El Reino Salvaje.


En el corazón del próspero reino de Aeloria, donde las torres de mármol y cristal reflejan la luz del sol en todas direcciones, la tristeza acecha en los rincones más oscuros. Aunque las calles están llenas de comerciantes, guerreros y nobles, y el esplendor del castillo brilla con una opulencia incomparable, no todo es tan perfecto como parece.

Dentro de una lujosa habitación del castillo, Rei y Ashe 2 de las miembros del gremio mas fuertes se encuentran sentadas en silencio, separadas por un pesado aire de arrepentimiento. Ambas, vestidas con finas sedas y joyas, lucen vacías, como si las riquezas que las rodean no pudieran llenar el abismo en sus corazones.

Rei, quien antes era una de las Cazadoras más valientes y leales hacia su compañero Liham, observa su reflejo en un espejo de cristal. Sus ojos, que alguna vez destellaban con determinación, ahora están apagados. Sabe que ha cambiado, y no para mejor. Se deja caer en un sofá cercano, recordando las batallas que peleó junto a Liham, un compañero en quien confiaba con su vida. Ahora, las promesas de poder y confort que el príncipe les ofreció a cambio de traicionar a su compañero no le parecen más que una cruel ironía.

Rei: "Lo abandonamos, Ashe...," susurra Rei, su voz cargada de una tristeza profunda. "Lo dejamos solo en esa isla, y todo por... por esto," dice, señalando el lujo a su alrededor con desdén.

Ashe, quien solía ser la estratega y maga del grupo, se encuentra sentada junto a una ventana, mirando hacia el horizonte sin realmente ver nada. Sus pensamientos están atrapados en un remolino de culpa. Recuerda las palabras que le susurró el príncipe cuando decidió convertirse en su concubina, promesas de seguridad y riquezas a cambio de su lealtad. Pero la realidad es otra. La sensación de haber traicionado no solo a Liham, sino también a sí misma, la ha consumido.

Ashe: "No puedo soportarlo más, Rei," dice Ashe finalmente, su voz apenas un murmullo. "Pensé que estábamos eligiendo la supervivencia, pero en realidad solo escogimos nuestra perdición."

Rei se levanta y se acerca a su compañera, ambas compartiendo un momento de dolor y comprensión.

Rei: "Nos dejamos seducir por las mentiras de un hombre que nunca nos valoró como Liham lo hizo. Ahora, somos sombras de lo que alguna vez fuimos." Ashe asiente con lágrimas en los ojos.

Ashe:  "Liham fue nuestro verdadero amigo, nuestro líder... y nosotros lo traicionamos por promesas vacías."

El pesado silencio cae entre ellas, roto solo por el susurro del viento que pasa a través de la ventana abierta. La tristeza las consume, sabiendo que sus acciones llevaron a la destrucción de algo mucho más valioso que cualquier tesoro: la lealtad y la confianza que alguna vez compartieron con Liham. Ahora, todo lo que les queda es una existencia vacía, atrapadas en un palacio de oro, pero encadenadas por su propia culpa.

Mientras el sol comienza a ponerse, las dos mujeres se quedan en silencio, compartiendo el peso de su arrepentimiento. Y en ese instante, ambas saben que, aunque estén rodeadas de riqueza y poder, han perdido lo más importante: a sí mismas.

En la sala del trono del reino de Aeloria, las imponentes columnas de mármol blanco y los elaborados tapices que cuelgan de las paredes reflejan el esplendor y la riqueza del reino. El príncipe Darius, conocido por su ambición desmedida, se sienta en su trono dorado, rodeado de lujo y opulencia. A sus pies, los consejeros discuten en susurros, pero uno de ellos, un hombre anciano de ojos astutos, se adelanta y hace una reverencia profunda antes de dirigirse al príncipe.

concejal: "Mi señor," comienza el consejero, su voz cargada de respeto, pero también de urgencia. "He recibido informes de nuestros exploradores que podrían interesarle enormemente."

Darius, cuyos ojos brillan con una curiosidad fría, inclina ligeramente la cabeza, indicándole al consejero que continúe.

Darius: "Habla," ordena con un tono imperioso.

Concejal: "Se ha descubierto un nuevo recurso en la isla donde... donde dejamos a Liham. Un material raro, que según nuestros estudios preliminares, tiene propiedades únicas que podrían beneficiar a nuestro reino de manera inimaginable. Podría fortalecer nuestras armas, mejorar nuestras defensas... e incluso incrementar nuestro poder más allá de cualquier otro reino."

El príncipe se inclina hacia adelante, sus ojos ahora completamente enfocados en el consejero.

Darius: "¿Qué clase de material es ese?" pregunta, su voz marcada por la codicia.

Concejal: "El mineral Tek, mi señor. Una antigua tecnología que, si se domina, podría darle a nuestro reino una ventaja insuperable. Nuestros exploradores encontraron vestigios de esta tecnología en la isla. Si logramos extraerlo y controlarlo, no habrá nadie que pueda oponerse a su mandato."

Un silencio expectante cae sobre la sala. Darius se reclina en su trono, sus pensamientos corriendo rápidamente. Los tesoros y el poder que este mineral podría otorgarle llenan su mente. No le importa lo que haya sucedido con Liham; lo único que importa es lo que puede ganar.

Darius: "El mineral Tek...," murmura para sí, saboreando las palabras. Una sonrisa lentamente se forma en sus labios, oscura y llena de avaricia. "¿Por qué no se me informó antes?"

Concejal: "Mis disculpas, mi señor," responde el consejero con una reverencia aún más profunda. "Queríamos confirmar la información antes de presentársela. Pero ahora que estamos seguros, es imperativo que tomemos medidas antes de que otros lo descubran." Darius se levanta de su trono, sus ojos brillando con una determinación peligrosa.

Darius: "Organiza una expedición de inmediato. Quiero que esa isla y todo lo que contiene sea nuestro, a cualquier costo. Reúne a los mejores soldados, recolecta los recursos necesarios, y asegúrate de que nada se interponga en nuestro camino."

El consejero asiente rápidamente, ya haciendo señas a otros en la sala para que comiencen los preparativos. Pero antes de que pueda retirarse, Darius lo detiene.

Darius: "Y asegúrate de que nadie más, ni siquiera nuestros aliados, sepa de este descubrimiento," advierte el príncipe, su voz un susurro amenazante. "Este poder será solo mío." El consejero asiente, temblando ligeramente ante la intensidad del príncipe.

Concejal: "Como desee, mi señor. Todo se hará según sus órdenes."

Darius observa cómo sus consejeros se dispersan, sus pensamientos llenos de imágenes de conquista y dominio. Su codicia, siempre insaciable, ahora tiene un nuevo objetivo. El mineral Tek será suyo, y con él, el mundo entero.

Mientras los preparativos para la expedición comienzan, el príncipe no puede evitar imaginar la gloria y el poder que lo esperan. Poco le importa quién sufra en el proceso; su avaricia no conoce límites, y hará cualquier cosa para obtener lo que desea.

Tiempo Despues El príncipe Darius, con su característico andar arrogante, atraviesa los pasillos del castillo con un propósito claro. Sus pasos resuenan en las paredes de mármol, y los sirvientes se apartan rápidamente de su camino, temerosos de su furia conocida. Finalmente, llega a la puerta de una habitación lujosamente decorada y sin molestarse en llamar, la abre de golpe.

Dentro, Ashe y Rei están sentadas en silencio, sumidas en sus propios pensamientos. La repentina entrada del príncipe las saca de su melancolía, y ambas lo miran con ojos llenos de resentimiento.

Darius, sin preocuparse por la frialdad de sus miradas, esboza una sonrisa calculadora y se adentra en la habitación.

Darius: "Mis queridas concubinas," comienza con una voz cargada de ironía. "Tengo noticias emocionantes para ustedes."

Ashe, sin ocultar su desprecio, se levanta de su asiento y cruza los brazos.

Ashe: "¿Qué quieres ahora, Darius? ¿Qué más podrías quitarnos?"

Rei permanece sentada, observando con atención al príncipe, pero su silencio habla de un odio profundo que ha estado creciendo en su corazón.

El príncipe ignora la hostilidad en la voz de Ashe y se acerca a las dos mujeres con una sonrisa que no llega a sus ojos.

Darius: "He descubierto algo que podría cambiar el destino de nuestro reino. En la isla donde abandonamos a ese patético guerrero, Liham, se encuentra un recurso invaluable. Un mineral llamado Tek, una tecnología antigua que nos hará invencibles."

Rei: "¿Y por qué nos cuentas esto? Rei, quien ha estado escuchando en silencio, finalmente alza la voz, su tono amargo. ¿Esperas que nos emocionemos por tus planes de conquistar más poder? Ya nos has quitado todo, Darius. No somos más que prisioneras aquí."

Ashe da un paso hacia adelante, su rostro endurecido por la ira contenida.

Ashe: "Te odio, Darius. Te odio por lo que hiciste, por lo que nos hiciste hacer. Abandonamos a Liham por seguirte, y ahora vivimos en una prisión dorada. No nos interesa tu maldito Tek."

El aire en la habitación se vuelve tenso. La sonrisa de Darius desaparece, sustituida por una expresión oscura y peligrosa. Sus ojos, ahora llenos de una furia contenida, se clavan en las dos mujeres.

Darius: "¿Así que me odian, eh? Odien todo lo que quieran, pero recuerden esto: todavía soy su príncipe, y ustedes me obedecerán." Ashe se estremece ante el tono amenazante de Darius, pero no retrocede.

Ashe: "Puedes obligarnos a quedarnos aquí, pero nunca seremos tuyas en espíritu. Ya nos arrebataste todo."

Rei, sintiendo el peligro en las palabras del príncipe, intenta intervenir.

Rei: "Darius, no puedes forzarnos a sentir lo que no sentimos. Ya hemos perdido demasiado..."

Darius: "¡Silencio! No les estoy pidiendo que amen lo que hago. Les estoy diciendo que harán lo que yo ordene." Darius, ahora enojado, interrumpe bruscamente. "Vendrán conmigo a esa isla. Verán con sus propios ojos cómo conquisto ese poder, y estarán a mi lado cuando lo haga. No tienen opción." Su voz es fría y autoritaria.

Ashe: "¿Nos estás forzando a regresar allí? ¿A ese lugar que fue el principio de nuestra caída?" Ashe da un paso atrás, horrorizada.

Darius: "Exactamente," responde Darius con una sonrisa cruel. "Tal vez, al ver cómo destruyo lo que queda de Liham, comprenderán que el poder es lo único que importa en este mundo. Ustedes eligieron seguirme, y seguirme lo harán, aunque sea arrastradas."

Rei, sintiendo el peso de la situación, baja la mirada, mientras Ashe se mantiene desafiante, pero sabe que están atrapadas. El príncipe Darius, satisfecho con su victoria, se da la vuelta y se dirige a la puerta.

Darius: "Prepárense," dice sin volverse. "Partimos al amanecer."

Con esas palabras, Darius abandona la habitación, dejando a Ashe y Rei sumidas en una mezcla de odio, miedo y desesperación. Sabían que el príncipe era cruel, pero ahora comprenden hasta qué punto. La isla que una vez fue el lugar de su traición se convertirá en el escenario de su sufrimiento, y no tienen más remedio que seguir a un hombre al que desprecian.

.

.

.

.

.

Ubicacion Actual Isla del Arca donde Liham fue abandonado.

En lo más profundo de la vasta y salvaje isla donde una vez fue abandonado, Liham ha emergido como un líder imponente, transformando su destino de exilio en una historia de poder y unidad. La isla, un territorio lleno de peligros naturales y criaturas temibles, ha sido convertida en un refugio seguro bajo su liderazgo, atrayendo a otros supervivientes y exiliados que han sido marginados o traicionados por sus propios reinos.

Liham, con una determinación forjada en la soledad y el desamparo, ha logrado domesticar a las criaturas más feroces de la isla, utilizando la avanzada tecnología Tek que ha descubierto en sus exploraciones. Con esta poderosa tecnología a su disposición, él y su grupo han reclamado una extensa zona de la isla, fortificándola con estructuras imposibles de penetrar y sistemas de defensa que superan incluso a los ejércitos más grandes.

Los supervivientes que han encontrado su camino hacia Liham lo siguen con una lealtad inquebrantable, viéndolo no solo como un líder, sino como un salvador. Bajo su mando, han construido una comunidad resiliente que no solo sobrevive, sino que prospera en las condiciones más adversas. En este nuevo dominio, Liham se asegura de que todos tengan un propósito, y cada decisión se toma con la fuerza colectiva en mente.

La zona bajo el control de Liham es ahora un bastión de resistencia, con torres de vigilancia hechas de metal Tek, muros impenetrables, y criaturas domesticadas patrullando el perímetro. Aquí, la gente vive libre del temor y la opresión que una vez conocieron, encontrando en Liham un líder justo, pero firme, que los guía con sabiduría y coraje en cada desafío que la isla presenta.

La comunidad ha crecido en número y fuerza, y con cada día que pasa, el poder de Liham y su grupo solo aumenta. Lo que una vez fue una vida de desolación y abandono se ha convertido en una poderosa fuerza que domina la isla, lista para defenderse de cualquier amenaza externa, incluida la del reino que lo dio por perdido.

Liham, ahora un guerrero experimentado y un líder nato, se prepara para lo que pueda venir, sabiendo que su pasado podría volver a enfrentarlo. Pero esta vez, no estará solo, y su nuevo imperio en la isla es un testimonio de su capacidad para convertir la adversidad en fortaleza.

En el corazón de la fortaleza de Liham, donde los sonidos de la forja y las bestias domesticadas resuenan en perfecta armonía, la tensión se mezcla con la expectativa. Liham, el líder indiscutido de los supervivientes, revisa un mapa extendido sobre una mesa de piedra, planificando su próxima jugada. A su alrededor, los miembros de la tribu trabajan incansablemente, manteniendo la comunidad fuerte y segura.

De repente, uno de sus hombres más confiables, un explorador llamado Kael, irrumpe en la sala con un brillo de emoción y urgencia en sus ojos.

Kael: "Liham," dice, apenas conteniendo su entusiasmo, "hemos encontrado algo que podría cambiar todo."

Liham: "¿De qué se trata, Kael?" Liham levanta la mirada del mapa, interesado.

Kael da un paso adelante y despliega un pergamino viejo y desgastado sobre la mesa.

Kael: "Mientras explorábamos las cuevas al norte, encontramos estos planos. Parecen ser antiguos, pero detallan formas de mejorar nuestro equipo Tek, hacerlo más resistente y poderoso."

Liham estudia los planos con cuidado, notando las complejas instrucciones y los diagramas precisos que describen mejoras significativas.

Liham: "Esto es impresionante, Kael. Con este conocimiento, podríamos fortalecer nuestras defensas y armar a nuestra gente con una tecnología sin igual."

Kael: "Hay un problema, mi señor," interrumpe Kael, su tono se vuelve serio. "Estos planos están vinculados a un guardián. Una criatura inmensa y temible conocida como Megaphitecus. Según las leyendas, es un gorila de proporciones colosales que ha protegido este conocimiento durante siglos. Para obtener estas mejoras, debemos enfrentarlo y derrotarlo."

Liham frunce el ceño, considerando las implicaciones. Conoce bien los peligros que la isla alberga, pero también sabe que cada riesgo trae consigo una oportunidad.

Liham: "¿Qué sabemos sobre el Megaphitecus?" Kael asiente, habiendo anticipado la pregunta.

Kael: "Es una bestia formidable, más grande que cualquier criatura que hayamos enfrentado. Su fuerza es legendaria, capaz de aplastar rocas y derribar árboles de un solo golpe. Se dice que tiene una manada de simios menores que lo protegen, y su territorio está en las profundidades de las montañas al noreste."

Liham se queda en silencio por un momento, su mente ya calculando estrategias.

Liham: "Si logramos derrotar a Megaphitecus, estos planos serán nuestros. Nuestro poder en la isla será inigualable. Pero también es un gran riesgo. No todos los hombres podrían sobrevivir a un enfrentamiento de esa magnitud."

Kael inclina la cabeza en señal de respeto.

Kael: "Lo sé, mi señor. Pero si alguien puede liderar a nuestra tribu contra una bestia como esa, eres tú. Hemos superado muchos desafíos bajo tu liderazgo. Creo que podemos hacer esto."

Liham respira hondo, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Pero en lugar de dudar, una chispa de determinación ilumina sus ojos.

Liham: "Prepara a nuestros mejores guerreros, Kael. Haremos los preparativos necesarios, y cuando estemos listos, iremos por el Megaphitecus."

Kael: "Así será, Liham. Juntos lo venceremos." Kael asiente, una sonrisa de confianza en su rostro.

Mientras Kael se retira para organizar a los guerreros, Liham se queda solo con los planos. Sabe que la batalla que se avecina será una de las más difíciles que hayan enfrentado, pero también entiende que este es el tipo de desafíos que definen a un líder. Con una última mirada al mapa, Liham se prepara mentalmente para lo que vendrá. La lucha contra Megaphitecus no solo determinará el futuro de su tribu, sino también el suyo propio.

A La Mañana siguiente: El sol apenas comienza a asomarse en el horizonte, bañando la isla con una luz dorada que acaricia las copas de los árboles y las montañas lejanas. La mañana es tranquila, pero hay una tensión palpable en el aire, un presagio de la batalla que se avecina. En la vasta planicie que se extiende ante la fortaleza de Liham, un ejército de colosos se prepara para marchar.

Liham, montado sobre los poderosos lomos de un Giganotosaurio, observa a su grupo mientras se alistan. Su montura, una bestia imponente con músculos ondulantes y una mirada feroz, respira profundamente, su aliento escapando en nubes de vapor en el aire frío de la mañana. Liham acaricia el cuello del Giganotosaurio con calma, transmitiendo confianza tanto a la criatura como a sus hombres.

A su lado, Kael, su leal segundo al mando, se encuentra sobre los lomos de un Carcharodontosaurio. La bestia, no menos temible que el Giganotosaurio, muestra sus colmillos afilados mientras su mirada acecha hacia el horizonte. Kael y Liham intercambian una mirada de entendimiento, sabiendo que están a punto de enfrentar uno de los mayores desafío de sus vidas.

Detrás de ellos, el resto del grupo se alinea, todos montados en una formidable formación de Tiranosaurios y Espinosaurios. Los rugidos graves de los dinosaurios reverberan en la planicie, resonando como un trueno distante que anuncia la llegada de un ejército imparable. La escena es de una fuerza y poder desbordantes, una imagen de pura autoridad sobre la naturaleza misma.

Un poco más atrás, sobre un Yutiranus, se encuentra una joven de la tribu, su mirada fija en Liham. Su nombre es Aria, y aunque su rostro muestra una determinación serena, sus ojos revelan el profundo afecto que siente por Liham. Sabe que su papel en esta expedición es crucial; el Yutiranus que monta tiene la capacidad de inspirar coraje y fortaleza en sus aliados, un soporte vital en medio de la batalla que se avecina.

Liham levanta una mano, señalando al grupo que es momento de partir:

Liham: "Hoy, nos enfrentamos a un desafío que pondrá a prueba nuestra fuerza, nuestro coraje y nuestra unidad," declara, su voz firme y resonante. "Pero juntos, somos más que una tribu. Somos una fuerza de la naturaleza, y reclamaremos lo que es nuestro por derecho."

Con un rugido unísono, las criaturas bajo su mando responden, sus ojos brillando con una fiereza salvaje. Liham baja la mano, dando la orden final, y su Giganotosaurio avanza, marcando el comienzo de la marcha. El suelo tiembla bajo los pasos de los colosos mientras se dirigen hacia las montañas, donde el Megaphitecus los espera.

Kael sigue de cerca, su Carcharodontosaurio moviéndose con una gracia aterradora, listo para enfrentar lo que sea que se cruce en su camino. Aria, montada en su Yutiranus, observa a Liham con determinación, sabiendo que hará todo lo posible para protegerlo y apoyar al grupo con su fuerza.

Así, la tribu liderada por Liham avanza hacia su destino, un ejército de gigantes que desafía a la isla misma. La batalla contra el Megaphitecus será legendaria, y todos están preparados para luchar con todo lo que tienen. El destino de la tribu y el futuro de la isla penden de un hilo, pero con Liham al frente, están dispuestos a enfrentarlo todo.

El grupo de Liham avanza con determinación por el terreno accidentado de la isla, dejando atrás la vegetación densa y adentrándose en una región helada y desolada. El aire se vuelve más frío a medida que ascienden hacia la cima de una montaña congelada, cubierta de una espesa capa de nieve que cruje bajo las pisadas de los dinosaurios. La montaña es un testimonio de la fría majestuosidad de la isla, y el viento silba a través de los picos, añadiendo un toque de desolación al paisaje.

Finalmente, llegan al altar mencionado en los antiguos planos, una estructura imponente y parcialmente destruida que se erige en el centro de una explanada helada. El altar, hecho de piedra antigua, está cubierto de símbolos extraños y runas que emiten un tenue resplandor azul. Liham y su equipo comienzan a preparar el altar, colocando cuidadosamente los objetos y artefactos necesarios según las instrucciones del pergamino.

Kael, con la experiencia de un líder en el campo de batalla, coordina las acciones mientras Aria y otros miembros del grupo aseguran los últimos componentes del ritual. La atmósfera está cargada de tensión, cada miembro del equipo centrado en la tarea que tienen entre manos. La nieve continúa cayendo alrededor de ellos, creando un ambiente sombrío pero impresionante.

Una vez que todo está en su lugar, Liham da la señal final. Los artefactos colocados en el altar comienzan a brillar con una luz intensa. Los símbolos en las piedras se iluminan, y una energía pulsante emerge del altar. De repente, un portal comienza a formarse en el aire frente a ellos, sus bordes girando y destellando con una luz cegadora.

Liham: "¡Es momento de entrar!" Liham ordena, su voz firme y clara por encima del rugido del viento.

Uno a uno, el grupo atraviesa el portal, sintiendo una sacudida de energía a medida que son transportados a un nuevo lugar. Cuando el resplandor del portal se desvanece, se encuentran en un lugar completamente diferente. La visión que se presenta ante ellos es impactante: están en la cima de una montaña helada, donde el suelo está cubierto de una espesa capa de hielo y nieve. El paisaje está dominado por las estatuas de gigantescos simios, talladas en un estilo budista y dispersas alrededor de lo que parece ser un antiguo templo en ruinas.

En el centro del campo de batalla se encuentra el Megaphitecus, una criatura colosal que se alza como un titán entre las estatuas. Sus músculos son masivos y su pelaje, aunque en parte congelado por el frío, resplandece con un tono oscuro y peligroso. A su alrededor, una horda de simios menores, de tamaño considerable pero no tan imponentes como su líder, están dispuestos en una formación de combate. Sus miradas ferozmente enfocadas en los intrusos que han llegado a desafiar a su señor.

El Megaphitecus se vuelve lentamente hacia Liham y su grupo, su expresión un collage de ira y desafío. Los simios menores se alistan a su lado, emitiendo gritos guturales que reverberan a través de la montaña.

Liham: "¡Prepárense!" Liham grita a sus compañeros mientras ajusta su posición sobre el Giganotosaurio. "¡Hoy luchamos por el futuro de nuestra tribu y para reclamar lo que es nuestro!"

Los guerreros del grupo se posicionan, sus dinosaurios emitiendo rugidos de preparación. Kael, en su Carcharodontosaurio, avanza junto a Liham, mientras Aria sobre el Yutiranus se asegura de que sus compañeros estén bien posicionados y listos para la batalla.

La arena de combate está establecida, y el enfrentamiento contra el Megaphitecus y su ejército de simios comienza. El cielo se oscurece con las nubes de nieve que giran alrededor de ellos, y la batalla se prepara para desatarse en un escenario que parece sacado de una leyenda antigua.

https://youtu.be/6nqyOo2z6eo

La tensión se convierte en acción cuando el primer rugido de Liham marca el inicio de la batalla. Los simios menores, liderados por el Megaphitecus, se lanzan hacia el grupo con una furia salvaje. En un instante, el campo de batalla se llena de caos, con el sonido de colisiones, rugidos, y disparos resonando por toda la montaña congelada.

Liham y Kael, montados en sus imponentes dinosaurios, dan la señal para que el grupo se despliegue. Sin embargo, pronto se bajan de sus monturas, conscientes de que necesitan moverse con agilidad para enfrentarse a la amenaza en el terreno accidentado. Con destreza, ambos líderes se posicionan en puntos estratégicos de la batalla, usando sus rifles Tek para abrir fuego desde la distancia.

Los rifles Tek de Liham y Kael emiten ráfagas de energía concentrada, sus disparos rápidos atravesando las filas de simios menores con precisión mortal. Los rayos de energía se lanzan en un patrón que desmorona las defensas enemigas, eliminando a los simios que intentan acercarse. La luz de los rifles crea destellos en la nieve, y los simios caen uno tras otro ante el ataque implacable.

Mientras tanto, algunos miembros del grupo descienden de sus monturas, preparados para una ofensiva directa. Equipados con lanzamisiles Tek, lanzan sus proyectiles hacia los grupos de simios que avanzan. Los misiles vuelan a través del aire y explotan en erupciones devastadoras, creando nubes de escombros y fragmentos congelados. Cada explosión desintegra a varios simios a la vez, dejando cráteres en el hielo.

En el centro del caos, el Megaphitecus se enfrenta a las criaturas más grandes de la tribu. Sus colosales golpes sacuden la montaña mientras intenta aplastar a los Tiranosaurios y Espinosaurios que lo rodean. Cada golpe de su enorme puño provoca temblores en el suelo y avalanchas de nieve desde los picos cercanos. El Megaphitecus ruge con una furia que puede sentirse en el aire helado, su tamaño y fuerza haciendo que el suelo tiemble bajo sus pies.

Liham, con su rifle Tek en mano, observa la batalla con determinación. La imagen de la bestia titánica en el centro del conflicto le recuerda la magnitud del desafío. Con una estrategia meticulosa, Liham coordina el ataque, señalando a sus compañeros y ajustando su fuego para cubrir las brechas en las líneas de defensa.

Kael, junto a él, no se queda atrás. Utiliza su rifle con precisión, apuntando a los simios que intentan flanquear al grupo y proporcionando cobertura para sus aliados. Su Carcharodontosaurio ruge ferozmente, ayudando a mantener a raya a los enemigos más cercanos mientras Kael sigue disparando.

En la retaguardia, Aria, montada en su Yutiranus, dirige a los miembros de apoyo, asegurándose de que reciban el coraje y la fuerza necesarios para mantener la moral alta. Su presencia inspira a los guerreros, y el Yutiranus alienta a los compañeros con su rugido imponente.

La batalla alcanza un punto crítico cuando el Megaphitecus, cubierto de heridas y con su furia intensificada, se lanza hacia Liham. La bestia colosal avanza con un rugido atronador, tratando de atravesar la formación de los guerreros. Liham y Kael mantienen su posición, sus rifles parpadeando con ráfagas de energía mientras intentan mantener al Megaphitecus a raya.

Cada bando lucha con una ferocidad desesperada, y la batalla se convierte en un espectáculo de fuego y furia. La cima de la montaña es testigo de una confrontación monumental, con el suelo cubierto de huellas de sangre y nieve, mientras el enfrentamiento entre el grupo de Liham y el Megaphitecus alcanza su clímax.

El enfrentamiento en la cima de la montaña alcanza un clímax brutal. El Megaphitecus, herido pero aún increíblemente peligroso, avanza con una furia desatada, intentando romper las defensas del grupo de Liham. Su tamaño masivo y su fuerza descomunal parecen imponentes ante los esfuerzos del grupo por detenerlo. Los disparos de los rifles Tek siguen impactando, pero el Megaphitecus sigue avanzando, enfurecido y destructivo.

En un momento crucial, el Giganotosaurio de Liham, su leal compañero y símbolo de su poder, se mueve con una rapidez sorprendente para su tamaño. Liham observa con angustia mientras la enorme bestia se lanza hacia el Megaphitecus, sus mandíbulas abiertas en un ataque feroz. Con un rugido de determinación, el Giganotosaurio muerde el cuello del Megaphitecus con una fuerza que hace temblar la montaña.

El impacto es devastador. Las mandíbulas del Giganotosaurio se cierran con una fuerza inhumana, perforando la carne del Megaphitecus y causando que la bestia titánica ruja en agonía. Sin embargo, el sacrificio del Giganotosaurio no se detiene ahí. Con un último acto de valentía, el Giganotosaurio agarra al Megaphitecus con una fuerza de muerte y se lanza al vacío, arrastrando a la bestia colosal consigo.

La escena es casi surrealista: el Giganotosaurio y el Megaphitecus caen juntos desde la cima de la montaña. El aire se llena de la furia de la caída y el estruendo de sus cuerpos colisionando con el suelo helado abajo. La nieve se arremolina alrededor de ellos, y el impacto de la caída provoca una explosión de escombros y hielo que cubre la zona.

Desde su posición en la montaña, Liham y su grupo observan con horror y admiración mientras el sacrificio se lleva a cabo. El Megaphitecus, con su rugido final, se desploma junto con el Giganotosaurio, y el choque mortal en el suelo confirma la conclusión del enfrentamiento entre las dos enormes bestias.

Liham, afectado por la pérdida de su fiel compañero, apoya su rifle en su pecho y se toma un momento para procesar el sacrificio. A su alrededor, sus compañeros de la tribu también muestran signos de pesar, comprendiendo la magnitud del sacrificio hecho por el Giganotosaurio.

Con el Megaphitecus finalmente eliminado, el grupo retoma la batalla con renovada determinación. La ausencia del Megaphitecus deja a los simios menores en un estado de desorden y pánico, y los guerreros del grupo aprovechan la oportunidad para ganar ventaja. El Giganotosaurio ha caído, pero su sacrificio ha dado a Liham y su grupo la oportunidad de asegurar la victoria.

La batalla sigue, y con el esfuerzo combinado del grupo, el resto de los simios menores es finalmente derrotado. A pesar de la pérdida dolorosa, Liham sabe que el sacrificio de su compañero no fue en vano, y la tribu ha ganado una victoria crucial.

La batalla finalmente llega a su fin. El grupo de Liham, exhausto pero victorioso, se reúne en el campo de batalla helado. El terreno está cubierto de escombros, nieve y restos de las criaturas caídas, pero la victoria es evidente. El Megaphitecus ha sido derrotado, y los simios menores han sido eliminados. Sin embargo, el costo de la victoria ha sido alto.

Liham, con el rostro marcado por la fatiga y la tristeza, se acerca al lugar donde el Giganotosaurio y el Megaphitecus cayeron. La nieve ha comenzado a cubrir los cuerpos de las bestias, una capa blanca que parece suavizar la brutalidad de la batalla. Liham y sus compañeros se reúnen en un círculo alrededor del lugar donde el Giganotosaurio hizo su último sacrificio.

Liham: "Un minuto de silencio," dice Liham con voz grave, su tono cargado de respeto y pesar. "Por nuestro compañero, por el sacrificio que hizo por nosotros."

Todos los miembros del grupo, sin excepción, se detienen y bajan la cabeza. El silencio se instala en la cima de la montaña, solo interrumpido por el susurro del viento y el crujido de la nieve. El sacrificio del Giganotosaurio ha sido un acto de valentía y lealtad, y todos reconocen la magnitud de su heroísmo.

Después de un momento solemne, el grupo comienza a examinar el lugar de la batalla con más detalle. Entre los escombros y la nieve, descubren una estructura parcial y parcialmente oculta que había pasado desapercibida en el caos. Se trata de un antiguo artefacto de piedra y metal, adornado con símbolos y runas. Liham, con una mezcla de curiosidad y cautela, se acerca al artefacto.

Kael: "¿Qué es esto?" pregunta Kael, observando el objeto con interés.

Liham examina el artefacto y empieza a limpiar la nieve y los escombros de su superficie. A medida que revela más detalles, se da cuenta de que el artefacto parece ser una especie de portal antiguo. Al activar el mecanismo del artefacto, el grupo observa cómo empieza a brillar y a emitir un resplandor tenue. Un vórtice de luz se forma, creando un nuevo portal frente a ellos.

Liham: "Parece que esto era lo que realmente estábamos buscando," dice Liham, su voz llena de asombro. "No solo hemos vencido al Megaphitecus, sino que hemos descubierto algo mucho más grande."

El grupo observa el portal con fascinación. A través de él, vislumbran un paisaje de biomas desconocidos, llenos de vegetación exótica, criaturas de aspecto extraño y terrenos variados. Las imágenes que se muestran a través del portal prometen nuevas aventuras y desafíos en un mundo más allá de lo que conocían.

Liham: "Este portal nos conduce a otros biomas," explica Liham. "Lugares donde podríamos encontrar nuevas bestias y recursos que podrían ser cruciales para nuestra tribu."

Aria: "Esto es lo que necesitamos para asegurar nuestro futuro. Nuevas tierras, nuevas oportunidades." Aria, montada en su Yutiranus, observa el portal con una mezcla de emoción y esperanza. Liham asiente.

Liham: "Vamos a explorar este portal, pero primero, debemos rendir homenaje a nuestro amigo caído. Su sacrificio nos ha permitido llegar hasta aquí y descubrir esta oportunidad."

Con renovada determinación, el grupo se prepara para atravesar el portal. Aunque el sacrificio del Giganotosaurio pesa en sus corazones, el descubrimiento del nuevo portal les ofrece una visión de esperanza y de un futuro prometedor. La tribu de Liham está a punto de embarcarse en una nueva era de exploración y conquista, impulsada por la valentía y el sacrificio de sus compañeros.

.

.

.

.

.

.

El grupo de Liham regresa a su base, llevando consigo el artefacto del portal. La base, una fortaleza construida con los materiales y la tecnología Tek adquiridos durante sus conquistas, se encuentra al borde de un acantilado con vistas a un extenso paisaje selvático. Al llegar, los miembros de la tribu se apresuran a preparar el área para el nuevo portal, mientras los líderes y los expertos en tecnología examinan el artefacto con mayor profundidad.

Después de asegurarse de que el portal está estable y bien asegurado en la base, Liham y su grupo realizan un rito de tributo en honor al Giganotosaurio. En un espacio ceremonial, rodeados de fuego y ofrendas, colocan una estatua y una placa en memoria del valiente compañero perdido. Las palabras de respeto y gratitud llenan el aire mientras cada miembro de la tribu presenta sus respetos.

Una vez terminado el tributo, el grupo se reúne para examinar el portal en detalle. Los científicos y exploradores de la tribu activan el artefacto y observan cómo se despliega una proyección holográfica que revela los siete biomas diferentes a los que el portal conduce:

Subsuelo: Un mundo subterráneo lleno de cavernas gigantes, formaciones rocosas y criaturas que se han adaptado a la oscuridad.

Desierto: Un vasto desierto árido con dunas de arena interminables, oasis ocultos y criaturas adaptadas al calor extremo.

Océano: Un océano profundo y misterioso, lleno de vida marina exótica, islas dispersas y criaturas marinas gigantes.

Montañas Nevadas: Un paisaje gélido con picos cubiertos de hielo y nieve, glaciares imponentes y fauna adaptada al frío extremo.

Valle Volcánico: Un terreno volcánico activo con ríos de lava, fumarolas y criaturas que prosperan en la lava y el calor.

Bioma Lunar: Un bioma de apariencia surrealista, con un paisaje rocoso y desolado, cielos oscuros y criaturas adaptadas a la baja gravedad.

Pantano: Un área pantanosa llena de vegetación densa, aguas estancadas y criaturas adaptadas a la humedad y el barro.

Liham divide al grupo en varios equipos para explorar estos biomas. Cada equipo está equipado con provisiones, herramientas y tecnología adecuada para las condiciones específicas de cada bioma. El equipo de exploradores se prepara para partir hacia estas nuevas y emocionantes áreas, ansiosos por descubrir lo que les espera.

Mientras los equipos se preparan para partir, Aria se acerca a Liham en un rincón apartado de la base. El bullicio de los preparativos no puede ocultar la tensión y la emoción que ella lleva consigo. Con un aire de nerviosismo y determinación, se detiene frente a Liham, su mirada fija en él.

Aria: "Liham," comienza Aria, su voz suave pero firme, "hay algo que necesito decirte antes de que nos separemos."

Liham: "¿Qué sucede, Aria?" Liham, notando la seriedad en su voz, le hace un gesto para que continúe.

Aria toma un profundo respiro, su corazón latiendo con fuerza.

Aria: "He querido decirte esto desde hace mucho tiempo. Durante todo este tiempo contigo, he llegado a sentir algo más que una simple admiración. Te admiro por tu valentía, tu liderazgo, y tu dedicación a nuestra tribu. Pero más allá de eso, me he dado cuenta de que... te amo."

Nota: 

Subaru: VIVAN LOS NOVIOS.

Seguidores: QUE VIVAN.

Fin de Nota.

El silencio que sigue a sus palabras es palpable. Liham, sorprendido pero conmovido, mira a Aria a los ojos. Puede ver la sinceridad y la vulnerabilidad en su rostro. Después de un momento de reflexión, Liham sonríe suavemente y extiende su mano para tomar la de Aria.

Liham: "Aria," responde con ternura, "también he sentido lo mismo por ti. Tu valentía y tu lealtad me han impresionado profundamente, y no puedo negar lo que siento. Te amo también."

Aria sonríe, sus ojos llenos de lágrimas de felicidad. Liham la abraza con afecto, y el momento se llena de calidez y conexión. La conexión entre ellos no solo es una unión personal, sino también una promesa de enfrentar juntos los desafíos que se avecinan.

Con los equipos listos y los sentimientos expresados, el grupo se despide de la base y se adentra en los biomas desconocidos. Cada equipo comienza su exploración, descubriendo las maravillas y peligros de los nuevos mundos que se abren ante ellos. Liham y Aria, ahora más unidos que nunca, se preparan para enfrentar lo que el futuro les depare, con la esperanza de construir un futuro prometedor tanto para su tribu como para su relación.


Apariencias:

Liham


Kael


Aria


Desierto: El sol se encuentra en su cenit, bañando el vasto desierto en un calor abrasador. El grupo de exploradores, bajo el liderazgo de uno de los líderes de la tribu, avanza por las interminables dunas de arena. La tensión es palpable mientras buscan a las criaturas míticas de este bioma.

De repente, un estruendo sacude el suelo y aparecen gigantescos Elementales de Roca emergiendo de las arenas. Estas criaturas colosales, formadas por bloques de piedra, se mueven con una fuerza devastadora. Los miembros del equipo utilizan equipos especializados y tecnología Tek para acercarse a los Elementales de Roca. Con habilidad y paciencia, logran establecer una conexión con las criaturas, demostrando su valía y ganándose su respeto.

A medida que el sol comienza a ocultarse, el grupo también encuentra una serie de Wyverns posados en acantilados rocosos. Usando trampas avanzadas y técnicas de doma, logran acercarse a los Wyverns y domarlos. Los majestuosos dragones alados se convierten en aliados poderosos, capaces de volar por encima del desierto y brindar apoyo aéreo.

Subsuelo: En la oscuridad de las cavernas del subsuelo, el grupo avanza con linternas y tecnología Tek que ilumina su camino. El ambiente es opresivo, con paredes de roca y estalactitas colgantes. El grupo se enfrenta a los temibles Reapers, criaturas de aspecto demoníaco con garras afiladas y una presencia aterradora.

El equipo se mueve con rapidez y precisión, utilizando una combinación de armas y tácticas de captura diseñadas específicamente para estas criaturas. Tras una intensa lucha, logran someter a los Reapers y establecer una relación de dominio. Estos poderosos guerreros subterráneos se convierten en valiosos aliados, capaces de explorar las profundidades más peligrosas del subsuelo.

Montañas Nevadas: El grupo llega a las Montañas Nevadas, un paisaje gélido y brutal donde el viento corta como cuchillas. Entre las nieves y los glaciares, encuentran a los Ferox, bestias con una apariencia feroz y una fuerza bruta impresionante. Pero a su vez presentan en algunos casos apariencias lindas y pequeñas.

Usando una combinación de trampas y métodos de doma adaptados al frío extremo, el grupo logra acercarse a los Ferox. La relación de confianza se establece a través de pruebas de habilidad y coraje. Finalmente, los Ferox aceptan al grupo como sus nuevos jinetes, proporcionando una ventaja en las inhóspitas montañas nevadas.

Valle volcánico: El grupo se adentra en el Valle Volcánico, donde el terreno está cubierto de lava y humo. Los imponentes Magmasaurios, criaturas de magma y roca, dominan este bioma. La temperatura extrema y el ambiente infernal presentan un desafío considerable.

El equipo utiliza una combinación de equipos térmicos y técnicas de doma especializadas para acercarse a los Magmasaurios. Con gran habilidad y paciencia, logran ganar la lealtad de estas bestias ígneas, que ahora pueden atravesar el terreno volcánico con facilidad y manejar el calor extremo.

océano: En las profundidades del Océano, el equipo explora un vasto mundo submarino lleno de misterios. Los Shadowmanes, criaturas rápidas y sigilosas, se encuentran en su hábitat natural. Navegar en el océano abierto y enfrentarse a las poderosas corrientes es un desafío. 

El grupo utiliza vehículos submarinos avanzados y técnicas de doma especializadas para acercarse a los Shadowmanes. Con una estrategia bien coordinada, logran ganarse la confianza de estas criaturas acuáticas, que se convierten en aliadas en la exploración de las profundidades oceánicas.

Bioma Lunar: En el Bioma Lunar, el equipo explora un paisaje surrealista con baja gravedad y terreno rocoso. Los Astrocetus, criaturas gigantescas con la capacidad de volar en el espacio, dominan este bioma.

Usando tecnología adaptada a la gravedad lunar y técnicas de doma, el equipo logra acercarse a los Astrocetus. A través de un esfuerzo coordinado, establecen una conexión con estas majestuosas criaturas, que ahora pueden proporcionar una ventaja aérea sin igual en el bioma lunar.

Pantano: En el Pantano, el grupo navega por un terreno fangoso y húmedo. Los Blood Stalkers, criaturas camufladas y letales que acechan entre la vegetación densa, son el objetivo. La visibilidad reducida y el terreno resbaladizo presentan un desafío considerable.

El grupo utiliza tácticas de sigilo y trampas avanzadas para abordar a los Blood Stalkers. Con paciencia y habilidad, logran someter a estas criaturas y ganarse su lealtad. Los Blood Stalkers se convierten en aliados valiosos para explorar y dominar el pantano.

.

.

.

.

.

.

La base de Liham, un bastión fortificado y tecnológicamente avanzado, está llena de actividad. Los miembros del equipo trabajan con fervor en los talleres y laboratorios mientras el equipo de científicos y técnicos prepara nuevas tecnologías que revolucionarán sus capacidades. La pantalla holográfica central muestra los nuevos diseños y planos que se están implementando.

En uno de los hangares de la base, un grupo de ingenieros trabaja en la construcción de los Stryders, criaturas cuadrúpedas de metal diseñadas para la recolección de recursos. Los Stryders son imponentes, con patas robustas y una estructura de metal resistente que les permite moverse con facilidad por diversos terrenos.

Los trabajadores instalan diferentes módulos en los Stryders, incluyendo herramientas para perforar, recolectar y procesar recursos. Una vez terminados, los Stryders comienzan a funcionar, extrayendo minerales y recursos de manera mucho más eficiente que antes. Los miembros de la tribu observan con asombro y satisfacción cómo las nuevas máquinas optimizan la recolección de recursos, permitiendo que el grupo se enfoque en otras tareas importantes.

En otro sector de la base, el equipo de ingenieros está ocupado ajustando los Exo Trajes, equipos avanzados de transporte que permiten a los miembros del equipo transportar recursos y suministros de manera más eficiente. Los Exo Trajes son trajes mecánicos que se ajustan al cuerpo del usuario y amplifican su fuerza, facilitando el manejo de cargas pesadas.

Los miembros de la tribu prueban los Exo Trajes en simuladores y áreas de prueba. El ajuste perfecto y la capacidad de levantar y mover grandes cantidades de materiales se demuestran en la práctica. Con estos trajes, el equipo puede transportar los recursos recolectados con mayor rapidez y eficacia, agilizando la logística y los procesos de construcción.

Finalmente, en el taller de combate, los técnicos trabajan en los Meks, trajes de combate avanzados diseñados para enfrentarse a los desafíos más peligrosos. Los Meks son trajes blindados equipados con una serie de armas y herramientas. Cada Mek lleva una lanzamisiles, una pistola de energía y una gran espada de energía.

El equipo realiza pruebas de campo con los Meks. Los miembros de la tribu se suben a los trajes y realizan maniobras y ejercicios, demostrando la versatilidad y la potencia de las armas integradas. La lanzamisiles proporciona un poderoso ataque a larga distancia, la pistola de energía ofrece un ataque de energía concentrada, y la gran espada de energía es ideal para combates cuerpo a cuerpo.

El grupo se siente empoderado por las nuevas tecnologías. La combinación de los Stryders, los Exo Trajes y los Meks aumenta significativamente sus capacidades y fortalece su posición en el mundo que exploran. Los nuevos equipos no solo mejoran su eficiencia en la recolección y el transporte de recursos, sino que también les proporcionan una ventaja estratégica en las batallas y enfrentamientos.

Liham observa con orgullo el progreso realizado. La base está ahora equipada para enfrentar cualquier desafío que se presente, y el equipo está listo para explorar y conquistar nuevas áreas con una confianza renovada. La tecnología avanzada ha transformado su forma de operar, elevando sus habilidades a niveles sin precedentes.

En la base, Liham convoca a sus líderes y miembros clave para una reunión estratégica. El ambiente es de anticipación y determinación mientras el equipo se prepara para enfrentar a los poderosos guardianes de la isla, aprovechando la tecnología recién adquirida.

.

.

.

.

.

La Caza de los Guardianes

En la región del subsuelo, el grupo de exploradores equipado con Exo Trajes y los nuevos Meks se dirige hacia la guarida de la Broodmother, la temida madre de todas las arañas. La caverna está llena de telarañas y el ambiente es opresivo.

Los miembros del equipo, utilizando las lanzamisiles y la pistola de energía de los Meks, se posicionan estratégicamente. Los Stryders están preparados para recolectar los valiosos recursos y asegurar la zona. La batalla comienza con un ataque coordinado. Los lanzamisiles bombardean a la Broodmother desde la distancia mientras los Meks se enfrentan a las arañas menores. La combinación de ataques rápidos y tecnología avanzada permite al grupo superar rápidamente a la Broodmother, asegurando la victoria con mínima pérdida y gran eficiencia.

En el desierto, otro grupo equipado con los Stryders y Exo Trajes se prepara para enfrentarse a la Manticora, una bestia feroz con cuerpo de león, cola de escorpión y alas de dragón. El terreno arenoso y las dunas dificultan la movilidad, pero el equipo está listo.

Los Wyverns se utilizan para el combate aéreo, mientras que los Stryders proporcionan apoyo logístico y ataque de larga distancia. Los Exo Trajes permiten a los miembros del equipo moverse con agilidad y manejar ataques de manera efectiva. La Manticora, con sus poderosos ataques aéreos y su cola venenosa, resulta un desafío formidable, pero la superioridad tecnológica y la estrategia del equipo aseguran una victoria rápida. La Manticora cae ante el poder combinado de los ataques aéreos y el fuego concentrado de los Meks.

Finalmente, el grupo se dirige al Valle Volcánico para enfrentar al Dragón del Volcán, una de las criaturas más temidas de la isla. Equipados con los Magmasaurios, los miembros del equipo se preparan para el combate en un entorno extremadamente cálido y peligroso.

Los Meks, con su gran espada de energía y lanzamisiles, lideran el ataque frontal. Los Magmasaurios ayudan a crear una línea defensiva y a lidiar con las erupciones y lava. El equipo utiliza una combinación de ataques de largo alcance y cuerpo a cuerpo para enfrentar al dragón. La batalla es intensa, con el dragón usando su aliento de fuego y habilidades devastadoras. Sin embargo, la sincronización y el poder de la tecnología avanzada permiten al grupo superar al Dragón del Volcán. Con una serie de ataques bien coordinados, el dragón cae finalmente, asegurando otra victoria para el equipo.

Con ello cada guardián callo ante la tribu o mejor dicho el reino Salvaje.

.

.

.

.

.

.

.

Con el paso del tiempo: La base de Liham está en alerta máxima. Después de una serie de ataques inesperados y violentos de criaturas salvajes que parecen haber perdido el control, los miembros de la tribu se dan cuenta de que algo ha alterado el equilibrio natural. Los animales, anteriormente bajo control, han comenzado a atacar sin piedad, y la situación se ha vuelto crítica.

En una de las incursiones recientes, los exploradores encuentran rastros de un extraño material negro y viscosa en los cuerpos de las criaturas afectadas. El material corrupto parece estar detrás del comportamiento errático y violento de los animales. Liham y su equipo, equipados con sus Exo Trajes y Meks, estudian el material y descubren que se trata de una sustancia capaz de corromper y controlar la mente de las criaturas.

Poco después, los ataques de animales corruptos se intensifican. Los Wyverns, Magmasaurios, y otros aliados de la tribu se ven afectados por el material y comienzan a atacar a sus propios compañeros. La base enfrenta un asedio constante mientras los miembros de la tribu luchan desesperadamente para protegerse y mantener el orden.

Liham y su equipo se defienden con habilidad, utilizando sus Stryders, Meks, y las diversas criaturas bajo su control para resistir los ataques. A pesar de los esfuerzos heroicos, el peligro sigue presente y la situación es cada vez más desesperada.

Durante una de las batallas, uno de los exploradores trae noticias sobre tres titanes legendarios que también están corrompidos. Estos titanes, conocidos como: Titan del desierto, Titan del Bosque y Titan del Hielo, han sido una fuente de leyenda y temor en la isla. La corrupción ha tomado control de ellos, convirtiéndolos en amenazas temibles para la tribu.

Liham, reconociendo la necesidad de una solución definitiva, decide liberar a los titanes de la corrupción. Organiza un grupo de élite para enfrentar y curar a los titanes, utilizando la tecnología más avanzada y la magia antigua que la tribu ha descubierto.

Los equipos se dirigen a las ubicaciones de los tres titanes, enfrentándose a hordas de animales corruptos en el camino. Cada titan está custodiado por una serie de desafíos y criaturas corrompidas que representan un riesgo significativo.

El primer equipo se enfrenta al Titan del bosque, un titán masivo con un aspecto de un árbol humanoide con la capacidad de provocar temblores. Utilizan una combinación de tecnología Tek y ataques coordinados para contener y neutralizar a las criaturas corruptas alrededor del titan. Una vez asegurado el área, aplican un antídoto especial diseñado para revertir la corrupción. El Titan del Bosque, una vez liberado, muestra signos de agradecimiento y se alinea con la tribu.

El segundo equipo enfrenta al Titan del Hielo, conocido por su fuerza descomunal y su habilidad para lanzar ataques devastadores de su elemento. La batalla es feroz, pero el equipo utiliza su tecnología y su habilidad en combate para superar las oleadas de enemigos corruptos y finalmente liberar al Titan.

El tercer equipo se dirige al Titan del desierto, una criatura ágil y astuta con la capacidad de volar. Con un enfoque cuidadoso y estratégico, logran liberar al Titan de la corrupción y recuperan su lealtad.

Con los tres titanes liberados, Liham organiza una ofensiva final contra las criaturas corruptas restantes. Los titanes, ahora aliados de la tribu, utilizan su poder para eliminar a las criaturas infectadas y restaurar el equilibrio en la isla. La combinación del poder de los titanes y la tecnología avanzada de la tribu asegura una victoria decisiva.

El grupo regresa a la base con un sentimiento de alivio y gratitud. La tribu honra a los titanes liberados y celebra su victoria. Liham y su equipo, ahora más fuertes y unidos que nunca, se preparan para enfrentar cualquier nuevo desafío que la isla les presente, sabiendo que la alianza con los titanes les ha otorgado un poder formidable y una ventaja estratégica.

.

.

.

.

.

La tranquilidad que había reinado en la base de Liham durante algún tiempo es repentinamente interrumpida. El sol está comenzando a ponerse, y el cielo se tiñe de tonos rojizos cuando los vigías en las torres de observación avistan una multitud de barcos acercándose desde el horizonte.

Desde una elevación en la base, Liham observa con atención mientras la vasta flota de barcos se aproxima. Los barcos son numerosos, con banderas y estandartes que ondean al viento, marcando claramente que se trata del reino de Darius. Las embarcaciones están equipadas con armamento pesado y parece que han traído consigo un ejército considerable.

Liham, visiblemente tenso, es informado por sus exploradores sobre la magnitud de la flota y la amenaza que representan. Se confirma que es una invasión a gran escala, y la desesperación se apodera de la base al comprender la magnitud del peligro inminente.

Liham convoca a una reunión de emergencia con sus líderes y miembros clave. El aire está cargado de tensión mientras el grupo discute las próximas acciones. La base está en plena preparación, con los Stryders, Meks, y las criaturas de la tribu movilizándose para defenderse.

Liham: "¡Es Darius! Han venido con una flota masiva. No tenemos tiempo que perder. Debemos prepararnos para una invasión total."

Los miembros de la tribu se movilizan rápidamente. Los Stryders se colocan en posiciones estratégicas alrededor de la base, listos para proporcionar apoyo logístico y ataques a larga distancia. Los Meks se arman con lanzamisiles y espadas de energía, preparándose para enfrentar cualquier fuerza que logre desembarcar.

Las criaturas de la tribu, incluyendo Wyverns, Magmasaurios y Elementales de rocas, son reunidas y posicionadas para defender las entradas y puntos estratégicos de la base. Las torres de vigilancia se llenan de arqueros y expertos en tecnología Tek que preparan sus armas y defensas.

Mientras la flota se acerca, Liham observa con preocupación y determinación desde una torre de vigilancia. La flota del reino de Darius avanza con una gran precisión táctica, indicativa de su experiencia y preparación para una invasión exitosa.

Liham (a su equipo): "Necesitamos organizar nuestras defensas y prepararnos para repeler este ataque. No podemos permitir que Darius conquiste nuestro hogar. Cada hombre, mujer, y criatura debe estar listo para la batalla."

Los líderes de la tribu asumen sus roles en la estrategia defensiva. Se establecen posiciones de combate, se refuerzan las fortificaciones y se realiza una última revisión de las tácticas y recursos disponibles. Liham se asegura de que cada miembro del equipo esté en la mejor forma posible para enfrentar el asalto.

Finalmente, la flota de Darius llega a la costa y comienza a desembarcar sus tropas. Las primeras olas de soldados avanzan hacia la base de Liham, equipados con armaduras y armas avanzadas. La batalla está a punto de comenzar, y la base se prepara para resistir el asalto.

Liham, con una mirada decidida, se dirige a sus compañeros y guerreros:

Liham: "¡Estamos listos para defender nuestro hogar! ¡Que cada uno de nosotros demuestre la fuerza y la determinación que nos ha traído hasta aquí! ¡No permitiremos que Darius nos arrebate lo que hemos construido!"

Con un rugido de determinación, la tribu se prepara para la batalla, dispuestos a enfrentar la invasión de Darius con toda la fuerza y valentía que poseen. El destino de la base y su gente está a punto de ser decidido en una lucha épica por la supervivencia.

.

.

.

.

.

Liham avanza al frente de sus tropas hacia el área de desembarco de la flota de Darius. A medida que se acerca, ve a Rei y Ashe entre las filas de Darius, acompañadas por el príncipe. Ambas mujeres parecen tensas y ansiosas, mirando a Liham con una mezcla de tristeza y esperanza.

Darius se adelanta, con una sonrisa fría en su rostro. Liham está acompañado por Aria, quien se mantiene cerca de él, lista para cualquier cosa.

Darius: "Liham, veo que finalmente has decidido salir a jugar. Me alegra encontrarme contigo en persona."

Rei y Ashe, con la mirada baja, se acercan a Liham. Hay un aire de arrepentimiento en sus movimientos y expresiones.

Rei: "Liham, por favor, escucha. Lo que hicimos... lo que nos forzaron a hacer, no fue nuestra elección. No sabíamos que Darius iba a llegar hasta aquí. Queríamos pedirte perdón y..."

Ashe: "Sabemos que no podemos deshacer lo que pasó, pero queremos hacer las paces. Por favor, considera que lo que queremos es..."

Liham la interrumpe, su mirada está fija en Darius, y la furia en sus ojos es palpable.

Liham: "No puedo olvidar ni perdonar fácilmente. Pero, el tiempo para palabras ya ha pasado."

Darius observa la interacción con desdén y decide intervenir, haciendo un gesto hacia Aria que está cerca de Liham. Sus palabras son frías y calculadoras.

Darius: "Me alegra ver que todavía tienes sentimientos por tus antiguas compañeras. Pero déjame ser claro. Cuando te derrote, no solo te llevaré a ti y a tu tribu. También reclamaré a tu preciada Aria como parte de mi dominio."

Liham se tensa visiblemente, sus manos se cierran en puños y su mirada se torna aún más intensa. Aria, a su lado, se agarra a su brazo, temblando por el impacto de las palabras de Darius.

Liham: "¡No te atrevas a amenazarme con ella!"

Liham da un paso adelante, su furia evidente. Darius, con una sonrisa malévola, da una señal a sus tropas para prepararse. La tensión se corta en el aire mientras ambos líderes se preparan para el enfrentamiento inevitable.

Liham (a sus tropas): "¡Preparaos! ¡Este es el momento en el que defenderemos todo lo que hemos construido! ¡No permitiremos que Darius nos arrebate nuestro hogar y a nuestros seres queridos!"

https://youtu.be/d-oA6iJ5LQQ

Liham, con Aria a su lado, se prepara para la batalla. Las tropas de Darius comienzan a moverse, y el conflicto se desata. Liham, montado en su nuevo Giganotosaurio, lidera la carga, mientras sus aliados se lanzan al combate con sus Meks y criaturas.

Los guerreros de la tribu y los aliados luchan ferozmente contra las fuerzas de Darius. El campo de batalla se convierte en un caos de acero y fuego, mientras los Stryders y Meks se enfrentan a las tropas enemigas.

Liham y Darius se enfrentan en una confrontación directa, sus habilidades y estrategias en juego mientras luchan por el control de la isla y el destino de sus seres queridos.

El combate entre Liham y Darius es brutal, con ambos líderes utilizando sus habilidades y armas al máximo. Liham, impulsado por su furia y determinación, se enfrenta a Darius con una feroz intensidad. Las habilidades de Liham en combate, junto con el poder de sus aliados y las criaturas de la tribu, se enfrentan a la fuerza militar y táctica de Darius.

A medida que la batalla se intensifica, el destino de la tribu y de Aria está en juego, y la resolución final dependerá de la habilidad y la valentía de Liham y su equipo.

Mientras el conflicto entre Liham y Darius se intensifica, Liham decide lanzar un ataque sorpresa para cambiar el curso de la batalla. Aprovechando las habilidades especiales de sus criaturas, Liham coordina un plan astuto con sus líderes.

Liham (a su equipo): "Ahora es el momento. ¡Usad las habilidades de nuestras criaturas y demostremos el poder de nuestra tribu!"

Los Shadowmanes, con su capacidad de hacerse invisibles, se desplazan silenciosamente hacia las filas de Darius. Aprovechando la confusión y el caos del combate, emergen de la invisibilidad en el momento oportuno, atacando con precisión a las tropas enemigas desprevenidas.

Al mismo tiempo, los Ferox, que se habían camuflado entre las copas de los árboles, descienden con agilidad y fuerza. Su ataque aéreo sorpresa causa estragos entre las filas de Darius, derribando a varios enemigos con su feroz fuerza.

Los Magmasaurios se posicionan a distancia y comienzan a lanzar bombas de magma que explotan con gran impacto. Las explosiones de magma crean caos en las filas enemigas, destruyendo formaciones y obligando a las tropas de Darius a retroceder.

Mientras tanto, los Wyverns vuelan por encima del campo de batalla, lanzando ataques de electricidad, veneno y fuego. Su habilidad para atacar desde el aire les permite cubrir grandes áreas y atacar a múltiples enemigos a la vez, debilitando las líneas de Darius.

Los Reapers emergen del suelo, sorprendiendo a las tropas enemigas. Su enorme fuerza y tamaño les permiten barrer a los soldados de Darius con facilidad. Las enormes garras y colmillos de los Reapers hacen que los enemigos sean lanzados por los aires, creando caos y desorganización en las filas enemigas gracias a sus poderosos coletazos.

Los Elementales de Roca toman posiciones defensivas, absorbiendo gran parte del daño que les llega. Utilizan su capacidad para levantar y lanzar enormes rocas contra los enemigos, aplastando a los soldados y destruyendo las defensas de Darius.

Los Blood Stalkers se infiltran entre las filas enemigas, utilizando sus redes para atrapar a los soldados de Darius. Una vez atrapados, atacan a sus víctimas con ferocidad, causando caos y confusión entre las tropas.

Finalmente, los Astrocetus se posicionan en las alturas, equipados con torretas Tek. Desde su posición elevada, comienzan a disparar potentes ráfagas de energía, proporcionando un soporte de fuego devastador desde arriba. Sus disparos precisos y destructivos eliminan a los enemigos que intentan escapar o reforzar las líneas.

El ataque sorpresa de Liham y su tribu cambia el rumbo de la batalla. Las tropas de Darius, desbordadas por el asalto coordinado, luchan por reorganizarse y contrarrestar la ofensiva. El campo de batalla se convierte en un caos de destrucción y lucha, con las fuerzas de Liham tomando la delantera.

Mientras el ataque sorpresa sigue desmoronando las filas enemigas, Liham se enfrenta a Darius en un combate uno a uno. La batalla entre ambos líderes se intensifica mientras el resto de las tropas y criaturas continúan combatiendo.

Liham (mientras lucha con Darius): "¡Este es el precio de tu avaricia, Darius! ¡No permitiré que te lleves nada de aquí!"

La batalla se convierte en una prueba definitiva de fuerza y estrategia, con el futuro de la tribu y el destino de todos en juego.

.

.

.

.

.

Después de una intensa batalla, el ejército de Darius está claramente derrotado. Los soldados restantes huyen o se rinden ante la abrumadora fuerza de Liham y su tribu. Darius, con su expresión de confianza ahora desmoronada, observa la devastación a su alrededor.

Darius, viendo que la batalla está perdida, se vuelve hacia Rei y Ashe. Con desesperación, busca su ayuda para dar vuelta a la situación.

Darius (gritando a Rei y Ashe): "¡Rei! ¡Ashe! ¡Ayudadme ahora! ¡Prometo que todo lo que queráis lo obtendréis si me ayudáis a ganar!"

Rei y Ashe, con miradas decididas, preparan sus ataques. A pesar de la desesperación de Darius, hay un aire de determinación en sus movimientos.

Rei (preparando su rifle): "Esto no es solo por ti, Darius. Esto es para redimirnos de nuestros errores."

Ashe (preparando su bola de fuego): "Por lo que perdimos y por lo que hemos sufrido. ¡No te daremos otra oportunidad!"

Darius, confiado en que sus viejas aliadas aún tienen algo bajo la manga, sonríe mientras se prepara para recibir sus ataques. Su sonrisa es una mezcla de alivio y anticipación, creyendo que los ataques de Rei y Ashe podrían ser su salvación.

Rei y Ashe lanzan sus ataques simultáneamente. Rei dispara una bala mágica desde su rifle, la cual brilla con un resplandor arcano mientras se dirige hacia Darius. Al mismo tiempo, Ashe lanza una potente bola de fuego que ilumina el campo de batalla con su calor abrasador.

La bala mágica y la bola de fuego impactan directamente en Darius. La explosión de energía y fuego es devastadora. Darius, sorprendido y sin tiempo para reaccionar, es abatido por el ataque combinado.

El príncipe Darius cae al suelo, gravemente herido por los ataques. Su expresión cambia de confianza a shock y desesperación mientras siente el poder de los ataques combinados. Finalmente, el impacto de las armas mágicas y el fuego resulta fatal. Darius muere en el campo de batalla, su cuerpo yaciendo inmóvil en medio de la destrucción.

Liham, observando desde la distancia, ve la caída de Darius con una mezcla de alivio y satisfacción. La batalla ha terminado, y su tribu ha prevalecido.

Liham (mirando a su tribu): "¡La victoria es nuestra! ¡Hoy hemos defendido nuestro hogar y nuestro futuro!"

El campo de batalla, ahora en silencio, muestra los restos de una lucha feroz. Las tropas de Liham comienzan a recoger a los heridos y a celebrar la victoria mientras el cuerpo de Darius permanece como un recordatorio de la ferocidad del conflicto.

Rei y Ashe se acercan a Liham, ambos agotados pero con una sensación de liberación y resolución. Han cumplido su misión y han encontrado una forma de redimirse por sus acciones pasadas.

Rei (a Liham): "Lo sentimos, Liham. No podíamos dejar que esto continuara. Esperamos que algún día puedas perdonarnos."

Ashe: "Hicimos lo que creímos correcto. Por el bien de todos."

Liham asiente, reconociendo su esfuerzo mientras su tribu comienza a reconstruir y a celebrar la victoria. La amenaza de Darius ha sido eliminada, y la tribu de Liham se prepara para un futuro lleno de nuevas oportunidades y desafíos.

.

.

.

.

.

Después de la derrota de Darius y la victoria de Liham, Rei, Ashe y los sobrevivientes restantes regresan al reino. A su llegada, son recibidos con gratitud y alivio por parte de los ciudadanos y los miembros de la tribu que permanecieron en el hogar.

Con el reino asegurado y la amenaza de Darius eliminada, Liham se embarca en la organización de una gran celebración para conmemorar la victoria y el esfuerzo de su tribu. La preparación para la festividad es meticulosa y festiva. Se decoran los alrededores con banderas y luces, y se preparan banquetes con una variedad de manjares.

Las criaturas de la tribu, ahora entrenadas y domesticadas, también participan en la celebración. Los Wyverns vuelan por el cielo, creando espectáculos de luces con sus alientos elementales, mientras que los Magmasaurios forman un círculo de fuego alrededor del área de la celebración.

La celebración comienza con música y danzas, y todos los miembros de la tribu se reúnen para festejar. La alegría y el alivio se sienten en el aire mientras se celebran los logros y el regreso a la normalidad.

A medida que la celebración avanza, Liham toma el centro del escenario. Con una sonrisa llena de gratitud y amor, llama a Aria al frente, mientras todos los presentes miran con expectación.

Liham (a la multitud): "Hoy celebramos nuestra victoria y la paz que hemos recuperado. Pero hay algo más que quiero compartir con todos ustedes."

Liham se vuelve hacia Aria, que lo mira con cariño y curiosidad. Saca un pequeño estuche con un anillo adornado y se arrodilla ante ella.

Liham: "Aria, has estado a mi lado en cada desafío y has sido mi luz en los momentos más oscuros. No solo has demostrado ser una valiosa compañera y amiga, sino también el amor de mi vida. Quiero pasar el resto de mi vida contigo."

Liham abre el estuche, revelando el anillo que brilla con una luz cálida y amorosa.

Liham: "¿Aria, aceptarías ser mi esposa y compartir conmigo este camino que hemos construido juntos?"

Aria, emocionada y con lágrimas en los ojos, observa el anillo y a Liham con profunda emoción.

Aria: "¡Sí, Liham! ¡Acepto con todo mi corazón!"

El público estalla en vítores y aplausos mientras Liham coloca el anillo en el dedo de Aria. La pareja se levanta, rodeados por la alegría y el entusiasmo de la tribu.

La celebración se intensifica con la noticia del compromiso de Liham y Aria. La tribu se une en una festividad aún más grandiosa, con música, danzas y una atmósfera de felicidad y esperanza renovada. La alegría de la victoria y el amor compartido llenan el ambiente, marcando el comienzo de una nueva era para el reino.

Con el compromiso de Aria y Liham sellado, el reino se enfrenta al futuro con optimismo y unidad. La tribu continúa prosperando, explorando nuevos biomas y creando un legado duradero de valentía, amor y esperanza.

.

.

.

.

En el corazón de la celebración, mientras la tribu se regocija en la victoria y en el compromiso de Liham y Aria, el nuevo líder se dirige a su gente con palabras llenas de gratitud y esperanza.

Liham: "Queridos amigos, guerreros y compañeros, hoy celebramos más que una victoria. Celebramos la fuerza y la unidad que nos han llevado hasta aquí, la valentía que nos ha permitido superar cada obstáculo y el amor que ha iluminado nuestro camino."

Liham hace una pausa, mirando a Aria con ternura y a la multitud con orgullo.

Liham: "Cada uno de nosotros ha jugado un papel crucial en esta travesía. Desde los momentos de duda y sufrimiento hasta los triunfos y alegrías, hemos demostrado que juntos podemos superar cualquier adversidad. Nuestro reino no solo ha sobrevivido, sino que ha florecido gracias a la determinación y el coraje de cada uno de ustedes."

Liham: "Hoy no es solo un día de celebración, sino un nuevo comienzo. Un futuro en el que nuestros sueños y esperanzas se entrelazan, un futuro donde la paz y la prosperidad serán nuestras guías. Con Aria a mi lado, y con cada uno de ustedes como parte de esta familia, sé que no hay límites para lo que podemos lograr."

Mirando a Aria con un brillo en los ojos, Liham continúa.

Liham: "Aria, tú has sido mi roca, mi luz en la oscuridad. Prometo que, en cada paso de nuestro camino, siempre estaré a tu lado, compartiendo cada alegría y superando cada desafío. Juntos, escribiremos nuestra propia historia, una historia de amor, valentía y esperanza."

Liham se dirige de nuevo a la multitud, su voz cargada de emoción.

Liham: "A todos ustedes, les agradezco de corazón. Cada uno de ustedes ha contribuido a hacer realidad este sueño. Sigamos avanzando con determinación, con amor y con la certeza de que, unidos, no hay adversidad que no podamos enfrentar. El futuro nos pertenece, y con este espíritu, no hay nada que no podamos lograr."

Las palabras de Liham resuenan en el aire mientras la multitud estalla en vítores y aplausos, su esperanza renovada reflejada en sus sonrisas y celebraciones. La tribu, unida y fortalecida, mira hacia un futuro lleno de promesas, abrazando el nuevo capítulo que se abre ante ellos con valentía y optimismo.






Y A si es como termina esta historia

Fin que les parecio?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top