9

Era su primer día de clases.

Sofía había peinado a Leonor y le había ayudado a ponerse un bonito mono de color verde, su color favorito, mientras pensaba en lo mal que podría acabar todo.

Bajo la fuerte insistencia de su nieta, por fin Sofía había accedido a dejar que su niña entrase al colegio.  

Pero Sofía tenía un mal presentimiento.

Temía por su querida nieta. Temía por lo que podía pasarle. Temía por lo que pudieran decirle. 

Pero también sabía qué debía hacer por Leonor lo que sus padres hubiesen hecho por ella. 

Por eso, aun con el corazón encogido del miedo y arrugas entre las cejas, acompañó a su nieta a su nueva escuela con una sonrisa despreocupada en la cara y un cálido apretón de manos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top