NETEYAM

Hablé con Tarsem y Valkay acerca del ataque inminente al clan Metkayina mientras que Ninat't ponía en orden a los guerreros que nos acompañarían al arrecife y daba algunas instrucciones a los guerreros que permanecerían en el bosque.

Raltaw y Sulkan irían con nosotros, al igual que una docena de los mejores guerreros que había entre los dos clanes y aunque no era un número enorme, nuestras habilidades serían suficientes para contener a los botes demonio.

-          Todo saldrá bien – escuché decir a Sulkan quien intentaba mantener a Ninat't en calma

Mi princesa estaba nerviosa y podía entenderla; el ataque iba a ser brutal, las personas del cielo estaban preparadas para masacrar al clan Metkayina y eso era algo a lo cual temer, pero no iban a conseguir su objetivo, eso era algo que ninguno de nosotros permitiría que sucediera.

Sin perder más tiempo partimos en compañía de todos los guerreros y comenzamos a volar lo más rápido posible; si nos dábamos prisa llegaríamos en un par de días y podríamos alcanzar a los botes ya que no nos llevaban mucha ventaja, pero no podíamos confiarnos, no en una situación como esta.

Tekay permanecería con mi abuela en el clan Omatikaya y aunque dejarla con Mo'at nos permitía estar un poco más tranquilos, aun así dejarla sola en el campamento era algo que nos tenía nerviosos tanto a Ninat't como a mí; no teníamos idea de cuanto tiempo permaneceríamos en el arrecife ni que tan complicada sería la situación y justo por eso no podíamos llevar a Tekay con nosotros, pero dejarla por tanto tiempo tampoco era algo que nos entusiasmara mucho.

Mientras volábamos decidí que lo mejor era concentrarme en nuestro objetivo; tenía que centrar toda mi atención en el ataque al arrecife y comencé a recordar los pocos detalles que Norm pudo darme acerca de la orden de ataque y sobre la disposición de los botes demonio.

Era consciente de lo difícil que sería pelear y eso me tenía ansioso, pero no había otra opción más que luchar por defender nuestro hogar y a nuestras familias, porque así como defendíamos el bosque, también defenderíamos el arrecife, después de todo tanto el bosque como el mar eran nuestro hogar.

Volamos sin detenernos, cruzando por la tempestad y la niebla; volamos con rapidez, forzándonos a soportar cualquier cosa que hubiera a nuestro paso porque el único objetivo era llegar a tiempo al clan Metkayina para evitar una masacre.

-          No sé cómo lo hace – dijo Raltaw volando a mi lado y lo miré consternado

-          ¿Qué? – pregunté sin comprender

-          Casi no ha dormido y aun así está ahí, firme, dando órdenes y dirigiendo a los demás – dijo mirando a Ninat't y suspiré

Eso era cierto; Ninat't casi no había dormido durante semanas y estos últimos días habían sido mucho peores; mi situación era similar, pero aun así, yo me tomaba el tiempo para recuperar fuerzas, en cambio ella pasaba de encargarse de una cosa a encargarse de otra casi de inmediato.

-          Tenía razón con lo que dijo – aceptó Raltaw y lo miré brevemente al mismo tiempo que notaba como Sulkan volaba hasta posicionarse al lado de Ninat't – Debimos encargarnos de los vigías, debimos prestar más atención; era algo que teníamos que hacer y pasamos por alto, ella tenía razón al gritarnos

-          Todos hemos estado muy tensos – respondí, pero él negó

-          Todos se dan cuenta, ¿Sabes?

-          ¿Darse cuenta de qué? – cuestioné sin entender

-          Valkay da órdenes, eso es cierto, pero los guerreros esperan a escucharla antes de actuar; igual que lo hacen contigo

-          Eso no es...

-          Sí es cierto – refutó interrumpiéndome – Tarsem es sensato, pero no está preparado para la guerra; Valkay por otro lado es un guerrero nato, pero no está preparado para liderar, es por eso que siempre terminan discutiendo y nunca llegan a ningún lado, en cambio Ninat't y tú, hacen planes, formulan estrategias y actúan; el pueblo ve en ustedes un modelo a seguir y el liderazgo que muestran es fuerte, es por eso que todos los observan

-          Raltaw... - murmuré sin saber bien que decir

-          Cuando ocurrió la masacre al clan Hulanta, Valkay y Tarsem se quedaron sin hacer nada; fue Ninat't quien tomó el control, unió a los guerreros y atacó; al inicio pensé que la detendrías, pero no lo hiciste, no la detuviste de atacar, pero la contuviste después y cuando fue el momento de tomar decisiones fuertes acerca de la alianza te pusiste firme, explicaste tu plan y te encargaste de todo; ustedes dos se han estado haciendo cargo de todo en los clanes y eso no ha pasado desapercibido para nadie; tanto si se trata de las batallas o las alianzas, ustedes se han encargado y por eso el pueblo los escucha.

-          Es un papel que no nos corresponde

-          Eso es cierto; Valkay y Tarsem son Olo'eyktan, ellos deberían encargarse de liderar a los clanes, es por eso que Ninat't tenía razón – dijo y suspiré sintiendo un gran peso sobre mis hombros – Ustedes son buenos líderes y si sirve de algo, voy a seguirlos hasta el final

Me quedé pensando por largo tiempo en las palabras de Raltaw y en todo lo que significaban, pero después de perderme en mis pensamientos decidí que no podía dejar que mi mente vagara, al menos no en este momento, ya tendría tiempo para pensar y para hablar con Ninat't, ahora lo principal era concentrarme en la batalla que nos esperaba.

Los días se hicieron eternos, pero cuando finalmente llegamos nos dimos cuenta que el ataque ya había comenzado; los botes disparaban contra los na'vi del clan Metkayina, los guerreros luchaban y mientras nos acercábamos pude distinguir a mi madre en su Ikrán volando muy cerca de una de las naves mientras disparaba.

Ninat't y yo teníamos un plan; nos dividiríamos en dos equipos, cada uno con seis guerreros a su cargo; además Sulkan iría con ella como su segundo mando mientras que Raltaw ocuparía esa misma posición para mí; una vez que estuviéramos divididos en dos equipos nos encargaríamos de rodear a los botes y atacaríamos en los puntos estratégicos que Norm había mencionado, puntos que nos ayudarían a frenar a los botes para permitirnos un mejor acceso hasta la sala de maquinas que debíamos destruir.

El plan era simple, pero realizarlo era la parte complicada, sin embargo, no teníamos muchas opciones así que después de una corta mirada entre Ninat't y yo, todos nos pusimos en marcha y descendimos en nuestros Ikrán comenzando a atacar a las personas del cielo mientras nos posicionábamos para atacar los botes.

-          ¡Neteyam! – gritó mi madre al verme y sonreí brevemente para después disparar a uno de los lados del bote ocasionando una pequeña explosión

Los disparos cruzaban por todas partes y podía ver a algunos na'vi caer, por lo que sin perder ni un segundo continué con el plan encargándome del bote frente a mí mientras los guerreros a mi cargo hacían lo mismo y cuando acabamos con la parte exterior, hablé por el comunicador con Raltaw para decirle que se encargara de atacar el siguiente bote mientras yo me dirigía a la sala de maquinas en compañía de dos de los guerreros.

Atacábamos a todos los que se atravesaban en nuestro camino; nos escabullíamos y disparábamos una que otra flecha cada vez que era necesario y gracias a la explicación de Norm acerca de la disposición del bote después de un corto tiempo al fin llegamos a nuestro destino.

Utilizando algunas flechas explosivas en las cuales estuvieron trabajando los científicos nos encargamos de destruir la sala de máquinas, pero al intentar salir de aquel lugar nos topamos con algunos avatares que comenzaron a dispararnos obligándonos a retroceder y ocultarnos.

-          Dime que ya saliste – escuché la voz de Ninat't en el comunicador

-          Estamos sufriendo unos cuantos contratiempos – respondí y la escuché bufar

-          Ya voy – declaró y terminó la comunicación antes de que pudiera decirle que no viniera

No iba a poner a los guerreros que me acompañaban en peligro y no iba a exponer nuestras vidas por lo que solo permanecimos ocultos mientras nuestros enemigos disparaban hasta que después de algo de tiempo los disparos cesaron de golpe.

-          Camino despejado – dijo Ninat't y salimos de nuestro escondite topándonos con los cuerpos de los dos avatares que estuvieron disparándonos

Ninat't se encontraba aquí, en compañía de otro guerrero y sin perder ni un solo segundo salimos del bote mientras que todo comenzaba a inundarse ya que la sala de maquinas ya había explotado y cuando finalmente salimos del bote llamamos a nuestros Ikrán que descendieron de inmediato para recogernos.

Eran cinco botes y faltaba destruir uno, pero algo me decía que esa sería una misión el doble de difícil, lo cual quedó confirmado cuando comenzamos a acercarnos y pude ver a mi padre luchando con el coronel Quaritch.

-          Rodeen el bote, maten a todos los que se atraviesen – ordenó Ninat't y los guerreros que nos acompañaron obedecieron su orden

El bote el era doble de grande que los otros y no tenía puntos externos para atacar; además sería imposible ingresar por lo que teníamos que formular un nuevo plan.

-          ¿Ese es Lo'ak? – cuestionó Ninat't y miré a dónde ella señalaba - ¡¿Esa es mi hermana?! – exclamó de golpe y no tuvimos que decir nada más para salir volando hacia donde nuestros hermanos se encontraban peleando con algunos hombres en trajes de metal

Raltaw, Sulkan y los demás habían conseguido acabar con los otros botes y ahora se encontraban atacando a todos los que se atravesaban en su camino mientras ayudaban a algunos na'vi que se encontraban heridos o que estaban siendo atacados, así que por ahora podíamos centrar nuestra atención en nuestros hermanos que estaban siendo superados por aquellos hombres que no dejaban de atacarlos.

-          ¡Tsireya, abajo! – gritó Ninat't y su hermana obedeció de inmediato

Ninat't alzó su arco y disparó sin ninguna duda dando justo en el centro de aquel monstruoso traje y yo imité su acción volviendo a disparar en el mismo punto logrando perforar el traje y dando directamente al centro de aquel hombre.

Bajé de mi Ikrán y avancé hasta donde mi hermano estaba peleando; arremetí con fuerza contra ese hombre atacando los puntos débiles de su traje y Lo'ak retrocedió un poco, tal vez por la sorpresa de verme o por ver la forma en que peleaba.

-          ¡Lo'ak! – gritó Tsireya y por un breve segundo vi como Ninat't y ella se acercaban, pero ese pequeño desliz ocasionó que ese hombre me hiciera volar hacia un lado

-          ¡Maldito! – exclamó Ninat't y la vi disparar tres flechas al mismo tiempo, un disparo tan preciso y fuerte que perforó de golpe el cristal de ese traje dándole por completo a aquel hombre 

-          ¡Vamos! – grité hacia nuestros hermanos mientras me levantaba sintiéndome un poco adolorido y junto a Ninat't regresamos a nuestros Ikráns

Tsireya se subió junto a Ninat't mientras yo llevaba a Lo'ak y nos dirigimos lo más lejos posible mientras que mis padres continuaban luchando en aquel bote con el coronel Quaritch y aunque quería ir a apoyarlos, primero debíamos poner a Tsireya y a Lo'ak a salvo.

-          ¡Sulkan! – exclamé una vez que nos acercamos – Lleven a Tsireya y a Lo'ak a la aldea, que se mantengan lejos

Nuestros hermanos bajaron de inmediato de nuestros Ikrán y aunque probablemente querían discutir, no les dimos tiempo para hacerlo y volvimos a partir dirigiéndonos de regreso al bote en el cual la pelea continuaba.

-          Si sales herido, te mato Neteyam – dijo Ninat't y sonreí

-          Te recuerdo que quien salió herida la última vez fuiste tú – respondí y ella me fulminó con la mirada

-          Ten cuidado

-          Tú también princesa – dije antes de que empezáramos a descender

Con cuidado bajamos de nuestros Ikráns y nos acercamos a donde mis padres estaban peleando; Ninat't me hizo una seña para que avanzara mientras ella iba por arriba para tener una mejor visión e hice caso a lo que dijo acercándome a mis padres.

-          Mira que tenemos aquí – dijo un avatar poniendo un cuchillo en mi cuello y eso hizo que mis padres voltearan a verme

Podía librarme de él, estaba seguro de eso, pero antes de moverme tan solo un poco, Ninat't cayó desde lo alto colocándose sobre los hombros de aquel avatar y lo golpeo derribándolo de inmediato.

-          No te atrevas a colocar un cuchillo en su cuello – dijo con rabia y sonreí

-          Podía encargarme – dije y ella me sonrío un poco mientras mantenía a aquel avatar sometido

-          Deberías estar más alerta – me regañó y sonreí

-          Lo recordaré la próxima vez, princesa

Ya no era el mismo Neteyam que escapó del bosque; ya no era el mismo y eso estaba claro para todos, por lo que en cuanto levanté el arco apuntando directamente a la cabeza del coronel Quaritch sus ojos se abrieron de golpe.

-          Yo no haría eso si fuera tú – amenazó y miré a mis padres brevemente

¿Qué es lo que me estaba perdiendo? ¿Qué sucedía? ¿Por qué no lo atacaban?

-          Tiene a Kiri – dijo mi padre y miré al coronel con rabia

-          Si quieren salvarla sugiero que obedezcan o esa pequeña se ahogará

-          ¡¿Dónde está mi hermana?! – grité furioso

Mis padres se veían igual de furiosos que yo, pero no se estaban moviendo y eso solo podía significar que el coronel los había amenazado con la vida de Kiri; si disparaba ahora nos libraríamos de él, pero sería muy difícil encontrar a mi hermana, no tenía idea de que hacer.

-          ¿Qué es lo que quieres? – preguntó Ninat't colocándose a mi lado y supuse que ya había acabado con aquel avatar

-          Jake Sully a cambio de su hija, ¿no es un trato justo? – dijo el coronel con autosuficiencia y Ninat't sonrío

-          O podemos matarte y buscarla

-          No llegaran a tiempo – refutó el coronel y por extraño que fuera mi madre también sonrío

-          Nos subestimas, demonio – dijo mi madre con asco

-          Tenemos a todo un equipo de los mejores guerreros y te recuerdo que crecí en estas aguas, ¿En verdad crees que no podré encontrarla? – cuestionó Ninat't y noté la duda cruzar por los ojos del coronel

-          Destruimos tus otros cuatro botes, justo ahora nuestros guerreros están acabando con el resto de tu tripulación; ¿Quieres ponernos a prueba? – dije con seriedad mientras tensaba aun más el arco

-          ¡¿Dónde está mi hija Quaritch?! – cuestionó mi padre - ¡Estás rodeado y en desventaja! ¡Habla, esa es tu única opción!

El coronel parecía estar cuestionándose sus opciones, pero no teníamos tiempo que perder por lo cual disparé una vez muy cerca de su cabeza y eso lo hizo retroceder un poco.

-          No lo repetiré otra vez, ¿Dónde está mi hermana? – dije tensando el arco nuevamente y apuntando otra vez

-          En el mismo lugar que ustedes han hecho estallar – respondió y Ninat't se tenso considerablemente

-          La sala de máquinas... - murmuró

Una explosión me hizo perder el equilibrio y fue justo en ese momento en que el coronel se escabullo escapando de nosotros y aunque parte de mí quería ir tras él para acabarlo de una vez por todas no podíamos perder tiempo, en especial si Kiri se encontraba atrapada en ese lugar.

Mis padres también parecían querer correr tras Quaritch para asesinarlo, pero lo principal ahora era encontrar a Kiri, así que decidimos dividirnos; si teníamos en cuenta en donde se encontraba la sala de máquinas en los otros botes, debía estar en la parte más profunda, pero dado que el tamaño de este bote era considerablemente superior debíamos darnos prisa para encontrar a Kiri antes de que fuera tarde.