"TODO LLEGA A SU FIN"

Narra Zac:

No puedo creer lo que acabo de ver. No puedo creer que Renata me haya hecho eso. Ella es el amor de mi vida, y creo que yo era el suyo.

Ahora iré a casa de Dylan. Y no sé. Tal vez después vaya a algún bar. Sinceramente no quiero llegar a la casa. Mañana tal vez llegue pero no es seguro. No quiero ni siquiera mirarla a los ojos. Ahora cómo no sé que ese bebé es de ese hombre.

Sólo recuerdo la imagen de Renata tomada de la mano con esa sonrisa y se me revuelve el estómago.

Trataré de dejar de pensar en eso. Después de todo lo que he hecho por ella, no debo de sentirme mal.

Después de caminar tanto hasta Canoga Park, llegué finalmente a casa de Dylan.

No puedo evitar llorar. Las lágrimas se salen de mis ojos como chorros de agua y no puedo evitarlo.

Toco la puerta de la entrada de la casa de mi hermano y unos segundos después él me abre.

Lo único que puedo hacer es mirarlo y tratarle de decir que lo necesito más que nunca.

-¿Zac qué pasa?- pregunta mi hermano menor mientras me ve preocupado. En verdad debo de verme destrozado.

Yo no puedo ni siquiera hablar. Sólo me lanzo a sus brazos y comienzo a llorar con desconsuelo.

-Dylan... Es Renata- digo a mi hermano entre llanto y gritos de desconsolación

-¿Qué, qué pasa con ella hermano? ¿Ella está bien?- pregunta mi hermano con desesperación.

-¿Me dejas entrar a tu casa?- pregunté ya más tranquilo, pero aún con sentimiento

-Claro hermano. Mi casa es la tuya. Además servirá ahora que estamos solos.

-¿No está mi niño?- pregunté buscando a Calvin

- No, ahora no está. Salió con su madre a ver algunas cosas. Pero ven entra...-dijo mi hermano mientras me extendía su mano

Cuando entré a su casa traté de tranquilizarme. Me senté en uno de los sofás de la sala de Dylan y comencé a contarle a mi hermano todo...

-Estaba tan ilusionado con lo del bebé y demás. Que hasta le compré una cuna hermano.

-¿Pero Renata está bien?-preguntó Dylan intrigado.

-Creo que está más que bien- dije con náuseas. No puedo ni siquiera recordarla porque eso eso lo que me provoca.

-¿Entonces? ¿Qué pasa?- preguntó Dylan aún más preocupado.

-Sabía que algo no andaba bien con Renata, la notaba distante, sabía que tenía algo que esconderme pero no lo había confirmado hasta hoy. Iba de regreso a casa, y la vi en un restaurante tomada de la mano de un hombre, se veía muy feliz.

-¡¿Qué?!- dijo Dylan más que sorprendido - No, no puedo creer lo que me estás diciendo hermano. ¿Estás seguro que era ella? Tal vez la confundiste

- No nada de eso hermano. Era ella, tenía el anillo de compromiso que le di. No puede ser que sea tan cínica...

-Tranquilo hermano... Sabes que estoy aquí para apoyarte. ¿Pero qué harás ahora?

- No lo sé hermano. Ni siquiera sé si el bebé que espera es mío.

- No, no digas eso. Eso no lo haría Renata. Además como sabes que no es un amigo suyo que no ve hace mucho tiempo. ¿Cómo estás tan seguro de que te engaña?

-Hermano, ella no parecía estar con un amigo, además ¿Por qué me ocultaría algo así?

-Bueno, tal vez tengas razón. Pero no te desanimes. Yo creo que tienes que aclarar las cosas con ella. Todo se va a arreglar.

- No Dylan. Nada se va a arreglar. Y sabes qué. Ya me voy de aquí. Quiero estar solo- dije mientras me levantaba del sofá en el que estaba.

-Espera Zac ¿A dónde vas?- preguntaba mi hermano preocupado mientras me dirigía a la puerta de la entrada de su casa.

-A donde sea no me importa- dije con coraje para después azotar la puerta y salir del infierno en el que estaba viviendo. O bueno, al menos tratar de salir de él.

Me siento traicionado, usado. De verdad que es el peor dolor que haya podido pasar en mi vida... Y lo peor, es que este dolor, Me lo ocasionó una de las personas a las que más amo...

Narra Renata:

Ya son las 12 de la noche y Zac aún no llega ¿Le habrá pasado algo? Espero que no. Si su vuelo se hubiese retrasado, el me hubiera llamado para avisar.

He llamado a su celular una y mil veces y dice que está apagado.

Espero que este bien. De no ser así. Me muero...

Trataré de llamarlo otra vez.

Nada... Me manda al buzón. Le llamaré a Dylan tal vez él sepa algo. Ni siquiera puedo dormir. Ni podré hacerlo. No sin antes saber en donde está Zac. Si algo le pasa, yo me muero.

***LLAMADA***

-Hola Renata

-Hola Dylan, oye siento molestar a estas horas, pero Zac no ha llegado. Fui al aeropuerto por él y nunca llegó... Si sabes algo dime estoy muy preocupada

-Renata, lamentablemte yo tampoco sé en dónde está, estaba destrozado, vino a mi casa y me contó que te vio tomada de la mano de un hombre en el FourCafe

-¿Qué?- dije yo sorprendida- no sé de lo que hablaba Dylan

-Así es, hoy te vio en la tarde con él. Dice que él seguramente era ti amante.

- No claro que no, él es mi hermano mayor Christian hace más de 10 años que no lo veía. Quería saber del paradero de mi padre biológico. De hecho Zac fue el que me animó a hacerlo. Pero como no encontré nada él, quise acudir a mi hermano para ver si él sabía algo. Le diría todo a Zac cuando regresara.

- Yo se lo dije a Zac, pero él insistía en que era alguien con quien te estabas viendo.

-Dylan, tú sabes que jamás le haría algo así a Zac, yo lo amo- dije con desesperación y a la vez con enojo, no podía creer que Zac dudara de esa forma de mí.

-Renata, yo sé que tu serías incapaz de hacerle eso a Zac, pero cuando a él se le mete una idea a la cabeza, es muy difícil que esa idea se le quite.

-Lo sé, pero Dylan, yo lo amo, nunca le haría daño y menos ahora que vamos a tener un bebé-dije con la voz entrecortada, estaba a punto de llorar, no podía creer esto.

-Te repito que yo lo sé. Pero tranquila, no te alteres, Eso le hará daño a mi sobrino, no te preocupes. Te prometo que en cuanto sepa algo de él, te aviso. Tal.vez llegue a su casa- dijo Dylan tratando de tranquilizarme, y tiene razón, no quiero que algo le pase a mi bebé

-Está bien Dylan, gracias por todo y que tengas una buena noche. Siento molestarte.

- No te preocupes Renata, y tú tienes que estar tranquila, tú eres inocente y no hiciste nada malo así que trata de descansar.

-Gracias Dylan, a Lisa por favor.

-Claro que sí adiós.

***FIN DE LLAMADA***

No puedo con esto, de verdad estoy muy triste. ¿Cómo Zac puede llegar a pensar que lo engaño?

Él es mi vida. No le haría eso jamás.

Pero a pesar de todo, Dylan tiene razón. Yo sé que no hice nada malo y sé que Zac estará bien. Que me preocupe y demás sólo le hará daño a mi bebé....

23 DE ENERO

Narra Renata:

Ya amaneció, aunque no es tan tarde, sólo son las 8 a.m. Después de casi tres horas de no poder dormir, caí en un sueño profundo desde las tres a.m. hasta ahorita.

Zac no ha llegado, y Dylan no me llamó tampoco, pero sigo creyendo que todo estará bien.

Me levanto y me pongo mi bata, ya que hace un poco de frío.

Estoy un poco triste por todo lo que está pasando pero mi bebé me da la fortaleza para poder seguir.

Salgo de mi habitación para ir a la cocina, me prepararé un té de canela.

Pero antes de llegar a la cocina me encuentro con algo horrible, una imagen que partió mi corazón.

Veo a Zac, tendido en uno de los sofás de la sala. Pero está hebrio y sucio, incluso su camisa color celeste que tiene puesta, está algo rota.

Tengo que ir a despertarlo.

-Zac, Zac despierta- le digo mientras lo muevo para que reaccione.

Unos segundos después abre sus ojos, reacciona y me mira, pero no lo hace de una manera tan linda

-Aléjate de mi. No me toques- dijo agresivamente

Mi única reacción sólo fue alejarme de él como me lo había dicho. Pero aún así me duele que esté así, nunca me había tratado de esa forma.

-Quiero que te vayas de mi casa, lárgate con todo y tu bastardo- dijo con mucha ira, pero a la vez con decepción.

Oír esas palabras así de si boca, partieron mi corazón en mil pedazos. Pero no quise discutir ni decir nada. Sólo me fui y subí al cuarto por unas cosas.

Mientras lloraba desconsolada y empacaba mis cosas Zac me observaba y tomaba una cerveza.

-Hoy TODO LLEGA A SU FIN Renata Aliaga. Y quiero que te vayas de mi vida para siempre.

Finalmente terminé de empacar mis cosas.

Fui hacia Zac, lo miré fijamente a los ojos y le dije

-Si eso es lo que quieres, está bien Zachary. TODO LLEGA A SU FIN. Sólo quiero darte un consejo, primero investiga antes de juzgar- dije muy molesta y con el corazón destrozado por dentro, pero aún así con dignidad.

Antes de salir, choqué sin querer con Zac, pero en ese momento, salió de su bolsa del pantalón una pequeña bolsa de plástico con un polvo blanco.

- Que mal que quieras seguir viviendo así- dije mientras lo miraba fíjamente a lo ojos.

Él ni siquiera pudo verme a los ojos.

Después de todo eso, salí de la casa con el dolor más profundo de mi vida y me fui lejos de él.

Nunca creí que pasaría esto, pero al final Zac demostró quien era realmente.






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