Siglo XVIII
Nuevamente volvía a renacer en la tierra junto a su hermana atenea, esta vez ambas habían nacido en una pequeña ciudad de italia y al parecer no estaban solas, junto a Atenea había nacido un humano rubio como su hermano mayor y junto a nike había nacido un chico moreno como su hermano mayor.
Los cuatro estaban en un horfanato junto a muchos otros niños pero eran inmensamente felices.
Sasha(atenea) era la hermana tierna y amable que cuidaba de los menores.
Una niña de unos 10 años con cortos cabellos morados y ojos verdes.
Tenma(pegaso) era el hermano valiente y protector.
Un niño de 10 años con cabellos castaños y ojos cafés que a la luz del sol o del fuego parecían rojos.
Alone(hades) el mayor que adoraba dibujar y amaba la vida.
Un niño de 11 años con cabellos rubios y largos junto con un par de lindos ojos azules.
Victoria(nike) la hermana menor que gustaba de cuidar de los animales y la naturaleza.
Una niña de 9 años con cabellos rubios hasta media espalda y tiernos ojos zafiro.
A pesar de no tener padres ni apellidos, ellos eran felices jugando y riendo por las calles de la ciudad.
Aunque esa felicidad se vio interrumpida por la llegada de un elegante hombre de cabellos castaños y ojos azules oscuros que cargaba en su espalda una caja dorada. Los cuatro borraron sus sonrisas al verlo, sasha se paralizo al ver la cloth en su espalda y al verlo arrodillarse ante ella un tenue brillo surco su mirada.
Sisifo: finalmente la encuentro, mi señora Atenea.-dijo mirándola con adoración
El joven corazón de victoria dio un vuelco al ver a ese apuesto hombre de ojos brillantes.
No sabia el porque sentía calor en las mejillas ni porque su corazón no dejaba de palpitar como si quisiera salirse de su pecho ni siquiera entendía porque sentía cosquillas en el estomago, lo único que sabia era que deseaba con todo su ser que ese hombre no se marchara. Y si, se odio a si misma por albergar esos sentimientos que por mas que trato, no logro comprender.
Y esos sentimientos fueron reemplazados por tristeza y abandonó cuando el caballero se fue llevándose consigo a sasha.
2 años después...
Victoria se divertía recolectando frutos silvestres junto con los demás niños del orfanato en la mañana para al medio día llegar y curar las heridas de tenma.
Era su rutina, alone y el se iban a la ciudad a realizar pequeños mandados mientras ella se quedaba cuidando de los mas pequeños.
Aunque todo cambio cuando en una tormentosa noche, la presa que mantenía el río se rompió y estuvo a punto de inundar todo el pueblo de no ser porque tenma, quien despertó una fuerza que incluso el desconocía, los salvo a todos.
Al día siguiente...
Dohko: listo para irnos, tenma?
Tenma: si!-exclamó emocionado
Alone/victoria: TENMA!!-gritaron corriendo hacia el
Dohko: amigos tuyos?-pregunto viendo a la rubia
Alone: tenma tu también nos dejaras?-preguntó triste
Tenma: debo hacerlo, dohko dice que debo aprender a controlar mi cosmos. Pero no se preocupen, cuando se lo suficientemente fuerte para protegerlos, nos volveremos a ver.-sonrió deslumbrante
Victoria: las estrellas guiaran tus pasos entre la penumbra...-resito sonriendo mas inesperadamente fue interrumpida
Dohko: y su mirada iluminara tu pesar, guiándote al edén.-completo mirando a la niña con admiracion
Los tres lo vieron sorprendidos, ¿como sabia ese hombre la frase que solía decirles la rubia a los niños del orfanato?
Dohko: creo..que deberé llevarme a dos en vez de uno.-dijo con algo de pesar.
4 años después...
La amenaza de hades contra la tierra había comenzado hacia un par de dias, exactamente el mismo día en que el caballero pegaso había obtenido su armadura.
Tenma luego de ser adoptado junto a victoria por dohko y llevados al santuario donde se reencontraron con sasha quien resulto ser la reencarnación de Atenea y donde igualmente victoria descubrió tiempo después que ella era su hermana y fiel compañera, nike.
En esos cuatro años de maravillosa infancia y posterior adultez la rubia había descubierto que los molestos sentimientos que surgían en presencia del caballero de ojos zafiro eran los mismos que la diosa Atenea defendía en cada reencarnación; amor y admiración.
Si, nike estaba enamorada del caballero de sagitario así como en cada una de sus vidas anteriores, ella también había caído presa de los encantos de su dios eolos y planeaba confesarlo antes que que esa guerra los separace a ambos por 249 años mas.
Sin embargo, no todo plan es perfecto, ya que ella jamas imagino que se encontraría con han escena tan dolorosa.
Sisifo: la amo señorita. Verla crecer y descubrir su maravilloso corazón fue un verdadero placer para mi. Estoy seguro que fue su hermosa sonrisa, sus brillantes ojos, su valencia y su audacia las cualidades que cautivaron mi corazón. Un corazón que, desde el primer día en que la vi, le ha pertenecido solo a usted. Comprendo las magnitudes de amarla mas allá de lo apropiado pero como bien nos han enseñado, el corazón no se equivoca, jamas. Y, como el humilde caballero que soy, le ruego que acepte los sentimientos de este hombre que solo puede afrecerle un sincero amor.-dijo arrodillado y tomando delicadamente su mano
La pelimorada sonreía de felicidad mientras que detrás de un pilar la rubia sentía que sus fuerzas la abandonaban. Coloco su mano sobre su pecho, en el área del corazón, y lo oprimió sintiendo un fuerte dolor.
Volvió a mirar la escena y al contemplar como Atenea saltaba a los brazos de sagitario, solo contuvo las lagrimas y se fue tan rápido como pudo. Ignorando que su tan amado caballero había dicho su nombre al final de esa declaración.
Olvidando su don, corrió entre los templos, ignorando a los caballeros que la llamaban preocupados, hasta llegar a las afueras del coliseo. Nadie pasaba por allí a esas horas así que estaba sola para poder desahogarse. Una vez que de detuvo cayo de rodillas al suelo y dejo que todo ese dolor surgiera en cálidas lágrimas...no grito, no dijo ni una sola palabra, solo espero a que sus lágrimas se terminaran.
Se sentía traicionada, estúpida y desilusionada. Pero no podía culpar a sagitario por enamorarse de Atenea, ella era perfecta en todo sentido.
Atenea era risueña y ella seria.
Atenea era extraordinaria y ella simple.
Atenea era una diosa y ella era solo su sombra.
Atenea tenia el amor del hombre al que amaba y ella...ella solo tenia un corazón que con cada lágrima derramada se iba agrietando mas y mas.
Nike: pallas tenia toda la razón, los humanos no son mas que falsos seres que solo disfrutaban de herir a otros.-sollozo mirando el cielo nublado
¡Pero aun así!...pero aun así, si le dieran a elegir entre volver a su vida en el olimpo junto a sus hermanos y pretendíentes o volver a vivir esa vida en la tierra junto a Atenea y Eolos...sin lugar a dudas escogería la segunda opción, pues aun con la escena antes presenciada firmemente grabada en su mente, su débil corazón era incapaz de odiar a su hermana o a eolos.
Los amaba.
Amaba reír junto a Atenea.
Amaba las largas platicas con sisifo.
Amaba los recordar los días de infancia con Atenea.
Amaba los brillantes ojos de sisifo.
Y amaba a los caballeros, esos maravillosos hombres que seguramente en esos momentos estaban buscándola hasta debajo de las piedras después del numerito que había montado al bajar las escaleras.
Sonrió para si, y se obligo a recordar el porque apreciaba tanto a los caballeros de Atenea.
De verdad los amaba.
Amaba mirar las estrellas con shion.
Amaba ver los entrenamientos de hasgart y sus alumnos.
Amaba ser mediadora entre los gemelos puesto que ella era, aparte del patriarca, la única persona que sabia de la existencia de defteros.
Amaba consolar a manigoldo cuando sus pesadillas lo atormentaban.
Amaba juguetear con regulus.
Amaba peinar el largo y sedoso cabello de asmita.
Amaba los chistes de dohko.
Amaba curar las heridas de kardia cuando volvía de una misión.
Amaba ver el esfuerzo que El Cid ponía en perfeccionar su excalibur.
Amaba leer junto a degel.
Amaba ayudar a albafica con su jardín aun cuando este le decía que no debía acercarse a él.
Amaba a sage por ser su figura paterna.
Amaba a hakurei por ser tan divertido aveces.
Amaba a yuzuriha por ser su única amiga.
Amaba a yato y tenma por que le recordaban a zelo.
Los amaba a todos y se esforzaba por ser de su agrado y la gran mayoría habían demostrado el gran aprecio que le tenían aunque sus esfuerzos por ganarse el corazón de su bien amado griego fueron en vano.
Con resignación se limpio la ultima lágrima que recorrió su rosada mejilla y se levanto para volver a su hogar donde sabía que podría ser consolada por las suaves y reconfortantes palabras del carnero dorado.
Pero lo que no se espero es que al voltear lo ultimo que vería serian un par de ojos dorados que denotaban malicia, junto a un agudo dolor incrustadose en su tórax.
"Esta guerra santa, la ganara mi señor hades"
Fue lo ultimo que escucho antes de que el dolor desapareciera por completo, junto con sus sentimientos, sus pensamientos y...su vida.
Horas mas tarde su cuerpo seria encontrado por un aspirante a caballero, una vez que este dio aviso al patriarca toda la orden dorada se reunión en se punto tan alejado de sus tierras.
A paso tambaleante, sagitario se acerco al inerte cuerpo de la diosa y la tomo entre sus brazos, tembloroso, como si con el mas minimo movimiento ella fuese a desaparecer definitivamente de ese mundo.
Observo sus facciones, parecía una muñeca de porcelana. Piel blanca, mejillas pálidas, labios rosas con un ligero tinte lila, largas pestañas y sedoso cabello rubio.
Para el castaño ella parecia dormida pero sabia que no era mas que una vil mentira que su mente creaba para evitar dejarlo caer en la triste y miserable realidad.
Sisifo: juro que no volveré a fallarte, en mis próximas vidas te protegeré, te envolveré en mis alas, seré tu ángel guardián...esa sera la prueba del gran amor que siento por ti.-susurro entre lágrimas de sangre
Detrás de el, los caballeros lo miraban con pesar conteniendo las lágrimas y a unos pasos de ellos se encontraba Atenea.
La diosa lloraba en silencio la muerte de su querida hermana.
Sasha: y yo juro que no importa lo que pase, no dejare que este horrible suceso se repita. Les debo tanto a ambos que lo único que deseo es verlos felices. Aunque me tarde mil años, haré de este mundo un lugar maravilloso donde su amor puede finalmente florecer.-pensó en una silenciosa promesa mirando el cielo que lloraba junto a ellos la primera perdida en la guerra.
Continuara...
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