✴PRÓLOGO✴

Gracias por leer:)

Es una verdad mundialmente conocida lo que un hombre enamorado debe decir ante el progenitor de la dama que escogió como futura esposa, sin embargo, en este preciso momento, estoy completamente aterrado parado ante la mirada intrigada del señor Bennet. El caballero en cuestión, es un humilde padre de familia cuya diversión primaria fue fecundar a su impertinente esposa en sus años de gloria, y ahora es el digno acreedor de cinco muchachas en edad casadera que están a muy poco de librarlo de la pobreza. Negocio lucrativo viéndolo desde un ángulo crítico.

—Todos los nobles caballeros en algún momento de sus aburridas e insulsas vidas querrán contraer nupcias, ¿eso que tiene que ver conmigo? Si me puede hacer el honor de explicarlo, señor Darcy.

Sus ojos azules parecen estarse mofando de mi evidente nerviosismo, intento no temblar pero me resulta imposible, esto es más difícil de lo que me suponía. Es más fácil entablar pláticas amenas con nobles caballeros del mismo círculo social, jamás terminaré de entender a los sujetos de baja estirpe.

—Es mi deseo contraer nupcias muy pronto, señor Bennet, y en eso usted tiene mucho que ver porque estoy enamorado de su hija...—un silencio sepulcral embarga el ambiente con ligero olor a melancolía.

—Señor Darcy —el señor Bennet deja su viejo libro sobre su escritorio y endereza su postura mirándome de una manera amenazante—. Quizás lo que ocurrió con el señor Wickham le dejó una mala impresión de mí, pero no le pienso dar la mano de Kitty, y mucho menos la de Mary por más que sus dotes con el piano le hayan impresionado hasta el punto de dejarlo loco de amor.

Esto está mal, muy mal. Se está burlando de mí, y lo peor de todo es que yo no le puedo faltar el respeto a mi futuro suegro. Aprieto mis puños simulando valentía, pero en realidad es por coraje. ¡¿Cómo se atreve!?

—Elizabeth...—la simple mención de su nombre borra todo rastro de enojo en mi ser, sus ojos, sus brillantes ojos se pasean por mi mente y nada más importa, nada más existe, la quiero para mí. Pronto recupero la cordura y me doy cuenta de dónde estoy y a quién tengo frente a mí. Estoy perdido. Su expresión es de desconcierto puro, se ha quedado paralizado ante mi confesión, la sonrisa burlesca se esfumó del rostro del señor Bennet—. Le pido, con el mayor respeto que usted merece, me conceda el inmenso honor de casarme con su hija Elizabeth...

El rostro del señor Bennet pierde su forma habitual, se distorsiona hasta que su quijada se descuadra de su cara, quiero reírme de su expresión, pero me reprimo por prudencia. Asombro absoluto reflejan sus gestos, se apoya en ambos brazos en su escritorio para levantarse furioso, retrocedo unos pasos, y luego se vuelve a sentar de golpe. Se ha quedado impactado con la noticia.

—¡¿Mi Lizzy!? ¡¿Pero si ella lo...!? —Despreciaba, tiempo pasado.

—¡Yo la amo! —Le interrumpo antes de que pueda continuar, el simple hecho de recordar el pasado es doloroso—. Amo a Elizabeth inmensamente, por favor concédame su gracia y bendición.

—Si usted afirma amarla con tanto fervor no veo el motivo para negarme —el señor Bennet acaricia su barbilla con calma, quizás confiando que su hija me rechazará pero esta vez no se repetirá ese vil acontecimiento.

—Gracias, señor Bennet. Le juro que haré a su hija inmensamente feliz, ese será el motivo de mis días a partir de hoy, y para toda la vida.

Lo hice, esto representa el culmino de toda mi existencia o eso suponía porque no me siento del todo complacido. Se supone que gracias a mis dones y recursos esta transacción moralista sería simple, sencilla, prácticamente aburrida, pero me siento preso de los nervios. Esto debería ser una caravana de gente dando brincos primitivos de felicidad al enterarse que emparentaron con el hombre más rico de la zona, sin embargo nada de eso está aconteciendo. Giro sobre mis talones recuperando mi postura erguida, sé que esto no ha terminado y que tampoco es toda la conversación que existirá entre nosotros, pero me la cedió y con eso me basta.

—Señor Darcy...—me detengo justo antes de salir de su biblioteca, la voz de aquel caballero recuperó la ironía usual—. Hágame el favor de comunicarle a mi hija que se presente aquí, es urgente. Veremos cuánto dura este flamante compromiso cuando ella se entere de su ofrecimiento...

—De inmediato, señor Bennet.

Ni siquiera me tomo la molestia de voltear a verlo, ¿cuánto durará? ¿Por qué se burla de esa manera de mis sentimientos? Es ahora que me doy cuenta de donde heredó el carácter mi amada Lizzy, es ahora donde me doy cuenta que su escritorio es demasiado viejo, tal vez le regale uno nuevo y mejor después de la boda, sus libros están gastados y todo está lleno de polvo, me hago una nota mental para regalarle unos nuevos de mi biblioteca personal. ¿Por qué estoy tan molesto? ¿Por qué sigo tan nervioso? Camino en dirección del acogedor saloncito de la casa y busco a Elizabeth con la mirada. Una hermana, la detestable madre, la rubia de Charles, mi buen amigo Charles, y ahí está ella, mi amada Lizzy está sentada junto a la mesa en compañía de otra hermana, suspiro, me acerco como si me interesara lo que está haciendo pero me importa muy poco.

Su aroma me encuentra al inclinarme...

Todo el desagrado que me dejó la anterior entrevista con su padre se esfuma como por arte de magia.

—Vaya a ver a su padre: la necesita en la biblioteca —ella sale disparada hacia el lugar mencionado y yo tardo en enderezarme.

Mi amada se marcha a aplacar la furia de su progenitor, pagaría cualquier precio para poder ver la cara que el señor Bennet pondrá cuando se entere que es cierto, en realidad me casaré con su hija. No puedo evitar sonreír solo de pie junto a la silla que acaba de dejar vacía mi futura esposa y entonces me doy cuenta que no estoy solo. Una hermana, otra hermana, la odiosa madre, Charles y la rubia de Charles me observan con una mezcla de curiosidad y extrañeza.

¿No eran cinco damas?

Oh falta la fugitiva que ayudé hace poco, ella está casada como loca de remate. Me dejo caer en la silla que está a mi lado completamente consternado, justo ahora recuerdo que seré cuñado del maldito Wickham.

Una extraña sensación estalla en mi pecho, ni siquiera consigo concebir la idea...

¿Yo cuñado del señor Wickham?

¡Por Sócrates! ¡¿Qué villanía acabo de cometer?!

🕉️NOTA: Con el debido respeto que te mereces; por favor evita el plagio. Tú vales más que un "copia y pega", te envío todo mi amor.💕

Todos los derechos de los personajes principales a la genia y musa Jane Austen.

Besos de chocolate.🍫

👁️‍🗨️Melissa Vilca.☪️

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