Capítulo 7

La luz del sol se asomaba por la ventana, más resplandeciente que nunca.

Siendo las siete y once de la mañana, aún me encontraba acostada en la cama de mi novio, quien aún dormía como un bebé siendo ajeno a lo que yo hacía: darle toquecitos en su nariz para despertarlo.

Hoy teníamos clases a las nueve y treinta, puesto que los profesores tenían reunión temprano.

Estaba tan acostumbrada a levantarme temprano, que se me hizo un poco difícil seguir durmiendo. Y como ya no puedo, trato de despertar a mi chico.

Sus suaves y carnosos labios estaban entreabiertos, sus largas y rectas pestañas acariciaban sus pómulos. Su rostro se veía tranquilo.

Toqué nuevamente su nariz y esta vez si reaccionó a lo que yo hacia.

— Mmm... – murmuró con la voz ronca

—Despierta, dormilón – dejé un beso en su mejilla

Hizo un sonido de negación y escondió su rostro en el hueco de mi cuello. Sus brazos se apretaron en mi cintura.

—Anda, arriba – acaricie su pelo despeinado 

—Si sigues haciendo eso, no voy a levantarme nunca

Sonreí. Y trate de sacar su rostro de su escondite. — Déjame – dice aún con su voz ronca. — Estoy completamente seguro de que tenemos tiempo suficiente para ir al colegio... Así que vuelve a dormir

Suspire y sentí su sonrisa, dejó un beso en mi cuello y me atrajo hacia él.

— Si no nos levantamos ahora...

— Shhh, calladita te ves más bonita... – una de sus piernas fue a parar sobre mi cuerpo. — Cierra esos lindos ojitos y duerme un ratito más

— Kian...

— Amor, duérmete ¿si?

— No. – comencé a moverlo para que me soltara y se levantara. Mis manos fueron atrapadas por las suyas e hizo fuerza sobre su pierna, dejándome inmovilizada. — ¡Joder, Kian!

— Es muy temprano para estar maldiciendo... Shhh, a dormir amor, a dormir

— ¡Aaliyah! ¡Acelera, vamos tarde!

Rodé los ojos y me cambie lo más paciente que pude. Quedaba solo media hora para que empiece nuestra clase, y no habíamos desayunado aún.

El muy maldito no bromeaba cuando dijo que dormiría otro rato más. Ahora por su culpa vamos tarde.

— ¡Aaliyah! ¡Apúrate, joder!

Rodé los ojos y terminé de maquillarme. La verdad es que no acostumbro a maquillarme mucho cuando voy para el colegio pero hoy decidí hacerlo, sólo para molestarlo.

Me cambie por unos jeans azules, un hoddie color blanco, que decía Flawless en negro, y unos tenis negros. Peiné mi risado pelo en una coleta desarreglada.

Abrí la puerta del baño y Kian estaba apunto de tocarla. Pase por su lado y guardé lo que había usado.

— ¿Justo hoy decides maquillarte? ¿Lo haces a propósito?

— Si – respondí sin pudor alguno. — No te levantaste cuando debiste, ahora sufre las consecuencias – le sonreí y tomé mis cosas, y salí de su habitación.

En todo el camino al colegio, mi querido novio no me dirigió ni media palabra. Sabia que estaba molesto pero no le veía razón.

Yo lo desperté temprano, él quiso seguir durmiendo. Hice lo que tenia que hacer.

Para su suerte el profesor había llegado tarde, por lo que no conseguimos ninguna amonestación por llegar tarde.

— Se llama Aylen, trabaja en una tienda cerca del centro comercial.

— Es linda. ¿Dónde la conociste?

Alexander por fin se había dignado a hablarme sobre su chica. Había aprovechado que estábamos solos en el almuerzo. Es una chica rubia, con unos tremendos ojos verdes, era delgada y pequeña de estatura. Es guapa. Y si mi instinto de hermana no me engaña, es perfecta como cuñada.

— Nos ayudó a Alexis y a mi a comprar los regalos de navidad de mamá y tú.

— O sea, que la conociste en diciembre y vienes a hablarme de ella en enero – le miré indignada

— Apenas estamos comenzando a salir, Aaliyah.

— Esta bien. Entonces... ¿En dónde estudia? ¿Qué edad tiene? – mi hermano me mira cejudo – ¿Qué? Responde

— Estudia en línea debido al trabajo, tiene 17 años. ¿Algo más?

— ¿La universidad también la hará en línea?

— No. Estaba pensando en invitarla a la cena, ¿es mala idea?

— Creo que no. Invitala como amigos, ya después, en otra ocasión como algo más ¿no?

— Si. Espero que mamá y...

Deja y busco el libro...

Mi hermano es interrumpido por Kian, quien llega acompañado por una chica de nuestro año. También venían Alexis, Laura y Ryan.

— Mira aquí esta...

— Perfecto. ¿Te parece si esta tarde me paso por tu casa y hacemos el trabajo? – dice ella enredando su pelo en su dedo.

— Me parece perfecto. Mientras más rápido empecemos, mejor. ¿Te paso la dirección por mensaje?

— No es necesario, todos saben donde vive Kian Russell – ví como le guiñaba un ojo. ¿Qué mierda? — Adiós. – se acercó a él y dejó un beso en su mejilla, donde se notaba perfectamente su asqueroso labial. Y luego se fue.

— Kian – lo llama Ryan, haciéndole una seña del labial que estaba en su mejilla

— ¿Qué?

— Tienes un poco de... Ya sabes

— ¿Qué cosa?

Imbécil.

— Tienes labial en la mejilla, idiota – le dice Laura

Negué con la cabeza y me concentre en mi almuerzo.

— ¡Hey, Aaliyah!

¿Y ahora qué? Mire hacia el frente, mi mejor amiga me estaba llamando. — ¿Qué?

— Tu celular acaba de sonar

Fruncí el ceño y tomé mi celular. En la pantalla mostraba un mensaje de un número desconocido.

¿Vienes a mi fiesta el viernes? Soy Joe ;)

— ¿Hay una fiesta el viernes? – pregunté a mis amigos

— Si. En casa de Joe, ¿por qué? – me responde mi amiga

— Me acaba de enviar un mensaje invitándome a la fiesta

— ¿Disculpa?

— Disculpado. – Sonreí falsamente hacia mi novio. — ¿Vamos? – le pregunté a mi amiga

— Por supuesto.

Claro que si. ¿A qué hora?

Tome un bocado de mi sándwich mientras esperaba su respuesta. La mirada que me estaba dando Kian no era para nada agradable.

— ¿Qué me ves? ¿Tengo labial en la cara o qué?

Mis amigos rieron por mi comentario.

— Muy graciosa

— Lo sé. Gracias.

A las 8. Puedo pasar a buscarte si quieres.

¬No hace falta, iré con Laura. No te molesta ¿o si?

No para nada. Con tal de que no vaya tu amiguito, esta bien

¬¿Cuál amiguito? ¿Ryan?

No. Russell

— ¿A nosotros no nos invitas? – me dice Alexis.

— Pueden ir si quieren – respondí sin quitar mi vista de mi teléfono. Es mi novio, lo sabes ¿verdad?

Lamentablemente si. Tiene suerte de tener una chica tan guapa y simpática como ;)

Me fue inevitable no sonreír ante ese mensaje. Y más aún con esa sonrisa que enamora a cualquier hombre

Levanté mi mirada buscando a Joe. A tu izquierda :)

Mire hacia mi izquierda y en efecto ahí estaba, a tres mesas de distancia. Le saludé con la mano y él me devolvió el saludo.

Te hablo más tarde. Russell, me matará si sigo hablando contigo. Adiós, preciosa.

Joe Cruz, estudiante de último año, igual que yo. No había entablado una conversación real con él, a excepción de esta que acabamos de tener. Desde mi perspectiva, era un chico muy guapo, era alto, tenia el pelo negro azabache y los ojos del mismo color. Es un chico tierno y simpático con todo el mundo. Estoy segura de que era la clase de chico que todas querrían tener a su lado.

Menos yo, pues ya tenía a Kian. Creo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top