CAPÍTULO 13
NINAT'T
Después de dos largos días, al fin partí hacia el clan Kekunan mientras que Neteyam iba en dirección a donde se hallaba el clan Olangi; un grupo reducido de guerreros me acompañaba y si todo salía según lo previsto pronto estaríamos de regreso en casa.
El clan Kekunan se encontraba en la selva profunda y eran conocidos por tener una gran habilidad para montar a los Ikrán; los miembros del clan Kekunan eran conocidos por sus reflejos rápidos, su compostura fría y su corazón valiente que se requería para domar a un Ikrán tal y como ellos lo hacían; los miembros del clan eran audaces y valientes, guerreros muy fuertes, además de dignos y eran cazadores aéreos realmente hábiles.
Su Olo'eyktan era relativamente joven, aunque era varios años mayor que yo y a pesar de que Valkay dijo que me aceptarían por la relación preexistente que mantenían con Ali'kay y con el clan Tipani, aun así tenía mis dudas.
Mi fuerte no era precisamente la diplomacia y eso estaba más que claro; entre Neteyam y yo, él solía ser a quien se le daban mejor los discursos y los tratos para convencer a los demás de que éramos un gran pueblo y no solo clanes divididos; pero yo... era diferente.
No se me daba bien ser diplomática y sensata; prefería formular una estrategia y actuar; incluso prefería tener un plan del que solamente yo conociera los detalles e ir actuando a medida que las circunstancias se presentaran, pero ahora tenía que comportarme diferente, tenía que ser paciente y actuar como lo haría la siguiente líder de un clan que siendo honesta era el papel que algún día en un futuro lejano tendría que desempeñar.
Para ser franca no podía visualizarme así; por supuesto era consciente de que algún día tendría que liderar el clan Metkayina, pero no podía imaginarme en esa posición; honestamente estaba segura que Neteyam terminaría liderando el clan mientras que yo acabaría entrenando a todos los guerreros; entre nosotros existía ese balance y eso me encantaba.
Yo solía ser una tormenta; era volátil e impulsiva, eso nadie podía cuestionarlo, pero también era fuerte, decidida y feroz los cuales son rasgos importantes para un líder, por otro lado Neteyam era la calma después de la tormenta; él siempre pensaba los cosas con detenimiento antes de tomar una decisión, consideraba los puntos a favor y en contra antes de lidiar con una situación; era excelente hablando con los miembros de otros clanes y de alguna u otra forma siempre terminaba convenciendo a otros de que él tenía la razón; ambos éramos lideres natos a nuestra manera y me sentía segura de algún día liderar el clan Metkayina siempre que lo liderara a su lado.
Tardamos más de lo previsto en llegar al clan Kekunan, pero cuando finalmente llegamos quedé impresionada; todos lucían trajes brillantes, llenos de colores y plumas; todos actuaban de una manera tan vivaz que de inmediato quedé encantada y cuando los cazadores comenzaron a descender en sus Ikrán no pude más que sonreír y entonces como si eso hubiera despertado a mi mente un recuerdo se hizo presente.
- ¿Ya me dirás a dónde fuiste? – cuestioné mirando a Ali'kay mientras que daba vueltas alrededor de la tienda tomando todo lo que me causaba curiosidad
- Deja eso en su lugar – me regañó quitándome un objeto de las manos para regresarlo a su sitio – Te dije que te lo diría, solo necesitaba un momento
- Pues tu momento es muy largo – dije dramatizando y eso lo hizo sonreír
- Realmente no tienes paciencia
- Ya dime – insistí sentándome de golpe en el suelo mientras él se colocaba frente a mí
- Fui a visitar a Taronyu
- ¿Y ese es...? – cuestioné sin entender
- Para ser la hija de un Olo'eyktan estas desinformada, Ninat't – dijo y lo fulminé con la mirada – Es el Olo'eyktan del clan Kekunan
- ¿Por qué fuiste a verlo?
- Pensé en formar una alianza entre nuestro clan y el suyo
- ¿Una alianza? – pregunté con curiosidad
- Sí, si lo piensas con detenimiento sería una alianza imbatible; el clan Tipani cuenta con los mejores guerreros; nuestras habilidades en combate son precisas y somos el clan guerrero más feroz entre los na'vi mientras que el clan Kekunan cuenta con los mejores cazadores aéreos de todos los na'vi y sus habilidades para pelear en el aire son impresionantes; podríamos aprender mucho unos de otros
- Puede que si... pero que acepten una alianza... eso es difícil... - murmuré y Ali'kay asintió
- Cierto... - aceptó con pesadez
- ¿Qué te dijo el Olo'eyktan del clan Kekunan?
- Taronyu es inteligente, sabe que tengo puntos válidos y sabe con certeza mis intenciones son sinceras, pero aún falta mucho para convencerlo de aceptar – dijo y asentí - Los clanes han permanecido separados desde hace mucho tiempo, pero no creo que sea así para siempre; si pudimos unirnos en una guerra antes, podremos hacerlo nuevamente, además cada clan posee habilidades que los demás podríamos aprovechar y aprender de otros es la mejor forma de crecer no solo como clanes separados si no como un mismo pueblo.
- Eres un soñador, Ali'kay – dije dándole una pequeña sonrisa
- Soy un idealista y quiero creer en el potencial de los na'vi – dijo con seguridad
- También quiero creerlo...
Había olvidado por completo ese momento y ahora que lo recordaba me pesaba el corazón; esto es lo que Ali'kay soñaba... él creía en los na'vi y soñaba con una alianza entre los clanes; creía en el potencial del pueblo y dio su vida no solo para salvar la mía, si no para luchar por lo que creía y yo iba a hacer exactamente lo mismo.
- Te veo Taronyu, Olo'eyktan del clan Kekunan – dije con respeto y los guerreros a mis espaldas hicieron mi mismo
- Te veo Ninat't, heredera del clan Metkayina y miembro del clan Tipani – respondió Taronyu con la misma venia de respeto
Tras unos breves segundos en los cuales todos permanecieron en silencio, di el primer paso acercándome a Taronyu con toda la tranquilidad de la que me sentía capaz en este momento.
- Ali'kay dijo que eras inteligente y si lo escuchaste a él, espero puedas concederme el mismo favor...
- Él me habló de ti – respondió con un tono suave – Una princesa del mar que abandonó su hogar para pelear en la guerra; una princesa que peleaba con la fuerza de cien guerreros y que nunca abandonaba a quien la necesitara
Mi corazón latía con fuerza y sentía que me faltaba el aliento; Ali'kay siempre sería una parte importante de mi vida y todos los momentos que pasamos juntos estaban grabados por completo en mi memoria, pero escuchar lo que él dijo de mí causaba que una emoción poderosa se alzara sobre todo lo demás.
- Lamento tu perdida – dijo y asentí sin atreverme a decir una sola palabra – Ali'kay era un Olo'eyktan admirable; era un líder capaz de darlo todo por su pueblo y no solo hablo del clan Tipani, si no de cada na'vi en Pandora; era un guerrero poderoso y formidable; lamenté profundamente su muerte.
- Gracias... - murmuré con lentitud – Ali'kay... él era importante para mí, no solo era un guerrero impresionante o un líder admirable, él era... mucho más...
- Escucharé lo que tengas que decir, pero no prometo aceptar tus propuestas – dijo y asentí
Uno de los guerreros me acompañó al interior de la tienda de reuniones que habían preparado mientras los demás me esperaban junto a otros miembros del clan Kekunan y una vez que me senté frente a Taronyu respiré profundamente armándome de valor.
- Supongo que has escuchado sobre todo lo que ha estado ocurriendo con los clanes y con las personas del cielo – dije y él asintió – Pero hay detalles que desconoces...
Comencé a relatarle todo lo que había ocurrido en este tiempo, le hablé del primer ataque en el arrecife, de la caza de los Tulkun y como beneficiaba a las personas del cielo; le hablé sobre los distintos ataques a las aldeas del bosque y sobre la masacre al clan Hulanta; le hablé sobre algunos de los ataques que logramos prevenir así como el feroz ataque que llevaron a cabo las personas del cielo contra varias aldeas del clan Metkayina tanto en el norte como en el sur; además de todo eso también decidí contarle sobre la muerte de Ali'kay, sobre como masacraron esas aldeas y como no tuvieron reparos en lanzar esas bombas sobre nosotros acabando con muchos de los sobrevivientes y con Ali'kay que no dudó ni un segundo en protegerme del fuego; le conté sobre las alianzas que habíamos formado con los clanes Omatikaya, Tayrangi, Anurai y Olangi, ya que tenía plena confianza en que Neteyam hubiera conseguido la alianza con ese último clan y le conté sobre todas las perdidas que habíamos sufrido, así como las pequeñas victorias que alcanzamos al destruir sus bases de avanzada y frenar a su ejército, pero cuando acabé de relatarle todos los sucesos sentía que faltaba algo más.
- Sé que Ali'kay te visitó poco antes de morir, sé que él quería formar una alianza entre los clanes, no solo por la guerra... si no porque creía en el potencial de los na'vi para mejorar si todos trabajábamos unidos – dije intentando mantener la calma – Ali'kay pensaba que una alianza nos haría más fuertes, que nos permitiría aprender de los demás y crecer como un gran pueblo; cuando me lo dijo lo llamé soñador – admití con pesar – No podía imaginarme a los clanes aceptando una alianza o trabajando unidos, pero yo soy la prueba de que es posible – dije con seguridad – Cuando las personas del cielo regresaron abandoné mi hogar, dejé a mi familia y me marché al bosque, a un lugar que desconocía y en el cual no sabía si podría sobrevivir; me marché porque sabía que luchar era lo correcto y no podía quedarme sentada esperando que atacaran; el camino fue difícil, tuve que aprender mucho y hacer muchos sacrificios, pero no me arrepiento de las decisiones que tomé – dije y respiré suavemente antes de continuar – Me entrené como una guerrera del clan Tipani, me esforcé y luché desde el inicio, pero a pesar de encontrarme en el bosque, nunca abandoné mi esencia, nunca dejé de ser un miembro del clan Metkayina y nunca dejé de preocuparme por mi hogar; después de la muerte de Ali'kay me marché y conocí a Neteyam, el hijo de Toruk Makto – dije con orgullo – Ambos regresamos a luchar al bosque cuando nos llamaron y no hemos dejado de pelear desde entonces; cada día temo por mi familia, temo recibir la noticia de que mi clan fue masacrado así como lo fue el clan Hulanta; también temo perder a mi hija o a mi pareja, pero pese a mis miedos continuó aquí, luchando por lo creo y por todo lo que Ali'kay defendía; no lucho porque ame la guerra, lucho para defender a mi pueblo, a mi mundo y a todos aquellos que me importan; lucho y siempre lucharé porque eso es lo correcto – dije mirando fijamente a Taronyu – Aun si decides no aliarte con nosotros no dudes que lucharé por defender al clan Kekunan; nunca dejaré de pelear por los na'vi, tienes mi palabra
- Eres como él te describió – dijo y lo miré confundida – Ali'kay dijo que eras valiente y extraordinaria; dijo que peleabas por otros sin esperar ninguna recompensa, que no dudarías nunca en defender lo que consideraras correcto – permanecí en silencio y Taronyu me miró fijamente – Cuando Ali'kay vino a verme consideré su petición, no lo rechacé ni acepté, le pedí tiempo para pensarlo – eso me sorprendió, pero me mantuve serena – Él no era como otros Olo'eyktan, no daba órdenes solo por el hecho de poder hacerlo; Ali'kay era idealista y era un líder sensato, no vino aquí haciendo exigencias o mostrándose soberbio, al contrario fue humilde y habló conmigo así como tú lo has hecho; él fue sincero y eso pude notarlo desde el inicio, lamenté profundamente su perdida y lamenté no haberle dicho lo que supe en el preciso momento en que se marchó – dijo y sentí que mi corazón se aceleraba – Iba a aceptar su propuesta, iba a aceptar su alianza porque tenía razón al decir que aprender de los otros clanes nos fortalecería y cuando él murió, estaba dispuesto a aliarme con el clan Tipani si tú te encontrabas a cargo
- Yo no podía ser Olo'eyktan – murmuré y él asintió
- Lo sé, pero si hubieras hecho el reclamo e intentado pelear por el liderazgo del clan Tipani, hubieras contado con todo mi apoyo
- ¿Por qué? – pregunté con curiosidad y nervios
- Porque pese a las diferencias tan grandes y evidentes que existen entre Ali'kay y tú, los rasgos más fuertes de un líder están presentes en ambos; eres valiente, Ninat't, no cualquiera hubiera elegido alejarse de su hogar y su familia para pelear por aquellos a quienes no conocía; no cualquiera se hubiera convertido en la guerrera más feroz y formidable del clan Tipani y no cualquiera estaría frente a mí prometiendo pelear por mi clan aun si no recibía mi ayuda – sus palabras me impresionaron y no pude evitar sonreír – Tomaste una decisión sensata al marcharte del bosque, no actuaste con rabia o ira, elegiste salvar a tu hija, elegiste vivir y a pesar de tener muchas razones para permanecer lejos, elegiste regresar y volver a pelear en esta guerra; todos aquí saben que comandaste el ataque a las bases de avanzada de las personas del cielo después del masacre al clan Hulanta; pudiste derrumbarte, pudiste solo quedarte en silencio como lo hicieron los demás, pero decidiste actuar y reestableciste el balance; elegiste tomar esa carga que no te correspondía y eso es algo formidable – me sentía muy bien al escucharlo y tenía que admitir que mi ansiedad había disminuido mucho – Lamenté no haber aceptado la propuesta de Ali'kay, pero no cometeré el mismo error; el clan Kekunan se unirá a la alianza que han formado; pelearemos en esta guerra porque es lo correcto y espero que después de la guerra podamos trabajar unidos para mejorar, así como Ali'kay un día lo quiso.
- Lo haremos – aseguré con una sonrisa – Ese también es mi deseo
- Algún día serás una Olo'eyktan impresionante, Ninat't, aunque debo decir que ya actúas como una – ese comentario me hizo sonreír aun más y cuando finalmente nos dimos la mano sentí que me era más fácil respirar
El clan Kekunan era parte de la alianza; ahora todos lucharíamos como uno; todos lucharíamos contra nuestro enemigo en común y venceríamos de eso estaba completamente segura; esta era nuestra guerra y pelearíamos hasta el final.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top