-...ya tengo la pijama que usaremos el día que vayamos con nuestros padres, las he pedido por Internet. Son increíbles, la tuya tiene arbolitos en el pantalón..

-Serena...

-...y la mía tiene un estampado de un reno sobre el pecho y es algodones, también me compré...

-Serena, por favor, déjame hablar- pidió Jhon estirando su mano hacia su novia y sonriendo de manera forzada.

Serena dejo de hablar y apretó la mano de su novio.

-Lo siento- le sonrió- Estoy muy emocionada porque conozcas a mi familia, les he hablado mucho de ti y mi hermana ya hasta te acomodo una habitación en mi casa.

John beso la mano de Serena y sin soltarla la volvió a mirar.

-Lo siento Serena-hablo el chico y la rubia alzó una ceja sin dejar se sonreír - Pero quiero que...

El volumen de la música del restaurante-bar se alzó cuando otro villancico fue puesto por el local, la campana del establecimiento sono entre la música y un joven castaño entró corriendo ocultándose debajo de las mesas, los comensales observaron con extrañaza aquel chico y murmuraban entre ellos, el extraño se coloco debajo de la mesa de Serena y John.

-¿Decías?- pregunto Serena con una sonrisa regresando su vista a su novio.

La sonrisa de John se borro y la volvió a forzar apretando la mano de la chica.

-Serena, eres una chica maravillosa y te quiero mucho-continuo John- Pero creo que debemos darnos un tiempo.

Serena fruncio el ceño y lentamente se soltó de la mano de John

-¿Estas terminando conmigo?- pregunto la rubia con lentitud.

John intento tomar de nuevo la mano de Serena pero ella se alejo mientras movía su cabeza de un lado a otro.

-No eres tu Ser, yo yo - se señalo John y se levantó dejando su parte de la cuenta en la mesa y salió del establecimiento.

Serena lo miro alejarse sin dar crédito a todo lo que acababa de suceder.

-Auch- hablo una voz debajo de la mesa y la rubia bajo sus ojos verdes enfocando al chico extraño que acaba de entrar que la miraba- Eso debió doler.

Los ojos verdes de Serena se ampliaron ante el enojo y con su tacón golpeo la cabeza del chico y escucho un exclamó por parte de él. Serena dejo la otra parte de la cuenta y con mirada nublada salió el lugar, los villancicos cantaban, los niños reían y las parejas se amaban.

¿En que momento se había terminado todo? ¿Que había hecho mal? ¿Acaso no era lo suficiente?

-Disculpe señorita-hablo un hombre sacándola de sus pensamientos deprimentes y parpadeo, la rubia miró que se trataba de dos hombres, gemelos- ¿Ha visto a este hombre?

Serena miro la fotografía del celular y su mirada se regreso a la entrada del bar, era el chico que se había ocultado debajo de la mesa.

-Le di un taconazo en la cabeza- recordó con voz triste.

Uno de los dos hombres entró al lugar y unos segundos después se escucho un grito adentro del bar, la puerta se abrió y sacó al joven castaño que había estado adentro escondido.

-No hay porque ser violentos-hablo el castaño intentando safarse de uno de los hermanos.

El segundo hermano miro a Serena

-¿Podría acompañarnos a la estación de policía a reportarlo?

Serena parpadeo.