Capitulo 11.
Me muevo en la cama y suspiro al ver como todavía está oscuro, tomó mi teléfono y apenas son las cinco, mis ojos se abrieron una hora y media antes de lo adecuado y ahora estoy segura de que me van a arder por el resto del día, agregando el hecho de que la primera clase de hoy es la más aburrida de la historia y muy a mi pesar no puedo volver a dormir porque estoy completamente segura de que no me despertaría a tiempo, así que sin esperar más, hago a un lado mi edredón y me levanto de la cama para irme directamente al baño.
Arrastro mis pies en las pantuflas y entro al baño para detenerme frente a mi espejo y ver un moretón en el lado derecho de mi rostro que creo no haber visto antes y suspiro, no sabía cómo es que me había metido en algo tan toxico cuando antes no había tenido más que experiencias normales, durante todo este tiempo siempre he pensado que de alguna forma son experiencias que se deben vivir para no volver a aceptar nada igual de nuevo.
Me arrepiento mucho por solo haberme fijado en ese hermoso rostro y por haber aceptado tan rápido una relación, ya nada va a poder cambiar lo que pasó ni mejorar lo que se rompió en mi interior.
Me quito el pijama para meterme a bañar de una vez y me quejó al sentir dolor al alzar mis brazos, se me olvida que por ahora debo hacer las cosas con cuidado mientras todo vuelve a la normalidad en mi cuerpo, ese imbécil si hubiese tenido un minuto más me mata y nadie sabría quien lo hizo.
¿Cómo es que las mujeres pueden permanecer con hombres así? ¿Por qué es que cuesta tanto salir de relaciones dañinas?
Las entiendo pero estoy segura que yo no podría soportar algo más fuerte y ahora sé que necesito algún tipo de ayuda, ese hombre solo me daño mentalmente hasta llegar a este punto, quizás si hubiese permanecido un poco más de tiempo a su lado, no hubiese podido salir como lo hice, ni siquiera hubiese podido seguir hablándole a mis amigas. Me consume pensar en las cosas que dejé pasar, en las cosas que le permití, en las cosas que olvidé, en mi valor y en el respeto que debía tenerme yo misma.
Dejo que el agua se lleva todo ese dolor, esos malos pensamientos y esos recuerdos que me han atormentado durante muchas noches, por eso sé que no estoy preparada para absolutamente nada con nadie, ni siquiera con ese hermoso hombre que ha sido tan atento, no podría arrastrarlo a todo lo que me pasa. No podría ni siquiera pensar en que me toque de alguna forma, ya no soy capaz, no me siento capaz.
Echo mi cabeza hacia atrás y dejo que todo salga, no me había dado tiempo de pensar las cosas porque desde que pasó todo no me había quedado sola y ahora solo estoy yo en mi lugar habitual dejando que mi cabeza se llene de pensamientos intrusivos que solo me hacen sentirme peor, he querido toda mi vida dejar de pensar pero es imposible.
Ahora solo debo concentrarme en terminar la universidad y de conseguir un empleo que me motive a seguir adelante, en este momento lo que más necesito es un impulso para no quedarme atascada, para no quedarme viendo como las demás si pueden seguir y yo me quedo en mismo lugar. Tengo las mismas ganas de superación que la primera que llegué y aunque se puede ver opacada, puedo asegurar que jamás será borrada.
Media hora después estoy en mi cocina preparando mi desayuno para poder irme a la universidad, a pesar de que me levanté mucho más temprano, perdí mucho tiempo en el baño y no escuché como Laura reventaba mi teléfono con sus llamadas, aunque pudo dejarme un mensaje como una persona normal, no lo hizo.
Me senté y mi mirada se fue directamente a ese post-it pegado en mi refrigerador con el número de Dominic, no le había dado importancia y de igual forma él no se esperó a que yo le escribiera y consiguió mi número ¿Qué es lo que le interesara de mí? O en cualquier otro caso ¿por qué insistir tanto? No puedo decir que soy una mujer fea pero estoy segura que hay muchísimas mujeres hermosas que estarían locas porque él les mostrara un poco de atención.
Mientras yo solo huía de eso que me hacía sentir, me daba miedo volver a sufrir o de dañarlo a él con mis problemas, tampoco hay una intención clara de su parte y no pienso preguntar nada o insinuarme de alguna forma, el chico está muy bueno, me encanta y es un hombre increíble pero ni aun siendo un ángel podría darme una oportunidad en este momento con él, así que esta será la última vez que piense en esa posibilidad y solamente me centrare en vivir mi presente.
Me levanto y dejó lo que ensucié en el fregador, salgo de mi pequeña cocina y me voy a la sala para recoger mis cosas, por estar pensando tanto ahora solo tengo media hora para llegar y si llego tarde alguien tomara ese asiento en el aula donde puedo dormir sin que me vean, suspiro y tomo mis llaves para salir, cierro y tomo una fuerte bocanada de aire al entrar al ascensor, me recargué en una de las paredes a esperar que bajara, tenía cero ganas de salir de mi hogar pero no puedo faltar cuando ya estoy por salir de ese tormento.
Cinco minutos después llego a la planta baja y salgo pasando por la recepción y salir por esa puerta que tanto quería abrir la última vez. Escuchó el ruido de la calle y me detengo abruptamente al ver a Alexis frente a mí, se veía como si un camión le hubiese pasado por encima y definitivamente podría verse peor si no fuera por esa media sonrisa que surco en sus labios, era como ver a esos villanos de películas, a los asesinos y delincuentes.
Di dos pasos hacia atrás y él se acercó un poco más.
—No te atrevas a acercarte—le dije sintiendo mi corazón acelerado— ¿Qué es lo que quieres ahora? ¿Por qué no me dejas en paz? —su sonrisa desapareció y ahora una mueca triste la reemplazo.
—A ti, solo a ti pero se te ocurrió la maravillosa idea de denunciarme cuando no te hice nada, todo fue tu culpa y lo sabes—podía sentir como se volvía a repetir, el deja vu más escalofriante de mi vida—tú me provocaste al ser una cualquiera y besarte con ese hombre, te juro que lo matare, lo haré pagar por tocarte—parecía que deliraba, como si estuviéramos en esa noche de nuevo y yo me erguí, cuadrando mis hombros, no tenía por qué tenerle miedo ni demostrárselo.
—Debes irte, ya no te quiero cerca y por eso tienes una orden de alejamiento, si no quieres ir a la cárcel por unos cuantos años, deberías alejarte de mí ahora mismo—me miró fijamente y yo podía sentir como mis manos temblaban pero no podía demostrárselo así que alzo mi mano para llamar a esa patrulla de policía que esta estacionada en la otra calle y él sigue mi movimiento.
—No, detente ¿es que ya no me amas? —yo niego—yo sé que te hice mucho daño pero ¿no merezco tu perdón? —yo lo conocía perfectamente bien y sé que solo quiere manipularme, miles de malas experiencias a su lado para saber cómo siempre ha manipulado mi mente.
— ¿Algún problema? —dice el oficial y yo asiento.
—Este hombre tiene una orden de alejamiento, no se puede acercar a mí por el delito de agresión e intento de homicidio gracias a una golpiza que me dio en esta misma acera—yo lo miré fijamente—no quiere entender que no se puede acercar.
—Por favor...—yo dejé de mirarlo.
—Es mejor que entiendas de una vez que no puedes acercarte a mí— él oficial se acercó a él y lo esposo, lo vi luchar para soltarse y dentro de mí solo tenía la tranquilidad de que de verdad ya no podría hacerme más daño.
— ¡Te haré pagar por esto! ¡Y entenderás que solo puedes ser mía Alice, mía! —sentí un escalofrío por todo mi cuerpo al escucharlo pero no le dediqué ni una mirada más, me di la vuelta y comencé a caminar en dirección contraria con una nueva esperanza en mi pecho, no volvería a dejar que me hiciera ningún tipo de daño nuevamente.
***
Holaa, aqui les traigo un nuevo capitulo, espero lo disfruten.
Quiero decirles a todas esas personas que han pasado por algun tipo de abuso, no estan solas y solos.
Los quiero, besos.
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