158.
—Estás ebrio.
—Pos sí.
—Eso explica muchas cosas.
—¿Qué cosas?
—Me estás hablando —Canadá sonrió—. Creí que no te caía bien o algo... Es agradable tener una conversación contigo.
—Perú, qué mamadas dices, ¿cómo que no te hablo? Si eres mi carnal.
—Ah... Mexique... Soy Canadá, no Perú.
—Ah... que... Pe...Yo... Tume... aibskndk
Y sí. No pudo volver a decirle alguna otra frase más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top