CAPÍTULO 5

NETEYAM

Llevábamos un par de días buenos; pero los ataques se habían intensificado, aunque al menos cuando hablé con Valkay y Tarsem, ambos me escucharon por lo que las cosas estaban mejorando poco a poco entre los clanes y dentro de unos días enviaríamos a Sulkan para que hablara con el Olo'eyktan del clan Tayrangi de los Ikrán del mar del este.

Durante este último par de días las bajas fueron mínimas y conseguimos evacuar casi todas las aldeas, aunque muchos na'vi todavía se encontraban lejos del campamento y esa situación tenía tanto a Valkay como a Tarsem bastante estresados.

-          ¡Neteyam! – escuché un grito y me giré para saber que sucedía

Uno de los na'vi que conformaba el circulo más próximo a Valkay en el clan Tipani se acercó apresuradamente hasta mí con una expresión sombría en el rostro y eso fue suficiente para alertarme de que algo malo había sucedido.

-          ¿Qué pasó? – pregunté consternado

-          ¡Atacaron las últimas aldeas! ¡Lo quemaron todo! – exclamó con desesperación

-          ¡Busca a los Olo'eyktan! ¡Diles lo que ha ocurrido! – grité antes de salir corriendo hacia donde se encontraban los equipos de guerreros y los Ikrán

Comencé a gritar ordenes a todos para que montaran en sus Ikrán y mientras que ellos se preparaban con rapidez para marchar hacia las aldeas; terminé de ensillar a mi Ikrán cuando Sulkan llegó corriendo y por la mirada en su rostro supe que traía más malas noticias.

-          Ninat't y Raltaw estaban cerca de las aldeas – dijo y sentí que mi corazón paraba de latir – Iban a encargarse del traslado de los últimos na'vi que se encontraban ahí

-          ¡¿Por qué diablos yo no estaba enterado de eso?! – exclamé con dureza

-          Estabas reunido con los Olo'eyktan, ella no quería molestarte

No teníamos más tiempo que perder, así que simplemente le dije a Sulkan que montara en su Ikrán y dando una última orden, tanto él como los demás guerreros me siguieron lo más rápido posible en dirección hacia las aldeas que habían sido atacadas.

Conociendo a Ninat't era muy probable que en lugar de dar marcha atrás, estuviera enfrentándose con las naves de las personas del cielo y era también muy probable que estuvieran perdiendo dado que el grupo de guerreros que la acompañaba no era muy grande y no portaban demasiadas armas.

Volamos lo más rápido posible hasta llegar al lugar, pero la imagen que presenciamos nos dejó fríos; el bosque estaba consumido por el fuego, se escuchaban gritos de auxilios que provenían de alguna parte que gracias al humo no conseguíamos ver y todo estaba sumido en un gran caos.

Le ordené a unos cuantos guerreros que se aproximaran al fuego para intentar hallar a los sobrevivientes que quedaban y junto al resto, nos dirigimos al lugar donde se estaba librando la batalla.

Casi no podíamos ver, pero podíamos escuchar perfectamente el sonido de las armas de las personas del cielo y las órdenes que gritaba Ninat't cada cierto tiempo; así que di una orden a los guerreros que me acompañaban para que rodearan las naves por el otro lado para atacar desde ambos flancos y fui acercándome junto a Sulkan para apoyar a los na'vi que luchaban cerca de nosotros. 

En cuanto tuve el campo de visión un poco más abierto comencé a disparar atrayendo la atención de las naves y Ninat't no tardó en darse cuenta que habían llegado refuerzos, por lo que la vi aventurarse aun más hacia las naves que peleaban para continuar atacando a los soldados que se encontraban disparando.

-          ¿Neteyam? – escuché en el comunicador y respiré profundamente

-          Debemos retirarnos -respondí y la escuché bufar

-          ¡Viste lo que hicieron! – gritó y tuve que esperar para responder ya que las personas del cielo estaban disparando contra nosotros

-          Esta no es una pelea que vayamos a ganar – dije intentando razonar con ella

Ninat't podía ser sensata la mayor parte del tiempo, pero cuando alguien la atacaba o cuando estaba presente en una situación como esta, la furia solía vencerla y atacaba sin pensar en lo que podría ocurrir después y eso era peligroso.

No iba a negar que yo también sentía mi sangre arder por lo que estaba pasando y no podía negar que deseaba atacar hasta acabar con cada uno de esos soldados, pero justo ahora lo mejor era retirarnos y salvar a los que quedaran; no podíamos continuar peleando a ciegas y sin un plan, teníamos que ponernos a salvo para pelear otra batalla.

-          ¡Perdimos a otro! – gritó Raltaw y tomé una decisión

-          ¡Todos retírense! – grité y antes de que Ninat't pudiera contradecirme, volví a alzar la voz - ¡Retírense y ayuden a llevar a los heridos! ¡Ahora! – grité a través de los comunicadores y también hacia los na'vi que estaban cerca de mí

Era consciente de que Ninat't quería continuar peleando y la entendía, pero esta no era una batalla que fuéramos a ganar y no podíamos seguir perdiendo guerreros, no cuando estábamos en clara desventaja contra nuestro enemigo.

-          ¡Vamos! – grité y la escuché bufar, pero obedeció

Divisé al grupo que se había encargado de buscar a los sobrevivientes y dirigí a los na'vi que quedaban para que cada uno llevara a algún herido en su Ikrán y mientras nos íbamos alejando, Sulkan, algunos guerreros y yo nos mantuvimos disparando hacia nuestras espaldas para apartar a las naves de nosotros.

El camino de regreso fue horrible y el silencio de Ninat't se sintió como agua helada; ella estaba enojada, aunque no estaba seguro si estaba enojada conmigo, con las personas del cielo o con ella misma, pero estaba más que claro que estaba enojada y hablar con ella en ese estado iba a ser imposible.

Cuando íbamos llegando Raltaw se acercó en su Ikrán acompañado de Sulkan y noté que se encontraban heridos, aunque Raltaw se veía mil veces peor; pero sus heridas no parecían ser lo que causaba su dolor, al menos no todo y no tenía que preguntar para saber cual era el peso que sentían.

-          Perdimos a casi una docena de guerreros – murmuró Raltaw acercándose y tosiendo un poco de sangre

-          Solo conseguimos encontrar a ocho sobrevivientes... - murmuró Sulkan con tono serio y cansado – Eran más treinta los que quedaban en esas aldeas... y todos...

Ambos se veían terrible, pero lo peor era esa impotencia de no haber podido hacer nada y era un sentimiento que comprendía a la perfección; todos se lamentaban por lo que había sucedido hoy, pero era parte de la guerra y eso era algo que por más que doliera, teníamos que aceptar.

Cuando llegamos a las cuevas todos comenzaron a descender en sus Ikráns y noté como Ninat't bajaba de golpe y le entregaba las riendas a otra na'vi del clan Tipani que seguramente se encargaría de curar a su Ikrán. 

Muchos na'vi se acercaron a nosotros para ayudar a los heridos, a los guerreros que por más que intentaban mantenerse firmes, se veían agotados, además de lastimados y por supuesto para ayudar a los Ikráns que estaban en un estado similar al de sus jinetes.

-          Lleva a Raltaw con la Tsahik – dije mirando a Sulkan que no tardó en asentir – Después ve a la tienda de reuniones

Me dirigí a la tienda donde seguramente los Olo'eyktan se encontraban esperando y una vez que llegué tuve que respirar profundamente antes de entrar.

Tarsem se veía abatido y Valkay lucía furioso, pero los dos compartían una emoción similar, el dolor por su pueblo y cuando empecé a informarles lo que había sucedido Ninat't entró a la tienda con una expresión seria en el rostro.

-          Fueron directamente a atacar – informó con brusquedad – No tuvieron reparos en lanzar esas bombas a las aldeas, lo hicieron con toda intención

-          ¿Cuántas perdidas sufrimos? – preguntó Valkay y Ninat't frunció el ceño

-          Al menos una docena de guerreros y a casi todos los na'vi que se encontraban en las aldeas

-          ¿Había niños? – preguntó Tarsem y Ninat't asintió

-          Diez – dijo con dureza y pude notar como apretaba los puños

Ninat't tenía manchas de ceniza en la piel, además de unas cuentas heridas, pero mencionar que debía ir con la Tsahik para que la curaran era lo último que iba a hacer y estaba seguro que por más que otros, incluidos los Olo'eyktan tuvieran la intención de decirle que debía curarse y descansar, ninguno estaba dispuesto a lidiar con la rabia que ella mostraba en este momento.

Ninat't estaba furiosa y nadie iba a sobrevivir si se ponía en su camino, así que era mejor apartarse por el momento, porque inclusive si yo me acercaba ahora, ella iba a estallar y arremetería contra mí en un segundo, de eso no tenía dudas.

Ninat't terminó de dar su informe y después se marchó de la tienda de reuniones igual de furiosa que antes, pero en cuanto ella se marchó, Valkay dirigió su mirada hacía mí con algo más de calma, lo cual me desconcertó.

-          Ella quería seguir peleando ¿no? – cuestionó y lo escuché respirar profundamente

Valkay y Ninat't se conocían muy bien; habían entrenado juntos durante el tiempo en que ella llegó por primera vez al bosque; Valkay conocía la furia que ardía dentro de Ninat't y por lo que ella me había contado, ellos se parecían en muchas cosas, incluido el instinto que tenían para pelear.

-          Me sorprende que consiguieras que regresara – comentó y fruncí ligeramente el ceño- Ali'kay nunca consiguió que ella se detuviera – francamente no tenía idea que decir ante eso – Pero será peor la próxima vez – dijo y Tarsem también suspiró

-          Es una fiera enjaulada; no teme saltar para atacar y en una guerra es peligrosa, todos lo saben – dijo Tarsem mirando hacia un lado – Pero, también puede ser un peligro para si misma

-          Es una guerrera hábil y su destreza es impresionante – comentó Valkay con cierto orgullo – Pero en ocasiones la rabia la domina y eso claro que puede ser un impulso, pero... también la expone con mucha facilidad a terminar herida – antes de que pudiera responder, Valkay volvió a alzar la voz – No me malentiendas, Ninat't es una guerrera en todo el significado de la palabra, no por nada es la segunda al mando para los Tipani y no por nada tiene el respeto de todo el clan, pero desde antes incluso de que Ali'kay muriera, su control sobre si misma era poco y la guerra solo va a ocasionar que su rabia aumente.

-          Tú eres todo lo contrario – intervino Tarsem mirándome fijamente – No actúas por impulso ni por rabia, no te dejas llevar por tus emociones; tus acciones son lógicas y sensatas, esperas y actúas, eso es algo bueno, en especial teniendo en cuenta como es ella.

-          Si alguien puede aplacar su rabia eres tú – dijo Valkay con seguridad – Y si alguien puede despertar la tuya, es ella

-          Es una combinación peligrosa, pero poderosa – añadió Tarsem – Solo deben encontrar un balance

-          Aunque igualmente no creo que debas hablar con ella ahora, deja que se tranquilice un poco – comentó Valkay con algo de diversión y también sonreí

Sulkan no tardó en llegar y abandoné la tienda de reuniones para dejarlo hablar a solas con los Olo'eyktan, pero en lugar de dirigirme a buscar a Ninat't o a la tienda de la Tsahik donde seguramente Tekay se encontraba, me dirigí a la zona donde se hallaban los científicos.

-          Norm – lo saludé en cuento apareció en mi campo de visión

-          Neteyam, es un gusto verte – me devolvió el saludo y me acerqué a él – Lamento lo que ha ocurrido – dijo y asentí

-          Ha sido un día difícil – comenté y él también asintió – Quería saber si has tenido noticias de mis padres...

-          Sí, Jake me llamó por la radio ayer; parece que las cosas por el arrecife se han calmado un poco, pero se están preparando para otro ataque – dijo y suspiré con cansancio

-          ¿Crees que pueda hablar con él? ¿Crees que podamos contactarlo ahora? – pregunté deseando con todas mis fuerzas que me dijera que sí

-          Podemos tratar, si está cerca, notará la señal y es probable que responda

-          ¿Puedes intentarlo, por favor? – pedí y él asintió

Necesitaba hablar con mis padres, necesitaba su consejo, no solo por todo el asunto de la guerra, si no también porque no tenía idea de como hablar con Ninat't teniendo en cuenta todo lo que había sucedido hoy; simplemente necesitaba un consejo y hablar con ellos.

Norm me condujo a donde se encontraba la radio que usaban para comunicarse con mi padre y esperé un largo tiempo a que él encontrara la señal e intentara hacer contacto con ellos, pero mientras más esperaba mis esperanzas iban haciéndose más pequeñas, hasta finalmente Norm asintió en mi dirección y me acerqué tomando el aparato en mis manos.

-          ¿Papá? – pregunté y escuché su respuesta casi de inmediato

-          Neteyam, que alegría escucharte

-          ¿Cómo están todos? – pregunté y lo escuché suspirar

-          Tan bien como se puede; hemos tenido un par de altercados, pero hemos resistido bien; ¿Y ustedes?

-          Hoy sufrimos un ataque – solté de golpe

-          ¿Ninat't, Tekay y tú están bien?

-          Sí... bueno... - murmuré sin saber que decir – Atacaron las últimas aldeas que estábamos evacuando y lo quemaron todo, papá; había niños y aun así no les importó; Ninat't estaba ahí con otros guerreros, sufrimos muchas pérdidas y cuando llegué... - murmuré sintiendo las palabras atorarse en mi garganta - Intentamos pelear, pero estábamos en desventaja; ordené la retirada, esa era la mejor decisión, pero...

-          Pero ella no quería irse – dijo mi padre terminando lo que iba a decir

-          Está furiosa y la entiendo, pero... no sé qué hacer – admití con cansancio – Entre pelear, intentar lidiar con los asuntos de los clanes, todo me está agotando

-          No está enojada contigo, Neteyam; está enojada consigo misma – dijo con tanta seguridad que me sorprendió

-          ¿Por qué lo dices? – pregunté con curiosidad

-          Tu madre y ella se parecen mucho; ambas quieren pelear y arremeter contra cualquiera que suponga una amenaza; se enfurecen cuando no pueden conseguir su objetivo y aunque parezca que su furia va dirigida a ti por detenerla, está enojada porque además de no poder ganar esa batalla, no sabe cómo parar – permanecí en silencio y mi padre continuó – Quiere proteger a todos y al no poder hacerlo se siente impotente y eso desata su rabia...

-          ¿Y qué hago? – pregunté consternado

-          Que sepa que estás ahí, que no existe nada capaz de apartarte de ella; está furiosa, pero también dolida por todos los que no pudo salvar; así que no la dejes sola, puede que arremeta contra ti y te ataque, pero te necesita a su lado

-          ¿Es lo que haces con mamá? – pregunté y lo escuché reír

-          No sabes la cantidad de veces que ha intentado dispararme una flecha – dijo y también reí

-          ¿Estás hablando de mí? – escuché la voz de mi madre y sonreí

-          Hola mamá – dije con alegría

-          Neteyam, ¿Cómo estás? ¿Cómo están todos? ¿Estás bien? – comenzó a preguntar y mi padre tuvo que detenerla

-          Estamos bien, aunque hemos tenido un par de problemas, pero nos repondremos, además pronto se supone que intentaremos llegar a un acuerdo con el clan Tayrangi, así que me toca ser más diplomático e intentar que nadie se ataque por aquí – comenté y mi padre rio, aunque mi madre de inmediato lo mando a callar

-          Las diferencias a veces nos separan, pero también pueden ser lo que más nos una – respondió mi madre y mi padre la apoyó

-          Los clanes son difíciles, pero recuérdales que ya una vez se unieron para combatir un enemigo en común; recuérdales porque luchan y porque pelear juntos es mejor que continuar peleando cada uno por su lado – añadió mi padre

Las palabras de mis padres me reconfortaban y ahora más que nunca me daba cuenta lo mucho que los echaba de menos, pero así como nosotros estábamos peleando aquí, ellos también luchaban en el océano y si todo salía bien, pronto nos reuniríamos.

-          Neteyam, tenemos que irnos, pero no dudes en hablar si nos necesitas – dijo mi padre con pesar

-          Te extrañamos mucho, hijo – dijo mi madre y sonreí

-          Y yo los extraño a ustedes, a todos – dije con el mismo pesar – Saluda a mis hermanos de mi parte

Una vez que terminamos de hablar, le agradecí a Norm por su ayuda y salí en busca de mi princesa, porque pese a que debía seguir furiosa, no iba a dejarla sola, ni ahora ni nunca.

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¿Qué les pareció el capítulo?
¿Qué creen que sucederá cuando Neteyam encuentre a Ninat't?

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