su mano masajeaba su espalda.
-No quiero que te conviertas de esa manera. No quiero quedarme solo.
-Tonto- sonrió- jamas te dejaría solo y jamas dejaría que alguien te hiciese daño.
-¿Lo prometes?.
-Lo prometo.
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