54.
Todos estaban viendo cómo cierto mexicano lavaba los platos con una sonrisa amplia.
—¿Y desde cuando hace las cosas por las buenas?
—¿Qué te pasa, che?
—¿Qué? —les sonrió ya casi terminando—. ¿Lo de los platos?
—Sí.
—Es porque mi maplecito y yo llegamos a un trato.
—¿Cuál?
—Yo lavo los platos... Y él me da una mamada cada noche... ¡Y qué mamadas! Ufff
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top