Capitulo 5.

Quince minutos después estaba sudando mientras ese hermoso hombre me daba vueltas y bailaba alrededor de mí, yo estaba eufórica y con ese par de copas que me había tomado, estaba mucho más relajada de lo normal considerando que no me gusta ingerir alcohol. Mis amigas nos veían bailar y Katia me sonreía porque había visto como estaba, me había observado al igual que todas esta noche.

Yo solo me dejé ir, sin pensar en nada más que en ese cuerpo junto al mío, en nuestras caderas moviéndose sincronizadas y en nuestras miradas fugaces, en las sonrisas y los ojos brillantes. La música se detuvo para darle paso a otra mucho más lenta, sensual y yo no me detuve a pensar, bailé alrededor de él para luego pegarme a su pecho y contornear mis caderas, sentí sus grandes manos a cada lado y todo en mí se avivó en un fuego ardiente, sentía que me quemaba pero la sensación era satisfactoria.

Él me dio la vuelta y quedamos frente a frente, mirada con mirada y los labios acariciándose con nuestro aliento, no sabía que era lo que pasaba por su mente pero yo no podía dejar de moverme, de pensar que esto que sentía era algo tan extraño y que no podía dejar que creciera porque tenía que concentrarme en otras cosas, debía dejar ir todo contacto con cualquier hombre y enfocarme en lo que quiero para mi futuro.

Así que esa noche me permitiría todo lo que me prohibiría hacer después, todo lo que no debía hacer y me acerqué un poco más para pasar mis brazos por sus hombros y cerrarlos en su cuello para acercarlo mucho más a mí, nuestros labios se rozaron y ambos contuvimos el aliento mientras la música bailaba a nuestro alrededor. Ya para ese momento no me podía detener, todo mi cuerpo vibraba y por debajo de mi piel era mucho más intensa la sensación.

—Alice...—dijo en medio de un jadeo a causa del movimiento que seguían mis caderas y yo entreabrí mis labios, él los miró y después de eso todo explotó porque no había necesidad de decir nada, no cuando lo que yo quería era eso y no cuando lo que él quería era hacerlo.

Lentamente descendió hasta unir nuestros labios en un jadeo necesitado, la presión se hizo mucho más y ambos nos comenzamos a mover en la boca de otro, sincronizados y sintiendo como todo desaparecía y lo único que quedaba eran esos labios que se unían con ferocidad, que chocaban y se lamian, que se devoraban, no dejé de moverme en ningún momento mientras sus manos presionaban mis caderas y luego subían hasta hundirlas en mi cintura.

Todo podía descontrolarse porque sentía una necesidad creciendo y me detuve, me alejé un poco de sus labios para mirarlo y sonreír porque sus labios estaban manchados con mi labial, él me sonrió y sentí como algo me empujaba con fuerza hacia él, como si fuéramos llevados por hilos de tensión.

—Alice...—me llamó y yo respire profundo para luego alejarme completo de esos brazos y de ese cuerpo duro, no quería sentirme prisionera, quería tener como huir.

—Dominic—lo nombré y pude ver como contuvo el aliento.

—Gracias por esta increíble noche—yo parpadee asombrada para luego sonreírle y asentir.

—Gracias a ti, me hiciste olvidar algo muy horrible—él frunció el ceño y yo negué despreocupada—algo que ya pasó—él asintió y alzó su mano para tocar mi mejilla y se detuvo, miré el movimiento con atención para luego sentir ese pinchazo de decepción—creo que debo irme—intentó decir algo pero no me quedé el tiempo suficiente para ver si se decidía, caminé hacia mis amigas y les hice una seña para irnos, quería salir corriendo de ese lugar después de hacer la estupidez que hice.

Quería esconderme en mi apartamento el tiempo suficiente para eso se borrara de mi mente pero sabía que eso sería imposible, un hombre como ese es imposible de olvidar y menos después de haber recibido el mejor beso de toda mi vida.

Me subí al auto y esperé mientras me repetía que con suerte no lo volvería a ver y que si eso pasaba, no se acordaría de mí. Yo sí sería algo bastante sencillo de olvidar, siempre he destacado por muchas otras cosas pero nunca por inolvidable y espectacular, así que esperaba que esta vez mi capa invisible sirviera.

Ese hombre... había sentido una conexión con él, lo sabía, lo había sentido y algo me decía que él también la sintió, quiere de verdad creer que es así y no que yo me esté engañando sola, había atracción, se sentía pero ¿una conexión? —Suspiré dramáticamente—quería creerlo, de verdad pero estaba acostumbrada a que solo fuera yo, a que siempre fuera unilateral todo.

No podía enfermarme más la cabeza con eso.

— ¿Qué fue todo eso? —preguntó Laura al subirse a mi lado.

— ¡Dios mío! ¿Y ese beso? —escuché a Katia atrás y suspiré.

—No puedo creerlo, no de ti Alice—dijo Clara y yo me encogí en mi asiento.

—A veces, solo hay que dejarse llevar y si ustedes vieron lo que yo ¿se me culpa por no poderme resistir? —todas nos reímos.

— ¿Y qué tal besa? —preguntó Katia y yo miré hacia atrás mientras Laura salía del estacionamiento.

—Como los mismos dioses, Kat—ella suspiró.

—Hasta Edward se quedó impresionado, su amigo no es de hacer esas cosas—escuché a Clara atentamente—también me comentó que está atravesando por una situación muy fuerte pero no me quiso decir nada más, se veía preocupado—yo fruncí el ceño pero no quise preguntar y cambié el tema.

— ¿Y tú qué tal? ¿Te gusta Edward? —se escuchó una risita y las cuatro nos metimos en una charla extensa sobre ese chico y como le gustaba a Clara, le quería dar chance para ver cómo se comportaba pero como iban las cosas, según ella, pronto le pediría ser su novia.

Estábamos felices por ella, rogando que con él fuera tan feliz como pudiera y que pudiera experimentar cosas buenas a su lado, Clara siempre había sido como nuestra protegida porque hemos tenido muchas malas experiencias y siempre la cuidábamos de los idiotas que se querían aprovechar de lo dulce e inocente que es.

—Nos vemos en tres días—dijo Lau y yo me bajé del auto sonriendo.

—Está bien, las quiero—ellas me lanzaron besos y yo les hice lo mismo hasta ver que se habían alejado lo suficiente para entrar, suspiré con fuerza y me dila vuelta para encontrar con mi peor pesadilla.

Respiré y caminé para pasarle por el lado, no quería otro momento arruinado, no quería nada más que viniera de él pero cuando casi llegaba a la puerta me sostuvo con fuerza del brazo y me dio la vuelta para pegarme a su pecho, yo solo podía sentir asco y ganas de vomitar.

Tenerlo así de cerca me recordaba muchas cosas que no quería, que luchaba por dejar en el pasado pero él no me lo permitía y ahora entendía que no lo haría jamás.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top