𝙸𝚗𝚝𝚛𝚘𝚍𝚞𝚌𝚌𝚒𝚘́𝚗
La manada Lot era una de las más grandes y extensas de Europa, regida por el linaje Jeon desde hace más de cinco décadas tras sus ancestros reclamar el territorio de Ersem como parte del norte de Lot.
JungKook regia la manada en total soledad desde que su madre, la luna de la manada, falleció. Comenzó su liderazgo a la semana del luto de su progenitora, no tuvo tiempo ni momento para elegir una luna que le ayudara con determinadas responsabilidades, pero igual, lo veía innecesario.
No fue hasta hace tres años atrás que su vida cambio por completo. Había salido de cacería a un bosque para distraerse de los últimos conflictos que había en la manada debido a los constantes asaltos en el pueblo.
Estaba estresado, los investigadores que mandó no podían encontrar nada. Debía hacerlo él mismo, pero igual no podía ceder a su investigación como si nada, pues desconfiaba de uno de los centinelas.
Accidentalmente, en su tiempo libre, el enigma se vio en un lío al momento de atrapar a una liebre en su forma de lobo, pues el grito de un humano se escuchó logrando ahuyentar al animalito.
Uno que otro conflicto sucedió ese día, problemas con el celo del chico que había espantado a la presa del enigma y de ahí en más... Jeon JungKook no dejó de perseguir a un gamma, a quien descubrió como su pareja predestinada.
El romance fortuito comenzó entre el enigma Jeon y el gamma Kim. JungKook aprendió a regular sus feromonas para no atemorizarlo, mientras que TaeHyung se encargó de aprender a no temerle, porque él no le haría daño aunque tuviera la posibilidad de hacerlo.
Segundos, horas, días, meses y años pasaron hasta que ambos fueron descubiertos por los padres del gamma, intentando alejarlos a toda costa porque sabían que el rubio sería incapaz de proveerle al alfa de la manada la familia que debía formar tan pronto como los ancianos se enteraran del amorío.
Tae no soportaría la presión de ser luna, era un gamma, el cachorro de los Kim. Era eso, un cachorro muy a pesar que cumplía con la mayoría de edad. Pero para JungKook no había nada que no pudiera conseguir, y su pareja enviada por la diosa no fue la excepción; porque, actualmente, era su luna y el amor de su vida.
Nada ni nadie tenía el mínimo derecho de decirle con quién debía contraer nupcias. No importaba cuánto le recalcaran desde hace meses atrás el hecho de una marca y un heredero.
Simplemente, JungKook no estaba a disposición de poner en peligro la vida de su pareja con el lazo. Hacerle el amor apenas era tolerable para su condición, estaba seguro que con una marca podría perderlo para siempre.
Tenía sus dudas al respecto, debía haber algún registro que le ayudara a mantenerlo a su lado, no podía mantener a los ancianos con su "estamos en el proceso", tarde o temprano podría tener alguna clase de rebelión por su ignorancia al pueblo por amor, y era lo que menos deseaba.
Aunque entre el amor a su manada y el gamma, definitivamente lo escogería a él por sobre todas las cosas del mundo; sin embargo, dejar el liderazgo a manos de un extraño, no era una opción.
Muchomenos buscar un concubino que gestara al heredero que seguiría su linaje comojefe de la manada Lot.
Amo esto, dios mio, ya, es uno de los últimos que subo y retomo las actus de otros fics 🤭
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