160.
—Algún día, cuando tú y yo seamos libres de elegir... Te buscaré.
—Y si no vienes rápido, yo iré por ti.
—Es una promesa.
—Porque te quiero mucho, Nueva Francia.
—Nunca me olvides, Nueva España.
Pero cuando lo buscó, y como Canadá se presentó, aquella estrella ya tenía un nuevo amor.
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