47.
En medio de su sala:
—Muéstrame lo que puedes hacer con esas manos, florecita —sonríe coqueto.
—¡Puedo hacer galletas y postres!
—Yo me refería... A... Tú sabes.
—¿A qué?
—Nada —negó divertido—. ¿Y qué puedes hacer con tu boquita?
—Pues... besarte.
—Esa respuesta me gustó —sonrió antes de besar a su linda Canadá.
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