06.
—¿Cómo se dice, Ricky?
—Siento haberte golpeado, Kim Jiwoong.
—Bien. ¿Cómo se dice, Jiwoong?
—Siento haberte empujado y devolverte los golpes que te merecías, maldita rata inmun– ¡MATTHEW, NO ME TIRES LA OREJA!
—¡Jiwoong!
—¡Bien, lamento todo, cara de ratón! ¡Matthew!
—¡No lo estás haciendo bien!
—¡Ustedes no se rían!
Pero era imposible evitar que Gyuvin, Hanbin y Hao no se rieran con toda esa irrisoria situación. No cuando minutos atrás Matthew, harto de que lo ignoraran, se metiera en medio de la pelea agarrando a Ricky y Jiwoong de las orejas, tirando de ellas y separándolos.
Y, en ese preciso instante, Matthew seguía con sus orejas agarradas, diciendo que tenían que pedirse perdón el uno al otro o no los soltaría.
El pobre de Gyuvin estaba riéndose en el suelo, agarrándose el estómago mientras los mayores trataban de contenerse, pero fallando miserablemente.
Jiwoong murmuró por lo bajo, frotando su mejilla herida por el golpe que le dieron, y miró a Matthew con frustración.
—¿No se supone que somos novios? ¡Deberías defenderme! ¡Éste cara de rata quería morder tus mejillas e infectarte!
—¡Yo no le quería morder nada a nadie, cara de anciano!
Matthew parecía realmente exasperado, por lo que volvió a tirar de sus orejas haciendo que chillaran.
—Primero que todo —comenzó a regañar pacientemente— Jiwoong, tú no querías que me acercara a ti —el aludido desvió la vista, cruzándose de brazos, sin saber realmente por qué había actuado de esa forma cuando solía controlarse.
No sabía por qué había actuado de una forma tan celosa cuando Matthew no era un novio de verdad, sino que su mamá sólo lo había alquilado porque quería verlo con una pareja.
Pero en ese momento no lo había pensado. Ver a Matthew actuando tan lindo con todas las otras personas hizo que una parte en su interior deseara ser el único al que tratara así.
—Segundo —prosiguió Matthew soltando la oreja de Ricky, que se la frotó con resentimiento para tratar de aliviar el dolor—. Riri es sólo mi amigo, nada más.
—¿Y por qué a él le tienes un apodo lindo, Matthew? —protestó Jiwoong otra vez, sin poder controlarse otra vez.
Matthew lo miró con ojos entrecerrados.
—Pero si a ti te digo chico lindo —ronroneó con toda intención de humillarlo.
La risa escandalosa de Gyuvin aumentó, Hanbin se cayó de la silla y Hao no pudo ocultar más su risa de limpiador de vidrios. Incluso Ricky tuvo que desviar la vista para no reírse.
—Cállate, sonrisitas —murmuró Jiwoong mientras Matthew soltaba su oreja.
Matthew comenzó a reírse, y de alguna forma Jiwoong se sintió mejor al oírlo.
Más aun cuando Matthew lo abrazó por el cuello, apoyando su mentón en su hombro antes de darle un beso en la mejilla.
—No estés celoso —le susurró Matthew a su oído para que nadie más lo escuchara—. Estos seis meses soy tuyo. Luego no volverás a saber más de mí como te lo prometí, Kim Jiwoong.
Sus palabras dejaron un amargo sabor en su boca por algún extraño motivo.
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