Los dos estaban paralizados, cada uno mirándose fijamente a los ojos, mudos. Sin saber en dónde estaban, como llegaron aquí y que debían hacer para finalmente salir. Sus respiraciones estaban agitadas, pues claro, si fueron perseguidos sin piedad por una banda de alienígenas.

– Estamos siendo cronometrados– Comentó estúpidamente el DJ noruego, Alan Walker. Lo miraste con cara de "¿en serio?".

– No me digas genio, mira que no note los enormes números del tamaño de un edificio siendo contados de reversa haya en el cielo. – Elevaste el brazo en alto. El noruego te miró serio y a la vez apenado, apenas se dio cuenta de lo estúpido que sonó. Suspiraste. Estabas estresada, aquella cueva no los iba a esconder por siempre. Caminaste de un lado para otro, pensando en un plan que incluya que ambos salgan vivos de está. El foco se te prendió. ¡Pues claro! ¿¡Cómo no te diste cuenta antes!? –¡Hey! ¿Te has visto alguna vez la serié SAO? – Preguntaste entusiasmada.

Él te miró de brazos cruzados  ¿Acaso no lo conocía?

–¿Sword Art Online? La serié de anime– Aclaraste haciendo un gesto con la mano. Ese te negó con la cabeza, suspiraste frustrada. –Bueno, es de un juego de realidad virtual donde los jugadores se quedan atrapados y deben sobre vivir hasta salir de ahí. Y si mueres en el juego, mueres en la vida real igualmente. – Empezaste a explicar, a kilómetros se notaba lo muy fanática que eras.

-Que linda serié- Comentó burlón y sarcásticamente.

Lo miraste con una mueca de lado. – Si. A lo que quiero llegar, es que faltan ya 28 minutos, y debemos sobrevivir y encontrar la manera de salir de esto. SIN.SALIR.MUERTOS. ¿Entendido? – Alan no te miró muy convencido, pero no es que tenga más opciones que confiar en ti. – Sé que no te agrada la idea de trabajar con una desconocida como yo y lo mismo va para mí. Pero por ahora y por esta vez debemos unir fuerzas y mentes para salir de esta. ¿Trato? – Extendiste tú mano esperando a que el DJ lo estrechará cerrando oficialmente el trato.

Él la miró aún con desconfianza y los brazos cruzados. Pero soltó un profundo suspiró y la estrechó mirándote con una sonrisa sincera.

–Trato echo–

[...]

Salieron fijándose en ambos lados que ninguno de esos alienígenas estuviera acechando el lugar. Pusiste tu dedo encima de tus labios en señal de guardar silencio. Salieron intentando no hacer ni el menor crujido, sus corazones latían a mil.

Escuchaste como varios pasos se acercaban en donde se encontraban, una tropa. Rápidamente se escondieron detrás de una roca esperando a que se fueran. Finalmente los pasos se alejaron. Suspiraron aliviados.

Hasta que Alan estornudo fuertemente. Sentiste como tú alma se iba por los suelos, te pusiste pálida. La tropa se volteó y los vieron a ambos.

-Si no nos matan me asegurare de que tu mueras- Comentaste mirándolo con rabia antes de empezar a correr.