17 🌲 Problemas con nombre y apellido
Faltaban tan solo dos días para noche buena y tres para navidad cuando a la familia de Serena se le ocurrió ir todos juntos al centro comercial famoso de la ciudad llamado "Invierno", nadie pudo negarse cuando la madre de Serena expresó las ganas que tenía que fueran todos en familia.
—Lamento volverte a meter a otra idea familiar de mi madre— se disculpo Serena mientras caminaban por la plaza tomados de la mano.
—No me molesta—le sonrió Gideon.
Serena le regreso la sonrisa, aquel día se haría el prendido del árbol en aquel lugar y la plaza estaba tan llena que optaron por quedarse en el piso de arriba del área de comida donde se apreciaba con perfección aquella ceremonia.
—¿Quieres algo de tomar?— pregunto Gideon mirandola.
—Agua natural, por favor— le sonrió.
El chico asintió con la cabeza y se perdió entre la multitud, Serena no dejó de sonreír en ningún momento, se recargo en el barandal de cristal observando como los niños se amontonaban para ver el encendido del árbol, diviso a su hermana con su prometido y a su hermano cuidando a los niños, sus padres estaban tomados de la mano mientras reían de algo.
—El amor es una arma de doble filo o te salva o te hunde.
Serena apartó la mirada al escuchar la voz y fruncio el ceño al ver a Lilibeth con una sonrisa mirandola fijamente.
—¿Que quieres?
—Me enteré por buenas fuentes que todo es una mentira.
La sonrisa de Serena se borro completamente.
—Ya sabes, tu querida suegra no se comió el cuento y me ha llamado para investigar, resulta que tu terminaste con el que es mi novio y curiosamente tu comenzaste a andar con el mio de forma muy rápida. Ambos crearon una hermoso cuento de hadas— sonrio aún mas Lilibeth.
Serena la miro fijamente.
—¿Que harás ahora? Ya lo descubriste ahora que ¿lo diras?
Lilibeth sonrió aun mas.
—No quiero causar una gran decepción, solo mira a tu linda familia...—señalo hacia abajo— Faltan dos días para las fiestas—negó con la cabeza— Sería una lastima que algo lo arruinara.
Serena se acerco más a ella.
—¿Que es lo que quieres?
—Aléjate de mi ex novio y regresa con el tuyo. Quiero a Gideon de vuelta.
Lilibeth se dio media vuelta y se perdió entre las personas. Minutos más tardes regreso Gideon y le sonrio.
—¿Estas bien?
Serena le sonrio un poco y asintió con la cabeza, sus ojos se dirigieron a su familia y luego a Gideon.
***
—Apartate— ordeno Gideon minutos antes de regresar con Serena.
John sonrio cruzándose de brazos impidiendo que pasará.
—Se toda la farsa que Serena y tu han montado— soltó el chico sin rodeos— ¿Como crees que reaccionaria la familia de Serena si se los cuento?
—¿Por qué le creerían a una persona como tu?— se cruzo de brazos.
—Tengo pruebas contundentes— estiro la pantalla de su celular— Toda una platica en donde crean esta farsa— bloqueo el móvil y lo guardo— Esto es lo que vas a hacer, vas a terminar con ella ahora.
Gideon lo miro fijamente.
—Eso no lo voy a hacer, hazle como quieras y busca tus maneras, a Serena no la voy a dejar.
Gideon paso a su lado empujándolo con el hombro. John se encontró molesto ante esa respuesta, alzó la mirada al ver a Lilibeth llegando hasta el con una gran sonrisa.
—Espero que sean buenas noticias porque yo no te tengo.
—Tengo muy buenas noticias querido—dejo su bolso la chica— Terminaran.
—Tu ex novio no creo que lo permita.
—Lo hará si no quiere que toda la familia de tu Serena se entere de la verdad. Tango a mi ex suegra de mi lado y lo vamos a lograr.
John sonrio aún mas y beso a la rubia.
—Esa es mi chica malvada.
Lilibeth le sonrio
—¡Oigan! ¿Usaran la mesa para besarse o comerán algo?— pregunto un joven alto rodeado de sus amigos del fútbol americano.
John dejo de sonreir.
—¿Que quieres niño? Vete a molestar a otro lado.
—Queremos la mesa—contesto el capitan— Ahora— demando y sus ojos se posaron en Lilibeth, el joven sonrio de lado— Hola linda.
John alzó una ceja y se levantó frente al capitán del equipo.
—¿Vienes por mi mesa y le coqueteas a mi novia?—pregunto, el capitán sonrio— Moriste.
En menos de segundos se instalo una pelea en el área de comida del centro comercial, Lilibeth se paso en la silla.
—¡Vamos Jhonny! ¡Dale con la silla amor!— grito emocionada la rubia.
El silbato de la policía hizo que Lilibeth bajara de la mesa, Jhon tomó la mano de la rubia y juntos salieron corriendo sin parar de reír. Antes de salir del área, Lilibeth insulto a la porrista que acompañaba al capitán.
—¡Si, esa es mi chica!— grito con felicidad Jhon, volvieron a tomarse de la mano y corrieron siendo seguidos por la policía.
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