175.
—¿También matarías un batallón... solo por mí?
—No.
México jadeó indignado.
—¡Cómo que no, maple! ¡Si por tu papá perdiste la cabeza! ¿Y yo?
—Dijiste que no te gusta eso... Y que podías defenderte solo, que no interfiriera.
—Sí dije eso, pero...
—¿Entonces sí debería asesinar a alguien por ti?
—¡No! Pero deberías al menos ofrecerlo, maple.
—Estoy confundido... ¿Quieres o no quieres que asesine por tu causa?
—¡No! ... Pero sí.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top