Ha pasado la primera semana, me la he pasado acostada, llorando y comiendo chocolate,la primera noche de ese nefasto día, Ashton trató de comunicarse conmigo, pero le colgaba las llamadas y no contestaba los mensajes, lo único bueno de eso es que él ahora estaba lejos de mí, exactamente en Europa con su familia.

Mi madre estaba preocupada, pero yo le dije que tenía un resfriado... Ella no se lo creyó.

  — Bien, es momento de que me digas la verdad no crees, creo que necesitas de ayuda.

— No es cierto.

— Bueno, estas acostada, llorando y  comiendo chocolate, además de que hace tres días que no te bañas.

  — Me siento mal. — Dije.

—¿Qué te pasó?, más bien, ¿Quién te hizo esto?

Al decir eso exploté y le conté todo. Todo.