—¡Qué haces besando a la lisiada!

—¿Lisiada?

Canadá no entendió nada, USA mucho menos, porque ambos estaban concentrados en los ejercicios de rehabilitación por la fractura del estadounidense y de pronto México tiró la puerta y les gritó.

—¡Maldita lisiada!

—¿Es otro de tus dramas mexicanos?

—Mexique... Ya te dije que no entiendo tus referencias.

—Que pinche aburridos son. De veras —bufó.