Siglo XX #4
Un año después...
Si de por si la batalla contra poseidon fue difícil, la peor fue la que le siguió, hades era un enemigo de temer.
Todo comenzó cuando Atenea prohibió la entrada de los caballeros de bronce al santuario, decía que ellos ya habían cumplido su misión y que ya no eran de utilidad pero su hermana sabia que había algo mas en esa excusa.
Su hermana había comenzado a actuar extraño, empezando por que incluso en sueños parecía inquieta.
Así que una noche decidió quedarse a su lado por cualquier inconveniente pero un cosmos extremadamente familiar la hizo incorporarse y dirigir la mirada hacia la primera casa del zodiaco.
Podía ver luces de cosmos parpadear, una dorada que claramente era de mu y 6 violetas que no reconocía pero una en particular reconocía, era imposible de olvidar. Nerviosa, se separo de Atenea y comenzó la carrera hacia las escaleras pero cuando iba por Escorpio una batalla la detuvo.
Milo estaba luchando con un hombre muy parecido a su padre pero la diferencia era que su padre tenia el cabello azul violáceo y el de ese hombre era azul marino.
Karui: milo, que haces?-preguntó mirandolo confundida y preocupada.-quien es él?
Milo: señorita nike no te acerques, este hombre no es digno de estar en tu presencia.-pidió mirándola con seriedad.
Karui, ignorando al escorpión, camino serenamente hasta el hombre, se arrodillo y tomo suavemente su mano.
Karui: te encuentras bien?-preguntó con voz dulce
Xxx: quien eres?-preguntó confundido
Karui: yo me llamo Karui, y tu? Quien eres? Tu rostro me hez familiar.-respondió sin soltarlo
Kanon: kanon, mi nombre es kanon, talvez conociste a mi hermano mayor, saga.-respondió sintiendo una rara calidez.
La chica sonrió amable y lo ayudo a incorporarse pero de pronto se vio tomada de la cintura por el caballero de Escorpio y el joven géminis cayo de nuevo al piso por un ataque directo de la aguja escarlata.
Karui: milo! Que crees que haces!? Dejalo!-ordeno intentando liberarse
Milo: este hombre no es merecedor de tu compasión, te pido que regreses a la seguridad de las habitaciones de Atenea.
Karui: este hombre ya ha sufrido bastante, si es hermano de mi padre y lo suficientemente fuerte como para soportar doce agujas estarlata entonces yo lo considero un verdadero caballero de Atenea!
Milo: respeto tu opinión nike pero no creí que Atenea este de acuerdo, además que los caballeros de oro que aun seguimos con vida jamas lo aceptaremos en el santuario.-dijo soltándola y dejándola detrás de él
Karui: milo...
Milo: mucha sangre fue derramada injustamente por culpa de este hombre, no lograra que confiemos en el solo por que dice que esta arrepentido y si de verdad quiere el perdón entonces tendrá que pagar sus deudas con su vida.
Karui: pero...
Kanon: perdona mi insolencia nike.
Milo: levabtate kanon y toma las últimas tres agujas hasta el final.
Kanon: vamos, milo!
Dos tiros fueron directo hacia la pierna y el abdomen de kanon, haciendo que todas las demás heridas sangraran.
Karui: kanon!-exclamo preocupada
Milo: finalmente estas sangrando, perderás la conciencia y todos tus sentidos por la hemorragia. Sin embargo aun queda la ultima aguja en la que sera el tiro de gracia, la letal antares!! Soportaste todas las agujas anteriores pero antares con toda seguridad habrá de acabar contigo. Así es kanon, todo terminara ahora, para siempre.
Karui: se razonable milo!
Milo: que así sea, la aguja mas poderosa, Antares!!
La explosión generada por antares ilumino todo el templo de Escorpio, dejándola nike brevemente ciega hasta que la luz acabó y vio a milo frente a kanon con antares enterrada en su abdomen. Asustada y un poco aliviada, vio como milo se alejaba de kanon y lo dejaba caer en un charco de su propia sangre, el heleno se dirigió hacia la diosa y se arrodillo ante ella.
Milo: nike, puedo sentir el cosmos de un espectro acercándose, te pido que regreses inmediatamente con Atenea, yo iré a la casa de aries.-dijo caminando hacia la salida
Kanon: que sucede? Nunca bajes la guardia hasta que termine el combate!-exclamo levantándose con dificultad.-así nunca conseguirás derrotarme.
Milo: ya no hay ningún enemigo aquí, el único presente es un compañero. Se trata de kanon de géminis, un caballero dorado.-dijo mirándolo de reojo
Kanon: ah!? Espera!...no..-balbuceo llorando.-nike..yo..
Karui: si.
Kanon: es lo menos que puedo hacer para pagar mi deuda contigo y con Atenea, es mas importante todas las culpas de mi pasado han quedado espiadas, soy libre! Pero ahora soy uno de los caballeros dorados!
Karui: por favor, mientras contemos contigo, el mundo estará a salvo, se que podemos confiar en ti, cierto, hermana Atenea?-pregunta mirando hacia una cortina
Kanon miro asombrado como detrás de una cortina violeta salio la mismísima Atenea quien lo veía con una cálida sonrisa.
Atenea: por supuesto, es un caballero dorado, kanon de géminis.
Kanon sintió como una última lágrima se deslizó por su mejilla, se arrodillo frente a las hermanas y después las acompañó hacia el templo principal donde, a regañadientes, nike tuvo que quedarse escondida detrás de la estatua de Atenea por su protección.
Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver al hombre que consideraba su padre llegar herido junto a los espectros de capricornio y acuario. Con gran dolor vio como su hermana se sacrificaba por sus amados caballeros, y mas le dolio ver a su padre llorar sobre su cuerpo, jamas lo había visto llorar, ni en su propia muerte derramo lágrimas, eso le hizo saber que era inocente, que él y sus compañeros eran inocentes.
Los caballeros de oro los dejaron ir con el cuerpo de su hermana y después fueron tras de ellos, con un suspiro salio detrás e la estatua y vio como seiya y los demás llegaban a su encuentro, las saintias fueron directamente a confirmar su bienestar mientas los e bronce lloraban al ver la sangre de su señora derramada en el suelo de piedra.
En secreto confió su secreto a sus saintias y espero la llegada del antiguo caballero de aries quien también derramaba lágrimas al ver la daga dorada llena de la sagrada sangre de su señora.
Aguantando el dolor derramo la misma sangre sobre las armaduras de los caballeros y las saintias haciendo que estas se repararan inesperadamente, y con una clara orden, todos, incluida la deidad, se fueron hacia el castillo de hades donde los tres caballeros de oro que aun seguían con vida se enfrentaban a un juez del infierno.
Una vez allá, vieron como milo, aioria y mu estaban tierados en el suelo y un hombre rubio con armadura negra los miraba con superioridad.
Sin esperarlo, shun lo tomo cautivo entre sus cadenas reforzadas con la sangre de Atenea y el cosmos de nike, mientras los demás socorrían a los caballeros caídos.
Shiryu: se encuentran bien!?
Shoko: milo...estas bien?-pregunta ayudándolo a incorporarse.
Milo: que hacen aquí? Y con la señorita nike!? Perdieron la cabeza!?-exclamo mas preocupado que molesto
Karui: fue una orden, era necesario venir aquí.
Xiaoling: vamos! Hay que seguir a los espectros que se llevaron a la señorita Atenea!
Aioria: vayan ustedes, nosotros entretendremos a radamanthys el tiempo suficiente.
Seiya: pero aioria..!
Mu: nosotros podemos con él, lo importante es que la señorita este a salvo.-dice mirando a la rubia
Erda: nosotros la protegeremos.-dice mirando al aries a los ojos
Aioria: cuidate mucho Karui.-susurro cubriéndola con su capa
Karui sonrió dulcemente y tomo el broche que usaba en el cabello para sostener la capa de aioria y que esta pudiera cubrirla completamente.
Shoko: señorita...es momento.
Shun: mucha suerte!-exclamó soltsndo a rasamanthys.
Los caballeros de bronce tomaron la oportunidad que se les dio y llevaron a las saintias y a la deidad hacia el interior del castillo pero no sin que la rubia mirada por ultima vez al caballero de leo.
Karui: gracias, aioria, caballeros.-susurro caminando hacia las largas escaleras.
A lo lejos pudieron ver a pandora bajar por las escaleras hasta perderse por una enorme puerta, sin dudarlo la siguieron hasta lo que sorprendentemente vieron como todo a su alrededor cambiaba, ahora estaban en un lugar sin sol o luna, lleno de tierra seca y un extraño olor a azufre y al frente un enorme arco parecido al arco del triunfo de paris y detras de este un gran río negro.
Karui: "Aquellos que entren aquí, abandonen todas sus esperanzas".-recito lo que decía el arco.
Katya: no me digan, tenemos que cruzar por hay, cierto?-preguntó resignada
Karui: no pierdan la esperanza y podrán cruzar al río estigia.-dice comenzando a caminar por el arco ante la mirada atónita de todos.
Continuará...
Por que esta saga tiene que ser tan larga!? No voy a terminar nunca!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top