Capítulo 38 - Parte I
"Y cuando un par de ojos te atrapan, por más que intentes salir jamás te escaparás de ellos."
— Entonces... ¿Van a regresar?
— Es posible...
— Todos sabemos que te mueres por volver con él, amiga
— Lo sé... Estaba pensando en decirle todo lo que aún no le he dicho en el baile
— Me parece buena idea
— No te vayas a echar para atrás
— No lo haré
— Eso espero... Me tengo que ir, hablamos en la noche
— Si, adiós
Colgué y por fin me digne a salir de mi cama en toda la mañana.
Hoy sábado, era el baile de graduación, la espera se me estaba haciendo un poco lenta, puesto que estaba muy emocionada por ir a mi último baile de colegio, por ver a mis compañeros quizá por última vez, antes de que nos vayamos por caminos diferentes.
Ayer me la pase encerrada en mi casa, no salí a ningún lado, ni siquiera al frente. O sea, no tenía nada que hacer, todo lo que tenía preparado para hoy, lo terminé el jueves.
Aunque mamá aprovechó mi encerramiento para ponerme a organizar la casa junto con ella.
Si se andan preguntando si he hablado con Kian, la respuesta es NO. No he hablado con él, me he tomado muy enserio cuando le dije que pensaría si quería volver con él.
Pedí consejos a mi madre, a mi almohada y a mi mejor amiga; aunque estas dos últimas no fueron de gran ayuda.
Decidí disfrutar este momento de mi vida, volver a estar con él como pareja, no sé si terminaremos en tres o cinco meses, pero quiero estar con él ahora. No soy quien para decidir si para siempre.
Siempre será mi mejor amigo, y si llegamos a terminar algún día, me aseguraré de terminar las cosas en buenos términos. No quiero que dejemos de lado nuestra amistad de hace años. No quiero volver a cometer ese error de hace meses.
Ahora mismo estaba completa y profundamente enamorada de él, aunque aún no lo sepa, se lo haré saber esta noche, de eso estaba segura.
≠
8:17 pm
Terminé de colocarme las plataformas y caminé hacia mi espejo. Sonreí al ver mi reflejo en el.
Llevaba puesto un vestido rojo largo, con una abertura en mi pierna izquierda, unos zapatos plataforma color crema, mi pelo lo había recogido en una coleta envuelta, y dejé mechones fuera. Tenerlo lacio me facilitó las cosas.
— ¡Aaliyah, cariño! ¡Kian está aquí!
Escuchar el grito de mi madre hizo que me pusiera más nerviosa de lo ya estaba, mi corazón latía tan rápido que creo que en cualquier momento me dará taquicardia. Me siento más nerviosa que aquella vez cuando Kian y yo nos besamos por primera vez.
¿Por qué estoy recordando esto? ¡Me estoy poniendo más nerviosa!
Cerrando mis ojos y tomando una respiración profunda, tomé mi bolso de mano color crema y abrí la puerta de mi habitación con mis manos temblando.
¡Por dios, Aaliyah! ¡Ni que te fueras a casar!
Bajé despacio las escaleras y no pude evitar sonreír al ver a mi madre "arreglando" el corbatín de Kian.
Mis hermanos ya se habían ido a buscar a sus respectivas parejas, sólo estábamos mis padres y yo aquí.
— Wow, hija, estas... Maravillosamente hermosa
— Gracias, papá – susurré sintiendo la sangre subir por mis mejillas a ver a Kian examinarme de pies a cabeza.
Estaba vestido con un esmoquin negro, una camisa blanca debajo y un corbatín negro. Tenía unos zapatos de vestir bastante relucientes.
Esta ocasión era de esas pocas en las que veía a Kian vestir así de elegante y creánme cuando les digo que se ve jodidamente guapo.
— Te ves increíblemente hermosa – dice por fin, acercándose.
— Gracias – susurro en respuesta. Toma una pequeña cajita transparente donde se ve el hermoso ramillete de muñeca. Sonreí con ternura al ver sus manos temblar al tratar de sacar el ramito.
Cuando por fin lo saca, deja la caja en una repisa que esta a un lado de las escaleras, extiendo mi mano izquierda y coloca el ramillete en mi muñeca.
— A ver, juntense para la foto – dice mamá haciéndonos señas
Después de tomarnos varias fotos, nos dejaron ir. En el camino íbamos cada quien en su mundo, sin decir ni una palabra.
Después de unos quince minutos llegamos al colegio. Por suerte encontramos un lugar.
Estaba repleto de autos. De la noche a la mañana todos los estudiantes de último año tienen un auto, ¿increíble no?
— ¿Qué pasó, Ryan? – contesta Kian su teléfono saliendo y rodeando el auto para abrirme la puerta. — Si, estamos aquí afuera ¿por qué? – tomé su mano y salgo del auto, cerrando la puerta detrás de mi. — La verdad es que ustedes están locos... Si, vamos para allá...
— ¿Qué pasó? – pregunto cuando cuelga la llamada.
— Esa amiga tuya esta loca de remate ¿sabías? – le pone la alarma al auto y me toma de la mano, nuevamente.
— ¿Quién? ¿Laura?
— Si, vamos para la cafetería – comenzamos a caminar hacia la entrada.
— ¿Por qué? El baile es el gimnasio
— Sabrás porque cuando estemos allá
No respondo y en silencio nos dirigimos hacia la cafetería. Al llegar, los únicos que estaban allí eran nuestros amigos.
— ¡Oh bebé! ¡Mira que hermosa y sexy está mi mejor amiga! – exclama Laura al vernos llegar, cuando estamos con ellos, me obliga a dar una vuelta – ¡Orale, que guapa!
— Cállate, Laura. – le doy un empujón y me dedico a saludar a los demás incluida la chica que está con Ryan. Annie también estaba aquí. — Hola, soy Aaliyah, mucho gusto
— Anabella, puedes decirme Bella
— Bien guardadito, te lo tenias eh – digo mirando a Ryan pícaramente.
—No empieces tu también... Ustedes tres son iguales, no pueden negar que son amigas - dice este
— ¿Por qué se reunieron aquí? – pregunta Kian interrumpiendo a su amigo
— Nuestra querida amiga, Laura aquí presente – empieza hablando mi hermano señalando a mi amiga — Tuvo la maravillosa idea de... – sus manos estaban debajo de la mesa y de allí sacó dos cajas de pizza.
No pude evitar reírme, otra de las razones por la cual amo a mi mejor amiga.
— Esa es mi mejor amiga – digo acercándome a la mesa.
— Quien diría que una chica con ese delgado cuerpo, tiene un hoyo sin fondo como estómago – comenta Joe a mis espaldas. Suelto una carcajada y le guiño un ojo tomando una servilleta y un pedazo de pizza.
Adiós labial.
Después de que todos estuvimos satisfechos, nos dirigimos hacia el gimnasio. Al final, no fue mala idea comer pizza, en el baile solo había bebidas y aperitivos.
La decoración del salón era preciosa, tenia los colores que representaban el equipo de fútbol y de las animadoras: rojo y negro. En el techo habían pequeñas bolas de disco y en el centro del salón había una grande.
Había un amplio espacio para bailar y habían alrededor de treinta y algo de mesas redondas — las que usan en bares y discotecas —.
Buscamos tres mesas que estuvieran cerca y las pusimos juntas. Y cuando tuvimos todos bien ubicados y sentados, comenzamos a disfrutar de la noche.
≠
KIAN
— ¡You don't need to say I love you to say I love you! – gritaban las chicas que tenía como amigas simulando estar cantando. — ¡Forget all the shooting stars and all the silver moons! ¡We've been making shades of purple out of red and blue! ¡Sickeningly sweet like honey, don't need money! ¡All I need is you! – dieron una vuelta sobre ellas mismas que nos hicieron reír a todos – ¡You! – quedaron frente a nosotros y nos señalaron.
Cualquier desconocido que las vea diría que estaban ebrias pero no, sí tenían alcohol en sus venas pero no tanto para estar en ese estado.
Se habían tomado muy enserio disfrutar este baile.
— Oye tú... – me susurra mi mejor amigo al oído. Le doy una mirada de reojo para que siga hablando mientras no quitaba mi mirada de las chicas. — ¿Hablaste con Aaliyah?
— ¿Sobre qué?
— No te hagas, sabes a que me refiero...
— No – vuelvo mi vista hacia él y tomo de mi ponche – Me dijo que lo pensaría y no quiero presionarla, cuando esté lista, hablaremos... Mientras tanto, seguimos siendo amigos...
Ryan asiente estando de acuerdo con lo que acabo de decirle. — No le has quitado la vista de encima en toda la noche, se lució con ese vestido ¿verdad?
Una sonrisa se asoma en mi rostro. — Laura me dijo que si hoy estaba despampanante, que esperara a verla mañana... No se que pensar sobre eso
— Y tiene razón – interviene uno de los gemelos. — Alexis y yo formamos un equipo "espanta miradas"
— ¿Espanta miradas? – pregunto confuso
— Si. Estoy seguro que llamara bastante la atención con ese vestido, así que, ¿por qué no espantar esas miradas perversas? – dice Alexander
— ¿La mirada de Kian está incluida? – bromea Ryan
— No, hay una excepción con él
Niego y vuelvo mi vista hacia las chicas. Se habían calmado un poco, ahora solo bailaban tranquilamente y hablando entre ellas. Bella, la chica con la que Ryan estaba saliendo, se incluyó al grupo bastante rápido. Era agradable y le cayó bien al instante a Laura y Aaliyah — que eran como las mamás del grupo —.
A veces pienso que desde que esas dos se conocieron hicieron un pacto de comportarse como nuestras mamás en ciertos casos, si no le gustaba una chica con la cual alguno de nosotros estaba saliendo, ellas se lo harían saber de la manera más cruel y directa posible. Eran como nuestras mamás biológicas.
Pero aún así, con sus celos y locuras las queríamos mucho.
— ¿Van a pasarse la noche ahí sentados haciendo nada? – pregunta Aaliyah llegando con las demás.
— Estábamos bebiendo y hablando...
— ¿Y? ¿No van bailar siquiera una canción? – pregunta esta vez, Annie.
— Paso – le responde Alexis.
— Pero bien que bailas cuando te estas bañando... – murmura su hermana lo suficientemente alto que todos lo escuchamos.
— ¡Que asco! ¿Ves a tus hermanos bañarse? ¡Iugh! – dice Annie haciéndola reír
— No es nada que tu no hayas visto antes, tranquila – le responde y esta se sonroja. — ¿Soy yo o está haciendo mucho calor?
— Esta haciendo...
— Es porque estás al lado de mi sexy amigo – me interrumpe Ryan pasando su brazo por mis hombros. Lo alejo al instante.
— Consideras sexy a tu mejor amigo, que bien – dice Laura riéndose.
— ¿Eso que tiene? Puedo considerar a otras personas sexies, aparte de mi claro esta
— ¿Cómo quién? – le pregunta Aaliyah
— Como tú – responde y le doy un golpe en la cabeza. — ¡Hombre, tranquilo! Ella fue la que preguntó, golpeala a ella, no a mi
— Ryan, no a la violencia... – le dice Aylen
— No hablaba de ese tipos de golpes, corazón
Las cinco no pudieron evitar sonrojarse al escuchar la respuesta de Ryan. — ¡Esa si les gustó eh! – continuó este. — Kian, hermano... Ya sabes que hacer cuando Aaliyah no te obedezca
— Idiota – le responde esta.
— Al menos no niegas que eso es lo quieres...
— ¿Podemos cambiar de tema, por favor? – interrumpe Annie.
— Vuelvo en un momento... – dice Aaliyah tomando su bolso de la mesa
— ¿A donde vas? – le pregunta su hermano, Alexander
— Iré al baño
— ¿Quieres compañía? – le dice Laura. Se quedan mirándose por unos segundos, como si se estuvieran diciéndose algo con la mirada. — ¡Oh ya entiendo!
— ¿Qué cosa? – pregunta Joe.
— Cosas de chicas – responden las dos al unísono.
Aaliyah se da vuelta y comienza caminar hacia la salida del gimnasio.
— Entonces... ¿Alguien quiere más ponche? – pregunta Joe. — Porque yo si
— Ve y trae para todos – le ordena Ryan
— Claro, tú vienes conmigo
— No.
— Si quieres más, tienes que venir sino no voy
— Imbécil – dice Ryan y se va hacia la mesa de las bebidas. Todos reímos por su acto.
Mi celular vibra en uno de los bolsillos de mi pantalón. Lo saco y veo en la pantalla un mensaje de Aaliyah.
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N/A: La segunda parte se subirá más adelante 😌😆
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