172.
—Papasito, ¿qué haces por aquí tan solito?
Canadá miró a su alrededor.
—Creo que me confundes... Yo no soy tu padre.
—Ah...
—Pero puedo ayudarte a buscarlo —sonrió el canadiense.
—Pos... ¿Sí no?
—¿Sí? ¿No?
—Ya la cagué... Mejor olvídame y deja que me hunda en mi miseria.
—¿Okey? —miró raro al tricolor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top